Garcia Ucha – El rol del entrenador

PSICOLOGÍA DEL DEPORTE APLICADA AL ROL DEL
ENTRENADOR.
Dr. Francisco Enrique García Ucha.
El tema que nos congrega aquí, relativo al rol del entrenador, es de suma
importancia, sobre todo si se destaca que todas las tareas que desarrollan los
psicólogos en el deporte de alto rendimiento, se realizan en gran parte a solicitud
de los entrenadores, entre un 30 a un 70 por ciento, de las solicitudes de la ayuda
de un psicólogo del deporte, es reclamada por los entrenadores y es por medio de
su ínter vinculación que pueden llegar a un feliz termino.
Por ello, comprender la naturaleza y características del rol de los entrenadores
permite facilitar una interacción más adecuada en las tareas que se llevan a cabo
gracias a una visión clara de su labor, las potencialidades, limitaciones y riesgos
en su actividad.
A menudo, no existe por parte de los psicólogos una lectura precisa de lo que
implica ser entrenador, lo que puede dar lugar a incomprensiones, conflictos y
conductas no atinadas en la práctica profesional, entre ellas, el intento de
suplantar las funciones del instructor.
La mediación de los entrenadores es trascendental en la incorporación, formación
y desarrollo de los deportistas para incrementar sus rendimientos y hasta en
efectos contraproducentes al deporte, como es el abandono por los participantes.
Feltz (1992), señala que un 80% de los niños que se inician en el deporte lo
abandonan. Entre las causas más significativas esta la actuación del entrenador.
De ese 80%, de niños y adolescentes que se alejan del deporte, un 60% lo hacen
debido a los malos tratos, la conducta punitiva, los entrenamientos excesivos, el
campeonismo, la falta de refuerzos positivos, los prejuicios y otras acciones
negativas de los entrenadores.
López Abascal y García Ucha, (1994) realizando un estudio en escuelas de
iniciación deportiva, con 457 nadadores encontraron que 4 de cada 10 varones y 3
de cada 10 hembras abandonan el deporte por dificultades en las relaciones con
los entrenadores.
López Abascal y García Ucha, (1994) investigaron en 168 nadadores, tres
variables, Capacidad Cognitiva, Respuesta Emocional y Comportamiento por
medio del cuestionario, de Hanin (1980) sobre la evaluación por los deportistas de
los entrenadores en el estudio se halló: Los entrenadores valorados por los
deportistas de forma positiva en las tres variables pertenecían a equipos de mayor
estabilidad en los rendimientos y menor abandono.
Las valoraciones bajas, asignadas por los deportistas, en la variable: Emocional
influían en una valoración baja en el resto de las variables, aun cuando no se
correspondía realmente con la pericia del entrenador y su conducta.
Sin embargo, podemos decir que si el deporte de alto rendimiento existe y está
desde la antigüedad, es gracia a la actividad de los entrenadores, sólo hay casos
muy excepcionales, en que un deportista llegue a constituirse en su propio
entrenador. Uno de ellos fue el corredor de fondo checoeslovaco Emil Zatopek.
Apodo: 'La Locomotora Humana'. Elegido 'Mejor Atleta Checo del Siglo' (1997)
En la foto se ve a Eugenio George Lafita, entrenador de Voleibol Femenino
Cubano considerado el mejor entrenador del siglo XX dado sus resultados
deportivos y en la formación integral de sus deportistas.
Tuve la oportunidad de trabajar con él durante más de seis años, de 1982 a 1988,
y con ello formarme una opinión sólida acerca de la complejidad de la labor del
entrenador, su rol y la importancia de asumirlo con elevado prestigio.
Del mismo modo, en cada ocasión en que se ha socavado la autoridad de un
entrenador, en un equipo, observamos que los resultados de este conjunto
deportivo descienden significativamente.
Entrenador y deportistas son los actores principales del escenario deportivo.
Dos motivos me llevaron desde 1975 a estudiar la psicología de los entrenadores:
Primero fue perfeccionar las estrategias para interactuar con los mismos y el
segundo surge en 1991, relacionado con el impacto que el ámbito competitivo
tiene sobre la salud de los entrenadores.
La literatura sobre el tema esta aumentando considerablemente y ya resulta difícil
resumir en una conferencia toda la producción científica alrededor del tema.
En este sentido, el rol está constituido por un conjunto de comportamientos que se
llevan a cabo en las condiciones de un sistema social. Para Pichón Riviere, (1972)
el rol “es un modelo organizado de conducta, relativo a una cierta posición del
individuo en una red de interacciones ligado a expectativas propias y de los otros”.
En el caso de los entrenadores, se refieren a aquellos comportamientos que
responden a su posición social dentro de la actividad deportiva. Abarca la
dirección, orientación y control de la actividad de los deportistas.
Asimismo, incluye un conjunto de tareas tanto implícitas como explicitas. Éstas,
comprenden su interrelación con el cuerpo técnico, comisión directiva, jugadores,
periodistas, padres y fanáticos del deporte.
Administración de la Escuela
Asociación de
Entrenadores
Deportistas
Padres y
Familiares del
deportista
Director de
Deporte
Entrenador
Noticias en
los medios
Fanáticos,
Estudiantes
y miembros
del club.
Entrenadores
que forman la
comunidad
Facultad y
Estudiantes
Staff (entrenadores,
Directores y otros)
Hace un año llevamos a cabo una investigación acerca del rol del entrenador, con
alumnos de la Maestría en Psicología del Deporte del I.S.C.F. “Manuel Fajardo”
para ello se realizó un estudio desde una perspectiva cualitativa, utilizando una
entrevista como técnica de recolección de datos y el análisis del contenido de las
mismas por medio de indicadores.
