Don Bosco, Los Salesianos y La Orotava.

EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015
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DE ÍTACA AL TEIDE. Un
recuerdo a la primera familia que
habitó el Observatorio Atmosférico de
Izaña cuando cumple cien años . 5
del domingo
revista semanal de EL DÍA
Don Bosco, Los Salesianos y La Orotava.
El bicentenario del nacimiento de un santo, fundador
de un modelo educativo universal
Texto: Javier Lima Estévez
(graduado en Historia por la ULL)
E
l año 2015 representa una
fecha especial para la
comunidad salesiana repartida a lo largo del mundo
pues se conmemora el
bicentenario del nacimiento de san Juan
Bosco, quien fuera el fundador de la
orden de los Salesianos. Su vida y su
obra no han pasado desapercibidas para
todos aquellos que se han aproximado
al modelo de vida religiosa y educativa que el santo italiano legó a través de la orden, cuya huella está presente en muchos países. Canarias forma
parte de esa realidad, teniendo toda
una serie de centros educativos coordinados por tal orden. A lo largo de
nuestro artículo resaltaremos diversos aspectos de la vida y obra de San
Juan Bosco. Asimismo, expondremos
diversos hitos relacionados con la presencia salesiana en La Orotava, desde
su llegada hasta nuestros días, finalizando con una conclusión y valoración
sobre el significado de tal modelo educativo y su papel en nuestra sociedad.
San Juan Bosco fue un sacerdote que
nació en un caserío del norte de Italia llamado Becchi en 1815. Su padre,
Francisco, contrajo matrimonio con
Margarita Occhiena. Un día de 1817,
tras regresar muy sudoroso de las labores del campo, bajó al frío y húmedo
cortijo y falleció a causa de una pulmonía(1). Las circunstancias económicas, sociales y políticas eran por entonces muy complejas en Italia. En ese
marco, Juan Bosco se ve obligado a
trabajar desde muy joven en la agricultura, viviendo junto a sus hermanos
pequeños, José y Antonio, y su
madre.
Será su madre una pieza esencial
en su vida pues se preocupó por la educación de sus hijos a pesar de las complejas circunstancias generadas en el
ambiente familiar. “Mamá Margarita
resultó ser una gran educadora. En casa
tenía que aguantar hambre y faltaban
muchas cosas materiales pero había
mucho amor y una gran felicidad”,
diría(2). Así que, a pesar lo complejo
de aquellos momentos, con tenacidad
y esfuerzo acabaría logrando acceder
a los estudios. “A Juan Bosco sus estudios le cuestan verdaderos sacrificios.
No porque no tuviera cualidades,
pues poseía una memoria prodigiosa
que le permitía recordar todo lo que
leía y escuchaba, sino porque su
pobreza era total”(3).
En 1835, con veinte años, accede al
seminario diocesano de Turín(4) y el
5 de junio 1841 sería ordenado sacerdote, siendo desde esa fecha hasta 1844
alumno del Convictorio eclesiástico
de la ciudad(5). Tras terminar el curso, el joven Bosco fue nombrado director espiritual de Santa Filomena bajo
la dirección de la marquesa Barolo.
El mes de marzo de 1846 sería un momento clave para la orden, pues, a partir de la oferta de Pancracio Soave, pudo
llegar a construirse un oratorio, inaugurándose el 12 de abril de ese mismo
año bajo el nombre de Oratorio San
Francisco de Sales, atendiendo a
más de 250 muchachos que era vigilados por el marqués de Cavour,
pasando a constituir y representar sus
seguidores los Salesianos(6).
Don Bosco trabajó duramente muchos años, y las críticas fueron frecuentes, mermando tal situación su
salud, por lo que acabaría enfermando en julio de 1846. Afortunadamente, con descanso, lograría recuperar
la salud y regresa a Valdocco junto a
su madre por recomendación
médica(7). A lo largo de su vida
combinó su formación religiosa con
una intensa actividad intelectual a favor
Don Bosco.
de la educación y formación de los más
jóvenes, dejando como testigo múltiples escritos en los que queda presente su legado. Un hito importante
sucedería en 1853, cuando comenzaron
los talleres para aprender zapatería y
sastrería, creando con los mejores alumnos lo que él denominó “hermanos
coadjutores”. A partir de ese momento
aumentaría su interés y preocupación
por los más jóvenes, a los cuales siempre tendría presente a lo largo de su
vida. Junto a don Rua y don Cagliero,
establecería la Congregación de los
Sacerdotes de San Francisco de Sales
o Salesianos, creada en 1859 y aprobada por la Iglesia en 1864. Paralelamente, fundó también la Congregación de las hijas de María Auxiliadora.
“Al año siguiente de 1872, por consejo
del fundador, reunióse una junta de Hijas
de María en el pueblo para decidir sus
destinos; eran 27 jóvenes las que acudieron. Se procedió a nombrar superiora, y recayó este cargo sobre una joven
llamada María Mazzarello”(8), siendo
designada ésta primera superiora
general. En 1888, tras la muerte de su
fundador, los Salesianos dirigían ya
250 casas.
Sería don Bosco uno de los grandes
educadores del siglo XIX, cuya huella continúa presente en una comunidad que mantiene el espíritu educador por encima de todo, destacando
en sus enseñanzas el principio de amar,
entendiéndolo como “la máxima capacidad de acción, de iniciativa y de
originalidad. Por eso su vida fue tan
fecunda y deslumbradora, tan variada
y tan desconcertante. Sabía amar
haciendo algo más que enseñar: llegar
a los hechos a donde habían apuntado
sus palabras y siempre más allá”(9).
Su legado continúa hoy presente a lo
largo de cinco continentes, con una
presencia en 128 países, ejerciendo su
acción en centros juveniles, colegios,
escuelas de formación profesional,
parroquias, centros de asistencia a marginados, escuelas de formación del profesorado, universidades, residencias, misiones, centros de comunicación
social y otras presencias al servicio
de la juventud(10), representando los
Salesianos de don Bosco unos 16.700
individuos distribuidos en 95 inspectorías o provincias religiosas(11).
Diversas obras y artículos han explicando la historia y trayectoria de tales
instituciones, que destacan por una
educación al servicio de los jóvenes
teniendo como sello característico la
innovación y su carácter cristiano.
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domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA
EN PORTADA
Atendiendo a las diferentes transformaciones
experimentadas en torno
al contexto político económico y social, la villa orotavense ha contado con
toda una serie de espacios
educativos que han atendido a diferentes niveles de
enseñanza. En ese sentido,
podemos destacar el Colegio de San Luis Gonzaga,
fundado gracias al importante papel desarrollado por
la orden de los jesuitas. Asimismo, una institución
educativa esencial en la trayectoria histórica del municipio sería el Colegio de la
Milagrosa, creado a partir
de la llegada a la Villa de
las hijas de la Caridad de
San Vicente de Paúl. Otras
escuelas han contribuido
a la formación educativa de
muchas generaciones de
villeros, siendo el Colegio
de La Asunción, el de San
Isidro (que ampliaremos
con posterioridad a lo
largo de nuestro artículo),
el Farrais y el de Santo
Tomás de Aquino, entre
otros, los centros educativos
que han desaparecido o
continúan con su trayectoria(12).
Desde 1909-1941, los
Hermanos de la Doctrina
Cristiana serían los encargados de regir
el destino del Colegio San Isidro de
La Orotava. Treinta y dos años de actividad que finalizaron de forma
extraña, apareciendo todo un conjunto
de teorías en torno a los motivos que
éstos pudieron tener para abandonar
el lugar. En la prensa local llegaron
incluso a aparecer manifestaciones en
torno a las posibles discrepancias entre
los Hermanos de la Doctrina Cristiana
y las disposiciones establecidas por
Nicandro González Borges (18461916) en su testamento. Tal vez,
atendiendo al propio contexto político y social, podríamos aproximarnos y obtener una idea de la realidad
que envuelve un asunto no muy claro.
Con posterioridad, un artículo publicado en la prensa local llegaría a afirmar que el espíritu educativo para
todos, sin excepción por cuestiones
económicas, no se llegó a cumplir durante mucho tiempo(13). Sin embargo,
la figura de Nicandro González Borges fue esencial, pues en su testamento
pasaría a establecer los principios del
nuevo colegio, aportando el espacio
para su construcción así como la cantidad económica necesaria para su finalización. A partir de entonces, asistimos a los elementos claves para la
consolidación y puesta en
funcionamiento de tal institución, es
decir, “el material (edificio escolar y
otros recursos), el espiritual-religioso
(la congregación de los Hermanos de
las Escuelas Cristianas) y el pueblo (ávido
de educación religiosa para sus hijos
y ansioso de codearse a través de esta
vía con las clases acomodadas)”(14).
