Boletín comunicación, mayo-agosto 2015

ORDEN DE LA COMPAÑÍA DE MARÍA – PROVINCIA DEL PACÍFICO - BOLETÍN N° 215 - MEDELLÍN, ABRIL-AGOSTO. 2015
ASUNCIÓN DE MARÍA
“El Poderoso ha hecho obras grandes en mí”.
Lc 1,49
MA. RITA CALVO SANZ, ODN., NUEVA SUPERIORA GENERAL
CLEMENCIA ROBLEDO ESCOBAR, O.D.N. | COMUNIDAD DE LANDIRÁS
Desde estas páginas de “Comunicación”, dirigimos un saludo
fraterno, generoso, a la querida Rita, y le deseamos lo mejor para este
período de Gobierno General que comienza.
Deseamos que reciba muchas bendiciones del Señor en la
programación y ejecución de los diferentes proyectos a nivel
universal.
¡Qué bueno verte muy pronto por estas tierras! Te queremos, te
esperamos!
Así mismo saludamos a las hermanas que conforman el Equipo
General:
Cristina Sanz García, española
Yoshie Arai, japonesa
Esperanza Bagnara Figueroa, chilena y
Basiliane Kaswera Kalemba, congolesa
Foto histórica: Abrazo ente
Generales: Beatriz felicita a Rita
después de su nombramiento como
General. Roma, 17 de julio de 2015
El Señor les regale muchas gracias para ejercer el servicio de gobierno conforme a su querer. Nuestra
Señora, Madre de la Compañía, acompañe sus búsquedas, guíe sus decisiones, inspire siempre su modo
de proceder, para ser portadoras de creatividad evangélica en nuestro mundo.
Acogemos con inmenso cariño a Beatriz Acosta Mesa, al terminar su periodo como superiora General y
recordamos a Anne Gill, integrante del pasado Equipo General. Nuevamente les agradecemos todo lo
que trabajaron para arrojar las redes hasta orillas insospechadas y llevar el mensaje de Jesús por todos
los lugares necesitados de amor y de justicia.
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Integrantes de los dos Equipos Generales: Anne Gill, Yoshie Arai, Esperanza
Begnara, Beatriz Acosta, Rita Calvo, Basiliane Kaswera, Cristina Sanz.
Integrantes de los dos Equipos Generales: De izquierda a derecha: Anne Gill, Yoshie Arai, Esperanza
Bagnara, Beatriz Acosta, Ma. Rita Calvo, Basiliane Kaswera, Cristina Sanz. Roma 26 de julio de 2015
SALUDO DE BIENVENIDA
Damos a Beatriz Acosta Mesa, un caluroso saludo de bienvenida a su llegada a Villa Lestonnac, después de vivir estos doce
años de entrega y servicio en el gobierno universal.
Estamos muy contentas contigo, de nuevo, en la comunidad. ¡Es una Bendición para para todas tenerte entre nosotras!
¡Sí, Misión Cumplida! Damos gracias a Dios por tu vida, por tu disponibilidad y entrega generosa, incansable, alegre. Por todo lo
que significó tu misión realizada como Superiora General, damos gracias a Dios.
Que tengas ahora unos días de tranquilidad, sueño, descanso a tu manera.
¡BEATRIZ, QUE FELICIDAD DISFRUTAR DE TU VIDA!
DANIELA JARAMILLO CARDONA, NOVICIA DE SEGUNDO AÑO | COMUNIDAD DEL NOVICIADO, MEDELLÍN
El miércoles 12 de agosto fue el día acordado para celebrar la llegada de
Beatriz Acosta Mesa y el gusto de compartir con ella nuevamente la vida
cotidiana. Dos días después de su aterrizaje en tierra colombiana, nos
encontrábamos reunidas la mayor parte de las religiosas presentes en
Medellín, en la comunidad de Landirás.
Toda la mañana y parte de la tarde se dedicaron a los preparativos de la
fiesta: adecuación del espacio, decoración, organización de sillas, sonido,
detalles en las presentaciones, entre otros. Recibimos a Beatriz, a las 3:30
de la tarde, con alegría serena, como es su presencia, y sintiendo el cariño
que se despierta en el corazón, cuando una persona de la familia llega
nuevamente a casa después de un largo viaje.
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La tarde transcurrió de la siguiente manera: después de los abrazos, saludos y risas
con música festiva de fondo, Liliana Franco Echeverri, Superiora Provincial, dijo unas
palabras muy sencillas y fraternas de recibimiento y gratitud por la presencia de
Beatriz Acosta, por la numerosa compañía de su familia y de las diferentes
comunidades. Introdujo tiernamente el himno a la Madre del Buen Consejo, con el cual
se hizo cercana la presencia de María, por medio de su melodía interpretada en
saxofón.
A continuación tomó la palabra Emilia Restrepo Jaramillo, quien con un traje divertido y chistoso, hizo
unas coplas dedicadas a Beatriz Acosta, donde admiraba sus acciones durante su servicio de General e
invitó a algunos de los presentes para tomar unas flores y formar un florero. A cada flor se le dio sentido
con el agradecimiento por todo lo sembrado y lo que ha dado fruto en la Compañía.
