rkllas artes. cuarto mexg ua xte. - Biblioteca Virtual Miguel de

jESPA
PRECIOS DE SUSCRICION, PAGADEROS EN ORO.
ANO XXXV. —NUM. XLVIII.
SEMESTRE.
TRIMESTRE.
ADMINISTRACIÓN:
I Madrid....
Provincias.
Extranjero.
35 pesetas.
40
id.
50
í'i.
18 pesetas.
21
id.
26 ifl.
10 pesetas.
11 id.
i-i
id
ALCALÁ, 2 3.
Cuba, Puerto Rico y Filipinas..
Demás Estados de América y
Asia
Madrid, 30 de Diciembre de 1891.
RKLLAS ARTES.
CUARTO
M E X G U A XTE.
CUADRO I)E M. MARGITAV.
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12 pesos fuertes.
7 pesos fuertes.
60 pesetas 6 francos.
35 pesetas ó francos.
410
LA ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA Y AMERICANA.
acerca de la gloria de Colón y de cuantos contribuyeron y le ayudaron al descubrimiento del Nuevo Mundo.
SUMARIO.
TfXTo —Crónica general, por D. José Fernández Bremón.— Nuestros grabados , por D. Eusebio Martínez de Velasco.— La Ladrona (conclusión), por
Jorge Ohnet. — Los Teatros, por D. Mariano de Cavia.—Tipos madrileños,
por D. Carlos Frontaura. —A un pretendido ateo, soneto, por D. José María de Luna.—Aniversario, poesía, por D. Federico ftalart —Por ambos
mundos, por D. R. Becerro de Rengoa.—Libros presentados á esta Redacción por autores ó editores, por E. M-de V. — Sueltos. — Advertencias.—
Anuncios.
GRABADOS. — Bellas Artes: Cuarto menguante , cuadro de M. Margitay.—
Retrato de S. A. R. Víctor Manuel de Saboya, conde de Turín, frincife
senador de Italia.—La Expulsión de los judíos en Rusia: La hora de la menestra en un buque de emigrantes.— Madrid: Inauguración de la estatua de
D. Alvaro de Bazán por S. M. la Reina Regente, el 19 del actual. — (Del
natural, por Comba.— Bellas Artes: ¡Feliz Año Nuen*!. cuadro del académico G A. Store y. — /-i Adoración de los Santos Reyes, cuadro del célebre Lucas Giordano, existente en la galería de pinturas de D. Pedro
Bosch , de Madrid. — Madrid : Desfile de los tropas ante S. M., después de
la inauguración de la estatua He D. Alvaro de Bazán f Dibujo del natural,
por Comba.) — Retrato del Excmo, Sr. D. Ernesto Polack, presidente del
Crédito Moviliario Español ; murió en París, el 17 de Noviembre óltimo.—
Los sucesos de China: Un tribunal en Tung-Tchaí,
A pesar de ser noche de nieve, el salón del Ateneo
estuvo lleno de gente. La conferencia duró hora y media, fue muy aplaudida y dejó en el ánimo de los oyentes una impresión doblemente grata, que no terminó
con el estruendo de los aplausos y el recuerdo de la
elegante palabra del Sr. Becerro de Bengoa, sino que
persistirá ron las imágenes que supo grabar en el cerebro de sus oyentes su especialidad de dibujante.
•#*
La suscrición del empréstito- de 250 millones no ha
gustado á los inteligentes: estas operaciones no resultan bien si no suma el importe de lo suscrito dos ó
tres veces la cifra total del empréstito , de manera que
en el prorrateo sólo quede interesado cada suscritor en
una mitad, tercio, ó parte aun menor de la cantidad
por q je se había inscrito; y como los suscritores tienen
que depositar una parte del capital que representa su
CRÓNICA GENERAL.