Tras la marcha de los Hermanos de
la Doctrina Cristiana se inicia una crisis durante varios años. En ese
contexto, “se solicita del Ministerio de
Educación Nacional el convertirlo en
un Colegio reconocido de enseñanza media y se intenta llegar a un acuerdo o
convenio con la Delegación Provincial
del Ministerio y con Falange para estudiar el futuro del Centro en cuanto a
profesorado, dirección, etc”(15). Sin lugar
a dudas, se generó la necesidad de buscar una orden que pudiera hacerse
cargo de impartir enseñanzas cristianas
en el lugar, atendiendo a la voluntad
expuesta por Nicandro González
Borges en su testamento. Al mismo
tiempo, para algunos continuaba la
esperanza de que los Hermanos
pudieran regresar al centro, tal y como
Fachada del colegio
Salesianos.
Nicandro
González y
Borges, filantrópico
y propulsor de la
enseñanza de la
agricultura en la Villa
de La Orotava.
se deprende de los contactos entre el Patronato
San Isidro y el traslado de
varios miembros al Colegio Nava de La Laguna, así
como diversas alusiones
al respecto en la Junta de
Patronos el 30 de julio de
1943, entre otras manifestaciones de una relación que ya estaba totalmente disuelta(16).
En esa búsqueda se
iniciaron los contactos
entre el Patronato San Isidro y la Congregación
Salesiana, llegándose “a
un acuerdo y se firmaron
las bases por las que la Congregación Salesiana se
hiciera cargo del Colegio”(17). “Los miembros de
la Junta de Patronos, don
José Monteverde y Lugo,
don Melchor de Zárate y
Méndez y don Juan Cullen
y Lugo cumplieron la difícil misión hasta que se llegó
a un acuerdo. El Sr. Párroco
de la Concepción, don
Manuel Díaz-Llanos, cumplió también una interesante función”(18).
En 1948 llegaron los primeros Salesianos a la Villa(19), apareciendo en la
prensa local multitud de
referencias en torno al inicio del nuevo curso escolar 1948/49. A partir de entonces, “el
Colegio vuelve a arraigar en la vida cultural, social y religiosa del pueblo. Son
los años en que se generaliza (sobre todo
entre las clases medias) el estudio del
bachillerato y, como reflejo de ello, digamos que el Colegio entra en la historia cultural de La Orotava por méritos propios”(20). Durante los años posteriores se fueron creando toda una
serie de infraestructuras para acoger
el amplio volumen de alumnos matriculados. De esa forma, durante la
década de los años cincuenta se
amplió el espacio, pero, sobre todo,
durante los años sesenta se realizaron cambios importantes(21). En
esos momentos, se habilitó un nuevo
pabellón para las actividades escolares,
ante una reclamación que se había convertido en una necesidad por el
aumento del número de alumnos. Los
años pasaban bajo una rígida disciplina,
pero los jóvenes disfrutaban de una
buena educación. Los años sesenta vendrían unidos al desarrollo de toda una
serie de iniciativas en el apartado cultural, surgiendo, en ese ambiente “algunos de los más destacados pioneros del
pop del Valle”, incentivando además
tal iniciativa los instrumentos musicales propiedad de los Salesianos para
los alumnos. En ese contexto, los hermanos González Movilla (Miguel
Ángel y Gerardo) comenzaron a interpretar su música en el colegio villero
en 1962, formando el grupo Los Pioners, llegando a tocar “la Misa Sabandeña en la capilla del colegio cuando
aún había cierta resistencia por parte
del clero en introducir las guitarras eléctricas en el oficio religioso”(22). Por
entonces, muchos jóvenes, influidos
por la música de los Beatles, llegarían
a crear sus propios grupos musicales,
actuando en el marco de determinados actos del colegio, tal y como ocurrió con el grupo The Wild Boys (los
Chicos Salvajes), llegando a participar “en el salón de actos del colegio con
motivo de las fiestas de Juan Bosco,
María Auxiliadora y otras”(23) y
generando una intensa ola la beatlemanía en el escenario orotavense, cuyo
denominador común era que todos
estaban en el mismo colegio de San
Isidro de los Salesianos y pertenecían
a los grupos económicos más favorecidos por el bienestar social de los
sesenta, bajo las influencias de la música
pop extranjera(24). Además, junto a
la música, “desde la década de los años
sesenta (1964) se había organizado el
Cine Club Orotava, en un principio en
el colegio de San Isidro de los Salesianos,
donde incluso se proyectaban las películas en su propio Salón de Actos, pero
pronto, en 1966, continuó su andadura
fuera del colegio”(25).
Durante el curso escolar 19651966, “empieza ya el desmonte con el
que se hará un nuevo campo de fútbol,
quedando el antiguo para polideportivo”(26). Se inauguró el nuevo pabellón el 5 de junio de 1967, con una “longitud de 55 metros y una anchura de
12 metros de los cuales ocho lo ocupan
las clases y cuatro un pasillo interior
que sirve de acceso a las mismas”(27).
Asimismo, de especial importancia para
el centro sería la inauguración de una
piscina y la preparación de un campo
de fútbol. En el ámbito deportivo fueron generándose toda una serie de actividades, destacando la creación del
Cross María Auxiliadora, que comenzó
a celebrarse el año 1977 y cuya trayectoria continúa hasta el presente(28).
En los años setenta, además, se cubre
y climatiza la piscina, siendo una propuesta muy costosa en aquellos momentos, que gracias a los adelantos
económicos de los socios pudo llegar
a sufragarse, convirtiéndose en una
realidad a finales del verano de 1979
(29), jalonando y marcando la década
toda una serie de actos civiles y religiosos.
Los años ochenta definieron una
nueva realidad a través de diversos
acontecimientos. Especialmente significativos serían los actos del centenario de la muerte de don Bosco,
en 1988, conmemorándose tal efeméride en todo el mundo salesiano.
En aquel momento, el antiguo estudiante salesiano, investigador, ingeniero y ex eurodiputado Isidoro Sánchez García escribió un emotivo artículo ofreciendo diversos datos en torno
a la figura de san Juan Bosco, afirmando
que en las aulas de tal espacio educativo muchas generaciones “conocieron el espíritu salesiano ponderado
de manera diversa según la época y las
circunstancias pero que han impregnado y marcado, quiérase o no, la vida
social y política de la villa y del Valle
de La Orotava”(30), apuntando en su
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EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015
EN PORTADA
artículo los diversos actos que con
motivo de la conmemoración del centenario se ofrecerían por entonces en
la isla de Tenerife. Toda una serie de
actos que tendrían como colofón, un
año después, la inauguración de un
mosaico de gratitud, el 31 de enero de
1989, bajo el siguiente lema: “Es de
bien nacido el ser agradecido. Nosotros, los Antiguos Alumnos Salesianos, pertenecemos al grupo de los bien
nacidos”. Asimismo, se inauguraría
un monumento a Don Bosco(31).
Los años ochenta aportaron toda
una serie de actividades e iniciativas
que dieron paso a una nueva década
marcada por toda una serie de transformaciones. En ese sentido, se acabarían generando nuevos cambios en
el centro, realizándose en aquellos
momentos el asfaltado del campo de
fútbol, que permitía la utilización de
tal espacio como un “campo de usos
múltiples, pues como los niños son pequeños se usa a lo ancho, no a lo largo, y
se han sacado varias canchas de fútbol sala, baloncesto y voleibol”(32).
Un hito importante sucedió en
1994, momento en el que PROBOSCO(33) aparece en el escenario de
la vida villera, realizando un importante trabajo en relación a las personas “con discapacidad intelectual y con
necesidades de apoyo extenso y generalizado, desde su sede en la calle Tomás
Zerolo”(34).
En el Colegio Salesiano de San Isidro diversas generaciones de hombres
y mujeres orotavenses –y de otros términos municipales- se han formado
bajo un modelo educativo único,
cuyo sello y calidad ha dado lugar a
una parte esencial de la historia
educativa en el Valle de La Orotava
desde el pasado siglo. El siglo XXI representa una etapa de cambio para las
instituciones educativas y los Salesianos
de La Orotava no escapan a esa realidad. Ante tal contexto, se han gene-
rado toda una serie de propuestas que
permiten trabajar con una metodología propia del siglo XXI, destacando
la utilización del idioma en las aulas,
la aplicación de nuevas tecnologías
en el aprendizaje y la apuesta por modelos de enseñanza como el aprendizaje
cooperativo(35).
Para la institución educativa villera,
el año 2015 ha sido un momento de
alegría, pero también ha dejado pérdidas importantes. Antiguos profesores
y alumnos del centro han fallecido,
pero en la memoria de los Salesianos
de La Orotava queda el recuerdo de
uno de sus más queridos directores,
Evaristo Rodríguez Ferreiro (1934-2015),
natural de Orense, quien desarrolló
su labor pastoral a lo largo de diversas provincias españolas. En La Orotava ejercería tal labor durante tres
periodos: 1974-1997, 2005-2007 y
2008-2014(36).