Concluyó Beatriz este intercambio de palabras, recordando a su Equipo General y a todas las personas
que le han precedido en la historia y le han inculcado lo que ella es. Fue un momento propicio para
presentar a su familia, que en su mayoría, también expresó sus sentimientos.
Antes de iniciar la Eucaristía, Luz Misas Restrepo, le hizo entrega a Beatriz de su última escultura
elaborada, donde plasma la escena de La Anunciación y Juliana Montoya, novicia de segundo año, había
preparado una danza de bienvenida, que la ofreció justo en ese momento.
La celebración fue presidida por el Padre Gerardo Villota sj, Maestro
de Novicios. Los textos, la homilía y las peticiones espontáneas, nos
permitieron recordar el generalato y la vida de Beatriz Acosta y sentir
de manera sencilla, la celebración vivida por todos.
Las ofrendas fueron entregadas por cuatro personas que
representaban los diferentes continentes, y los signos ofrendados
nos invitaron agradecer y reconocer su servicio en el mundo
(mapamundi), la vida nueva que en adelante comienza (el agua), la
mayor ofrenda hecha por Jesús que nos recuerda su amor (pan y
vino).
Terminada la misa, disfrutamos de un delicioso asado, acompañado
de conversaciones, sonrisas, historias y de la honda alegría que se
experimenta en estos encuentros planeados para expresar nuestro
regocijo y gratitud
Finalizamos con un concierto de Niyireth, Juan y Sandro, músicos de
la fundación Colombia Mestiza, que nos amenizaron el rato y nos
posibilitaron disfrutar de la belleza artística a través de sus canciones.
El día terminó con la satisfacción de una gran bienvenida y le agradecíamos a Dios por el hecho de poder
contar y compartir con Beatriz con tanta cercanía.
DE VUELTA A CASA
BEATRIZ ACOSTA MESA, O.D.N. |COMUNIDAD DE VILLA LESTONNAC
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En estos días he pasado de nuevo por el corazón la celebración de los 25 años de la fundación de la comunidad de
Landirás y mi llegada a la Provincia después de doce años de servicio a la Compañía Universal en Roma.
La pintura hecha por Lidia Carlota Carbajal odn., -Lichi- y los distintos carteles preparados por la comunidad de
Landirás, expresan muy bien los sentimientos que tengo al regresar: Agradecimiento por tanto bien recibido y deseo
de seguir caminando, ojalá ligera de equipaje, por los nuevos caminos a los que sea enviada.
Recuerdo también con agradecimiento al Equipo General, a mi comunidad de
Roma y a tantas personas: religiosas, jóvenes y laicos, que han creído que
es posible, en Compañía de María, crear con Dios un futuro mejor. Cada uno
ha entregado su tiempo, saber y experiencia con ilusión y generosidad para
hacer real un mundo marcado por los valores del evangelio.
Que esta obra de arte creada por Luz Misas Restrepo odn., que se me ha entregado al final de la celebración, sea
para todas y todos, esa luz que nos impulse a ser humildes servidores del Dios viviente.
De nuevo ¡GRACIAS!
Beatriz Acosta Mesa, odn.
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FIESTA DE LA ASUNCIÓN Y RENOVACIÓN DE VOTOS
ERIKA VALLEJO ACOSTA. JUNIORA | COMUNIDAD DE SAN JAVIER, MEDELLÍN
AGOSTO 16 DE 2015
En este año de la Vida Consagrada, fuimos
convocadas para renovar los votos en un santuario Mariano.
Fue escogida la Basílica menor de Nuestra Señora de Chiquinquirá,
Patrona de Colombia, que se venera en el municipio de La Estrella,
Ant.
Iniciamos nuestro encuentro con un espacio de oración comunitaria.
A la luz de la homilía del Papa Francisco1 y orientada por Luz Eugenia
Vallejo, odn., realizamos con María, el itinerario de las Bodas de Caná.
De ella rescatamos tres actitudes:
La primera, María está atenta: renovar nuestra atención significa ver
más allá de nuestra realidad, adelantarnos a las necesidades de los
otros, específicamente a las de nuestras hermanas de comunidad.
La segunda, María reza: la oración es el camino de una constante
renovación y nos permite saborear y ahondar en la vida de Jesús, en ella
experimentamos la confianza plena de que no estamos solas.
La tercera, María actúa: sale de si para ponerse al servicio; así, como Dios
que siempre actúa de una manera incondicional. Como el Papa Francisco
podemos decir “María es la amiga siempre atenta para que no falte el
vino de la alegría en nuestras vidas”.
En una boda no puede faltar la comida, este fue el segundo momento:
compartimos un delicioso almuerzo en la comunidad de Villa de
Lestonnac.
Luego nos dirigimos en peregrinación al Santuario Mariano: Nuestra Señora del
Rosario de Chiquinquirá en el municipio de La Estrella, Antioquia. Allí, celebramos
la Eucaristía, presidida por el Padre Gustavo Baena sj.
