EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE

EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
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EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL
“GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
COPIAS, DUPLICACIONES Y SU USO POR PARTE DE LOS CRONISTAS1
MARÍA CASTAÑEDA DE LA PAZ
,QWURGXFFLyQ
En 1945 Barlow probó la existencia de una Crónica X, fuente alfabética con algunas
ilustraciones, en la cual se basaron Tezozomoc (&UyQLFD0H[LFDQD) y Durán para
escribir sus obras sobre la historia mexica. Tovar a su vez se basó en la de Durán y
en la de Tovar lo hizo Acosta, de ahí la similitud de sus historias. Pero parece que
durante la Colonia esto fue una práctica habitual. Lockhart (1999: 538-539) nos dice
que en ese entonces los distintos escritores de anales buscaron los textos históricos
GHVXVDQWHFHVRUHVSDUDLQLFLDUVXVWUDEDMRV/DÀQDOLGDGHUDFRSLDUORUHIHUHQWHDO
pasado más lejano y el resultado fue la duplicación de sus textos.
Y efectivamente, así fue. Como aquí se verá, existe otro grupo de documentos
—en este caso en forma de anales—, que derivaron de una misma fuente pictográÀFDHO&yGLFH;/DYHUVLyQPiVDQWLJXDGHHVWHFyGLFHHVKR\ODGHOD7LUDGHOD
3HUHJULQDFLyQ, de ahí que también haya encabezado al grupo con su nombre.2 Los
otros documentos son, además de la 7LUD, el &yGLFH$XELQ, el 0V0H[ y el 0V
Deseo expresar mi agradecimiento a la doctora Una Canger y al doctor Michael Swanton por su
interés en la revisión de este texto, especialmente la relativa al náhuatl. Al doctor Michel R. Oudijk
doy las gracias por su ayuda en la traducción de la obra de Zimmermann del alemán al español. A la
doctora Susan Schroeder agradezco el haber compartido conmigo sus conocimientos acerca de Chimalpahin y Tezozomoc. Asimismo, quiero mencionar que este trabajo se preparó durante mi estancia
en la Universidad de Copenhague (2000-2003). Debido a que un año después salió la obra de Johansson (2004), en la que trataba este mismo grupo de documentos, me vi obligada a darle otro enfoque
a este trabajo, como se explicará y verá a lo largo de estas páginas.
2
Esta hipótesis se fundamenta en que la 7LUD es un documento que por razones desconocidas
nunca se terminó. El &yGLFH $XELQ —el otro documento más próximo a ella— sí se concluyó, lo
que explica que existía un original donde la historia llegaba, al menos, hasta el asentamiento de los
mexicas en la isla de México (para mayores detalles véase Castañeda de la Paz, 2005a). Respecto a la
datación de estos documentos, Robertson (1959: 93) estableció que la 7LUDGHOD3HUHJULQDFLyQ fue
elaborada en la década de 1530 a 1541, mientras que Dibble (1963: 12-13) fechó el &yGLFH$XELQ en
1564.
1
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0H[ .3 Sus textos, corroborando lo sugerido por Lockhart, son casi idénticos
única y exclusivamente en su primera parte, la relativa a la peregrinación. Esta simiOLWXGQRVyORUDGLFDHQODFXHVWLyQDOIDEpWLFDVLQRWDPELpQHQODSLFWRJUiÀFDFRPR
también ha analizado Johansson (2004). Se trata por tanto de documentos mixtos
que combinan ambas formas de expresión.
Lo anterior no es más que una muestra de que en un momento dado, alguien
KL]RXQDOHFWXUDGHGLFKDYHUVLyQKLVWyULFDÀMiQGRODSDUDVLHPSUHHQXQWH[WRDOfabético en náhuatl. A partir de entonces, el documento y su texto alfabético fue
reutilizado por varios escritores de anales para reconstruir la historia más lejana
de su DOWHSHWO, la relativa a la peregrinación de los aztecas-mexicas, desde su salida de Aztlan hasta la fundación de su ciudad. Desde ese momento sus relatos
FRPHQ]DURQDGLYHUJLUGHPDQHUDVLJQLÀFDWLYDSUREDEOHPHQWHSRUTXHFDGDDXWRU
se centró en lo relativo a la historia de su parcialidad, ya fuera San Juan Moyotlan,
Santiago Tlatelolco u otra. Por todo lo anterior, cada vez que me remita a la versión
de la historia que registran estas fuentes hablaré del Códice X, independientemenWHGHTXHPHHVWpUHÀULHQGRDXQRXRWURGHORVPDQXVFULWRVTXHGHULYDURQGHpO
Pero hay más. Además de aquellos que escribieron sobre sus respectivas parcialidades, hubo asimismo cronistas que, por diferentes intereses, quisieron profundizar en la historia de sus antepasados o en la historia del pueblo con el cual convivían. Recolectaron entonces los documentos disponibles y se ayudaron de ancianos
intérpretes. Un ejemplo de esta amalgama histórica son las obras de Tezozomoc
(&UyQLFD0H[LFD\RWO, 1992), Chimalpahin (7HUFHUD5HODFLyQ, 1998) y Torquemada
(0RQDUTXtD,QGLDQD, 1975). Todos sabemos —y ellos mismos lo dejaron por escrito— que contaron con varias fuentes orales y alfabéticas para elaborar su propia
historia:
Algunos antiguos dejaron pintados que fue en este año cuando los aztecas llegaron al pie
de un gran árbol que se quebró sobre ellos mientras venían… (Chimalpahin, 7HUFHUD
5HODFLyQ, 1998, I: 185).
>«@\R'RQ+HUQDQGRGH$OYDUDGR7H]R]RPRFFHUWLÀFR\FRQÀUPRDORVPHQFLRQDGRV
ancianos, ya que no es tan sólo de la boca de unos cuantos la relación que aquí comparo
[...] (Tezozomoc, &UyQLFD0H[LFD\RWO, 1992: 8).
3
El primero en el Museo Británico y los otros en la Biblioteca Nacional de Francia (BnF). Debo
advertir que el 0V0H[ comienza su relato a partir de la llegada del grupo a Tula y termina durante el gobierno de Acamapichtli.
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Según las Pinturas, que los mas Curiosos de estos Indios Naturales tenían, y Yo en mi poder
tengo[…] (Torquemada, 1969, lib. II, cap. 1: 77).