Asimismo, en La Orotava la imagen
de don Bosco ha estado presente en
el bicentenario de su nacimiento a través de la alfombra central ubicada en
NOTAS
(1) RISCO, Alberto. San Juan Bosco. Madrid:
Apostolado de la Prensa, 1955, p. 5.
(2) ELIÉCER Sálesman, P. Vidas de Santos. Tomo
I. San Pablo Ecuador, 2007, p. 136.
(3) ELIÉCER Sálesman, P. Op. Cit, p. 138.
(4) ELADIO, Egaña. Vida de San Juan Bosco. Sevilla: Libería Editorial de María Auxiliadora, 1940,
p. 55.
(5) ELADIO, Egaña. Op. Cit, p. 93.
(6) ELADIO, Egaña. Op. Cit, pp. 119-124.
(7) RISCO, Alberto. Op. Cit, pp. 54-55.
(8) RISCO, Alberto. Op. Cit, p. 108.
(9) LORENTE FERNANDO (Pbro), o.h. “Llegar
a tiempo (y 2)”. El Día. Criterios. 27 de enero de
1988.
(10) Datos que hemos consultado y extraído de
la siguiente página web: www.sersalesiano.com
(11) Datos que hemos consultado y extraído de
la siguiente página web: www.sersalesiano.com
(12) LUQUE HERNÁNDEZ, Antonio. La Orotava,
corazón de Tenerife. Ayuntamiento de La Orotava,
1998. Entre las páginas 275-283 se realiza una breve
aportación a la evolución histórica de la educación en el ámbito orotavense.
(13) “Un orotavense que ama su villa: «Sobre
los Salesianos de La Orotava»”. El Día, 16 de octubre de 1993. Artículo extraído a partir de una referencia de la obra de Evaristo Fuentes Melián. La
prensa y la educación en el Valle de La Orotava
1966-1996. Santa Cruz de Tenerife; Las Palmas de
Gran Canaria: Idea, 2007, p. 217.
(14) MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Juan J. La instrucción pública en La Orotava (1900-1960). Ayuntamiento de La Orotava, D.L, 1988, p. 100.
(15) MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Juan J. Op. Cit, p.
103.
(16) CULLEN SALAZAR, Juan. El Colegio San
Isidro de La Orotava (1907-1998). Fundación San
Foto de un 5º
curso de
Bachillerato del
colegio San Isidro de
La Orotava.
Isidro Labrador, 1999, pp. 135-138.
(17) Sobre la obra salesiana en La Orotava existen diversas obras y artículos que resaltan su origen y evolución. En nuestro artículo remitiremos
al lector a diversas aportaciones en las que puede profundizar sobre tal aspecto.
(18) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Los salesianos en La Orotava: 50 años de presencia salesiana (1948-1998). Córdoba: Inspectoría Salesiana
“Santo Domingo Savio”, D.L, 1996. p. 23.
(19) En Canarias, los Salesianos cuentan con tres
instituciones educativas. El primer centro educativo Salesiano en Canarias sería fundado en Las
Palmas de Gran Canaria en 1923. Por su parte, la
inauguración del Centro en La Orotava sería en
1948 y en La Cuesta tan solo unos meses después.
(20) MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Juan J. Op. Cit, p.
104.
(21) Al respecto, puede consultarse la obra de
Juan Cullen Salazar “El Colegio San Isidro de La
Orotava (1907-1998). Fundación San Isidro Labrador”, 1999. Entre las páginas 209-219 se incluyen
diversas referencias respecto a las inversiones efectuadas en el colegio a través de las obras realizadas
desde 1948 hasta 1998.
(22) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Los Beatles
en Tenerife, estancia y beatlemanía. Nivaria Ediciones, 2010, p. 127.
(23) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Op. Cit, p. 131.
(24) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Op. Cit, p. 134.
(25) GONZÁLEZ LEMUS, Nicolás. Op. Cit, p. 142.
(26) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit,
p. 167.
(27) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit,
p. 171.
(28) El Cross María Auxiliadora surge en 1977.
Su origen y evolución histórica ha sido narrado
magistralmente por el profesor José Santiago Fuentes. Al respecto, remitimos al lector a la obra de
tal autor bajo el título Cross María Auxilliadora:
la plaza del Ayuntamiento, que cada
año recrea diferentes temáticas en la
celebración del Corpus Christi. La temática del año 2015 giró en torno a la familia, reproduciendo el tapiz izquierdo
la figura de don Bosco(37). Además,
una plaza de la Villa situada en la Urbanización Viña de los Frailes fue inaugurada el 27 de marzo con el nombre
de San Juan Bosco(38). A ello se une
la increíble puesta en escena de un
musical bajo el lema “Gracias don
Bosco”, una obra magnífica, interpretada por alumnos y colaboradores
del centro que recrea a la perfección
la vida y obra de don Bosco, atendiendo
a diferentes etapas vitales, desde su
niñez y la complejidad para poder ser
sacerdote, abordando su interés por
estar junto a los más jóvenes y lograr
para los mismos un mejor futuro.
También ha sido un año de despedida profesional de algunos profesores,
siendo el caso de José Afonso Carrillo, ejemplar profesor y director del
colegio salesiano durante muchos años.
Sin lugar a dudas, el año 2015 será
XXX años de historia. Ayuntamiento de La Villa
de La Orotava, 2007.
[xxix] NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op.
Cit, pp. 247-248.
(30) SÁNCHEZ GARCÍA, Isidoro. “En el centenario de la muerte de San Juan Bosco”. El Día. 27
de enero de 1988, p. 31. Artículo consultado a partir de una referencia de la obra de Evaristo Fuentes Melián La prensa y la educación en el Valle
de La Orotava 1966-1996. Santa Cruz de Tenerife;
Las Palmas de Gran Canaria: Idea, 2007, p. 103.
(31) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op.
Cit, p. 284.
(32) NAVARRO GONZÁLEZ, Guillermo. Op. Cit,
p. 305.
(33) “Con motivo del Centenario de la muerte
de Don Bosco en 1988 surgió una idea como fruto
del centenario, hacer algo por los pobres, los marginados, los disminuidos físicos y psíquicos y surgió PROBOSCO, una asociación cristiana, sin ánimo
de lucro, como actividad apostólica de la Familia Salesiana y de otros simpatizantes de D. Bosco
del Valle de La Orotava”. NAVARRO GONZÁLEZ,
Guillermo. Op. Cit, p. 320.
(34) DÉNIZ SANTANA, Nuria; CAÑETE
TORRALBO, Elena. “Sala de estimulación multisensorial de bajo coste”. Dato consultado y
extraído de la siguiente página web: www.crmfalbacete.org
(35) Tal y como señala el periodista Raúl Sánchez, el colegio salesiano San Isidro de La Orotava se encuentra en un profundo cambio metodológico encabezado por su actual director,
Emilio Torres González. De esa forma, en la actualidad emplean en el aula el iPad como una herramienta para la educación, junto a los libros de texto.
Además, se apuesta por una metodología alternativa a través de un método educativo más activo,
“basado en la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, el aprendizaje coope-
recordado de forma especial por todas aquellas personas y colectivos vinculadas al santo italiano, manteniendo el recuerdo de aquél para quien en
la base de la educación se encontraba,
ante todo, el corazón. Diversas generaciones se han formado bajo el
espíritu salesiano, desde su presencia en el núcleo villero, en 1948,
pasando por la generación de mi padre,
Domingo Manuel Lima Bello, durante
la década de los años sesenta y
setenta, hasta la generación presente y futura de un centro que
marca y define una pauta fundamental
en la historia educativa del municipio orotavense y que mira al pasado,
valorando el presente, y preparando
ciudadanos que puedan vivir –y convivir- con el futuro, logrando construir “no sólo un mejor estudiante, sino
un ciudadano más crítico, más razonable y reflexivo, más culto, más responsable de lo público, más civilizado,
más noble y honrado, que al salir de
la enseñanza obligatoria pueda saber
analizar la información e interpretar
los datos, así como poder formular un
argumento y ser creativo en la solución
de los problemas”(39).