En la Monición, María Elena Isaza, odn., nos invitaba:
“La eucaristía siempre es fiesta y acción de gracias. Presencia de un Dios que nos ama y nos invita a celebrar.
Hoy nos congrega, como Compañia de María, alrededor de esta mesa grande de familia, para invitarnos de nuevo;
alentar nuestra esperanza y confirmarnos en la misión encomendada. Nos convoca el Señor para ser sus testigos y
profetas en la Iglesia. Para reconocer sus huellas en el camino que hemos recorrido; detenernos en aquellos rostros
que enternecieron su corazón y poner sus palabras en las nuestras.
Testigo de una presencia y de su actuar, de su ternura y su misericordia, presencias proféticas que transparentan
el rostro humano y divino de Dios.
1
Homilía. Santa misa en el parque de los Samanes, Guayaquil. Lunes 6 de julio de 2015
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Testigos visibles de esa Iglesia que quiere caminar al ritmo de evangelio
y que el Papa Francisco no se cansa de impulsar.
Por eso en esta tarde celebramos y agradecemos aquellas "4 de la
tarde" en la que fuimos llamadas por Jesús, y aquí, bajo la mirada
maternal de Nuestra Señora, nos comprometemos de nuevo,
acompañamos de manera especial a Céline y Luz Eugenia en sus 25 y
50 años de profesión”.
El Padre Baena, en su homilía, nos dirigió dos ideas: la primera
relacionada con la fiesta de la Asunción y la segunda, con la
Consagración.
Frente a la Fiesta de la Asunción:
“Cuando nos morimos no nos vamos para ninguna parte, al morir nosotros nos despojamos del espacio
temporal y al liberarnos nos volvemos infinitos, más aun, pasamos a unirnos definitivamente con Dios,
haciendo una sola unidad.
¿Qué relación tiene la Virgen María con nosotros? Ella está donde Dios está, y Dios está en todo ser
humano. La Virgen María vive en nosotros mismos. La Virgen hace lo que Dios hace. La Virgen nos
transforma”.
Con relación a la consagración dijo:
“¿Qué es consagrar? Es dedicarse a un objetivo particular. ¿Qué pasa con la consagración religiosa? Es
una entrega a los otros, como el caso Jesús. Un ser para los demás y no para sí mismo”.
En el marco de sus 25 años de votos simples Céline Malumalu, odn renovó su Sí a Jesús, en la Compañía
de María.
Para terminar esta celebración compartimos una deliciosa ensalada de frutas con helado en el salón
parroquial. Agradecemos al Señor la vida y su fidelidad con nosotras.
También a la Madre Liliana Franco Echeverri, odn., Superiora Provincial y Equipo, por su iniciativa en la
dinámica de este encuentro, y a todas las hermanas que colaboraron en el desarrollo del mismo.
MARÍA EN LA COMPAÑÍA DE MARÍA DESDE MI EXPERIENCIA
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LUZ EUGENIA VALLEJO VILLA, O.D.N. | COMUNIDAD DE AMAGÁ
20 DE AGOSTO DE 2015
Siento que he hecho un proceso en mi manera de mirar y relacionarme
con María, todo de la mano de lo que vivo, y es eso lo que quiero
compartir, sin pretender que esa María sea “la María de la Compañía”.
Creo que es entre todas que la vamos definiendo y sé que hay hermanas
que le han trabajado al tema de manera más profesional: María Ángeles
Martínez, Clara Temporelli, etc. Yo misma he disfrutado algunos de sus
escritos.

La María de mi niñez al lado de la mujer tan religiosa que fue
mi mamá, se continuó en la María de mi adolescencia, en el colegio:
si hay algo que recuerdo y me marcó fueron los cantos: como los de
la época: melifluos, románticos, que resumiría en el tema: “madre
divina” con todo lo que eso tiene de entrañable y de interrogable. Los
rosarios con mi mamá y las “salves” del Colegio, son de todas
maneras algo que recuerdo como lo que alimentó mi fe de carbonero.
María era “el modelo”.
Un momento un poco crítico, vino cuando Beatriz Agudelo nos dijo que
no nos podíamos relacionar con la Virgen de manera real, pero si con
el Espíritu Santo…
(Permítanme un paréntesis: en la Renovación por la fiesta de la
Asunción, acaba de decirnos el Padre Baena, que como María está
en Dios y Dios está habitando todo ser humano… pues que también podemos tener una relación de
inmediatez con Ella… Cuando me acerqué a darle las gracias por lo que yo consideraba una revelación
increíble, me dijo: “Pues yo de eso vivo”).
 Y siguiendo con mi testimonio, yo diría que en el Noviciado no varió mucho la manera de acercarme a
María. Hay que decir que estábamos en pleno Concilio. No rezábamos el Rosario juntas, pero
sí el oficio a la Virgen, con antífonas más bíblicas y textos del Evangelio. Pero en realidad, a mi manera
de entender, la gracia fundante de mi Noviciado, no pasó por la Virgen… ¡Sabe Dios!