[...] dicen las historias antiguas, que yo he visto y con suma diligencia examinado... como
en el libro de su peregrinación y venida se cuenta […] (Torquemada, 1969, lib. III, cap.
XXII: 396-397)
Torquemada (1557?-1624) debió ser entonces uno de los cronistas que recogió
por primera vez el relato contenido en la 7LUDGHOD3HUHJULQDFLyQ, si bien lo hizo
en español. Más tarde, Tezozomoc y Chimalpahin lo hicieron en náhuatl, aunque
con respecto a la obra de Tezozomoc persiste la duda de su autoría debido a que
en ella aparece su nombre y el de Chimalpahin en primera persona. Pero hemos
hablado aquí también de la Crónica X. Es importante tenerla presente porque los
tres cronistas que tratamos en este trabajo se sirvieron o supieron de ella.
No deseo prolongar más esta introducción. En las páginas que siguen pondré
sólo un ejemplo de la estrecha relación que existe entre los textos del FRUSXVGHOD
7LUDGHOD3HUHJULQDFLyQ, cuyos amplios párrafos escritos en náhuatl son prácticamente idénticos.4 No tiene sentido explayarme y profundizar mucho en este asunto
porque Johansson ya lo ha hecho en un trabajo publicado recientemente (Johansson, 2004). No obstante, ese ejemplo servirá de punto de partida para el presente artículo, cuyos objetivos serán: 1) Demostrar cómo Tezozomoc, Chimalpahin y
Torquemada acudieron a este FRUSXV para escribir sus historias. 2),GHQWLÀFDURWUDV
fuentes y tradiciones, pero sobre todo la versión de la Crónica X en sus obras.
3) Profundizar en el uso que estos cronistas y otros anónimos (los escritores de
anales) hicieron de la documentación que había entonces en la Ciudad de México,
ya fuera en bibliotecas, ya fuera en manos de particulares y La relación posible
entre todos los manuscritos y sus autores.
Sólo me queda añadir que en estas páginas no se tratará la cuestión del análisis
SLFWRJUiÀFRGHOJUXSRQLGHODLQWHUSUHWDFLyQGHHVWDYHUVLyQKLVWyULFDSDUDHVWRUHmito al lector interesado a otros artículos (Castañeda de la Paz, 2006, 2005a, 2005b)
o al trabajo de Johansson (2004).
4
A excepción de la 7LUD y el 0VQ~P de Princeton, todos incluyen la parte relativa a la fundación de Tenochtitlan. Respecto a la fundación, mientras el &yGLFH$XELQ y el 0V0H[ son más
SUy[LPRVHQVXWH[WRDOIDEpWLFRTXHHQHOSODQRSLFWRJUiÀFRHO0V0H[ y el &yGLFH$XELQ lo son
en su pictografía y no en el texto (Castañeda de la Paz, 2005b).
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(VWDGRGHODFXHVWLyQ
Hasta hace muy poco, los documentos que aquí se analizan habían recibido desigual atención por parte de los investigadores. Solamente el &yGLFH $XELQ había
sido transcrito y traducido a más de una lengua.5 El 0V 0H[ , hasta ahora en
alemán (Lehmann y Kutscher, 1981), ha sido asequible al gran público gracias al
trabajo de Medina González (1998), quien transcribió su texto y lo tradujo al español. Del 0V0H[ sólo contábamos con la mencionada publicación en alemán
de Lehmann y Kutscher, donde se incluían fotos en blanco y negro de todo el
documento, transcripción y traducción. Hoy tenemos una traducción al español, al
menos parcial, por parte de Johansson (2004: 227-240).
En cuanto a su relación con los cronistas anteriormente citados, Aubin fue el
primero en notar un paralelo entre el 0V 0H[ y los escritos de Tezozomoc.
Asimismo, Dibble (1963: 12) dijo que algunos fragmentos del texto en náhuatl del
&yGLFH $XELQ se correspondían casi palabra por palabra con ciertos párrafos de
Tezozomoc y el 0HPRULDO de Chimalpahin (1991). Posteriormente, Zimmermann
(1960: 65) también sugería una relación entre el texto del 0V 0H[ con los
trabajos de Chimalpahin y la Crónica X, mientras que Gibson, en comunicación
personal a Glass (1975: 163) le indicaba las posibles relaciones de este texto con el
&yGLFH$XELQ. Lo anterior es lo que posiblemente llevó a éste (Glass, 1975: 88-89)
DDÀUPDUTXHODSULPHUDSDUWHGHOWH[WRGHO&yGLFH$XELQ tenía paralelos con varias
otras fuentes, no sólo con el 0V0H[ sino también con el 0V0H[ y la 7LUD
GHOD3HUHJULQDFLyQ. Al respecto, Medina González (1998: 14, 60) sólo hizo numerosas referencias a la similitud del 0V0H[ con los escritos de Chimalpahin, y
especialmente con el &yGLFH $XELQ. Castillo Farreras (1997: XXII, XXXVIII) hace
breves alusiones y pequeñas comparaciones en las notas de su texto. Por su parte,
Johansson (2004) ha realizado una importante aportación al comparar y traducir
SDUFLDOPHQWHORVWH[WRVDOIDEpWLFRVGHOJUXSRVHxDODQGRODVGLIHUHQFLDVRUWRJUiÀFDV
entre ellos, los posibles errores de transcripción, las variantes gramaticales, etc.
/D GH 3HxDÀHO QR HV DSWD SDUD XQ HVWXGLR GHELGR D TXH VH KDQ REVHUYDGR EDVWDQWHV
inexactitudes a la hora de transcribir, llegando a faltar partes del texto. Un importante trabajo de transcripción y traducción, también al español, es el de Dibble (1963). Tiene una breve pero importante
introducción y una reproducción a color de la copia del manuscrito que hay en París. También cabe
citarse la gran obra de Lehmann y Kutscher (1981) con fotos en blanco y negro de todo el manuscrito,
acompañado de transcripción y traducción al alemán. El análisis, estudio y transcripción más reciente es el llevado a cabo por Una Canger (1992) en programa informático (CoNDiP). La traducción de
éste es al inglés.
5
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Asimismo, detectó el uso que Torquemada, Chimalpahin y Tezozomoc hicieron
del grupo, pero no ahondó en este tema, que es mucho más complejo de lo que
a simple vista parece.