En definitiva, con nuestro artículo hemos pretendido dejar constancia
de la huella de una orden religiosa y
educativa que celebra el bicentenario del nacimiento de su fundador. Doscientos años después, el nombre, la
figura y la obra de san Juan Bosco permanecen presentes en diversas partes del mundo que conmemoran el
bicentenario de un santo con un gran
amor por la educación. En pleno siglo
XXI, el colegio salesiano San Isidro de
La Orotava continúa incorporando nuevas técnicas y métodos de aprendizaje, manteniendo la estela y el sello
de prestigio y calidad que avalan la
obra salesiana y cuya trayectoria es
el mejor ejemplo de nuestra afirmación.
rativo y competencia, la atención a la diversidad,
la educación emocional, la formación por proyectos
–principios que comparte con el CEIP Aguamansa-,
el bilingüismo o el pensamiento eficaz”. SÁNCHEZ,
Raúl. “Del libro al IPad”. El Día. 18 de octubre de
2015. Sin lugar a dudas no es el único cambio a
reseñar del centro, pues según destaca la periodista Gabriela Gulesserian, en el marco de la renovación de su proyecto educativo, los Salesianos
ofrecen “el ajedrez como asignatura obligatoria
desde el primer ciclo de Infantil”, atendiendo a
los beneficios que tal disciplina puede aportar al
alumnado en el ámbito del pensamiento estratégico o las habilidades para el razonamiento matemático, según resalta el propio director, Emilio
Torres González. GULESSERIAN, Gabriela. “Los
Salesianos innova al implantar el ajedrez como
materia obligatoria”. Diario de Avisos. 18 de octubre de 2015. Toda una serie de cambios únicos por
parte de un centro que pretende contribuir a la
mejor formación de su alumnado atendiendo a
las características y especificidades de la sociedad actual.
(36) DEL CASTILLO LEÓN, Juan. “Don Evaristo,
el salesiano que dejó huella”. El Día. 29 de marzo
de 2015. Asimismo, es posible acceder a una breve
biografía de don Evaristo Rodríguez Ferrerio en
el siguiente enlace: www.salesianos.eu
(37) LIMA ESTÉVEZ, Javier. “Don Bosco y los
Salesianos”. La Opinión de Tenerife. 21 de mayo
de 2015; LIMA ESTÉVEZ, Javier. “El Corpus
Christi orotavense”. ABC Canarias. 10 de junio de
2015.
(38) “San Juan Bosco da nombre a la Plaza de
Viña Los Frailes en La Orotava”. 27 de marzo de
2015. Consultado en la página web: www.laorotava.es
(39) TORRES GONZÁLEZ, Emilio. “Soñando la
escuela de hoy”. El Día. Criterios. 21 de noviembre de 2015.
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domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA
LUGARES SAGRADOS (XXIV)
FUERTEVENTURA:
CEMENTERIO DE COFETE
Texto: Emiliano Guillén Rodríguez
Foto: Doña Julia
H
asta finales del siglo
XVIII, la Península de Jandía era una zona despoblada. Se utilizaba
como dehesa. Allí, desde
tiempos que la memoria no alcanza,
los naturales de la isla, los majos o
“maxos”, acudían con sus familias, ganados y enseres para aprovechar sus pastos. Dado que se trata de un lugar abierto
a barlovento de las brisas, esta situación le beneficia en humedad.
Allá por el año de 1816, los arrendatarios de esta dehesa se establecieron
en Cofete y construyeron pequeñas viviendas de piedra seca en un entorno
alejado de la mar, dando así origen al
primer caserío histórico de esta península. El poblamiento se desarrolla
en torno a un asentamiento que
guarda cierto orden urbanístico. La casa
del arrendatario destaca en volumen
y solidez con relación al resto de las
construcciones. Ellos mismos iniciaron los cultivos agrícolas en el lugar.
Cultivaron cereales como trigo, centeno y cebada, o leguminosas y algunos frutales en los lugares favorecidos.
También aprovecharían los recursos
de la mar, entonces abundantes. Siete
años después de su fundación, Cofete
ya contaba con 28 vecinos establecidos, además de numerosos pastores
y orchilleros que permanecían temporalmente en la zona.
La Iglesia Católica no podía permanecer ausente de este fenómeno, así
que el 29 de septiembre de 1838 se celebró por primera vez el santo sacrificio
de la misa en Jandía, en el oratorio que
fue creado bajo la advocación de san
Miguel Arcángel y san Juan Bautista.
Los lugareños, como en muchos casos
ocurriese en este archipiélago, sentirían mayor devoción por El Bautista,
puesto que le consideraban fiel defensor de sus cosechas y de las plagas de
cigarrones (langostas) que les visitaban con más frecuencia de la que fuese
deseable, sembrando siempre la desolación y la ruina por donde pasaban.
No es de extrañar, por ello, que, a partir de ahí, el vecindario celebrase anualmente la festividad de su protector con
fiesta popular, parranda y jaranería.
En el primer cuarto del siglo XIX este
caserío alcanza su mayor desarrollo
poblacional. En 1834 contaba con 77
habitantes. Es natural y evidente que
donde hay población establecida se producen también decesos. Por ello, en
este alejado y solitario asentamiento,
resultó necesario diferenciar un camposanto. Llevar los cadáveres hasta la
Tras un largo andar, luego de atravesar el Gran Valle, a la vista del viajero
se ofrece una panorámica impresionante, de infinitos horizontes y
rebosante hermosura: playa ancha, dilatada, tan enorme como se quiera
ver. Todo envuelto por un cielo abierto, una costa serena y una mar que
suena a tapiz de ensueño. Al arrullo de este litoral existe un emblemático
cementerio abierto al transeúnte, de particular interés por sus notorias
peculiaridades.
iglesia de Pájara era asunto muy complicado, por la distancia y por las adversidades del camino. Era preciso transportar esta delicada carga en camello
durante una larga y penosa jornada de
ida y luego de vuelta, para que los finados pudiesen recibir cristiana sepultura en lugar sagrado, en su templo, auxiliados con las ayudas espirituales que le pudiese ofrecer el sacerdote de turno.
El caserío de Cofete entra en el siglo
XX con muy escasas expectativas de
futuro. Los vecinos, acuciados por largos años de sequía de aguas y de rentabilidades, comenzaron a mudar su
residencia a El Morro, o Morro Jable,
y Puerto de la Cruz.
La necesidad de construir un cementerio en aquellos tiempos era
evidente. Los vecinos, seguramente
aconsejados por el propio sacerdote,
se propusieron su construcción en un
lugar ventilado y alejado de la población. Nada más idóneo para este fin
que las proximidades de la mar. Allí,
la profundidad que se le podía dar a
las fosas era suficiente, las finas arenas del litoral resultaban fáciles de excavar.
Esta peculiar necrópolis iría creciendo
en función a las necesidades de los vecinos de toda la dehesa. Allí se enterró
hasta bien entrados los años cincuenta del pasado siglo XX. El receso
poblacional de la zona fue lento, pero
continuado. En el año de 1950, ya sólo
contaba con seis familias dedicadas a
trabajos agrícolas y ganaderos y al desarrollo de la única actividad industrial
existente entonces en la zona, consistente en la extracción y quema de
la piedra de cal, tan extendida por buena
parte de la isla.
Alcanzado el año de 1960, el pueblo,
caserío o aldea, como quiera decirse
–porque en ningún caso conduce a error–
de Cofete desaparece de los registros
oficiales como entidad de población.
Allí quedaron en pie sus casitas,
ahora reformadas y adecuadas para residencias temporales de verano. Pasadas estas fechas, el caserío regresa a
su soledad, a la que casi siempre estuvo
vinculado.
El cementerio es de estilo popular
canario, por su sencillez, salvo excepciones, obedece a una estética común
y tradicional en todo el archipiélago,
donde los camposantos más frecuentes suelen estar demarcados por un
muro tipo albarrada, enjalbegado en
blanco y con un portal principal remarcado de piedra, rematado en cruz
del mismo material y con algún que
otro adorno funerario que viene a señalar con nitidez su auténtica finalidad.
Un buen puñado de fosas anónimas
pueblan su cabida. Pequeños montículos de piedra señalan los lugares donde
yacen los últimos despojos de sus vecinos. Tiene cerrojo, mas, ahora es
inútil. Una atrevida duna amordaza el
portalón. Para penetrar en el singular
Cementerio de
Cofete
recinto no es preciso utilizar su
entrada principal.
La valla que deslinda el entorno es
baja, fácil de franquear. Las arenas depositadas a su abrigo facilitan el acceso.
Apenas en un paso insignificante el viajero se halla entre los muertos. En este
espacio sobrio, apacible y respetuoso
todas las tumbas son pobres. Se conforman las unas a las otras. Túmulos
sencillos, formados por piedras rodadas por la mar y por las barranqueras,
señalan con fidelidad la situación
exacta de los restos sepultados. En todas
ellas, las arenas transportadas desde
la orilla se preocupan en guarecer con
afectividad a todos los finados en sus
entrañas; a todos sus muertos, que les
pertenecen por derecho plenipotenciario. Una mísera cruz latina, sujeta
entre dos rocas, recuerda la razón espiritual de cada fallecido.