 De Juniora, estudiando Teología en Roma, escogí hacer un diplomado en Mariología y no en San Juan
de la Cruz como casi todas mis compañeras. Y ahí fue donde empecé a descubrir a una María más a
la manera del Evangelio. Estaba naciendo la mariología inspirada en el Vaticano II. A mí, eso me abrió
una perspectiva muy distinta y de la mano de María empecé a penetrar más en lo que era seguir a
Jesús.
 En los años 80, en mi experiencia de Cristales, en parte por la experiencia comunitaria y en parte por
la “soledad” que se experimentaba viviendo “fuera de la civilización”, fue cuando la palabra “Compañía”
se cargó de sentido para mí y me identifiqué más con eso de ser “Compañía de María”. Ser una
compañera al estilo de María… ser parte del grupo que se inspiraba en María para acompañarse y
acompañar a otros… Además empezábamos a comulgar todas con el lenguaje de las recién aprobadas
Constituciones que nos presentaban a María como la imagen y síntesis de lo que queremos ser;
como la presencia inspiradora de nuestro seguimiento a Jesús.
 Desde estas experiencias y convicciones, he ido profundizando y gustando esa presencia cálida e
inspiradora de María, en Juana de Lestonnac, en el pueblo pobre y sencillo de Colombia, de Filipinas,
del Perú. Voy siendo más capaz de integrarla en la liturgia, en la religiosidad popular, en la vida
cotidiana. Me encanta ese papel no protagónico, esa presencia evangélica, ese talante gratuito de
María en la vida de Jesús y de la Iglesia. Le agradezco mucho a Juana de Lestonnac, que nos haya
puesto delante, más que unas reglas, una mujer que acompañe nuestro caminar, y a la Compañía el
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que nos entregue una María que no es objeto de devoción, sino presencia
inspiradora y compañera para avanzar hacia aquello a lo que vinimos: seguir a
Jesús.
MUJERES LLENAS DE HUMANIDAD Y DEL ESPÍRITU
SANTO
GLORIA CECILIA LONDOÑO CIRO, ODN. | COMUNIDAD DE LA CASITA
En nuestra comunidad nos preparamos para la renovación de votos y profundizamos en las orientaciones
dadas por Ana Elisa Escovar, odn., para el retiro de este mes.
Como mujeres de diversas generaciones y culturas, que vivimos con un mismo ideal: seguir a Jesús, y
con un mismo Carisma, de qué podemos hablar?
Sin duda, de los que es nuestra vida, de nuestras opciones, de la misión, de la gente con quien
compartimos el proyecto heredado por Juana de Lestonnac.
El texto señalado sobre el dialogo de María e Isabel, marca mi oración y esta reflexión.
“María e Isabel se encuentran y hablan del futuro,
Están llenas del Espíritu Santo y cada una contempla a otro,
Cada una desde el don recibido,
acoge el Plan de Dios y mutuamente se bendicen.
La vida, latente en cada una las lleva a la apertura al Dios de la vida,
Y lo expresan con palabras de gozo. Son Bienaventuradas. “
Comparto con todas algunos aspectos significativos de la oración, desde la perspectiva de la Novedad,
de abrir el oído para escuchar lo que Dios me dice y disponerme para la frescura de un nuevo encuentro.
He gustado lo que significa percibir en silencio la voz de Dios, en las voces de mis hermanas de
comunidad, sus voces en distintas lenguas, en portugués, en mandarín, en español. Descubro en nuestro
grupo comunitario una constante: hablar el mismo lenguaje, el de la cercanía y acogida a cada una como
es, y en apertura al que llega.
Escucho la voz de Dios, en la realidad cotidiana de la misión en el Colegio, en las voces de las niñas y
jóvenes, de sus familias presentes y en la presencia de los ausentes, en el ir y venir de las maestras y de
cada persona que vive con sentido la entrega en el servicio para ofrecer una educación integral, que toque
el corazón, que afecte el cerebro y la cabeza para que moldee el conocimiento, lleve a la acción
transformadora, a la humanización, y trascienda la relación para establecer vínculos con el Dios de la
vida. Me ha hecho bien mirar este mundo con los ojos del Creador, verlo en las imágenes de las noticias
teñidas de sombras y luchas humanas para convivir pacíficamente, por construir la paz y vivir la justicia.
Interiorizamos el desafío y la llamada para tener entrañas de misericordia ante toda miseria humana.
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Me he preguntado de qué manera vamos a vivir lo que pide
el Papa Francisco a la vida consagrada, el ser profetas y
dar testimonio de la vida de Jesús en este mundo, y
anticipar su reinado. Cuál es el odre nuevo que podemos
enseñar a otros, a nosotras mismas y a los jóvenes?
Al leer las Constituciones, en sus Artículos IX, X, XI, he
descubierto la respuesta. Ante todo se trata de creer en la
fuerza humanizadora del Evangelio y en el poder de la
comunidad, en ser para la Misión, en dejarnos evangelizar
por los demás, y en especial por los pobres.
Se resalta el estilo de vida sobrio y sencillo, coherente con
el seguir a Jesús pobre, y manifestarlo en la creación de un
ambiente y en la ayuda fraterna para mantenernos libres
ante la sociedad de consumo.