operación, sucede á menudo que todos los depósitos
reunidos superan á la totalidad del empréstito ó le cubren. No siempre son verdad esos éxitos ruidosos, sino
'.o quisiéramos despedir el año y cerrar el artificios de crédito, para dar valor momentáneo á un
'jr'i tomo de LA ILUSTRACIÓN con tristeza y
papel y obtener una prima que paga con gusto el pú?r
aparato fúnebre; pero la muerte del Ar- blico bonachón que no sabe juzgar si una operación es
f zobispo de Toledo, Primado de las Espa- buena por sí misma, y calcula su bondad por el éxito
ñas, Cardenal Paya, es un acontecimiento aparente , comprando con premio lo que pudo adquirir
grande y doloroso, aunque no inesperado, sin él, y entregando su dinero en la confianza de que
que se impone á la crónica como asunto precuando tantos solicitan esa deuda, debe ser muy venferente. La Iglesia ha perdido en el venera- tajosa. El empréstito se ha cubierto con un exceso de
ble anciano que acaba de morir un sabio, un sa- 52 millones, es decir, lo que ha importado la suscrición
cerdote virtuoso, un hombre de carácter, un particular, según las cifras y datos que publican los pegran orador, un teólogo eminente y un humanista riódicos: quedan, pues, obligados los suscritores á toconsumado. Había cumplido ochenta años el 20 de este mar las cinco sextas partes del capital por que se habían
mes: era natural de Benijama, en la provincia de Ali- suscrito; y los que hicieron la operación calculando
cante, y discípulo, y luego profesor, ¿e la Universidad que acudirían más capitales y les tocaría á menos en el
de Valencia. Había sido periodista notable en El Eco reparto, se encuentran interesados en cantidad mayor
de la Religión; lectoral de Toledo por oposición, y de la que habían supuesto. Como los banqueros no
obispo de Cuenca por sus méritos y virtudes. En 1S69 suelen hacer estos negocios para guardar papel , sino
fue uno de los oradores que más brillaron en el conci- para ganarse una prima quizás sin desembolsar un cénlio que decretó la infalibilidad del Pontífice: en 1871 timo, ó por la imposición rápida de una fianza, nos
fue diputado por Guipúzcoa; Arzobispo de Santiago en queda una duda: ¿es una operación tan provechosa
1874, y de Toledo al renunciar esa sede el P. Ceferino para los interesados que hayan preferido quedarse con
González. Se le atribuyen dos fundaciones caritativas ella en gran parte, sin excitar por los procedimientos
en Galicia: un asilo de ancianos, y el manicomio de usuales en favor del negocio á los imponentes? Porque
Conjo; muchos actos de caridad y un gran sentido de no tenemos duda de que no ha habido interés en llamar
las realidades de este mundo, no siempre común en los al público ¿Es un fracaso para la alta banca, y una
teólogos. «Un Obispo menos , dirán algunos: una luz
señal de pobreza, ó poca confianza? A la cuestión de
más que se apaga, diremos nosotros.» Así termina su
pobreza contestaremos que un país en donde se juegan
biografía el Sr. D. A. S., á quien hemos seguido en esta en una sola lotería cinco millones de duros no es pobre.
breve noticia del insigne purpurado.
Y si es verdad lo que afirman los periódicos, de que el
La traslación de sus n stos á la grandiosa catedral de
empréstito es gravoso para el Estado, por fuerza ha sido
Toledo, en donde quedan enterrados, ha sido una cebeneficioso para el suscritor. ¿Cómo no han acudido
remonia imponente , desplegando sus aparatos fúnebres las gentes á esa golosina , si era tal en realidad ?
la Iglesia y el Ejército. (Jueda vacante la prelacia primada de España; U que en tiempos pasados constituyó
un señorío que impuso con frecuencia su voluntad á la
Señor D. Mariano de Cavia:
Corona: hoy sólo ejerce una influencia espiritual, más
Esta tiene por objeto dar á usted gracias por los pilejana, aunque más independiente, desde la creación
ropos que en su primera crítica de teatros me dedica,
de la diócesis cortesana de Madrid-Alcalá, destinada á
sufrir los rudos contactos de la política diaria y de la y la bienvenida á este periódico, en el cual, los redacvariación de las costumbres Despidamos con pena al tores y colaboradores solemos no conocernos, y desde
luego no encontrarnos nunca, romo no sea por esos
eminente prelado que deja tan respetable memoria.
mundos de Dios. Usted era buen amigo hace ya algu***
nos años, así que la sorpresa que tuve al verle encarNuestro ilustrado colaborador Sr. Becerro de Bengoa gado de la crítica de teatros en este periódico, fue muy
ha dado á las conferencias del Ateneo un nuevo atrac- grata, porque me prometí mucho de su ilustración y
tivo, aclarándolas gráficamente por medio del dibujo, entendimiento, y me sorprendió sólo en el concepto de
en que es muy diestro; habilidad que le permite ilustrar que tomase usted á su cargo una tarea tan difícil é incon la línea lo que describe con la palabra. Decíamos grata como es la de repartir en justicia el aplauso y la
de la conferencia del Sr. Pérez de Guzmán, que debería desaprobación á las obras teatrales, que tan mal reparpublicarse con todos los retratos atribuidos á Colón; y tidos andan en casi todos los periódicos. Así como comañadimos, respecto de la del Sr. Bengoa: ¿saldrá á íuz padezco de veras á todo el que es elegido académico
con viñetas trazadas por el autor de aquel notable y de la Lengua, como va á serlo en breve mi antiguo
ameno discurso?