La superficie deslindada –dicen
que algunos quedaron fuera– está plagada de tumbas orientadas de naciente
a poniente, siguiendo la ruta del sol,
en línea continuada desde el orto hasta
el ocaso. Sus cabeceras apuntan al
Oriente, sus plantas a Occidente, cruzando el cenit cuando se alcanza la plenitud del mediodía. El número de personas que hallaron aquí definitivo
sosiego sobrepasa con holgura el par
de centenares. Los apellidos más frecuentes que figuran entre ellos serían:
Viera, Francés, Hernández, Falero, Rodríguez, Saavedra, Díaz, Alonso, Santana y tantos otros de uso muy común
en todo el territorio insular.
El día en que el visitante deshizo este
andar tras un interesante y largo trecho se celebraba aún entre los lugareños el solsticio de verano. En las viviendas, a la sombra de los guardianes de la tradición, se escuchaba
bullicio. En el cementerio, a modo de
ofrenda, cada sepultura tenía depositada
en su cabecera, al pie de una humilde
cruz latina, una espiga florecida de gladiolo o una clavellina roja; todas de fugaz
frescura, sin agua ni cuenco que las
atemperase, solamente “espichadas”,
hincadas al suelo, como símbolo inequívoco de consideración.
Los muertos sepultados en esta peculiar necrópolis fueron muchos. Para su
recuerdo existe una placa conmemorativa con los nombres que se pudieron registrar. La única tumba que se
alcanza a leer en su estado originario
es la de doña María Torres Rodríguez,
fechada en el verano de 1953. Previsiblemente, de las postreras que disfrutó este natural privilegio a la hora
de partir hacia otros derroteros espirituales, según se mire, o para cumplir con el ciclo vital que nos condiciona.
Ahora la nostalgia invade aquel
modesto camposanto. Ciertamente
resulta idílico para elegir como lugar
para el definitivo reposo por bohemios
y filósofos de la vida. Igualmente, de
todos cuantos quisiesen garantizarse
un eterno descanso a la sombra de su
soledad, de la serena paz del lugar, acurrucado entre las arenas tibias venidas
de la mar, mecidas a impulsos constantes por las brisas.
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EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015
DE ÍTACA AL TEIDE.
DE ULISES A LUIS LÓPEZ VAN DAM.
Texto: Fernando de Ory Ajamil
(Técnico en Vigilancia Atmosférica
Global del Observatorio Atmosférico
de Izaña. Dr. en Historia por la
Universidad de La Laguna.)
H
oy, cuando restan menos
de dos semanas para la
celebración del primer
centenario del Observatorio Atmosférico de
Izaña –inaugurado el 1 de enero de 1916–,
dedicamos estas líneas a tres personas –Nemesio López Solás, Alice van
Dam y su hijo Luis– y a tres espacios
–Tenerife, el Teide e Izaña– . Hoy también, cuando se ha cumplido el día en
que ha alcanzado los 83 años, es posible revelar y describir la relación de las
personas y lugares que han dado un
sentido tan genuino y singular a la vida
de Luis López van Dam .
Transcurría el mes de marzo de 1925
cuando sus padres tomaron rumbo a
la isla de Tenerife. Siendo su padre ingeniero topógrafo del Instituto Geográfico Nacional y descendiente de una
extensa saga de ingenieros geógrafos
–su antepasado Tomás López cartografió
las islas Canarias durante el reinado
de Carlos III– comenzó Nemesio su andadura profesional como auxiliar de Meteorología en el Observatorio Meteorológico
de Izaña. En el desolado y más elevado
enclave habitado de la isla de Tenerife
y de toda España, a 2.375 metros de
altura, estableció el matrimonio López
van Dam su residencia. Su madre, de
nacionalidad holandesa, hablaba y escribía de forma fluida y natural cuatro idiomas, pero apenas el castellano. Sin embargo, pocos años después, en 1928,
obtuvo por oposición la primera plaza
de informadora del primer puesto de
información turística creado por el Cabildo de Tenerife. Y poco tiempo
más tarde ganó también por oposición
una plaza de administrativa–calculadora en el Servicio Meteorológico
Nacional, regresando al Observatorio
de Izaña para trabajar junto a su marido.
Resulta imposible describir o transmitir mediante palabras la vida entonces y en aquel paraje. La soledad permanente y el abnegado trabajo diario
en condiciones climatológicas extremas sólo se alteraban con la llegada de
visitantes y montañeros que iban camino del Teide. Pero antaño había tiempo para todo, y para mucho más. El
Observatorio Meteorológico de Izaña
fue desde su inauguración “parada y
fonda” de cientos y cientos de excursionistas locales y extranjeros. La
mayoría de ellos subían a las cumbres
caminando, quien menos a lomos de
mulos o caballos, y desde agosto de
1933 –una vez construida la carretera
desde El Portillo a Izaña, cuyo itinerario trazó el propio Nemesio como ingeniero topógrafo– en vehículos a motor.
No había, sin embargo, momentos
para el aburrimiento y, así, Nemesio
López Solás trabó muchas amistades
y buena fama a partir de múltiples acciones y publicaciones en la prensa local
a favor de abrir accesos al Teide y favorecer el turismo de montaña. También
dejó ver su estilo en la plaza de toros
de Santa Cruz, donde entonces se sucedían no pocos y muy populares acontecimientos taurinos. Si en la prensa
tinerfeña entonces se ganó el título de
“el solitario de Izaña”, hoy debería reconocérsele como uno de los mayores y
más firmes valedores del inmenso patrimonio natural del Teide y su prototurismo de masas.
Siete años después de la llegada de
Alice y Nemesio a Izaña, el 12 de noviembre de 1932, vino al mundo Luis López van Dam tras unos días de intensas nevadas en el observatorio –hoy
parece una ilusión imaginar en tales
fechas las cumbres de la isla vestidas
de blanco–. Seis meses antes de su nacimiento, según le contaría más tarde
su madre, subió en su vientre al Pico
del Teide, estando ella embarazada y
de la mano de su padre. Hasta el año
1933, Nemesio ascendió a la cumbre
del Teide desde el Observatorio de Izaña
en nueve ocasiones. A lo largo de su
vida Luis ha podido superar la marca
de su padre culminando, en abril de
2013, 40 ascensiones al pico.
Existe una interminable serie de ilustres montañeros que han hollado todas las laderas del Teide, pero resulta
difícil saber quién ha llevado a cabo
tantas y desde tan diferentes lugares
de la isla como este “teidemaníaco”.
De tal modo el propio Cabildo de Tenerife estudia bautizar una de las rutas
de ascenso al Teide como la de Luis
López van Dam.
En el año 1933, nueve después de su
llegada a Tenerife, se trasladaron a la
isla de Gran Canaria. Con la caída de
la II República y el ascenso del Movimiento Nacional, Nemesio López Solás fue denunciado a las autoridades
militares franquistas por el director del
Observatorio y posteriormente represaliado por sus supuestas ideas republicanas. A pesar de reunir a su favor
más de ochenta declaraciones de
múltiples personalidades isleñas, fue
depurado políticamente e injustamente separado durante 5 años del Servicio Meteorológico Español. De Gran
Canaria fueron a vivir a Málaga y de
aquí luego a Madrid, donde se establecieron definitivamente hasta la muerte
de ambos, casi simultáneamente y con
cerca de cien años, en 1985.
Queda hasta aquí esbozada la inolvidable vida de dos personas que trabajaron en el Observatorio de Izaña en
Panorámica del
Observatorio de
Izaña. Circa 1930
Alice y Nemesio
durante el
seguimiento de un
sondeo
meteorológico. Circa
1930
muy duras circunstancias, pero donde
vivieron con inmensa plenitud. De ellos
heredó Luis López van Dam su amor
por la isla de Tenerife y su indescriptible atracción por el pico del Teide.
Con el paso de los años, la afición
por el montañismo y el espíritu aventurero llevaron a Luis por todo lo largo
y ancho del mundo, coronando una preciosa colección de montañas y cráteres, o recorriendo desiertos, selvas y
ríos. Bien en solitario o en compañía
de su inseparable Bernard Juliet –ya
fallecido y con quien fundó en Francia el Club Alpino Bernard Juliet–, su
íntimo amigo César Pérez de Tudela
–célebre escalador y reconocido divulgador del montañismo en televisión–,
o con su fiel Kiko Alonso, ganó las cumbres del Kilimanjaro, del Aconcagua,
el Cotopaxi y el Mont Blanc; anduvo
por los desiertos del Sáhara y de Atacama, por el Salar de Uyuni, y se perdió por las selvas de Ecuador, del Congo
y de Tanzania. Sus periplos han sido
descritos por él en más de una decena
de libros de viaje y aventura, muy suculentos para los amantes de este género
de vida y literatura. Entretanto, con el
devenir de los años, el pico del Teide
ha permanecido siempre en su retina
y su memoria.