Un trabajo serio y exigente nos hace partícipes de lo que
vive la gente. Este estilo de vida comunitaria nos permite
compartir lo que somos y tenemos. Cfr. Art. IX, Const. 3,4,5
“La pobreza en seguimiento de Jesús, conduce a la libertad
de corazón y nos abre a la esperanza. Nos hace sensibles
a la gratuidad, capaces de confiar y crear fraternidad…” Art. IX, Const. 6
Estar disponibles para el Reino, potencia nuestra capacidad de relación con los otros, nos abre a la
amistad y da sentido a nuestra soledad como libertad que se realiza en la entrega.
Si vivimos nuestro seguimiento de Jesús, con el gozo del que ha encontrado un tesoro, seremos germen
de esperanza y signo de la realidad escatológica. Cfr. Art. X, Const. 6
A través de la escucha a personas que esperan de nosotros una palabra y un consuelo, vamos
experimentando el valor de los pequeño, de la cercanía y del bien que podemos hacer cuando ayudamos
a otros a discernir, a ver su vida a la luz de la palabra, a encontrar caminos de vida.
Vivir juntas tiene sentido y enriquece nuestra comunidad apostólica cuando oramos, discernimos y
buscamos el querer del Señor a través de cada hermana, de las circunstancias y acontecimientos para
tomar conciencia de nuestras motivaciones y libertad interior para optar y actuar, con sinceridad y
transparencia. 2 Cfr. Art. XI, Const.
“El camino de obediencia, contradice los criterios del mundo sobre la libertad, el poder y la realización
personal. Desde la fe, la libertad vivida en obediencia y la autoridad como servicio, se unen en un proyecto
común. La obediencia garantiza, así, la unidad de todo el Cuerpo apostólico en una Misión, que hace más
amplia y duradera la tarea histórica de la Compañía”. Art. XI, Const. 7
En comunidad, al compartir, quedamos con estas certezas:
Vivir en comunidad, es un don, una gracia y somos responsables del ambiente que generemos para
crecer, creer, crear y transformar. La comunidad es el espacio real para ayudarnos a vivir en libertad y en
discernimiento para encontrar y hallar la Voluntad de Dios y testimoniar a otros su Reino.
Las personas con quienes compartimos, esperan de nosotras un anuncio de Buenas Nuevas, un compartir
de nuestra relación con el Señor y un servicio generoso. Somos las que somos, con posibilidades y límites,
con diferencias y cuando interactuamos nos complementamos y se hace creíble construir fraternidad y
ser esperanza para otros.
Vivir los votos supone en nosotras actitud de apertura, desprendimiento y disponibilidad.
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La oración nutre nuestro modo de vida y de misión y solo desde la fe y opción por Jesús crucificado, se
asume la dimensión pascual de muerte y vida que se entrega cada día en el servicio a los más
necesitados.
En María, y como ella, tenemos una manera de seguir a Jesús, de escuchar la Palabra y de amar y servir.
AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA
HOSPITALIDAD DEL CORAZÓN
MARTA INÉS RESTREPO MORENO, O.D.N. | COMUNIDAD DE LOS BALSOS
El Papa ha propuesto la celebración de un año sobre la vida
consagrada para conmemorar los 50 años de Perfectae Caritatis, en
su Carta apostólica del 21 de Nov de 2014, y la Sagrada Congregación
para los Institutos de VC ha ofrecido dos documentos que presentan
el pensamiento del Papa Francisco sobre nuestra renovación:
Alegraos y Examinad, del presente año.
La CLAR nos ha invitado a dejarnos inspirar por el Icono de Betania.
Este ha sido el símbolo que ha convocado los congresos celebrados
en los diferentes lugares, que lo han tenido como telón de fondo. Es
inmensa la literatura que ha surgido sobre el Ícono de Betania.
Presento algunas reflexiones sobre el particular.
En Betania se es huésped pero también se ofrece hospedaje. Existen
en nuestro caminar parajes inhóspitos como también lugares llenos de
frescor y de cobijo. Betania es sin duda un referente de acogida, nos
invita a la reflexión sobre la vida que surge de los encuentros.
No solo los que vienen de fuera nos necesitan, también en Betania
Lázaro murió y sus hermanas necesitaron del amigo. También allí recobró la vida.
Es pues importante que hagamos referencia a la andadura de nuestra vida espiritual y de su misión.
También en ella hay posadas, como la posada del amigo, la posada de la comunidad, la de la celebración
y de la fiesta... todas ellas necesarias, un alivio en el camino. 2
Ofrecemos y recibimos hospitalidad en nuestra vida religiosa y apostólica, en un mundo salvaje, inhóspito,
excluyente, sin ofertas de vida para muchos y muchas. La CLAR enuncia nuevos escenarios y nuevos
sujetos emergentes: aquellos que surgen de la exclusión social, de la depredación y las catástrofes
naturales, de la trata de personas.