La investigación contó con una muestra total de 65 personas, la cual estuvo
compuesta de la forma siguiente:
35 entrenadores de alto rendimiento del ámbito provincial.
5 psicólogos.
25 deportistas de alto rendimiento
Esta muestra se construyó de forma aleatoria.
Para cada uno de estos grupos, se realizó un análisis de los contenidos de las
reflexiones de los encuestados por medio de indicadores.
A partir de estos resultados, se construyó una propuesta definiendo las tareas que
debiera ejercer un entrenador en el marco del deporte actual en los centros
provinciales de deporte. Los resultados aparecen aspectos tanto en el ámbito
macro social como micro social, a continuación.
Creador e
Innovador
FUNCIONES DEL ROL DEL
ENTRENADOR
Crear medios y
técnicas de
entrenamiento
Rol a nivel de
Macrosistema
Rol a nivel de
Microsistema
Contribuir a
climas
Educacional
saludable
Identificado con el
papel
Social del deporte
Incorporarse al
desarrollo de la
Metodología del
entrenamiento
Facilitador de
los valores
Incorporar la
Orientación
Educativa
Generar e
Implementar
creativamente la
planificación del
entrenamiento
Llevado esto a las acciones y funciones concretas en el terreno, por medio de los
datos obtenidos y la revisión de la bibliografía García Ucha (1999) e Isla Alcoser
(2006) se nos presentan las funciones del rol del modo siguiente:
Impulsar el
desarrollo del
deportista
Centrarse en el
proceso de
enseñanzaaprendizaje
Ser impulsor
de cambio
de los
rendimiento
Impulsar la
prevención
en salud
Trabajar en
forma
multiciplinaria
Tener una visión
integral del ser
humano
ASPECTOS RELEVANTES
PARA EL ROL
Trabajar con
variables
psicológicas
en contextos
formativo
Diferenciarse
de otros
profesionales
de apoyo
Investigar sobre
los procesos de
enseñanzaaprendizaje
Tener una
mirada
proactiva
Tener una
visión
sistémica
En una perspectiva histórica, los primeros estudios que exploran el rol del
entrenador, se encuentra el realizado por Ogilvie y Tutko (1966) quienes
analizaron alguna de sus cualidades del rol sobre la óptica de las características
de personalidad de los entrenadores. Para ello evaluaron los rasgos de
personalidad observados en la conducta cotidiana y manifiesta de los
entrenadores,
descubriendo
que
entrenadores
norteamericanos
era
la
muestra
inteligente
estudiada
pero
de
inflexible,
prestigiosos
altamente
organizada, estable, sociable y dominante, pero que tenía poco interés en las
necesidades de otros de depender de alguien. Ellos averiguaron, igualmente que
los entrenadores de deportistas universitarios aventajaban a la población ordinaria
en cuanto a las características de su grado de rendimiento pero que se quedan
por detrás en cuanto a la sensibilidad y relaciones interpersonales.
Rasgos de Personalidad de los Entrenador
1. Aspiran al éxito, a la cima
2. Organizados
3. Entusiastas.
4. Conscientes.
5. Abiertos.
6. Dominantes.
7. Resistentes.
8. Maduros.
9. Agresividad socializada.
•
•
Algo
indolente.
Inflexibles
En estudios posteriores, desde Hendry (1974) hasta LeUnes y Nation (1993) y
Noce (2003), describieron las características de personalidad, el estilo de dirección
y la capacidad de comunicación.
Parte de estos investigadores plantean un modelo ideal de entrenador. (el que
incluye cualidades como: motivador, maestro, disciplinario, planificador de metas,
conocedor de las diferencias individuales; además de saber escuchar y predicar
con el ejemplo.
Cualidades del buen entrenador
•
•
•
•
•
•
•
•
Motivador.
Maestro.
Actualizado.
Conocedor de las diferencias
individuales.
Saber escuchar.
Disciplinario.
Predicar con el ejemplo.
Plantador de metas.
Pérez Ramírez (2002) realizó un estudio cualitativo con 5 entrenadores de fútbol,
3 de tenis y 3 de atletismo que trabajan en España en tres contextos diferentes
acerca de la trayectoria profesional, identidad y conocimiento y encontró que:
Las características principales de esos entrenadores eran:
1 Pragmatismo
2 Tenacidad y constancia
3 Capacidad de convencer
4 Apasionamiento y apertura a la creatividad
5 Dialéctica y defensa del deporte espectáculo
6 Realismo y honestidad
7 Convencimiento y disciplinado
8 Flexibilidad y capacidad de adaptación
9 Afición y vocación
10 Profesionalidad, crítica e innovación
11 Profesionalidad, motivación e ilusión
Se puede destacar que EARD de este estudio son personas competentes, ejercen
un claro liderazgo, poseen gran habilidad en las relaciones interpersonales que
establecen con los deportistas a los que dirigen, proporcionándoles feedback,
dirigiendo con seguridad, y consiguiendo el óptimo rendimiento y la satisfacción de
los deportistas.
Estos resultados coinciden con los del estudio de Ogilvie y Tutko (1981), sobre
una muestra de 64 entrenadores de los deportes de baloncesto, atletismo, fútbol
americano y béisbol.
A pesar de estos resultados tan positivos, se hallan criterios acerca de que la
profesión de entrenador es una de las más controvertidas de cuantas existen en la
actualidad. El propio desarrollo del deporte y la continua comercialización, elevan
el nivel de exigencia de los profesionales de esta esfera y, por tanto, los resultados
que ellos esperan.