Será esa nuestra labor. Profundizar en el contexto en el que estos manuscritos
fueron escritos, explicar el porqué de las duplicaciones en unos casos, y el porqué
del “cortar y pegar” (FXWDQGSDVWH)en otros.
6LPLOLWXGHV\SDUWLFXODULGDGHVHQHOWH[WRGHORVGRFXPHQWRV
GHULYDGRVGHO&yGLFH;
Ya hemos dicho que este grupo de documentos sigue la versión histórica contenida en la 7LUDGHOD3HUHJULQDFLyQ. De esto no hay duda si comparamos el contenido de cada manuscrito (véase cuadro 1). Pero además, y como ejemplo de esta
proximidad, he seleccionado la parte histórica relativa a la migración misma. Es
decir, el paso del grupo de un lugar a otro, en este caso por Tula, Atlitalaquia, Tlemaco, Atotonilco, Apazco-Huizcoltepec y Tzompanco (véase cuadro 2).
Un simple análisis comparativo permite aseverar que estamos ante una versión
histórica que tres WODFXLORTXH copiaron. A pesar de esto, hay sutiles diferencias
HQWUHORVHVFULEDQRVUHÁHMRGHODYDULDFLyQRUWRJUiÀFDUHLQDQWHHQHVRVWLHPSRV6
Si nos centramos en la parte que narra la llegada del grupo a Apazco y el encendido
del Fuego Nuevo en el cerro de Huitzcoltepetl (renglones 24 al 31), veremos por
ejemplo:
— La tendencia del uso de la “n” en el autor del 0V0H[
— El modo de escribir “cayó” como KXHW] o KXH].
— La manera de referirse al palo para hacer el fuego nuevo: WOHTXDYLWO, WOHTXDXLWO y WOHTXDKXLWO.
— y una diferencia aún mayor en las variantes del nombre del cerro mismo:
KXLW]FRWO, KXL]FROWHSHWO y hasta KXM]FRO.
Vista esta semejanza, no hay duda de que los documentos son producto del
copiado. Podemos pasar entonces a ver la relación del FRUSXV con otros manuscritos alfabéticos.
Johansson (2004: 259-273) profundiza más en este asunto y demuestra los errores de transcripción, las variantes discursivas, etcétera.
6
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/DUHODFLyQGHOcorpusFRQRWURVPDQXVFULWRVDOIDEpWLFRV
D Chimalpahin y Tezozomoc
El original de la &UyQLFD0H[LFD\RWO se perdió hace tiempo, y hasta 1997 sólo contábamos con una copia de esta obra conservada en la BnF, el 0V . Unas fotocopias y fotos del 0V mandadas a hacer por Del Paso y Troncoso durante
sus trabajos en Europa fueron las que sirvieron a Adrián León ([1949]1992) para
transcribir y traducir la obra de Tezozomoc (León, 1992: VII-VIII). Pero esta copia
no estaba manuscrita por Tezozomoc sino que en ella se observaba la mano de dos
copistas distintos.7
La situación se volvió más espinosa desde el descubrimiento de los manuscritos
de la Sociedad Bíblica de Londres a principios de los años ochenta. Allí apareció
la &UyQLFD 0H[LFD\RWO, pero manuscrita por Chimalpahin (&RGH[ &KLPDOSDKLQ,
1997). Según Schroeder (1994: 55), “es muy similar en estilo a otros trabajos de
Chimalpahin, aunque [como el 0V ] contiene los nombres de ambos como
autores”. No obstante, en su último trabajo Schroeder (1997, I: 10) llegó a la conclusión de que el descubrimiento de los manuscritos de la Sociedad Bíblica ponía
ÀQDODFRQWURYHUVLDDFHUFDGHODDXWRUtDGHOD&UyQLFD0H[LFD\RWO; en su opinión,
Chimalpahin copió a Tezozomoc, aunque el texto esté manuscrito por él y existan
otros asuntos que son de Chimalpahin.
Por tanto, hoy tenemos dos copias casi idénticas de la obra de Tezozomoc, paradójicamente una de ellas manuscrita por Chimalpahin e insertada en el llamado
&RGH[ &KLPDOSDKLQ. El cronista chalca la insertó HQWUH una “Historia o Crónica
Mexicana” en castellano y una “Historia o Crónica con su calendario” en náhuatl.
A partir de sus investigaciones, Schroeder ha concluido que la &UyQLFD0H[LFD\RWO
manuscrita por Chimalpahin es hoy por hoy el texto más original que tenemos de
Tezozomoc (comunicación personal).
Con esta información comparé más de cerca ambas versiones y llegué a la conclusión de que efectivamente, del &RGH[&KLPDOSDKLQ partió la copia del 0V.
El autor del que luego fue el 0V tenía consigo el &RGH[&KLPDOSDKLQ, pero no
comenzó su labor desde el inicio de esta obra sino que, a propósito, lo hizo tras la
“Historia o Crónica Mexicana” escrita en castellano. Es decir, comenzó su trabajo
W. Jiménez Moreno (en León, 1992: X) dijo que las letras correspondían a la de Chimalpahin
y Antonio de León y Gama, si bien Schroeder ha determinado que no se trata de la de Chimalpahin
(comunicación personal).
7
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justamente con la introducción a la &UyQLFD0H[LFD\RWO escrita ya en náhuatl. Asimismo, una nota de Boturini en el 0VSDUHFHFRQÀUPDUORDQWHULRU/DQRWD
GLFH ´DTXt VH YH HO ÀQ GHO ¶FURQLFRQ· GH ORV PH[LFDQRV PDV ORV IUDJPHQWRV TXH
inmediatamente se siguen parecen ser recopilados de varias cosas y en diferentes
pSRFDVµ/HyQ;;,,6LQGXGDHVRVIUDJPHQWRVDORVTXHVHUHÀHUHGHEHQ
ser la “Historia o Crónica con su calendario” en náhuatl y otros que acompañan al
&RGH[&KLPDOSDKLQ.
En su tesis de doctorado, Zimmermann (1960: 20, 22, 45 y 50-51) ya demostraba
cómo el trabajo de Chimalpahin era una mera copia de otros autores, palabra por
palabra. Y con base en sus trabajos comparativos, concluía que la información de
este cronista no era determinante para la historia temprana de los aztecas-mexitin,
pues lo único que hizo fue copiar de otras fuentes, entre ellas el &yGLFH$XELQ, los
$QDOHVGH7ODWHOROFR o Cristóbal del Castillo. También de Tezozomoc, como luego
DÀUPDUtD6FKURHGHU
No obstante, me parece injusto negar el valor del trabajo del cronista de Chalco.