Hace referencia a la corrupción y a la impunidad, al círculo del narcotráfico, a las migraciones, a los
nuevos movimientos sociales y juveniles, a la emergencia de la voz de las mujeres. 3
Ciertamente nuestro mundo se caracteriza por la inclemencia de los desplazamientos que provocan las
guerras y las hambrunas, por la inequidad y las injusticias de toda clase.
Abraham es un modelo de hospitalidad, el libro de los Hechos afirma: "No os olvidéis de la hospitalidad,
porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles." (Hch.13:2).
El diálogo es por sí mismo un acto de hospitalidad. Conversar es “viajar del uno al otro” supone una
salida de si, un tránsito de una mente a otra, de una persona a otra. Pero el “otro” también puede
ser un “extraño”…
2
3
Cfr. JAVIER MELLONI. Bandidos y posadas en el camino, En: Éxodos interiores. Sal Terrae, 1995.
Documento de la CLAR, p. 7.
11
Nuestra vida religiosa apostólica no es ajena a esta posibilidad de la extrañeza frente
al otro. Cuántas exclusiones, silencios, modos de ignorar a otros y otras. Una reflexión
sobre la hospitalidad del corazón tendría que llevarnos a examinar nuestros silencios,
nuestro pasar sin ver, nuestros ensimismamientos.
No hablamos de la hospitalidad del corazón por el simple sentimiento de una estética
espiritual. Se trata de afrontar uno de los problemas más cruciales por los que
atraviesan nuestras congregaciones, y de ello nos advierte la Sagrada Congregación de Religiosos, por
boca de su Secretario general cuando nos invita a considerar el número y las causas de las dimisiones
en estos cinco últimos años. Se trata de afrontar con honradez por qué se han retirado tantos religiosos
y religiosas4. ¿Qué pensaríamos de una Iglesia en nuestros países sin el aporte de la vida consagrada?
Vale la pena pues, que nos dejemos interpelar por esta dura realidad y nos dispongamos a “entrar en la
Casa de Betania”, y aprender allí de Jesús y de sus comensales…
ENCUENTRO CON LA COMUNIDAD DE BEIRUT
SANDRA BOTINA ACHICANOY O.D.N. | COMUNIDAD DE ARMANT, ALTO EGIPTO
En este verano hemos venido con Paulette
Sarkis a Beirut, Líbano, a compartir, acompañar
y de alguna manera a conocer y echar una mano
a la comunidad, ya que Mariví Garbayo,
superiora de la comunidad, se encuentra en
España.
La comunidad la conforman: Mariví, Mariam,
Juliette, Pascaline y Anne Marie.
De izq. a der. Mariam, Paulette, Juliette, Pascaline y Sandra
Mariví Garbayo: Hermana de Ana María, (de la
comunidad de El Cairo), dos misioneras en
África, donde entregaron su juventud; hoy
misioneras en el Próximo Oriente, donde
entregan la vida, desde la sabiduría, que aquella
les ha enseñado.
Mariam Nasrallah, y Juliette Abou- Jaoude: las dos, libanesas y misioneras: Mariam en Túnez y Juliette
en Egipto. Mujeres valientes que han sobrevivido a los tiempos de la guerra en sus distintas épocas. En
la guerra que comenzó en 1975 y que duró 30 años, ellas junto con otras hermanas decidieron quedarse
con el pueblo; hasta ese año “la Société de Jésus-Christ” tenía un colegio en un barrio popular Chiahe, al
estallar la guerra este colegio fue espacio para los refugiados… Desde ahí miles de historias por contar y
por hacer memoria de una época que marcó al pueblo del Líbano. Historias de vidas entregadas como la
de la hermana Macroni Mikiarian, armeniana mártir de la guerra, a quien recuerdan con especial cariño
por su manera de ser.
Olga Sara: que falleció el año pasado, a la edad de 99 años. Un personaje en este país. En 1948 funda
el “Colegio libanés de formación social y de formación de enfermeras.” Luego será Instituto Superior de
Formación en Trabajo Social, el cual exigía un año de enfermería.
4
RODRÍGUEZ CARBALLO, Crisis de la vida religiosa, L’Osservatore Romano, 29.10.13
12
En 1978 este Instituto se incorpora a la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad San
José, de los Jesuitas, en Beirut.
Pascaline Kavughe y Anne Marie Zawadi, dos jóvenes de
la R.D. del Congo. En los meses de julio y agosto, realizan la
práctica en un hospital de las Hermanas de los Sagrados
Corazones de Jesús y María.
Paulette Sarkis, de la comunidad de El Cairo, egipcia de
padre libanés y madre siria. Lo que diga de Paulette es poco,
para lo que realmente es esta mujer... como muchas de
nuestras hermanas mayores, “Plena”, su vida ha sido por El
y para El.
He ahí mi comunidad de este verano, donde hemos
compartido lo que somos, enriqueciéndonos con el ser de la
otra; hermanas mayores, serenas, contemplativas, la mayoría
de su tiempo está entregado a la oración.
La primera vez que, conviví con hermanas africanas, fue en
la Tercera Probación; hoy la vida me ha permitido un nuevo
encuentro con quienes aprendo el disfrute de la vida, hacer de la sonrisa un lenguaje particular que alegra
y nos acerca al otro.
