documento en pdf - Filosofía y Enseñanza de la Filosofía

Palabras pronunciadas en el homenaje a
Giovanni Reale
En la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2015
Universidad Pedagógica Nacional- Editorial San Pablo
Sala Alvaro Mutis
Día: Abril 24
Hora: 3:30-4:30 p.m.
Luz Gloria Cárdenas Mejía
Profesora Instituto de Filosofía
Grupo Filosofía y Enseñanza de la Filosofía
Agradezco a la Editorial San Pablo y a Germán Vargas Guillén por su invitación a
participar en el homenaje que en esta Feria se hace al profesor Giovanni Reale. En
Colombia, este profesor es ampliamente conocido en el medio académico, en especial,
entre quienes trabajan la filosofía antigua; además, en general, entre quienes enseñan
filosofía, no solo en las universidades, sino también en los colegios. Gracias a la traducción
al español de los siete volúmenes de la Historia de la Filosofía, que Giovanni Reale elabora
con Dario Antiseri y es publicada por la Editorial San Pablo con la Universidad Pedagógica
Nacional (Reale & Antiseri, Historia de la Filosofía, 2007), los profesores pueden acceder
a un importante recurso para la enseñanza de la filosofía. Sé que varias generaciones de
estudiantes del liceo italiano se han acercado a la filosofía con el manual que él y el
profesor Antiseri prepararon, el cual es utilizado también en Colombia por los colegios
italianos que se encuentran localizados en varias ciudades. La enseñanza de la filosofía en
Italia, a diferencia de, por ejemplo, la francesa que ha enfatizado en el desarrollo de la
lectura y la escritura de textos, ha optado por la perspectiva histórica y por el desarrollo de
una didáctica específica para la filosofía. La enseñanza de la filosofía en nuestro país ha
pasado por diversas etapas y perspectivas. Esta se estudia por tratados: lógica, metafísica,
ontología, ética, moral, gnoseología, cosmología etc., o por manuales en los que se
simplifica y reduce el pensamiento de los filósofos que, como bien lo expresan Giovanni
Reale y Dario Antiseri en el prefacio a su manual, no es lo más adecuado: “la brevedad en
la exposición de la problemática filosófica, no simplifica las cosas, sino que las complica, y
además las hace poco comprensibles, cuando no, la mayoría de las veces incomprensibles.
En cada caso, la brevedad, en un manual de filosofía conduce fatalmente al nocionalismo, a
una lista de opiniones, a una mera panorámica del asunto. Con el transcurrir de los años,
varios filósofos han dicho que esto puede ser instructivo, pero, si se quiere, poco
formativo” (Antiseri & Reale, 1983, p. XVIII). A diferencia de esto, con una buena historia
de la filosofía se llega a comprender cómo aparecen los problemas filosóficos, se
replantean, surgen otros desde perspectivas y contextos diversos, además de acceder a la
manera en que los distintos filósofos dialogan entre sí, se refutan y critican; es esto lo que
nos permite percibir la filosofía como un conocimiento en constante transformación, como
lo dice la Unesco, hace de la filosofía una escuela de libertad (Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2005). En nuestro país no se ha
llegado a un posible acuerdo sobre la manera de enseñar filosofía, no contamos con una
tradición que privilegie una perspectiva. Hoy asistimos a la imposición, por parte de
nuestro gobierno, de instruir a los estudiantes de los colegios para que adquieren las
habilidades propias de una lectura crítica, y se considera que la filosofía puede ponerse al
servicio de tal objetivo. En Colombia, todavía se requiere pensar y llamar la atención sobre
el valor que realmente tiene la filosofía para la cultura de los pueblos y, en general, para la
humanidad, algo que se logra con la ayuda de una buena historia de la filosofía, con la
lectura directa de los filósofos, la conversación y la escritura.
Quisiera ahora mencionar la importancia que para los estudios sobre filosofía
antigua tienen las obras de Giovanni Reale. Como él mismo lo ha comentado, cuando trata
de poner en perspectiva su propio trabajo, ha puesto énfasis en la traducción y comentario
de las obras de los filósofos griegos, especialmente de Platón y de Aristóteles. Elabora una
completa bibliografía sobre este filósofo y recupera para la imprenta la obra póstuma de
Adolfo Levi sobre Platón. Escribe sobre este pensador antiguo para el segundo volumen de
la Historia de la Filosofía, el cual fue reeditado a partir de sus posteriores interpretaciones
que lo llevaron a su reescritura. Son numerosos los libros y artículos en los que consigna
sus investigaciones de Platón. Pero no solo se ocupa de este filósofo, sino que, además,
traduce y comenta la Metafísica de Aristóteles, elabora una guía para su lectura y publica
algunos libros y artículos sobre él; pero es realmente Platón el filósofo que lo apasiona,
opinión que comparte con Gadamer. De esta amistad, conservamos al menos dos
entrevistas. En una de ellas, Gadamer tenía 100 años y demostraba una gran lucidez de
pensamiento y su preferencia por el filósofo antiguo. Reale también se ocupa de Agustín, a
quien considera platónico, de él publica algunos estudios.