El copiado era una práctica muy común y tenía sus raíces en las ancestrales técnicas
empleadas por los frailes (Schroeder, 1994: 43, nota 18), aunque también entre los
WODFXLORTXH. Además, él no fue el único en utilizarla. Tras un análisis comparativo
de los “distintos” textos en náhuatl, que enseguida analizaremos, podremos observar que si bien Chimalpahin recurrió al temprano documento que era el &yGLFH
$XELQHOFXDOUHSURGXFHGHPDQHUDFDVLÀGHGLJQD³HVSHFLDOPHQWHHQVX7HUFHUD
5HODFLyQ—, Tezozomoc hizo lo mismo con respecto a su obra.
Pero antes, y una vez aclarado el asunto de las copias, habría también que determinar la autoría de la &UyQLFD0H[LFD\RWO. De acuerdo con Schroeder, la obra
de Tezozomoc es una elaboración a partir de varios manuscritos. Chimalpahin los
utilizó y copió, pero también le añadió parte de sus conocimientos (comunicación
personal).8 Empero, para esta autora es difícil discernir dónde empieza el relato de
uno y dónde el del otro.
Meditando acerca del contenido de la &UyQLFD0H[LFD\RWO, tengo sin embargo
Hoy sabemos que en la elaboración de sus historias, los pintores del pasado prehispánico hicieron los códices a partir de otros, seleccionando aquellos datos importantes para el propósito del
documento. O sea, para su discurso histórico. En relación con esto es importante la introducción
que hace Castillo Farreras a la 7HUFHUD5HODFLyQEste autor (1997: LVII-LVIII) determina que dicha
5HODFLyQfue la primera que se redactó a modo de ensayo, para elaborar después el conjunto de su
obra. Y de allí tomó lo que necesitaba para después redactar, por ejemplo, el 0HPRULDO de ahí la
similitud de estas dos partes de su obra.
8
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la impresión de que el texto que hoy hemos heredado es verdaderamente el de Tezozomoc —sin duda a partir de otros relatos que él poseía—, y lo que Chimalpahin
hacía era copiarlo añadiendo sus propias notas, sólo a modo de apuntes, quizá para
un trabajo posterior. La forma de componer de Tezozomoc la vemos cuando nos
dice que el relato del inicio de la migración procede de Alonso Franco, un mestizo
que murió en 1602. ¡Sin embargo Tezozomoc no nos advirtió de su segunda fuente
para esa parte de la historia!, pues del &yGLFH $XELQ procede el relato del árbol
SDUWLGR\HOVDFULÀFLRVREUHSODQWDVHVSLQRVDVFXDGURHVSHFLDOPHQWHUHQJORQHV
81-92).
Chimalpahin, por su parte, va copiando toda esa historia de Tezozomoc hasta
TXHKDFHXQDOWRHQVXFRSLDGRFRQHOÀQGHDxDGLUHQSULPHUDSHUVRQDTXHHVWi
YHULÀFDQGRORVFyPSXWRVGHORVDxRVSDUDGHWHUPLQDGDSDUWHGHODKLVWRULD£SUH
cisamente en la que los mexitin se relacionan con los chalcas! (&UyQLFD0H[LFD\RWO,
1992: 47, 49).9 Por ello, no creo que Chimalpahin tergiverse mucho la historia de
Tezozomoc. Pienso que simplemente se limitaba a corroborar datos y fechas en un
FRQWH[WRPX\HVSHFtÀFR$TXHOORVUHODFLRQDGRVFRQODKLVWRULDGH&KDOFR10
Pasemos entonces a analizar otras partes del texto (véase cuadro 3), donde observaremos este asunto del copiado. No se incluye aquí el 0V0H[ porque debe
recordarse que éste comienza su relato a partir de la llegada a Tula. Aquí nos remontaremos entonces al principio de la historia: el pasaje donde el árbol se rompe
\SRFRGHVSXpVWLHQHOXJDUHOVDFULÀFLRVREUHODVSODQWDVHVSLQRVDV
Una rápida ojeada muestra la proximidad que existe entre el &yGLFH$XELQ y el
0V0H[. Ahora bien, una mirada más atenta deja entrever que Chimalpahin sigue aquí al &yGLFH$XELQ y no a Tezozomoc (véanse por ejemplo los renglones del
13 al 45). La similitud de su texto con el del &yGLFH$XELQ es asombrosa, aunque en
FLHUWRVPRPHQWRVOHDxDGDFLHUWRVFDOLÀFDWLYRVRKDJDXVRGHGHWHUPLQDGRVWpUPL
nos propios de él. Es el caso de adjetivos como KXH\, al referirse al árbol donde se
La &UyQLFD0H[LFD\RWO (1992: 46) nos dice que en 2 conejo, 1286, los mexicas se asientan en
Tlapizahuayan, tierra de los chalcas. Si entonces vamos al 0HPRULDO de Chimalpahin (1998: 162), observaremos que las fechas coinciden. Lo mismo sucede con respecto a la batalla de Chapultepec, tras
la cual nos dice Tezozomoc (LELGHP 46-47) que los mexitin se refugiaron en Chalco. En ese punto es
cuando probablemente Chimalpahin añadió lo suyo, de ahí que hable en primera persona y nos diga
que examinando sus cómputos, aquello sucedió en 2 caña, 1299. Suponemos que esos cómputos son
los recogidos en su 7HUFHUD5HODFLyQ (1998: 203) y en el 0HPRULDO(LELGHP 167, 169 y 171), donde
se menciona tal fecha para los sucesos de Chapultepec.