En un continuo retorno, en intermitentes pero continuos regresos a su
“Ítaca” natal, Luis ha vuelto a Tenerife y ascendido al Teide por todas sus
fachadas y accesos imaginables –siempre caminando en excursiones de un
día o hasta de tres, incluso en invierno
por su cara norte, la más peligrosa, que
consiguió vencer gracias a que lo hizo
cuando tenía 20 años–. Ha recorrido
el perímetro costero de la isla a pie y
en kayak –no en vano fue preolímpico
en piragüismo y campeón de España
de natación de 50 metros–; ha pernoctado en tres ocasiones en la cima del
pico, y ha llevado a cabo otras “locuras” hoy tan en boga. Su vida y experiencia como montañero han sido recogidas en un libro sobre Tenerife y el
Teide que próximamente publicará,
sobre los accesos a Las Cañadas y diferentes rutas de ascenso al Teide, su geografía y climatología, flora y fauna, y
otras aportaciones para los amantes
de estos enclaves.
Estas líneas son un sencillo y sincero
tributo a una familia que vivió y llevó a cabo muy esforzadamente su trabajo en el Observatorio Meteorológico
de Izaña. El próximo 1 de enero hará
un siglo desde la construcción del primer observatorio que tuvo el Servicio
Meteorológico Español –rebautizado
en la actualidad como Agencia Estatal de Meteorología–, a excepción
entonces de su sede central en el Parque del Retiro de Madrid. Hoy nadie
vive en el Observatorio Atmosférico
de Izaña, pero en el mismo trabajan
casi medio centenar de personas, entre científicos y personal auxiliar, y a
él acuden científicos de todo el mundo
que lo prestigian aumentando el conocimiento ya no del clima de Izaña
o de Tenerife, sino del comportamiento
de la atmósfera y el cambio climático
a escala planetaria.
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domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA
CIENCIA
El cáncer desencadenado
El tumor más antiguo y extendido del mundo revela
aspectos insospechados acerca de esta enfermedad
Texto: Adrián Báez Ortega
(bioinformático y estudiante de doctorado en el Grupo de Cáncer Transmisible de la Universidad de Cambridge, Reino Unido (www.tcg.vet.cam.ac.uk).
E
l cáncer es la causa de una
de cada ocho muertes en
el mundo, y su tratamiento es, por lo general,
complejo y plagado de
efectos secundarios. Todo esto ha convertido a esta enfermedad en la más
temida del mundo desarrollado. El término ‘cáncer’ engloba en realidad más
de cien enfermedades diferentes,
todas las cuales comparten un mismo
origen. Se trata de un producto casi
inevitable del proceso de selección natural a nivel celular: esporádicamente,
una célula puede llegar a adquirir la
capacidad de reproducirse sin control,
debido a alteraciones en su ADN. Esto
otorga a la célula una ventaja selectiva frente a sus vecinas; podría
decirse que está ‘mejor adaptada’ a
su entorno microscópico, por lo que
sus probabilidades de éxito son mayores. Pero lo que es beneficioso para
un sola célula no siempre lo es para
todo un organismo. El sistema inmunitario, en consecuencia, erradica de
inmediato cualquier célula que haya
perdido el control sobre su ciclo
reproductivo.
No obstante, algunas células van
más allá, desarrollando contramedidas moleculares que impiden su detección o su exterminio por parte de
este ejército que patrulla cada micrómetro del cuerpo. Es entonces cuando
estas células adquieren vía libre para
explotar los mecanismos de selección
natural, creciendo, reproduciéndose,
expandiéndose e invadiendo el organismo. El cáncer, compuesto de células cada vez mejor adaptadas y más
agresivas, se apodera del cuerpo sin
que éste pueda hacer nada por impedirlo. Dado que las células cancerosas poseen la capacidad de reproducirse indefinidamente, suele decirse
que son inmortales. Paradójicamente,
el propio cáncer resulta ser, sin embargo, una entidad biológica de vida
muy breve. La aparición de un tumor
desemboca normalmente en uno de
dos finales posibles: la muerte del tumor, gracias a tratamientos cada vez
más eficaces, o la muerte de todo el
organismo. Algunos tipos de cáncer,
por otra parte, han logrado escapar a
este destino de voracidad autodestructiva.
Por una extraordinaria serie de circunstancias biológicas, estos tumores desarrollaron adaptaciones que les
permitieron abandonar el cuerpo
que los vio nacer e infectar otros mu-
chos, adoptando una forma de vida
parasitaria con la que han alcanzado
una condición de auténtica inmortalidad. Éstos son los llamados cánceres transmisibles.
El tumor venéreo transmisible canino (CTVT, por sus siglas en inglés)
fue el primer cáncer en ser reconocido
como transmisible. Este tumor, presente en al menos noventa países de
todos los continentes habitados, se
originó en un perro de una raza cercana al husky siberiano que vivió y
murió hace unos once mil años. Esto
sitúa el nacimiento del CTVT al final
de la Edad de Hielo, en la época de
los últimos mamuts, no mucho después de la domesticación de los primeros perros. Las células que lograron escapar del cuerpo de este perro
continuaron viviendo y multiplicándose en otros, tal como siguen
haciendo hoy en día, tras la dispersión y colonización de hombres y
perros a lo largo y ancho del mundo.
El número total de células de CTVT
que han existido y existen desde
entonces supera con creces al número
de células que componían el cuerpo
del animal donde se originó por primera vez. Esto convierte al CTVT no
sólo en el cáncer más extendido y
CTVT
desarrollándose en el
interior de la vagina
de una perra. Foto:
Anna Czupryna.
antiguo conocido, sino, seguramente,
en el organismo vivo más longevo de
la Tierra.
El CTVT es común en países tropicales y subtropicales, y afecta
frecuentemente a perros callejeros,
guardianes o de caza, en lugar de a
canes domésticos. Las formas en
que se manifiesta van desde nódulos
microscópicos hasta tumores de más
de quince centímetros de diámetro.
Como su nombre indica, suele estar
localizado en el área genital; durante
el coito, el tumor se desgarra y sangra con facilidad, permitiendo la
transferencia de células cancerosas
que serán la semilla de un nuevo
tumor en un nuevo anfitrión. No obstante, la progresión de la enfermedad
está estrechamente ligada a la condición inmunológica del animal. En
perros con un sistema inmunitario
débil o en mal estado de salud general, el cáncer puede avanzar al estado
de metástasis, invadiendo agresivamente diferentes áreas del cuerpo y
causando irremediablemente la
muerte del anfitrión.
Pero no sólo la metástasis es una
causa de muerte asociada a esta enfermedad; la fragilidad del tumor y su
exposición al entorno pueden provocar infecciones severas, mientras
que, en algunos casos, el tumor alcanza un tamaño tal que obstruye por
completo el conducto urinario del
animal. Afortunadamente, la mayoría de los casos de CTVT son fácilmente tratables con quimioterapia o
cirugía; en perros con un sistema
inmunitario robusto, el tumor puede
incluso llegar a desaparecer sin necesidad de tratamiento.
Los once mil años de edad del ADN
de este cáncer sugieren que su relación con la humanidad, a través de la
omnipresente compañía canina, se
extiende en el tiempo mucho más de
lo que podría pensarse. Así lo
demuestra la primera mención a
este tumor venéreo, escrita por el
veterinario Delebere Blaine, quien lo
retrató como una afección común
entre los perros callejeros del Londres
de principios del siglo XIX. Aunque
la historia del CTVT se extiende
hasta un pasado mucho más lejano —
se sabe que su expansión global
coincidió con la época de la conquista
de nuevos continentes por parte de
las potencias europeas—, su naturaleza transmisible no fue intuida hasta
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EL DÍA, domingo, 20 de diciembre de 2015
CIENCIA
mucho después. Gracias a los espectaculares avances experimentados
en campos como la biología molecular, la genómica y las tecnologías de
análisis de ADN, hoy en día sabemos
no sólo que este cáncer no requiere
de ningún intermediario para pasar de
un perro a otro, sino que su origen responde a mecanismos mutacionales
comunes en el cáncer, y que el CTVT
y ciertos cánceres humanos no son
tan diferentes como podría pensarse.