La obsesión en el deporte por la victoria, el éxito competitivo y la obtención de
premios ha ido cubriendo, en una parte sensible, la esencia propia de la actividad
deportiva en detrimento, en ocasiones, de su papel educativo.
Hendry (1974) estudio tanto entrenadores como profesores de Educación Física
argumenta son claramente autoritarios y que aparentemente disfrutan de ser el
centro de atención, de igual forma se muestran agresivos.
No obstante, encontró entre estos profesionales diferencias bien definidas. Las
mayores se hallan en el carácter sociable, impulsivo, agresivo y el alto rendimiento
de los educadores físicos por un lado y la inflexibilidad, desconfianza y restricción
de las ideas de los entrenadores por el otro. Hendry (1974) averiguó que las
mujeres entrenadoras tenían un elevado grado de autodominio y sabían centrarse
con considerable frialdad.
El entrenamiento es, evidentemente, una dura existencia con rivalidades en la que
no tienen cabida los fenómenos del corazón blando.
Singer (1980). Se aproxima a destacar seis cualidades más importantes de un
entrenador:
Capacidad de ganarse el respecto de los deportistas.
Comunicarse con otros.
Confianza.
Conocimientos de la actividad.
Honradez.
Integridad.
Capacidad de soportar un trabajo duro y exigente.
LeUnes y Nation (1993) estudiaron los aspectos positivos y negativos de la labor
de los entrenadores. Para estos estudiosos se describen como más importantes:
•
La satisfacción por el éxito.
•
Considerarse expertos y confrontarse con periodistas, fanáticos, padres,
deportistas quienes cuestionan como si fueran peritos las decisiones del
entrenador.
•
La falta de seguridad. Así, el perder un campeonato, se convierte en motivo
de cuestionamiento de sus capacidades.
•
Su vida familiar. El trabajo excesivo, la atención a muchos factores y el
horario de competencias afectan la presencia del entrenador en el hogar, lo
que acarrea con frecuencia dificultades en las relaciones con su familia.
•
Carrera Terminal. No llegan a retirarse a una edad avanzada. Ser
entrenador se considera que es una tarea de hombres jóvenes.
El cambio de entrenadores en las ligas de baloncesto de EUA llega anualmente al
40 %, según LeUnes. y Nation. (1993).
Estudios realizados en la actualidad por psicólogos como Gimeno, (2003)
Olmedilla, (2002) Roffe, (2005) Samulski, (1998) Pérez Ramírez, (2002)
Chelladurai (1990) y otros, llevan a conformar varios temas de investigación
dirigidos al logro de mejores habilidades y competencias para el entrenador.
El análisis de las formaciones más relevantes se describe de la forma siguiente:
Las características de personalidad, el liderazgo y el conocimiento o las
capacidades requeridas para su profesión.
Asimismo las relaciones con múltiples categorías que estructuran la esfera
deportiva, por ejemplo Samulski (1998) estudio en esas relaciones entrenadores
de equipo individual como la natación y entrenadores de equipos colectivos como
el voleibol. Los resultados e reflejan en la figura siguiente:
Características de un buen técnico Samulski, (1998)
•
9
9
9
9
9
9
9
9
9
9
9
9
Natación
Conocimiento Científico (58.2%)
Buenas Relaciones (40.0%)
Gusto, Dedicación (29.1%)
Sensibilidad (27.3%)
Liderazgo (23.6%)
Organizado, Disciplinado (20.0%)
Paciencia (14.5%)
Pedagogía, Comunicativo (10.9%)
Motivador, Confiado,
tiene Personalidad (9.6%)
Atención responsable (7.3% )
Tiene Experiencia Práctica (5.5%)
Aptitud , Creativo , Humilde (1.8%)
•
Voleibol
1. Conocimiento científico (93,3%)
2. Liderazgo (86,7%)
3. Comunicación (46.7%)
4. Buenas Relaciones (40,0%)
5. Equilibrado, observador,
inteligente (26,7%)
6.Carismático, motivador,
estratégico,
organizado, humano,
empático.(20%)
7. Tiene experiencia práctica
Hay estudios realizados acerca de las categorías anteriores en su desarrollo en el
tiempo.
Y el conocimiento de los mediadores que pueden en un sentido progresivo o
regresivo modificar la existencia del entrenador.
De los aspectos señalados en el rol del entrenador, es que su desempeño esta
mediado
por
la
capacidad
para
reaccionar
ante
las
características
y
requerimientos de sus deportistas y como es lógico dentro de esa interacción los
deportistas van a reaccionar a la conducta del entrenador, por lo que este debe de
prever y actuar en consecuencia con la complejidad de los factores que
intervienen en su labor.
Uno de los componentes del rol del entrenador consiste en su condición de líder.
Sobre liderazgo existe un cúmulo inmenso de información científica en el momento
actual.
El liderazgo se puede considerar como: “El comportamiento de un individuo
cuando esta dirigiendo actividades de un grupo hacia un objetivo en común” esta
definición que es bien amplia abarca dimensiones del liderazgo en el deporte
como proceso de toma de decisión, técnicas de motivación, intervenciones de
feedback, habilidades de comunicación, dirección, orientación y control de las
acciones de los miembros del equipo deportivo.
También, destacamos las acciones del líder efectivo según Martens (1986).
Acciones del líder efectivo según Martens (1986)
Acciones
Ejemplos
Establecer objetivos
Evaluar la capacidad de sus equipos en
y metas concretas
relación a adversarios y definir objetivos
específicos en el juego.