10
Esta comparación de fechas entre los documentos que poseía, se podrá ver que también está
presente en el cuadro 4, cuando redactaba su 7HUFHUD5HODFLyQ
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asienta el grupo (14, 45), o al llamar al “diablo” del &yGLFH$XELQ por su nombre:
Huitzilopochtli (8, 22). En este punto, es interesante observar cómo Tezozomoc a
YHFHVRPLWHHOFDOLÀFDWLYRGH´GLDEORµ\FyPRDYHFHVHPSOHDHOGHWHW]DKXLWO
(8). El 0V0H[ simplemente emplea el término “su dios [de ellos]”, \QLQWHXK
(8). En relación con lo anterior están varios pasajes en los que el &yGLFH $XELQ
ignora a los protagonistas de la historia, mientras que Chimalpahin reitera que se
trata de los aztecas (13, 47, 66) o de los culhuaque (25, 29, 41, 44). Ahora bien,
otro rasgo característico del cronista chalca es su uso de la palabra DOWHSHWO, la cual
sustituirá a la de FDOSROWLQ11 del $XELQ y 0V0H[ (24, 29, 32, 35, 43).12 Respecto
a la ortografía, lo más destacado es que sólo el &yGLFH$XELQ va a omitir la “h” en
las sílabas “hua, hui, hue”, no así el resto de la documentación (1, 4, 15, 23, 37, 42,
49, 52, 53, 68, 90).
En cuanto a Tezozomoc, y en relación con este pasaje, a continuación veremos más detenidamente cómo su relato no sólo procede de Alonso Franco sino
también del &yGLFH$XELQ. Aquí se puede observar que a la hora de redactar los
QRPEUHVGHORVTXHYDQDVHUVDFULÀFDGRVVXWH[WRHVPiVVHPHMDQWHDOGHO&yGLFH
$XELQ que al de Chimalpahin (renglones 57-59). Lo mismo sucede con los verbos
RTXLFXLTXH (82) y TXLPLQD (87). Por otro lado, detalles como que Chimalpahin no
incluyera en su 7HUFHUD5HODFLyQLQIRUPDFLyQHVSHFtÀFDTXHODREUDGH7H]R]RPRF
sí contenía, corroborarían nuevamente que Chimalpahin seguía al &yGLFH$XELQ. Por
ejemplo, el tipo de árbol junto al que los mexicas se asientan o el del nombre de
la mujer tendida sobre una de las plantas espinosas. Únicamente Tezozomoc nos
dice que se trata de un DKXHKXHWO (5) y que ella es Teoxahual (60). Esto indica que
Chimalpahin, al escribir su 7HUFHUD5HODFLyQ todavía no tenía consigo la &UyQLFD
0H[LFD\RWO que luego transcribió.13
Este aspecto ya fue notado por Johansson (2004: 314). Por otra parte, como expresa Lockhart
HQQRWDDSLHGHSiJLQDVLQQXPHUDU´(QQiKXDWO¶FDOSROOL·HQHOVHQWLGRGHRUJDQL]DFLyQ
como nombre inanimado, no tiene plural… La forma FDOSROWLQcon un plural claro que se encuentra
HQORVWH[WRVQiKXDWOVLJQLÀFD¶PLHPEURVGHXQFDOSROOLRGHYDULRVFDOSROOL·\QR¶YDULRVFDOSROOL·”.
Con base en lo anterior, la palabra DOWHSHWO debería referirse a los grupos humanos que componen
el DOWHSHWO y no a varios DOWHSHWO. No obstante, parece que el uso que estos autores hacen de ambos
términos corresponde al conjunto de pueblos o grupos.
12
En este sentido no concuerda con las aseveraciones de Schroeder (1994: 193) cuando dice que
“Grupos errantes, pese a que tenían su WODWRDQL\GLRVSURSLRV\XQFRQMXQWRVXÀFLHQWHGHFDOSXOWLQ,
cada uno con su propio nombre, nunca fueron llamados DOWHSHWO en las obras de Chimalpahin”.
13
Sí dijo que era un DKXHKXHWO en su 'LDULR(Castillo Farreras, 1997: XX). El problema es cuando
el autor nos dice (LELGHP 1997: 17, nota 13) que el 'LDULR pudo haberlo comenzado en 1609, antes
11
192
TLALOCAN XV
Lo cierto es que los dos autores estuvieron escribiendo simultáneamente.14 ZimPHUPDQQHQ6FKURHGHU´PDQLÀHVWDTXH&KLPDOSDKLQVHPH]FOyFRQXQ
círculo muy cerrado de la nobleza indígena de la ciudad de México”, y aunque no
hay pruebas de que se conocieran personalmente, gracias a los manuscritos de la
Sociedad Bíblica se desprende que al menos Chimalpahin accedió a los escritos de
Tezozomoc. Falta determinar si Tezozomoc pudo consultar los de éste.
E Chimalpahin y el 0V0H[
Considero importante detenernos también en el uso que Chimalpahin hizo del 0V
0H[, pues en cierto momento el cronista va dejando de lado el &yGLFH$XELQ
para usar el 0V0H[. Esto sucede en el pasaje relativo a la fundación de TenochWLWODQGRQGHVHSURGXFHHOVDFULÀFLRGHXQWODFDWHFDWOde Colhuacan (cuadro 4).
Comparando los textos es difícil discernir cuándo Chimalpahin deja una versión
para retomar la otra. Escribe algunas palabras exactamente igual al &yGLFH$XELQ
(por ejemplo, “oquittato” o “tlacateccatl”), pero la mayoría son más similares al 0V
0H[ (por ejemplo, “tlatlachpana”, “tlachiyato”, “yohualtica” o “chichilquauhtli”).
5HVWDGHFLUTXHRPLWLyHOXVRGHOD´QµÀQDOHQODTXHWDQWRLQFLGHHOHVFULWRUGHO
0V0H[ (“tenochtlin”, “yohualtican” u “omen”).
Asimismo, me gustaría señalar una interesante observación (véase los dos últimos renglones en cursiva en la cuadro 4). Tena (1998, I: 212-213) indicaba que
la fecha RPH WHFSDWO era un error en el texto de Chimalpahin, de ahí que en su
traducción del texto al español escribiera únicamente RPHFDOOL. Sin embargo, no
se trata de ningún error. 2PHWHFSDWO es un agregado intencionado del mismo Chimalpahin (Castillo Farreras, 1997: 76, nota 106). Cuando el cronista chalca escribía
su 7HUFHUD5HODFLyQ, desde un principio escribió “\H\WRFKWOL[LKXLWO”. Sin embargo,
en su afán de comparar cómputos (al igual que ya vimos que hacía en la &UyQLFD
0H[LFD\RWO), cuando vio que el &yGLFH$XELQ y el 0V0H[ decían 2PHWHFSDWO
de recoger las fuentes principales con las que elaboró el conjunto de su obra. Entonces es raro que
no hubiera incluido esta información en su 7HUFHUD5HODFLyQ.De Teoxahual no dice nada en dicho
'LDULR. Por su parte, en 1609 Tezozomoc estaría escribiendo su &UyQLFD 0H[LFD\RWO, pero el asunto
de un posible intercambio entre ambos autores no ha podido demostrarse.