Es evidente que una sucesión de
eventos inverosímiles permitieron al
CTVT superar las múltiples barreras
que existen entre cualquier tumor y
la capacidad de transmitirse entre individuos hasta el punto de convertirse
en un auténtico parásito de miles de
animales en todo el mundo. La primera de estas barreras, la necesidad de
contacto físico, fue resuelta con el establecimiento —quizá desde el primer
momento, o durante el comienzo de
su evolución— del CTVT como un tumor venéreo que prospera en torno
a la zona genital de los animales infectados. La segunda barrera, impuesta
por el sistema inmunitario del animal
receptor (el nuevo anfitrión), es también burlada mediante mecanismos
extremadamente complejos. El CTVT
es capaz de anular la respuesta del
organismo ante células que, tanto física como genéticamente, son clara-
L
mente ajenas e invasoras. El estudio
de estos mecanismos de supresión inmunitaria podría desencadenar grandes avances en campos como el trasplante de órganos, donde es necesario
silenciar el sistema inmunitario del
receptor para que el órgano ajeno sea
aceptado por el cuerpo.
Once milenios de vida sobre la Tierra añaden una nueva dificultad a las
ya mencionadas: la de mantener un
conjunto de genes (genoma) lo suficientemente funcional como para
poder seguir viviendo, pese a la inevitable acumulación de mutaciones
a lo largo de los siglos. El genoma del
CTVT contiene cerca de dos millones
de mutaciones, cientos de veces más
alteraciones genéticas que las que se
observan en un cáncer típico. La
acumulación de mutaciones, que en
un principio es la herramienta fundamental del cáncer para evolucionar y
desarrollar su agresividad, tras un
cierto punto —un punto inalcanzable
para un cáncer humano— pasa a
convertirse en una amenaza cada vez
mayor para la supervivencia del cáncer. Pese a que cada mutación tiene
el potencial de aumentar la adaptación del tumor a su entorno, la probabilidad de que la siguiente modificación sea letal para la célula
necesariamente aumenta con el paso
del tiempo, especialmente en un
os veranos acudíamos a un apartamento encima del
puertito de la Punta del Hidalgo para pasar el estío
y ya tenía yo tres hijos, Marta, Silvia y un varón, Juan
Bautista Oliva-Tristán Hernández, de igual nombre compuesto y apellidos que su bisabuelo, que a su vez era mi
abuelo paterno, es decir el padre de mi padre, iniciador
de la saga de los Oliva, y que fundara su despacho de procurador de los tribunales en el año 1897, que además llegó
a desempeñar el cargo de notario eclesiástico en tiempos
del obispo Fray Albino, por lo que el ya pasado año 1997
cumpliera su siglo de existencia, descorchándose varias
botellas de champán y soplando toda la “family” al unísono las correspondientes 100 velas. Y como da la casualidad que de procuradores siguen activos mis hermanos
Ángel y Enrique al día de hoy, la dicha existencia se agranda
y podemos todos estar más orgullosos de estos 118 años,
gracias a nuestro abuelo, coñón 1º donde los haya y mi
padre, coñón 2º, pues tal cantidad de años no se cumplen
todos los días.
Pues bien, y entrando en materia, contarles que un mediodía del mes de agosto y cuando regresábamos toda la “parentela” de la playa del Roquete, en la que a muy poca profundidad apareció un cañón que había colocado Selfidio
apuntando hacia la casa del “Calzones” y que no detonó
al tener la munición mojada, y después de darnos un buen
baño, mi hijo Juanín (así le llamábamos y seguimos haciéndolo para distinguirlo del otro, Juan que es precisamente
el que esto les narra), tendría como unos tres años, acierta
a ver al pescador Polo, hijo del viejo maestro Polo y hermano de Angelillo, que llevaba al barco de mi recordado
amigo Paco Ucelay, atracado en Puerto Colón, en Playa de
las Américas, la carnada para ir a pescar en el barco “Pemidajo”, que con toda delicadeza y exquisito mimo colocaba
en el suelo a una pequeña tortuga que correteaba de un
lado para otro, cuando en un momento determinado pregunta mi hijo: “Polo, ¿la tortuga tiene pilas?”, no teniendo
más remedio el pescador que descojonarse por la “salida”
del jodido chiquillo. Hijo de gato caza ratones.
En Punta del Hidalgo, en la hora alta y a pie de carretera, se encontraba el restaurante “Pepe el Abogado” y no
era porque su dueño estudiara Derecho, sino por lo que
hablaba, que no era poco, siendo además, el alcalde pedá-
genoma tan longevo.
En este escenario, la selección natural ejerce de nuevo un influjo moldeador sobre el cáncer, favoreciendo a
aquellas células que adquieren nuevas mutaciones más lentamente. Es
probable que aquellos tumores
menos agresivos y con menor capacidad de poner a su anfitrión en peligro de muerte también resultaran
beneficiados con el paso de los siglos.
Esto queda respaldado por el perfil
genético extraordinariamente estable
del CTVT de hoy en día, que hace
posible que tumores presentes en
perros de Australia, Venezuela, Estados Unidos, Cabo Verde, Malawi,
Rusia, Ucrania o Sudáfrica presenten
un genoma casi idéntico. De este
modo, el CTVT permite el estudio de
una etapa evolutiva que le ha sido
negada a cualquier otro tipo de cáncer. Esta particularidad ha convertido
al tumor más longevo de la Tierra en
objeto de especial interés científico.
Investigadores de diferentes países
estudian el CTVT con el propósito de
arrojar luz sobre los procesos evolutivos que afectan a cualquier cáncer,
pero que, dada la corta vida de esta
enfermedad, son normalmente indetectables.
Un cáncer transmisible es un fenómeno natural extremadamente raro,
del que solamente se han descrito tres
Mi hijo Juan (4ª generación) y la
tortuga de Polo. Pepe “el
abogado” y la llegada del
hombre a la Luna
HUMOR ANTICRISIS
Juan Oliva-Tristán Fernández*
neo de dicho pago, y que cuando yo era un crío siempre
pensé que era un cargo público que se tiraba ventosidades, pero no, por ahí no iban los pedos, perdón los tiros.
Debo decir, pues es de justicia, que he comido viejas
en las ocho islas (La Graciosa incluida) y nunca me han
sabido como las cocinadas por Cristina, a las que les daba
el punto justo, nada sencillo por otro lado, y se me murió
la alcaldesa pedánea consorte sin legarme su receta secreta,
pues haberlas, haylas.
Buenas parrandas presabandeñas nos echamos en
“Pepe el Abogado” con el gran cantador puntero, toda una
leyenda, Sebastián Ramos, “el Puntero”, y uno que le iba
a la zaga era su hermano Manuel, dueño del único cine
de la Punta, sobre todo en el canto de las folías, pues en
las isas (a Sebastián le gustaba llamarlas jotitas) o en las
malagueñas, hay que decir que Sebastián era sencillamente
perfecto. Otro sitio de parranda era bajo el laurel inmenso
de Indias apostado delante de la casa-castillo de don José
Peraza de Ayala y Rodrigo de Vallabriga, barón de Ayala,
y al que los punteros llamaban “el macho de Ayala”, destacando las voces del “gago”, del “Chúmbale”, de Chanito
Ramos, de su hermana Luz y el noble de Peraza de Ayala
que cantaba bajito las que por él denominadas “isas del
salón”.
Buenos cantores lo eran Manuel Luis Medina de Armas,
sobrino de don Luis Ramos, más conocido por “el Minuto”
(el apodo obedece a que de “pibe” no llegaba a la hora),
casos en el mundo animal. En humanos, la transferencia de tumores ha
ocurrido en contadas ocasiones: de
madre a hijo durante el embarazo, o
por medio de un accidente quirúrgico
o de un trasplante de órgano. Un caso
de particular interés, tanto científico
como ético, es el de los experimentos realizados por el estadounidense
Chester Southam en los años cincuenta y sesenta, que demostraron que el
cáncer puede ser transmitido entre
humanos bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, la aparición espontánea de un tumor capaz de transmitirse entre organismos exige
adaptaciones específicas y situaciones naturales insólitas.
Gracias a una serie de eventos tan
asombrosamente extraordinarios que
desafían a la imaginación, el cáncer,
esta ‘mera’ enfermedad genética, ha
evolucionado hasta convertirse en un
organismo parasitario de una eficacia admirable, cuyo impacto histórico
en la evolución del sistema inmunitario animal puede haber sido mucho
mayor de lo que ahora imaginamos.
Si la habilidad del tumor venéreo
transmisible canino para mantenerse
un paso por delante de su anfitrión
se prolonga en el tiempo, el destino
de este linaje de células milenarias es
convertirse en el ser vivo más longevo
y exitoso del planeta.
Fal Perera, que le daba a todos los palos del folclore canario y no les digo nada del sudamericano, la voz de Julito
Fajardo, el estilo de Juan José García “el Calzones”, pasando
por Gonzalito Bravo de Laguna, al que Néstor Álamo sin
éxito no lo quería ligar, siguiendo por Martín Palazón de
la Barreda, Carlitos de la Cruz, un virtuoso del timple del
que Quique “el Peta” fuera su maestro, los magníficos e
inigualables púas Checho y Leoncio Bacallado Aránega,
hablándoles ahora de Quique Lecuona Ribot y Enriquín
Cabrera Núñez, excelentes guitarristas. Y a todas éstas,
Selfidio sin aparecer ¡Ay mi cabeza!