Construir un ambiente social y Proporcionar
psicológico favorable
agradable
clima
en
participativo
entrenamiento
y
y
competencia
Instruir valores
Establecer junto con el grupo normas de
conducta. Ser espejo de comportamiento
Motivar a los miembros para Crear metas intermedias que direcciones
alcanzar los objetivos y metas
Comunicarse
con
el alcance de las metas principales.
los Establecer un canal de comunicación
deportistas.
accesible a los miembros del grupo.
Y los componentes de un liderazgo efectivo igualmente por Martens (1986).
Componentes de un liderazgo efectivo (Martens, 1986)
Factores
Situacionales
Características
De los líderes
Tamaño del
Grupo
Presión de tiempo
Maduración
Dependiente
Autónomo
Liderazgo
Efectivo
Cualidad de
líder
Empatía
Comunicación
Estilos de
Liderazgo
Autocrático
Democrático
El liderazgo se ha estudiado desde diferentes enfoques:
•
Enfoque de los Rasgos
•
Enfoque del Comportamiento
•
Enfoque Interaccionar.
•
Enfoque multidimensional.
Este aparece descrito en el Modelo de Chelladurai (1990).
El Modelo Multidimensional:
•
Este modelo defiende que las características de personalidad del líder y de
los componentes del grupo deportivo, interactúan con otros aspectos como
el tipo de tarea y el entorno. Está dentro del modelo interaccional pero
contempla un mayor número de aspectos y factores, y fue creado
específicamente para situaciones deportivas.
•
El principio que subyace a este modelo mantiene que las conductas del
liderazgo varían en función de las situaciones, de las características de los
deportistas y del entrenador, y de los cambios en su entorno
Modela Multidimensional de Liderazgo
(Chelladurai.1990)
Antecedentes
Comportamiento del Líder
1 Características
de la situación
2 Características
del Líder
3 Características
del Deportista
Consecuencias
4 Comportamiento
exigido
5 Comportamiento
actual del Líder
7 Desempeño
situación
6 Comportamiento
deseado por
Los deportistas
Dicho enfoque llama la atención en relación con lo que hoy se denomina liderazgo
situacional y que nos habla de la capacidad del líder para acomodar su estilo a la
situación en que se encuentra.
Estudiamos 10 entrenadores cuyos equipos o deportistas habían alcanzado
resultados olímpicos y como tendencia mostraban un estilo de liderazgos
autoritario y sabían flexibilizar su estilo en función de las situaciones que
enfrentaban en entrenamiento y competencias.
Una variable de influencia para la interacción óptima deportista - entrenador está
dada por el conocimiento especializado del entrenador, es decir, la competencia
específica especializada como pudieron demostrar Hanke y Woermann (1993).
La dirección efectiva presupone un conocimiento, lo más exacta posible, de las
formas de reacción y comportamiento psíquicos específicos de los deportistas, en
especial, después del éxito o el fracaso en la competencia, exige del entrenador
conocimientos sobre los procedimientos de preparación mental empleadas y
dominadas por los deportistas, da por sentado una concordancia de las medidas
de asesoramiento entre el entrenador de base y el entrenador que asiste a la
competencia y exige niveles de responsabilidad claramente definidos en el equipo
a donde es confinado.
Un estudio realizado por Frester (1995), con 120 deportistas de alto rendimiento
procedentes de 8 deportes de alto rendimiento sobre el grupo de problemas que
pueden tener consecuencias en el proceso de comunicación permitió reconocer
diferentes dificultades en las habilidades de los entrenadores como
comunicadores.
Más del 80% de los deportistas cuestionados plantearon que el flujo de
información era unilateral. Aproximadamente el 82% de las informaciones
(indicaciones correctivas, reglamentaciones, reglas sobre el comportamiento,
explicaciones sobre la ejecución de los movimientos, exigencias sobre el
comportamiento de acuerdo con las normas) son comunicadas frecuentemente al
deportista por el entrenador a partir de
un comportamiento autoritario.
La investigación destaca que solo el 18% de lo planteado por los deportistas a los
entrenadores sobre situaciones de actualidad, preocupaciones, miedos, causas de
errores sufridos, deseos de lograr un comportamiento determinado y otras más, es
escuchado por ellos.
Estas deficiencias en atención a los deportistas se experimenta con insatisfacción,
son causas de conflicto y determinan estados emocionales negativos.
En resumen los problemas por orden de frecuencia fueron:
a) Flujo unilateral de informaciones
b) Inventario diferenciado de señales
c) Concepciones incongruentes
d) Demasiado instructivo
e) Poco comprensivo
f) Transformación insuficiente de la información.
Se calcula que un 70% de los conflictos que aparecen entre entrenadores y
deportistas se relacionan con las incorrecciones y carencias de la comunicación.
1. Incapacidad para comprender a los deportistas
2. Establecer preferencias por unos o otros deportista
3. Rechazo encubierto de algunas o mas características particulares, rechazo que
aflora en situaciones de gran estrés o de gran carga emocional
4. Establecen generalidades, que tienen su base en estereotipos formados con
anterioridad.
5. Incapacidad para brindar apoyo emocional, aun cuándo no sea recomendable
involucrarse en ellos.
6. Emitir juicios obre los deportistas guiados solo por su experiencia anterior, sin
profundizar en las posibles causas.
7. Subvaloran el papel del lenguaje corporal usándolo indiscriminadamente sin
preocuparse de la influencia que puedan tener sus gestos, mímicas, posturas
sonidos , tonos de voz en los deportistas.
8. Tendencia a ser recios a lo nuevo, a ser inflexibles y cuándo se trata de nuevas
adquisiciones.
El estudio de Serpa (1997) citado por Brandao y Valdés (2005) muestra las
consecuencias ansió génicas del comportamiento del entrenador.