Con una voz excepcional para cantar, un ritmo propio para danzar.
Sandra y Anne Marie
Desde esta comunidad seguimos el Capítulo General, renovamos nuestros votos, rezamos y seguimos
orando por esta región que vive los horrores de la guerra…
Desde esta comunidad, hemos vivido el encuentro cotidiano, encuentro que marca mi experiencia de vida
y que, quedará grabado en el corazón.
LA EXPERIENCIA DE LA PLAYA
CONGNA CHAI, JUNIORA. | COMUNIDAD DE CRISTALES MALIBÚ, MEDELLÍN
Deseo compartir con ustedes mi experiencia en “La Playa”, lugar en el que estuve dos meses. Fue una
experiencia muy fuerte y significativa, sinceramente, no sé cómo voy contar, cómo voy a hablar.
Hubo muchas cosas maravillosas y otras que guardo, como María “en el corazón”. Ante muchas
situaciones no sabría qué decir, pues la realidad me supera.
Ésta experiencia:

Me ha ayudado a crecer en el amor, la fe y la voluntad
de entregarme.

Me ha transformado como Persona.

Ha alimentado mi vocación de seguir Jesús.

Ha confirmado mi llamada a vivir con mayor
radicalidad.

Me ha posibilitado ser más compasiva y sentir el dolor
del otro frente a la injusticia y desigualdad.

Ha fortalecido mi fe en un Dios infinitamente
misericordioso y que siempre está ofreciendo su amor a toda la humanidad.
13
Siento que es una experiencia de encarnación de Dios en mí y las palabras sobran.
Agradezco a Gilberthe Kahambu Ngahemba y a Lucero
Machado Mejía, odn., con quienes estuve en la
comunidad. Ellas están totalmente entregadas a la
misión de Evangelización, son testimonio para mí.
La convivencia con ellas fue muy agradable, acogedora
y fraterna…
¡De verdadera hermandad!
Tuve la oportunidad de compartir con los profesores del colegio, ellos
también son muy solidarios en todo sentido. Los niños son muy alegres,
aunque viven una realidad muy dura; el pueblo en general vive sin los
recursos necesarios y ante eso nosotras sólo podemos acompañar.
Quiero expresar lo vivido en la Playa de una manera poética, pues en este lugar me inspiré:
Ser alegre para contagiar a los afligidos.
Ser misericordiosa para consolar a los frágiles.
Ser feliz para anunciar el Reino de Dios.
Ser presencia para acompañar a mi prójimo.
Ser entregada para transformar la vida.
Ser como el mar que canta la maravilla de Otro.
Ser como el Cielo que cubre con su manto de amor a los pequeños.
Ser como flor, que habla la belleza de la vida.
Ser vida que se percibe en el aire.
Ser humano, no olvidando sonreír y agradecer.
Ser libre y nunca olvidar lo esencial.
Como el viento, donde quiere soplar.
Gracias a todas por su oración y su acompañamiento de cerca y de lejos.
ENTREVISTAS SOBRE LA VIDA RELIGIOSA
ENTREVISTADORA: DANIELA JARAMILLO CARDONA NOVICIA DE SEGUNDO AÑO
A LUCILA VELÁSQUEZ URIBE, O.D.N. | COMUNIDAD DE VILLA LESTONNAC
1.
¿Qué es lo que más recuerdas de tu espiritualidad o de tu relación con Dios cuando eras
niña?
R: En mi casa Dios era muy importante y la Virgen también. Yo me eduqué en el Colegio y allí me
sembraron el amor al Señor y a la Virgen. Realmente desde pequeña el Señor empezó una relación
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conmigo muy cercana. Ha sido desde siempre. La Madre Sofía Teresa Moreno nos preparaba para la
Primera Comunión, a los 7 años, y como tenía una pedagogía muy buena, desde muy pequeñas nos
metía en el corazón el amor por la Eucaristía, la oración, todo lo que tenía que ver con la relación con
Dios. Toda la vida tuve una relación de amor con Él, Él conmigo. Lo que más recuerdo de niña fue la
Primera Comunión, la Madre Sofía nos llevó una libretica y cada día traía en la página una frasecita y
eso era lo que íbamos a vivir en ese día, esos detalles hacían que uno se entusiasmara. De niña era
una relación más directa con el Señor. Yo recuerdo que la Madre Sofía Teresa nos ponía a cerrar los
ojos, a bajar al corazón y eso yo lo llevo muy adentro.
2.
¿Hay algo de lo que te hayas tenido que “desidentificar” en tu proceso vocacional, desde
esos momentos donde sentías la primera llamada de Dios?
R: Yo empecé a experimentar que yo quería y sentía la atracción por el Señor pero con una característica
de totalidad. Entonces yo iba a entrar a un convento de vida contemplativa. Comencé en noveno una
relación con las Carmelitas. Yo cuando oigo música, es lo mismo el Himno Nacional que el Ave María y
en una de mis primeras visitas a las Carmelitas, me pusieron a cantar sola, todas me miraban detrás de
la reja y tan lindas me dijeron: “Con una ayudita tú puedes.”