14
Sabemos que Chimalpahin nació en 1579 y murió a mediados del siglo XVII. Hacia 1607 empezaría
a escribir un conjunto de obras de carácter histórico (Tena, 1998, I: 11), a veces como autor y otras
FRPRFRSLVWDODERUTXHÀQDOL]DUtDKDFLD6HJ~Q/HyQ;;9,,VHWUDWDEDGHO'LDULR y sus
ocho 5HODFLRQHV, parte de las cuales ya se habían redactado en 1612. Tezozomoc, por su parte, parece
TXHHVFULEHDÀQDOHVGHOVLJOR XVI o principios del XVII, ya que en su obra el autor dice estar en 1609.
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
193
GXGy 'H DKt TXH ÀQDOPHQWH RSWDUD SRU DxDGLU XQD QRWD TXH GLMHUD ´DQRoR RPH
WHFSDWO”, es decir, “o tal vez, año dos pedernal”.
Pero el ejemplo más claro del abandono del &yGLFH$XELQ y el uso del 0V0H[
es cuando reprodujo casi literalmente en su 7HUFHUD5HODFLyQ el bello lamento
de los WHRPDPDTXH tras la fundación de Tenochtitlan (cuadro 5). En dicho cuadro
hay que tener presente que Chimalpahin no seguía el orden de lectura del docuPHQWR SLFWRJUiÀFR TXH WHQtD DQWH pO 3RU HMHPSOR FRPLHQ]D FRQ ODV SDODEUDV GH
Tenoch y Quauhtliquetzqui, si bien en el 0V0H[ son Xomimitl y Oceloapan los
que inician el diálogo y éstos se encuentran en la escena misma de la fundación (en
el texto de Chimalpahin ellos irían a continuación de los otros). Después continúa
con los personajes masculinos que tienen los textos más largos (Axollohua, Ahatl,
Acacitli y Tecale), pasando de largo por las mujeres (Tzepanxouh y Acpacuehe) que
son tratadas después de los anteriores. A continuación tres señores que no comunican nada (y que están entre los anteriores) y, tras aquéllos, los veinte WHRPDPDTXH
que no vuelven a comunicar nada.
c) Tezozomoc:&UyQLFD0H[LFD\RWO vs. &UyQLFD0H[LFDQD
Los tres cronistas de los que tratamos en este trabajo se sirvieron del Códice X para
articular sus respectivas historias. Pero también utilizaron, o al menos conocieron, la
Crónica X. El uso del Códice X está presente, como hemos visto, a través del relato
de la estancia de los mexitin junto a un árbol que se rompe y el ritual sobre las plantas espinosas. El de la Crónica X, por ejemplo, mediante el relato del abandono de
Malinalxochitl —hermana de Huitzilopochtli— en Michoacán, y por consiguiente, la
lucha del hijo de ella —Copil— contra Huitzilopochtli en Chapultepec (véase cuadro 6).
Con base en lo demostrado en el apartado anterior, no hay duda de que TezozoPRFFRSLyÀHOPHQWHSDUWHGHOWH[WRGHO&yGLFH$XELQ porque lo tuvo con él. Sin
embargo, conviene detenerse aquí a ver el modo como Tezozomoc trabajó. Sabemos que este autor escribió dos obras sobre el origen de los mexicas: la &UyQLFD
0H[LFDQD y la &UyQLFD 0H[LFD\RWO. La primera la escribió en español hacia 1598
(Orozco y Berra, 1987: 151), mientras que la segunda la escribió en náhuatl algo
PiVWDUGHHQFRPRpOPLVPRDÀUPD7H]R]RPRF2EYLDPHQWHOD
lengua en la que cada una se escribió nos habla de que iban destinadas a usos o
públicos distintos.
Hasta hoy día, siempre se ha dicho que la &UyQLFD0H[LFDQD en español procede
de una fuente común que otros autores como Durán utilizaron. Esa fuente común
194
TLALOCAN XV
es la ya referida Crónica X. Y si de esto no hay duda, lo que a mí sí me parecía muy
extraño era que Tezozomoc ignorara este relato cuando fue a escribir su &UyQLFD
0H[LFD\RWO en náhuatl. Aunque el enfoque de esta segunda obra está en las relaciones genealógicas, las cuales se remontan al periodo de la peregrinación y se
desarrollan profusamente en el periodo colonial, la &UyQLFD0H[LFD\RWO no está tan
lejos de la &UyQLFD0H[LFDQD como en un principio pudiera parecer (véase cuadro
6). Una comparación de los relatos referentes a la migracion me hace pensar que,
mientras que para la obra en español, lo que Tezozomoc hacía era copiar otro texto —al cual añadió u omitió ciertos detalles—, para la obra en náhuatl contó con
XQPD\RUQ~PHURGHIXHQWHVDOIDEpWLFDV\SLFWRJUiÀFDVDGHPiVGHOUHODWRRUDOGH
ORVDQFLDQRV7H]R]RPRF(OUHVXOWDGRHVXQUHÁHMRGHVXLQWHQWRSRU
conciliar tradiciones (véase cuadro 6). En líneas generales, este es el uso que hizo
el cronista de las fuentes:
— De Alonso Franco es aquella parte que hace alusión a un señor en Aztlan
de nombre Chalchiuhtlatonac, fuente de la que no tenemos precedente. Probablemente también la parte relativa a las penitencias en Quinehuayan Tzotzompa. Lo
insólito es que Tezozomoc nos dice que el relato de Alonso Franco concluye tras el
ritual sobre plantas espinosas, pero ya se ha visto que esto no es así. Dicho relato
procede del &yGLFH$XELQ como arriba se ha analizado.
— El Códice X le sirve a Tezozomoc para explicar que cuando salen de Aztlan
hacia [Teo]Culhuacan, traen a Chimalma con ellos. Asimismo, para relatar la escena
del árbol y el ritual sobre plantas espinosas que ya se ha visto. Pero aquí es importante detenernos en un detalle: si Tezozomoc consultaba el &yGLFH$XELQ ¿cómo
sabía que a Chimalma la traían desde Aztlan, si ella no aparece allí dibujada? La
respuesta está en que precisamente Tezozomoc copiaba el texto alfabético de este
códice, cuyo autor debía conocer la 7LUDGHOD3HUHJULQDFLyQ —donde Chimalma
sí está representada en Aztlan—, y lo dejó por escrito.