Como prueba de la importancia que tiene para la comunidad de habla española la
obra de Giovanni Reale, contamos no solo con las traducciones de la Historia de la
Filosofía, de la cual ya destacamos su importancia, sino también con algunos de sus más
importantes estudios sobre Platón y Aristóteles: Introducción a Aristóteles; La sabiduría
antigua: terapia para los males del hombre de hoy; Guía de lectura de la Metafísica de
Aristóteles; Platón: en búsqueda de la sabiduría secreta; Eros, demonio mediador: el juego
de las máscaras en el Banquete de Platón; Por una nueva interpretación de Platón:
relectura de la metafísica de los grandes diálogos a la luz de las doctrinas no escritas;
Raíces culturales y espirituales de Europa: por un renacimiento del hombre europeo.
Más allá de este reconocimiento a su labor como traductor, intérprete y estudioso
del pensamiento antiguo, me parece importante llamar la atención sobre una discusión que
se generó, a mediados del siglo XX, sobre la posible existencia de una doctrina no-escrita
de Platón. Es sabido que Aristóteles se refería en muchos de sus estudios a las opiniones de
sus predecesores y contemporáneos, realizaba lo que hoy podríamos denominar un estado
de la cuestión, evaluaba y criticaba dichas opiniones a la luz de sus propios planteamientos.
Gracias a este recuento de opiniones, conocemos muchas veces la existencia de ciertos
pensadores antiguos o de asuntos de los que no conservamos los documentos originales.
Sobre estos recuentos vuelven los estudiosos del pensamiento platónico, pues allí
encuentran afirmaciones que no aparecen en los diálogos de Platón. En 1959 Hans Krämer
en Arete bei Platon und Aristoteles recoge testimonios de los antiguos discípulos del
filósofo griego, para asegurar que son claros indicios de la existencia de una doctrina oral
de Platón, cuyos planteamientos no se encuentran en sus diálogos y que solo se conservan
gracias a los testimonios de sus discípulos, entre ellos, por supuesto, Aristóteles. Esta
afirmación de Krämer da lugar a una serie de estudios en los que participaron varios
académicos, cuyas investigaciones se agruparon en la Escuela de Tubinga, fundada por
Krämer junto con K. Gaiser. Cherniss, en 1947 en el Enigma de la academia, asegura que
las opiniones de Aristóteles sobre sus predecesores y contemporáneos son fruto de sus
propias elaboraciones, las cuales no pueden considerarse fieles testimonios de las doctrinas
de estos pensadores, pues han sido distorsionadas por las propias elaboraciones de
Aristóteles. Esto iría en contravía de lo afirmado por Krämer. Giovanni Reale en su libro
Platón manifiesta estar de acuerdo con la existencia de una doctrina no-escrita atribuible a
Platón, y le propone a Krämer la escritura de un texto que pueda mediar en la polémica que
suscitó con sus afirmaciones sobre la existencia de tales doctrinas. Reale considera que con
esta afirmación de Krämer, apoyado en la teoría de los paradigmas de Khun, se inaugura un
nueva lectura sobre Platón que sustituye a la vigente de Schleiermacher, para quien la
filosofía platónica es la que aparece en sus diálogos, pues él no reconocía una supuesta
tradición indirecta, según la cual Platón presentaba otras doctrinas a sus discípulos que no
consignaba en sus diálogos. Krämer acoge la invitación de Reale y publica en 1982, en
italiano, el resultado de sus estudios, con el prólogo de Reale, traducido al español con el
título Platón y los fundamentos de la Metafísica. Esta obra está dividida en tres partes: la
primera es una crítica a la posición de Schleiermacher; en la segunda presenta la doctrina
no-escrita de Platón “según la cual la realidad se debe explicar con principios” (Krämer,
1996, p. 143). Esta doctrina aparece expuesta por Aristóteles en Metafísica A, 6. En esta
segunda parte Krämer propone una relectura de los diálogos de Platón a la luz de estas
doctrinas. En la tercera parte presenta los alcances de esta nueva perspectiva de lectura y,
en la conclusión, su valoración teórica. Añade al final una serie de apéndices en los que
recoge los autotestimonios, las referencias a lo no-escrito que, según él, aparecen en los
diálogos de Platón y los testimonios y referencias explícitas de sus discípulos sobre las
doctrinas no-escritas. En 1997 Giovanni Reale publica un voluminoso libro, del cual
también tenemos una traducción al español titulada: Por una nueva interpretación de
Platón (Reale, Por una nueva intepretación de Platón, 2003). En este libro retoma la
interpretación de la Escuela de Tubinga para desarrollarla, sobre todo, en dos puntos claves:
con el primero demuestra que la nueva interpretación se impone como un nuevo paradigma
hermenéutico, con el segundo pone de relieve el papel que juega en el pensamiento
platónico la figura del demiurgo, la cual, según sus palabras, ha sido descuidada por los
estudiosos de la obra de Platón. Reale piensa que con “esta obra se creó una auténtica
Escuela platónica, con centro en Milán, en perfecta sintonía con la Escuela platónica de
Tubinga” (Reale, 2003, p. XV; Mejía Toro, 2000).