Yo vi por TV la llegada del hombre a la Luna y cómo el
cosmonauta Aldrin clavaba la bandera de los EE.UU. en
su superficie y que al no existir gravedad la misma estaba
más tiesa que la mojama, y hay que decir que a todas estas
el restaurante situado en la parte baja se encontraba a tope
y como Pepe su marido no bajaba a echar una mano se
presenta Cristina en el salón de la tele y, mano en jarra,
le dice: “Qué bonito, ¿cuándo coño vas a bajar al bar a atender a los clientes?”, contestando “el abogado”: “En
cuanto el montronauta del americano ponga el “ñame”
en luna firme, bajaré a servir”, a lo que le responde Cristina: “Mira, más te vale, porque a la Luna te voy a mandar yo de una fuete patada en el cuelo”. Y caliente cierra
de un portazo la puerta y baja al bar, a lo que Pepe, un tanto
disgustado por la faena que le hizo a su mujer, descendía la escalera pensando en alto: “Coño, dijo el jodido “gringo”
que había sido un paso pequeño para el hombre, pero para
mí, Pepe “el abogado” y mi cliente, un paso pá trás”.
Olivaradas. La familia se reúne con el cirujano que va
a operar al padre y le dicen: “Mire doctor, si no nos da el
100% de posibilidades de que nuestro padre salga de la
operación, aborte ésta, no opere”, y el médico le contesta:
“La intervención es sencilla y les puedo asegurar y garantizar que saldrá del diez”. A la hora fallece el sujeto en la
mesa del quirófano y los familiares, en plan venganza, ponen
en la esquela: “Descanse en paz el señor don Juan López
González. Su esposa, doña María Pérez Martín; su hijos,
fulano y zutano; don Gabriel Martínez Mesa (que fue el
médico que lo operó). Ruegan a sus amistades... ¡¡Chiquita
mala “milk” ¡Si te coge!
* Pensionista de larga duración, long-play o elepé
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domingo, 20 de diciembre de 2015, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.011
BALCÓN DE VENEZUELA
DEL GRAN HOTEL BOTÁNICO AL
PALACIO IMPERIAL DE HOFBURG
Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes
(del Grupo de Expertos de la
Organización Mundial del Turismo.
UNTWO.)
Las tradiciones en la fiestas navideñas y de fin de año-año nuevo, un marco de incentivos para el
desarrollo del turismo que debe saber aprovecharse debidamente.
Un mundo de motivaciones
E
l movimiento viajero en las
fiestas navideñas y de fin
de año-año nuevo lo estamos presenciando con un
espectacular avance cada
año que pasa. El viaje se ha hecho
ya tradicional para estas fechas, y los
más remotos destinos turísticos del
mundo compiten en sus ofertas
para atraer a un contingente de
turistas que sueñan con los más sofisticados lugares para pasar estas
señaladas fiestas.
En todos los lugares se buscan los
incentivos necesarios para atraer un
turismo sediento de emociones,
que busca evadirse de la vida cotidiana para solazarse en unos breves
días entre las diversiones sociales y
la gastronomía, como un atractivo generalizado de un amplio poder.
Así, vemos los reclamos publicitarios
que anuncian, cenas, banquetes,
bailes espectaculares, todo ello
unido con brillantes espectáculos, sin
que en estas generosas ofertas falten hasta los cruceros marítimos, aún
en lugares en que la climatología no
parece la adecuada para estas celebraciones. Así, la nieve y el frío participan de lleno en unos programas
que son aceptados por millones de
turistas que se desplazan de un
lado a otro del mundo, cargados de
sus ilusiones y esperanzas de un
encuentro con un ambiente propicio
para hacerles olvidar su vida cotidiana,
sacándoles del marasmo de una
vida metódica en la que las emociones
y las singularidades son una carencia.
Las grandes ciudades son puntos
de gran atracción, y sus lujosas joyas alojativas y sus sociedades de
recreo son lugares apetecibles donde
se pueden disfrutar de los más
excelentes programas.
La gastronomía, a escena
Ahí, en ese escenario donde la motivación puede ser desde la langosta
a la termidor, el pavo relleno o la humilde hallaca, está uno de los mejores secretos para una seria promoción que llena el ambiente publicitario de un lado a otro del mundo,
con ofertas y menús que buscan los
clientes haciendo alarde de variados
recursos, como pueden ser el origen
y la calidad de sus géneros, los precios, el servicio, e inclusive el chef
que preparará el banquete ofertado.
No faltan ahí las novedades, llamémoslas, exóticas, como el caso del
“pisco navideño” que ahora vemos
ofertado desde Perú. Todo un
dechado de imaginación, donde el
acompañamiento puede estar centrado en un buen programa de atracciones con un personaje de moda, un
famoso mago, la presencia de un reputado artista, o la subasta o sorteo de
algún preciado objeto de lujo que
puede llegar incluso hasta un automóvil. Todo es válido a la hora de promocionar una fiesta de fin de año.
El papel de la gastronomía en este panorama es fundamental, y la acreditada cocina de los ofertantes
puede ser la base que decida a la hora
de escoger el lugar de la celebración.
Las recatadas fiestas navideñas, en el marco de la uno
de los lugares turísticos
mas importantes del mundo,
como son las Islas Canarias
(mas de trece millones de
turistas el año 2015) tienen
su asentamiento principal en
sus múltiples hoteles, cuyos
alojamientos se encuentran al 100% en esas fechas
debido a su cercanía a una
Europa fría y nublada, frente
a una climatología que en las
Islas anda diariamente rondando los 20 grados centígrados, y con un sol casi continuo.
La variedad de sus menús, su
excelente presentación, el tipismo
imperante en muchas ocasiones y la
calidad de sus géneros gastronómicos, carnes, pescados, quesos, vinos
y licores, hacen las delicias de unos
visitantes que se rinden ante este escenario, repitiendo muchos de ellos su
visita cada año.
Las fiestas de fin de año
Con los mejores atuendos y un sentimiento contagioso de alegría, el mundo exterioriza su puesta en escena
en estas festividades, donde los
hoteles de lujo lucen sus mejores galas,
como es el caso del emblemático hotel
Botánico, en la isla de Tenerife, por
donde han pasado las más prestigiosas
y afamadas figuras mundiales, desde
el mítico Mickel Jackson hasta los
Reyes de España, ofreciendo sus excelencias para posicionarse en estas fies-
Hotel Botánico, en
el Puerto de la Cruz.
Kaiserball de Viena.
tas como un punto especial de destino.
En ese ir y venir del turismo que
comentamos, el disfrute de estas efemérides nos ha llevado a calibrar los
valores de los grandes hoteles, hasta
el propio Palacio Imperial de Hofburg,
en Viena, en sus fiestas de fin de año,
lugar al que tenemos el añorado recuerdo de haber colaborado desde
el año 1971 en la decoración de sus
salones para el Kaiserball, con el envío
desde Canarias de 20.000 claveles rojos
y blancos, como la bandera de Austria, gracias a la especial colaboración de las autoridades canarias de
aquel entonces, que entendieron el
punto estratégico que supone esta
importante manifestación social
como lugar ideal para promocionar
un turismo de calidad.
Hace unos pocos años conmemoramos allí, en ese escenario del
Palacio Imperial de Viena, los cuarenta años de esta gesta, con una especial invitación que nos llevó a conocer cómo alrededor de todo este acontecimiento del Kaiserball se ha desarrollado un imponente programa
turístico revalorizando toda la historia de la nación en una generosa
oferta cargada de un simbolismo que
hace enmudecer a los visitantes
ante el Museo de Sissi, sus lujosos palacios, sus míticas calles, restaurantes
y tabernas, por donde transitaban los
más célebres de sus músicos y hombres de letras. Todo ello cargado con
el fondo musical de los valses de los
Strauss. Una maravilla para embelesarse.
América tendría mucho que decir
a todo esto, y su aprovechamiento
para una promoción turística. Propusimos públicamente una celebración acorde con la época
colonial en el Gran Hotel
Bolívar, de Lima. Creemos
que sería un atractivo de alto
poder para la ciudad institucionalizar algo similar
al Kaiserball. El marco está
ahí. La historia lo reconoce. Habría que impulsar
los medios necesarios para
una acción que sería totalmente rentable. Un baile de
época puede ser un atractivo muy singular.
El mundo de la ilusión no
descansa y el turismo busca
las singularidades. Algo
inigualable.