— La Crónica X. Para enlazar el Códice X con la Crónica X el autor menciona los
dos topónimos que siguen al ritual sobre las plantas espinosas en la 7LUDGHOD3HUH
JULQDFLyQ: Cuextecatl Ichocayan y Coatl icamac. De allí pasa al relato del abandono
GH0DOLQDO[RFKLWOHQ0LFKRDFiQ8QUHODWRTXHSRGHPRVLGHQWLÀFDUFRPRSURSLR
de la Crónica X. Este abandono tiene como consecuencia la posterior guerra entre
Copil y Huitzilopochtli en Chapultepec, y por ello puede decirse que la batalla de
Copil forma también parte de la Crónica X.
— Más adelante, y para la fundación de Tenochtitlan, Tezozomoc combina el
Códice X con la Crónica X. Esto se ve claramente cuando el cronista (1992: 44-
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
195
45) duda entre los protagonistas del evento: Cuauhtlequetzqui (de la Crónica X) o
Cuauhcoatl y Axolohua (del Códice X). No obstante, lo más sorprendente es que
el relato de la fundación es mucho más parecido a la versión de Durán que a su
propia versión de la &UyQLFD0H[LFDQD.15
d) Torquemada
Con la obra de Torquemada sucede algo similar a la &UyQLFD0H[LFD\RWO. Es muy
claro que el fraile intenta conciliar diferentes tradiciones: el Códice X y una fuente
desconocida. Él conocía la versión de la Crónica X, pero probablemente no la tenía
FRQVLJR FXDQGR UHGDFWDED VX REUD \ SUHÀULy LJQRUDUOD HQ OR SRVLEOH YpDVH FXD
dro 6):
— Para el inicio de la peregrinación incorpora un relato ajeno a los que aquí
estamos tratando. Aquél donde un ave repite cantando “tihui, tihui” para iniciar la
salida, encabezada por dos personajes que no pertenecen ni a la tradición del CóGLFH;QLDODGHOD&UyQLFD;0iVDGHODQWHLGHQWLÀFDDHVHDYHFRQ+XLW]LORSRFKWOL
(Torquemada, 1975, lib. II: 113).
— Entre las “familias” que parten de Aztlan, utiliza primeramente una fuente
donde dice que se trataba de las siguientes: mexicana, tlacochcalca, chalmeca y
calpilca, si bien después, él mismo se encarga de aclarar que otras versiones dicen
que eran nueve: las mismas incluidas en la versión del Códice X, pero a la que añadió a los mexicas. Asimismo, a los que debían ser huexotzincas los llama mizquicas
(LELGHP113).
— Torquemada (LELGHP, 114) prosigue con el Códice X, ya que pasa a mencionar a los cuatro WHRPDPDTXH de esta versión (Chimalma, Cuauhcoatl, Tezcacoatl
y Apanecatl), a los cuales suma los de una fuente para nosotros desconocida (Tecpatzin y Huitziton).
— Continúa con el Códice X al proseguir con el ritual sobre las plantas espinosas
y el árbol que se rompe. Aquí es curioso señalar que él sitúa la escena en las proximidades de Chicomoztoc, probablemente porque como otros cronistas argumentaban (Acosta y Durán), Chicomoztoc también era un sitio que se situaba al principio
de la historia. Sin embargo, Torquemada discute el papel de Chicomoztoc como
lugar de origen. Como él dice, no le consta por la documentación que él posee
(LELGHP 114-115).
Para más detalles sobre la descripción de la fundación y la comparación de sus escenas pictográÀFDVYpDVH&DVWDxHGDGHOD3D]E
15
196
TLALOCAN XV
— A continuación incorpora relatos de otra tradición que desconocemos, los
cuales alterna constantemente con la versión del Códice X. Esta versión la detectamos en los siguientes pasajes: al incluir a los mexitin en Culhuacan, y por ello su
participación en la guerra contra los xochimilcas a los que les cortan las orejas; al
describir la escena de la fundación de Tenochtitlan, cuando Axolohua y Cuauhcoatl
HQWUDQ HQ ODV DJXDV SDUD FRPXQLFDUVH FRQ 7ODORF R DO QDUUDU HO VDFULÀFLR GH XQ
culhua para poner su corazón en el altar a Huitzilopochtli (LELGHPlib. II: 129-135,
y lib. III: 397-398). Como ya hemos visto, todas esas narraciones formaban parte de
la tradición del Códice X.
&RQFOXVLRQHV5HÁH[LyQÀQDO
A partir de este y otros trabajos aquí mencionados, podemos concluir que la versión histórica de la 7LUDGHOD3HUHJULQDFLyQ —basada en un documento más antiguo, hoy desconocido— se torna en una de las versiones que más circulaban en el
México del siglo XVI acerca de la peregrinación de los aztecas-mexitin. También la
Crónica X, pero hasta donde sabemos ésta estuvo en manos de los frailes, a excepción de Tezozomoc, que en cierto momento tuvo acceso a ella y la copió. De ésta
insertó algunas partes en su &UyQLFD0H[LFD\RWO y quizás eso explique que a veces
se vislumbre en la obra de Chimalpahin.
Que la versión del Códice X tuvo una circulación mayor lo vemos en el amplio
uso que de ella hicieron los frailes (Torquemada), los cronistas indígenas (Tezozomoc y Chimalpahin) y los escritores de anales (anónimos).
Entre estos dos últimos grupos de escritores también hemos percibido una importante diferencia en el manejo de las fuentes. Mientras los escritores de anales se
OLPLWDURQDFRSLDUÀHOPHQWHRFDVLDOJXQDGHODVYHUVLRQHVGHO&yGLFH;TXHWHnían consigo (siempre la parte relativa a la migración), los cronistas por su parte intentaron conciliar sus historias como si fueran en pos de una verdad histórica. Algo
que asimismo mostramos que sucedía en la obra de Torquemada, quien incluso
discute la veracidad de Chicomoztoc como lugar de origen, según otras tradiciones
TXHGLFHFRQRFHU6HUHÀHUHDODVGH'XUiQ\$FRVWDRVHDDOD&UyQLFD;
Lo anterior no es más que una muestra del objetivo tan distinto entre unos
y otros escritores con respecto a su trabajo. Mientras los primeros simplemente
querían saber sobre el pasado prehispánico para, exclusivamente dar un sentido
de identidad y continuidad a la historia colonial de su DOWHSHWO, en los otros se
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
197
advierte una búsqueda o investigación etnohistórica. No es por ello casual, entre
los primeros, la similitud de los textos o el registro de los mismos acontecimientos
históricos. Entre los segundos, la expresión de sus opiniones y la comparación de
tradiciones que a veces tratan de fusionar o simplemente incorporar, advirtiéndose
cierto desorden.