Otra de las obras traducidas al español y que, a mi manera de ver, permite hacer un
nuevo acercamiento a la filosofía platónica es Eros, demonio mediador: el juego de las
máscaras en el Banquete de Platón. Tradicionalmente, no se le ha dado valor a los recursos
simbólicos que utiliza Platón en la construcción de su pensamiento; pero en el siglo XX se
desata otra polémica que tiene que ver con el papel que desempeñan algunos mitos e
imágenes que aparecen en los diálogos de Platón. Según Francisco L. Lisi Bereterbide (Lisi
Bereterbide, 2009) para algunos, son solo expresiones de ironía y de humor del filósofo,
quien se ha manifestado en sus diálogos contra los poetas, otros aseguran que su función es
mostrar la oposición entre el mito y el logos; para algunos son recursos utilizados por
Platón para exponer asuntos que se escapan al logos, de este parecer es Paul Ricoeur, quien
en Finitud y culpabilidad, asegura que Platón tiene que detener el pensamiento para
proponer un mito (Ricoeur, 2004, p. 481). Algunos piensan, asimismo, que son tentativas
posteriormente desarrolladas. Con la última, se establece que los mitos que aparecen en sus
diálogos solo pueden comprenderse a la luz de sus doctrinas no-escritas; esta posición es
defendida por K. Gaiser, quien afirma que el mito expresa lo no-sensible, la filosofía
platónica es una dualidad irreconciliable, por un lado está el mito, por el otro, el logos. La
lectura de Reale sobre el Banquete es muy sugerente y asume una idea que ha sido
defendida por otros, de ver los diálogos como una puesta en escena, lo que se puede
denominar, según las palabras de Jorge Mario Mejía, el teatro filosófico (Mejía Toro,
2000). Para Reale en este diálogo se presenta un juego de máscaras, cada una corresponde a
uno de los personajes. Platón utiliza este juego para presentar las distintas posiciones de
manera indirecta, sin decir cuál de ellas es la verdadera, con ello el lector entra en el juego.
Esta lectura abre otras posibilidades de interpretación, con lo que, a mi manera de ver, se
potencializa la forma de esta escritura platónica y su importancia para un pensamiento
filosófico que debe mantenerse en constante movimiento.
Quisiera dejar aquí mi intervención. Considero que el aporte de Reale a la filosofía
es innegable y, como consecuencia, conservaremos por mucho tiempo su legado. Esto nos
anima a continuar en la búsqueda filosófica amada por muchos de nosotros, y que
quisiéramos que muchos otros se animaran a realizar con la lectura de los filósofos, de
quienes los traducen, los comentan, los interpretan y hacen su historia, para ponerlos en
perspectiva y en sus contextos.
Bibliografía
Antiseri, A y Reale G. (1983). Il pensesiero occidentale dalle orini ad oggi (Vol. 1).
Milano, Italia: Editrice La Scuola.
Krämer, H. (1996). Platón y los fundamentos de la metafísica. (Ä. J. Rosales, Trad.)
Caracas, Venezuela: Monte Ávila.
Lisi Bereterbide, F. L. (2009). El mito en Platón: algunas reflexiones sobre un tema
recurrente. Areté. Revista de Filosofía , l. XXI (1,2), 35-49.
Mejía, Toro, J. M. (2000). El teatro filosófico y la rapsodia: otra interpretación del Ion
platónico. Medellín, Colombia: Universidad de Antioquia.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (28 de febrero de 2005). Informe del director general realtivo a una estrategia intersectorial sobre la filosofía. Recuperado el 23 de Abril de 2015, de http://www.ugr.es/~filosofia/xdocu/2005-­‐UNESCO-­‐documento-­‐sobre-­‐filosofia.pdf Reale, G. (2003). Por una nueva intepretación de Platón. (M. P. Irazazábal, Trad.)
Barcelona, España: Herder.
Ricoeur, P. (2004). Finitud y culpabilidad. (J. D. Cristina de Peretti, Trad.) Madrid, España: Trotta.