Entrenador
Integración de los
Comportamientos
del entrenador
Procura de las
referencias
acerca de la
competición
Comparación
con las
expectativas
Deportista
Aval de las
puniciones y
estímulos del
entrenador
Favorables
Desfavorables
Inseguridad
Consonancia
Disonancia
Perturbación
Cognitiva
Favorables
Desfavorables
Conflicto
A
d
a
p
t
a
c
i
ó
n
T
e
n
s
i
ó
n
Modelo del comportamiento ansío génico del entrenador. (Adaptado de Serpa,
1997 por Brandao y Valdez)
Así, como el cuadro que expresa las causas del fracaso en el entrenador:
Temor
Indecisión
Mala fe
Conducta antisocial
Falta de humildad
Falta de diplomacia
Entrenamiento monótono
Inconsistencia de actitudes.
Estilo de dirección inadecuado.
No cumplir labores básicas.
Evadirse de responsabilidades.
Reacciones desmesurada y (destemperadas).
Control insuficiente de las personas adheridas a la organización.
Falta de lealtad para con su staff y con los dirigentes.
Cuadro Causas que conducen al fracaso en el liderazgo.
(Adaptado de Roxburgh, (1996) por Brandao y Valdez)
Los resultados de las investigaciones y estudios sobre el entrenador tienen un
carácter parcial y fraccionado cuando no se toman en cuenta los aspectos sociales
representados por las organizaciones deportivas o las entidades que están
involucradas al deporte.
Los estudios de personalidad de entrenadores y deportistas pueden aparecer en
un modelo pero es claro que el medio social determina en gran medida a cuales
características personales que se les “permite” surgir. Este efecto interactivo entre
las características de personalidad, las necesidades y la acción social se presenta
claramente como estructura teórica por Gestzels y Guba (1957). Arguyen estos
estudiosos que resulta interesante reflexionar hasta que punto son operativas las
esperanzas depositadas por el entrenador y su deportista en el desempeño de un
determinado rol por este ultimo y en los esfuerzos de ambos para comportarse
como se espera de ellos, por ejemplo, para el entrenador el deportista “debe”
mostrar tensión pre competitiva, porque de lo contrario no procura realmente dar
de sí el máximo; para el deportista el entrenador “ha de” exhortar y halagarle
porque si no, no comparte suficientemente la situación del deportista o del equipo.
Podemos encontrar aspectos negativos en los entrenadores pero resulta de
interés despersonalizar los mismos, ya que mucho depende no del individuo en si,
si no de aquellos que le permiten asumir el rol de entrenador aun cuando no
poseen las habilidades adecuadas, dando lugar a situaciones negativas dentro de
esta profesión.
Es frecuente percibir que se selecciona a un deportista destacado para ocupar la
posición de entrenador y no hay una asunción preestablecida de que quien fue
buen deportista pueda ser buen entrenador, los roles son muy diferentes.
Para apoyar nuestras palabras citamos la investigación desarrollada por Méndez y
colaboradores, de la Universidad Autónoma de Nuevo León en México, sobre: “El
perfil y preparación académica de entrenadores y directivos” la cual destaca en
sus conclusiones: Las deficiencias en el sistema de contratación o asignación de
plazas de entrenadores y coordinadores deportivos de algunas organizaciones
deportivas surgen como consecuencia de la no existencia, en ocasiones de un
perfil profesional definido para la asignación de plazas laborales. Siendo la
información al respecto escasa e imprecisa sobre el perfil adecuado del
entrenador y dirigente deportivo
Estudio 40 entrenadores, 16 coordinadores y 4 directivos del deporte, mediante un
cuestionario con 30 preguntas con formatos de respuesta tipo likert, en los
factores siguientes:
1) Nivel académico.
2) Preparación posterior a la contratación.
3) Preparación antes de haber sido contratados.
4) Valores.
5) Desempeño.
6) Objetivos.
7) Proceso de contratación.
El 65 % de los encuestados cuenta con una Licenciatura, 25 % presenta Carrera
Universitaria Inconclusa, el 5% cuenta con una Maestría y por último, un 5 % solo
con Nivel Medio Superior (Preparatoria o Bachillerato).
Sobre los cursos que reciben en su formación los entrenadores actualmente
contratados evalúan; un 40% considera que únicamente cubre de forma regular
las necesidades de preparación para un entrenador. Un 27.5% consideran que sí,
de buena forma. Un 17. 5% muy poco y 10% no cubre las necesidades del
entrenador.
Sobre los factores que se consideran para ser tomados en cuenta para la
asignación de plazas y cargos deportivos los siguientes:
En un 15% se piensa en la calidad ética, 45% la preparación académica, un 10%
por haber sido un deportista exitoso y en un 15% por amistades o
recomendaciones.
No podemos decir que esta es una situación que se generalice en todos los
ámbitos del mundo deportivo pero nos brinda junto a nuestra experiencia de
trabajo en equipos deportivos, una opinión muy precisa acerca de la necesidad de
mejorar la selección, capacitación y asignación de tareas a entrenadores dentro de
una determinada organización deportiva.
Es necesario enfatizar que una no correcta selección de un entrenador tiene un
efecto “boomerang” sobre el deporte y el mismo, ya que la no preparación y faltas
de competencia harán de esta persona mucho mas vulnerable al fracaso, al estrés
y a la falta de recursos para poder actuar en las situaciones de crisis que tienen
lugar en el ámbito del deporte de alto rendimiento.
Escenario donde aun teniendo una excelente calificación como entrenador se
deben enfrentar presiones psicosociales muy intensas, por ejemplo, el estudio del
impacto de las condiciones de trabajo de los entrenadores orientó nuestra
atención de forma determinante a raíz de los Juegos Panamericanos y del Caribe,
de La Habana en 1991, debido a que se elevo la morbilidad de enfermedades
crónicas no transmisible en nuestros entrenadores.