Este desorden, palpable en la obra de Chimalpahin, tiene su explicación. Como
se dijo, la 7HUFHUD 5HODFLyQ parece que fue escrita a manera de libro de notas,
donde el cronista chalca incluyó párrafos procedentes de la Crónica X, y que probablemente tomaba de la &UyQLFD0H[LFD\RWO, pero también del &yGLFH$XELQ y el
0V0H[. Esto explica que sus textos sean a veces casi idénticos, los cuales luego
intercaló entre sus 5HODFLRQHVy el 0HPRULDO.
Un caso similar ocurre con Tezozomoc. Su &UyQLFD0H[LFDQD es una mera copia de un documento desaparecido, que luego le sirvió para elaborar su segunda
obra en náhuatl, la &UyQLFD0H[LFD\RWO. Esta segunda obra es un claro exponente
de cómo su autor compara versiones, añade lo que le interesa o duda entre tradiciones.
Queda en este campo todavía mucho por hacer. No es éste un trabajo acabado.
Mi objetivo es que estas páginas sirvan a otros investigadores para continuar indagando en el complejo mundo de los escritos de los siglos XVI y XVII y sus autores.
Pero, sobre todo, para detectar y delimitar cada una de las versiones históricas que
se recogen en la obra de los diferentes escritores.
Esto es sumamente importante. Hoy día, y en nuestro quehacer etnohistórico,
solemos corroborar un hecho histórico porque así lo dicen ciertas fuentes o cronistas. Argumentamos, por ejemplo, que los mexicas pararon junto a un árbol porque
así lo dice la 7LUDGHOD3HUHJULQDFLyQ y lo corrobora el &yGLFH$XELQ, Torquemada, Tezozomoc y Chimalpahin, ignorando que ellos no corroboran nada porque su
información, como aquí se ha visto, procede de la misma fuente.
Desafortunadamente, los cronistas casi nunca nos explicaron de dónde o de quién
procedían cada una de sus historias. El resultado es un “refrito” histórico —si se me
permite esa palabra—, que hoy hemos heredado. Por tanto, y sin quererlo, ellos nos
dejaron a nosotros el trabajo de averiguarlo.
198
TLALOCAN XV
Cuadro 1. La ruta y hechos históricos en la versión del Códice X
1
Nótese que en la 7LUD el cerro de Huitzcoltepetl se ubica en los alrededores de Tzompanco mientras que, como resultado del
copiado, en el resto de la documentación se halla junto a Apazco.
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
199
Cuadro 2. Comparación de los textos procedentes del Códice X1
1
Debido a la falta de espacio, y para una lectura más fácil, he excluido casi toda la larga cronología que acompaña a estos
textos.
Cuadro 3. Junto al árbol partido y ritual sobre plantas espinosas
200
TLALOCAN XV
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
201
202
TLALOCAN XV
&XDGUR&RQVWUXFFLyQGHXQDOWDUD+XLW]LORSRFKWOL\VDFULÀFLRGHXQ&XOKXD
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
203
204
TLALOCAN XV
Cuadro 5. Chimalpahin y el 0V0[1
1
(QHVWDFRPSDUDFLyQPHULMRSRUHORUGHQGHOHFWXUDGDGRHQHOWH[WRSLFWRJUiÀFRGHO0V0H[(VGHFLUKHRUGHQDGR
HOWH[WRGH&KLPDOSDKLQHQEDVHDOGRFXPHQWRGHFRSLD(ORUGHQGHIROLDFLyQUYSDUDOD Tercera Relación es el
FRUUHFWR&DVWLOOR);;;9;;;9,
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
205
206
TLALOCAN XV
1
/HKPDQQQRWDDODSiJLQDQRWDFRPRHQOD´WµHVVXVWLWXLGDSRUOD´GµHQYDULDVRFDVLRQHVDOJR
LQXVXDOHQHOQiKXDWOFOiVLFR'HEHUtDVHUHQWRQFHV´WHTXL[TXLSDQHFDWOµ
2
9pDVHQRWD
Cuadro 6. Uso del Códice X y la Crónica X por los distintos cronistas
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
207
208
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210
TLALOCAN XV
EL CÓDICE X O LOS ANALES DEL “GRUPO DE LA TIRA DE LA PEREGRINACIÓN”
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6XPPDU\
María Castañeda de la Paz discusses the existence of the so-called Códice X, the close relationship between different manuscripts which conform the FRUSXV GH OD 7LUD GH OD 3HUHJULQDFLyQ and the use
several authors like Torquemada, Tezozomoc and Chimalpahin made of them in order to compose
their works. In the past, several of these authors have been accused of plagiarism but the author shows
214
TLALOCAN XV
KRZWKHLUSURFHGXUHVZHUHLQDFFRUGDQFHZLWKWKHWLPHV·SUDFWLFHV+HUFRQWULEXWLRQIRUFODULI\LQJWKH
DXWKRUVKLS RI 7H]R]RPRF·V ZRUN LV RI JUHDW LPSRUWDQFH DV ZHOO DV KHU FRQVLGHUDWLRQV RI WKH UHODWLRQVKLSEHWZHHQKLVZRUNDQGWKDWRI&KLPDOSDKLQ·VDORQJZLWKWKHUHDSSUDLVDORIWKHODWWHU·VZRUN6KH
presents a thorough and complete analysis on how these three authors used different sources, including
both the Códice X and the Crónica X, and made efforts to reconcile the different versions they encounWHUHG6LQFHVKHNQRZVWKLVLVE\QRPHDQVDÀQLVKHGSURMHFWVKHLQYLWHVRWKHUFROOHDJXHVWRFRQWLQXH
to research the complex world of authors and works from the late XVI and the early XVII centuries.