Mi papá me apoyaba siendo monja pero no Carmelita porque la regla era muy dura. Pero yo quería
totalidad, para mí era simbólica una vela, porque yo quería que mi vida se derritiera, se volviera nada,
se gastara así como una velita, por el Señor. El Padre del colegio y un jesuita me orientaron para que
pensara mejor en dónde entrar, sobre todo por mi salud, por mi actividad, por la potencia para
entregarme al trabajo y la vida apostólica. “Por escoger lo que crees mejor te vas a quedar sin lo que
crees que es bueno”, me dijo el Padre y eso se me quedó grabado y me sembró la duda. Entonces hablé
con la Madre Alicia Uribe, Superiora de la comunidad y con la Madre Ana Afanador, Superiora Provincial
y me aceptaron.
Y ya desde que entré no seguí pensando en las Carmelitas sino que he bregado toda la vida por llevar
una vida de oración lo mejor que pueda y por trabajarla al máximo. He tratado de vivir la regla nuestra
al máximo. Con todo el trabajo duro, en colegios, yo me he sentido muy bien y he trabajado no solo por
tener muy bien lo del colegio sino también la vida espiritual a base de levantarme muy temprano, de
acostarme más tarde.
3.
¿Qué, de lo que tú eres, te hace recordar a tú papá y qué a tu mamá?
R: Toda la energía que yo tengo es de mi papá. Mi papá era una persona enérgica, trabajadora, fuerte.
Era médico y dejaba de comer su almuerzo porque lo necesitaba un enfermo, y no le importaba luego
encontrar la sopa fría. Y lo otro que me sale de por dentro es que yo quisiera ser muy bondadosa. Lo
que haya de bondad en mí, es de mi mamá.
4.
¿Qué sentido le das a la vida comunitaria? ¿Conociendo la importancia de la vida comunitaria para
la Compañía de María, pero también las debilidades que tenemos, en qué estilo de comunidad sueñas para
un futuro?
R: Las dificultades hay que trabajarlas intensamente porque esta es la familia en la que vivimos, es el
grupo en el que vivimos. Me parece muy importante porque nos ayudamos mutuamente, nos
impulsamos. Si yo veo que alguien pasa trabajos puedo ser apoyo, o si veo la entrega de la otra eso me
cuestiona, me admira y me estimula.
Yo pienso del futuro que ahora son mucho más poquitas, también vienen de hogares con menos
personas, entonces tienen estructuras sicológicas distintas, más individuales. Yo creo que lo más
importante no es lo material sino el preocuparme por mis hermanas, estar abierta a que la otra me dé la
mano. Ustedes que van a ser más poquitas, con mayor razón deben velar por la otra, darle la mano a la
otra, pensar en la otra, abrirse a que la otra esté en función de uno. También deben ser mujeres muy
preparadas para todo, tienen que ser muy hermanas, no gastar el tiempo en lo que no es, tenemos que
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saber que esta es mi hermana y esta es la Compañía y entre las dos debemos sacar
la Compañía adelante. Limpiar mucho el corazón, querernos mucho, ayudarnos a
ver cómo hacer para progresar. Sería el colmo que en nuestras manos dejemos
acabar la Compañía, todo lo que la Santa Madre la luchó y que venga ahora a que
nosotras la dejamos caer porque yo no me entiendo con ella, no hijas mías, eso tiene
que volar, pasar a un segundo plano.
5.
¿Cuáles son los rasgos de la vida de Juana de Lestonnac que crees que debemos
profundizar más, mirando las necesidades del mundo de hoy?
R: El mundo de hoy es mundo que no quiere saber más de Dios y por eso nació la Compañía, por el
deseo de entregar al Señor las jóvenes, por encima de todo. ¿De dónde sacó la dimensión apostólica
la Santa Madre? De ver cómo las jóvenes se perdían y fundó los colegios para eso, no para ser los
mejores colegios, que si hay que procurar eso, pero el sentido es para formarlas espiritualmente. Hay
que formar en la fe, hay que formarlas en el amor al Señor, hay que entregarles el sentido de la vida a
partir de Jesús. Eso es lo que justifica todas las acciones. Tenemos que meternos en todas partes para
llevar el amor a Dios. Es como dice tan lindo el Abrégé, que la Compañía tiene dos brazos, y no puede
crecer uno desproporcionado, tiene que ser armónico: yo en la oración estoy viviendo lo apostólico y en
lo apostólico estoy viviendo mi relación con Dios.
6.
¿Tres cosas fundamentales para la vida?
R: La limpieza del corazón, mantener el corazón limpio, sin hierbitas de agresividad, de venganza,
maluqueras, envidia, rencor, rabia, eso son malas semillas. El corazón debe almacenar buenas semillas.
Yo hablo por mi experiencia y sin espacios fuertes de oración no me hubiera sostenido en la vida.
El camino que yo ansío para mí, es el no economizarme, lo que les decía de la velita, llegar a derretirme.
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