La apreciación por medio de la simple observación, los contactos y entrevistas
demostraban que un conjunto de factores se relacionaban con la percepción de
estrés en los entrenadores, de las que se destacan:
•
Grado elevado de compromiso con el éxito.
•
Edad más avanzada que los deportistas y mayor tiempo en el deporte.
•
No realizan ejercicios físicos de forma sistemática.
•
Complejidad de su tarea.
•
Tienen que permanecer de forma pasiva en las competencias.
•
Dificultades con su familia.
La respuesta a las percepciones de amenaza, puede dar lugar a estados
psicológicos negativos al entrenador. Entre éstas es imprescindible señalar:
-
La excitabilidad elevada, nerviosismo, tensión psíquica.9
-
El estado de ánimo inestable, irritable y susceptible.
-
La sensación de intranquilidad, preocupación, alarma, etc.
-
La pasividad e indiferencia en las relaciones con los que le rodean.
-
El abatimiento provocado por la insatisfacción de una necesidad personal
importante.
-
La sensación de incertidumbre,
personalidad.
inseguridad y desdoblamiento de la
-
El cansancio y la desolación como resultado de un agotamiento psicológico y
físico.
-
El miedo y preocupación por traumas condicionados y enfermedades, etc.
Todo esto deteriora la capacidad organizativa del entrenador y como
consecuencia, da lugar a:
-
una forma irreflexiva de la organización y conducción de los entrenamientos.
-
la falta de criterios exactos para la valoración de las acciones de los
deportistas por parte del entrenador.
-
la falta de elaboración de las formas de los estímulos morales y materiales y
de los castigos.
-
la ausencia de perspectivas para el crecimiento de los deportistas.
-
Aceleración de las cargas de entrenamiento, todo lo cual conduce a una
sobrecarga física y psíquica.
-
la ausencia de objetivos exactos, tareas y concordancia para su
estructuración, etc.
Ocasionando conflictos entre los entrenadores y los deportistas con motivo de:
a) Ausencia de dominio de sí, incapacidad de esperar con paciencia el resultado
final y la realización de las acciones en entrenamientos y competencias.
b) Incapacidad para realizar un análisis preciso de las acciones de los
jugadores.
c) Indisciplina.
d) Ausencia de aspiraciones y perseverancia en la adquisición de los objetivos
planeados.
La influencia de estas cualidades negativas sobre una situación de conflicto se
acelera o debilita en dependencia del estilo de dirección del entrenador.
Por todos esos motivos se llevo a cabo una investigación con:
Una muestra de 20 entrenadores, de 8 deportes, con edades comprendidas entre:
36 a 39 años: 5, 41 a 48 años: 6, 50 a 57 años: 5 y 58 a 62 años: 1, Se tomaron
como variables a estudiar: Percepción del estrés, Vulnerabilidad al estrés,
Cualidades generales de
la personalidad, Estilo de
enfrentamiento
percibido.
al
estrés
Los
liderazgo, Estilo de
instrumentos empleados
fueron:
Instrumentos: Historia clínica. Mediciones cardiovasculares. Planilla “Control de un
día normal de trabajo. Escala de estados interiores. Escala de significación de la
competencia. Planilla de “Análisis del control de la tarea. Los resultados arrojaron
las señales siguientes: Síntomas generales. Problemas con el sueño. Frecuentes.
47% Desarreglos digestivos. Algunas veces. 53% Dolor de cabeza. Algunas
veces. 50% Gripe. Algunas veces 47%. El 10% sufre de hipertensión. Patrón de
conducta A: 47% Peso Corporal: 80% con más de 70 Kg. Horas de sueño: 6,9
Consumen bebidas alcohólicas: 88% Promedio de la Tensión Arterial. Sistólica
146. Diastólica 89. F. C. 90 Temperatura 36,5 F. R. 19. Sobre el Control de un día
normal de trabajo: Déficit de tiempo en: el trabajo, trasladarse, atención a la
familia, en satisfacer necesidades fisiológicas.
El análisis de la tarea reveló que se presentaron: 10% de situaciones nuevas
imprevistas, 8% la necesidad de hacer cambios tácticos de última hora, 16% los
contrarios se exhibieron en forma inesperadamente buena, 18% de sus
deportistas no cumplieron, 6% los jueces o árbitros realizaron decisiones
adversas.
Todo lo anterior develó como las condiciones de trabajo se convierten en
verdaderamente estresante para el entrenador.
Más adelante, señalaré en la última parte de la conferencia las medidas,
intervenciones y acciones encaminadas a amortiguar la repuesta subjetiva
negativa a las condiciones de trabajo del entrenador con recursos y habilidades
psicológicas para garantizar la salud y para su labor.
Siguiendo esta línea de investigación, relativa a la salud de los entrenadores en el
año 2000 indagamos, García Ucha (2000) el burnout por ser una respuesta
subjetiva importante al estrés crónico que padecen por sus funciones los
entrenadores. A
20 entrenadores latinoamericanos, que dirigen equipos
deportivos de alto rendimiento se evaluaron por medio del Inventario de Potencial
de Burnout de Potter, B. (1998).
El inventario cuenta con 48 alternativas las cuales se responden por medio de un
rango que abarca un continuo del 1 al 9. Los extremos de las respuestas se
identifican con “Raramente” y “Constantemente”. Cuenta, además con 12 escalas,
cada una con 4 alternativas. Las escalas son:
-
Impotencia
-
Desinformación
-
Conflicto
-
Pobre trabajo de equipo
-
Sobrecarga
-
Aburrimiento
-
Pobre retroalimentación
-
Castigo
-
Alineación
-
Ambigüedad
-
Ausencia de recompensas
-
Conflicto de valores
Los resultados del Inventario, los clasificó como de promedio de “Bajo” Potencial
de Burnout. Ahora bien, el valor máximo de la muestra que es de 230, se
encuentra en un rango comprendido entre 169 y 312 considerado como
moderado. En estos casos se recomienda desarrollar un plan para afrontar las
áreas con problemas.
La escala del inventario con mayor puntaje fue “Sobrecarga”, un análisis de
contenido de la escala, resalta el déficit de tiempo para cumplir las tareas como el
más destacado, que corrobora la investigación anterior, La variable déficit de
tiempo es reconocido por su valor ansío génico en diversas investigaciones
realizadas en el campo del estrés.
Asimismo, la sobrecarga, como producto del volumen de trabajo.
Otros resultados fueron encontrados en la escala “Castigo” sobre todo, por los
valores alcanzados en la alternativa 29, los cuales son los más elevados de todas
las preguntas (7.33 como promedio) y que expresa:
29. Mi superior (supervisor) es crítico.
Otras escalas que reclaman análisis preciso en el futuro son: “Alineación”,
“ambigüedad” y “conflicto de valores” donde el promedio de las respuestas
alcanzan 8 a 7.5 puntos.
Resulta evidente que la labor de entrenador presenta un estrés sostenido capaz
de generar diferentes grados potenciales del Burnout.
Capel, Sisley, y Desertrain. (1987) estudiaron 332 entrenadores la relación entre
los entrenadores con burnout por medio del MBI obteniendo una frecuencia de
burnout baja, en concreto aparecen puntuaciones medias en: reducida realización
personal y bajas en: agotamiento emocional y despersonalización, argumentaron
que la causa del burnout se relacionaba con los roles de ambigüedad y conflicto,
encontrando una relación estadística significativa entre estas variables. Para
reducir la ambigüedad y el conflicto se hace necesario delimitar las metas de
rendimiento y las directivas por las cuales los entrenadores deben ser evaluados.
Kroll, (1982) estudió a 93 entrenadores de deportistas de escuelas de enseñanza
superior y colegios de entrenadores y describió que los aspectos más estresantes
de sus trabajos para el 50% lo constituía la falta de respeto de sus deportistas,
20% lo asociaban a no ser capaces de “llegar” a sus deportistas, esto es que no
eran capaces de establecer una comunicación efectiva con ellos. De aquí, se
concluyo que uno de los estresores más agudos está vinculado a la calidad de la
relación entrenador-deportista.
Garcés ( ) en una revisión de la literatura sobre el tema concluye:
-Existe una relación significativa entre las variables personales y situacionales y la
aparición de estrés en cuanto a la presencia del síndrome.
-El mayor contribuidor al burnout en entrenadores es el agotamiento emocional,
seguido de la despersonalización y la reducida realización personal.
-Las entrenadoras muestran niveles más altos de burnout que los entrenadores, y
además se asocian al alto índice de abandono prematuro de la profesión
encontrado en las mujeres.
-Entre las diversas variables predictoras del burnout, el conflicto de rol es la más
relevante, independientemente de la asociación que presente con el sexo del
entrenador, la falta de apoyo, la ambigüedad de rol, las interacciones personales
mantenidas, entre otras, que condicionan la mayor o menor frecuencia del mismo.
En la última de nuestras investigaciones, aun no publicada, con 78 entrenadores,
encontramos por medio de un estudio cualitativo que las tres fuentes de estrés
más significativas asociadas con los roles del entrenador son: ambigüedad y
conflicto de rol, y sobrecarga de trabajo. Todo lo cual corrobora los resultados
anteriores.
El sentimiento de incertidumbre que se da cuando el entrenador siente que se
enfrenta a obstáculos insalvables para el proceso de competencias deportivas.
El conflicto de rol tiene lugar cuando la preparación y el entrenamiento deportivo
se complican por la interferencia de familiares, directivos, la ausencia de
financiamiento, baja disposición a rendir de los deportistas, conflictos en el equipo
o disputas con el personal de apoyo.
La sobrecarga del rol implica generalmente asumir más responsabilidades de las
que permiten el tiempo y la energía. Una cuarta fuente de estrés es
Los psicólogos del deporte siguiendo el principio de que lo más importante no se
agota en el conocimiento de la realidad sino en su transformación a formas
superiores de desarrollo nos hemos planteados acciones dirigidas a asegurar,
perfeccionar y elevar la calidad del trabajo y la existencia de los entrenadores.
Las propuestas para apoyar y auxiliar a los entrenadores se relacionan con:
•
Aportar a los entrenadores estrategias psicológicas para mejorar su
competencia profesional.
•
Aportar a los entrenadores estrategias psicológicas, que puedan utilizar
para la mejora del rendimiento deportivo de sus jugadores y equipos, tanto
en los entrenamientos, como en los partidos.
•
Ofrecer una metodología de trabajo en forma de taller para la formación de
los entrenadores.
•
Utilizar como herramienta metodológica las dinámicas de grupo para el
aprendizaje de las estrategias psicológicas.
En suma, se han seguido tres tipos de acciones:
1. Capacitación en Psicología del Deporte.
2. Entrenamiento en habilidades sociales.
3. Intervenciones psicológicas.
La capacitación de los entrenadores en el área del entrenamiento deportivo se
beneficio mucho por los avances en la enseñanza en el campo de la Educación
Física aun cuando trasladar estos conocimientos a las condiciones específica del
deporte de alto rendimiento conlleva un esfuerzo de adecuación.
Pérez Ramírez (2002) destaca como se han identificado las estrategias más
efectivas que deberían utilizar los entrenadores para la instrucción.
Si bien, esto ocurre en el área del deporte, la formación de los entrenadores en
Psicología del Deporte, donde a nuestro juicio los programas de capacitación no
tienen un diseño curricular adecuado en relación con los requerimientos de la
práctica, y la identificación de acuerdo con los problemas que pueden presentarse.
El entrenador debe conocer cómo evaluar y aplicar métodos psicológicos para su
aplicación, al alcance de su formación como entrenador y debe a la vez discernir
aquellos problemas que por su complejidad requieren de la asistencia de un
psicólogo.
Los programa de capacitación de entrenadores a veces presenta un grado muy
variable de profundidad llegando, a menudo a facilitar test e instrumentos de
evaluación que sólo un especialista en psicología puede hacer uso de ellos,
poniendo en riesgo que el entrenador asuma tareas como si fuera un psicólogo,
con sus consecuencias negativas tantos para sus objetivos de trabajo como para
el deportista.
Los programas de capacitación deben de velar por identificar aquellos problemas
que en el entrenamiento y a la competencia se relacionan con la psicología y cual
debe ser el grado de conocimiento que sobre los mismos debe tener el
entrenador.
La psicología puede ser un área muy compleja dado el gran volumen de su
producción científica altamente especializada, en estos momentos.
Acerca del entrenamiento en habilidades sociales, el cual consideramos de un
interés extraordinario para el desarrollo de competencias en el rol del entrenador,
se realizan estudios de gran interés y con resultados muy alentadores, por ejemplo
la investigación realizada por Gimeno Marco (2003) con el propósito de la
descripción y evaluación preliminar de un programa de habilidades sociales y de
solución de problemas con padres y entrenadores en el deporte infantil y juvenil.
Este programa consiste, básicamente, en sesiones de entrenamiento en
habilidades sociales y de solución de problemas de entrenadores y padres, de
cuatro y dos horas de duración, respectivamente. El contenido de estas sesiones
se apoya en las direcciones de una guía de habilidades sociales y de un folleto
informativo elaborado específicamente para este fin. Este programa fue evaluado
durante 7 meses por medio de la opinión de entrenadores y padres acerca de las
sesiones de entrenamiento y de los materiales de apoyo (guía de habilidades
sociales y folleto informativo). Los resultados reflejan una valoración muy positiva
de ambos grupos (entrenadores y padres), destacando su utilidad para aprender y
conseguir actitudes y conductas mas adecuadas en este contexto.
En suma aquí aparecen como cuestiones de importancia.
Ante las alternativas planteadas, resulta recomendable que se llevan a cabo
cursos, talleres, actividades y consejos a los entrenadores por los psicólogos del
deporte.
Entre las actividades a realizar con los entrenadores con vistas a apoyar su rol
tenemos:
•
El Entrenamiento Socio Psicológico, el cual tiene el objetivo de potenciar el
empleo contingencias de las Estrategias de Solución de Conflictos. Los métodos
y técnicas empleados son: Observaciones, Entrevistas, Cuestionarios, Juego de
roles, Socio drama, Debate y Análisis de situaciones; propiciándose con ellos el
auto-análisis individual.
•
En Entrenamiento en la Solución de Problemas.
•
En Entrenamiento para mejorar y perfeccionar la comunicación.
•
Las habilidades para aplicar los procedimientos de establecimiento de metas.
•
Las intervenciones para el dominio de los aspectos negativos del estrés.
•
El Entrenamiento en sensibilización en relaciones sociales
Al referir nuestras experiencias en la realización de intervenciones psicológicas
directas con los entrenadores, en 1992 abrimos un centro de atención psicológica
a entrenadores. El cual no tuvo una respuesta en el sentido de asistencia de los
entrenadores. Varios factores condujeron a que personas sometidas a alto riesgo
como consecuencia del estrés laboral no fuera, ante todo una resistencia derivada
de la presunción de que no debían de demostrar debilidad al acudir en ayuda de
los psicólogos para sus problemas y dificultades y en segundo lugar como se
pudo comprobar por encuestas realizadas, un débil desarrollo de las creencias de
salud, la autovaloración no adecuada de las presiones, del déficit de tiempo a que
estaban sometido, la presión por tener éxito y no permitían ocuparse de su salud a
estos especialistas.
Se trazo como estrategia el chequeo médico psicológico anual de los
entrenadores y la orientación de incorporar a los entrenadores a las prácticas de la
preparación psicológica de los deportistas para las competencias por parte de los
psicólogos que atienden los equipos deportivos lo que viene dando resultados
positivos.
En aquellos casos que acudieron a recibir orientación psicológica, una estrategia
que tuvo excelente resultados, consistió en emplear intervenciones psicológicas
no verbales en la fase inicial de todo proceso de desarrollo de habilidades de
afrontamiento al estrés.
Nos referimos a la relajación, la respiración como técnica reguladora de los
estados emocionales, la música terapia y otras.
Solo cuando el estado psicológico del entrenador comienza a modificarse por
medio de estas intervenciones era que facilitaba la utilización de otros tipos de
intervenciones, incluyendo aquellas relativas a la esfera de las ideas y los
pensamientos, como lo es la terapia racional emotiva de Ellis y otras de carácter
cognitivo social.
Las experiencias descritas con anterioridad nos llevan a la conclusión de que la
menciona los entrenadores por parte de los psicólogos del deporte es un área que
merita continuar su estudio e investigación, además de convertirse en un
escenario de constante atención por parte del psicólogo.
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