amigo D. Santiago de Liniers, escritor castizo y de gran
Su conferencia fue una monografía completa del his- imaginación y entendimiento, así compadezco á los que,
tórico convento de la Rábida. Para describir su situa- como usted, emprenden la dura profesión de críticos,
ción sobre el puerto de Huelva, trazó en el encerado que trae consigo el descrédito, si se convierten en arma
el croquis de aquellos lugares, con todas las marismas, ofensiva para ¡os adversarios y defensiva en favor de
esteros, canales, torres y pueblos. Hizo la historia anti- los amigos, ó causa no pocos sinsabores cuando se
gua de los mismos, detallando los diversos puntos que practica con sinceridad y honradez: y si la crítica es
en España llevan el nombre árabe de la Rábida. Indicó siempre difícil, más lo es en tiempos como los actuales,
lo que fue su convento desde el siglo xm, y dibujó la en que tan revueltos andan los ideales estéticos, y cada
imagen de la Virgen que allí se venera, presentándola cual inventa una poética hecha para su uso particular,
primero en la forma escultórica que tiene, y vistiéndola y para echar del Parnaso, permítame usted esta antidespués con su ropaje actual. Expuso la obra que los gualla, á los que tienen talento de diversa condición.
alarifes mudejares hicieron en el templo y claustro en Cuando se disputan la representación del arte magos y
el siglo xv; estudió la llegada y estancia de Colón, y sus decadentes, clásicos, naturalistas, y los que en el teatro
trabajos y peregrinaciones por España desde 14S5 á realista de París tienen que responder de sus desmanes
1493, en que volvió de América. Se fijó mucho en las ante los tribunales de justicia; y serían capaces de popersonalidades del médico de Palos García Hernández ner en escena, sin corte alguno, la misma Celestina: y
(y en el estado y conocimiento de la medicina en aque- cuando un crítico tan honrado como Sarcey acepta con
llos tiempos), y de D.a Beatriz Enríquez de Arana, ma- escrúpulo y á regañadientes el teatro de Shakespeare,
dre de Fernando Colón, demostrando la gran influencia y una parte de la juventud literaria de París se comque tuvo en la vida del gran descubridor. Describió des- place en presentar como suprema expresión de la bepués el convento en su estado actual, dibujándolo según
se ve desde la ría de Huelva, y según es, con el plano lleza lo canallesco y repulsivo, créame usted, amigo
de todas sus dependencias, en las que marcó las dife- Cavia, que es tarea ardua la de administrar justicia aun
rentes construcciones de los siglos xm, xv y restantes. en lo que tiene condiciones literarias, á más de la cuestión eterna de distinguir lo nuevo de lo viejo y lo bajo
En la historia moderna del monasterio recordó los y ramplón de lo selecto, y el chiste ingenioso de la graviajes é impresiones de \V. Irving, de Amador de los cia chabacana. Le admiro á usted como si se hubiese
Ríos (1S49) y de Delavigne; las restauraciones intenta- hecho cartujo.
das en 1855, y la que con tanta inteligencia y discreción
Precisamente en estos días ha perdido Francia dos
está realizando hoy el arquitecto y profesor Sr. Ve- críticos notables: Wolf y Lapommeraye. El primero
üzquez.
consiguió como periodista el triunfo mayor que es daPidió que, como complemento necesario y vivo de ble alcanzar en la prensa: haber nacido en país extranesta restauración, se devuelva el convento á los Padres jero y llegar á ser el redactor literario mejor pagado y
Franciscanos, y elogió como se merecen las obras des- más leído del periódico parisiense por excelencia ; y
criptivas que acerca del edificio han publicado el reve- sin embargo de la inmensa imaginación que supone esa
rendo P. Coll, Santa María y Amador de los Ríos, ter- tarea y esa serie de victorias casi diarias, apenas se
minando el discurso con patrióticas consideraciones concede importancia á su trabajo critico, desdén que
I
Anterior
N.° XLVII1
N.° XLVIII
LA ILUSTRACIÓN
viene á ser la condenación de todo trabajo periodístico. <Y en vez de huir de la prensa se ata usted más á la
NUESTROS GRABADOS.
cadena ? Vuelvo á compadecerle. Yo soy de los arrepentidos: si en vez de escribir, amén de todo mi pasado, la crónica de diez y seis años, hubiera hecho un |¡.
BELLAS ARTFS.
brito histórico de cualquier época lejana, extractando
una crónica vieja, podría aspirar á ser académico de la J Cuarto menguante, cuadro de Margitay.—¡Feliz Año Nuez'o!, cuadro de
Historia, que es mi debilidad, no por el honor que reStorey.—La Adoración de los Santos Reyes, cuadro de Lucas Giordano.
presenta , sino por los libros que se regalan , tanto, qu e
sime envían los libros, renuncio á mis pretensiones (imDe las opacas nubes que obscurecían la luna conyupero ¿qué he hecho, qué va usted á hacer, y todos los
gal ha surgido estruendosa borrasca: la mujer, de codos
que escribimos en periódicos? Algo que no es literatuen la mesa del abandonado almuerzo, llora con amarra: si hacemos historia, no es historia; si crítica, si poligura; el marido, de espaldas á la chimenea, con expretica, ó si economía, no es ciencia, sino pasatiempo pe.
sión de enojo en el semblante y en actitud de suprema
riodístico. Más le valiera á usted haberse declarado saindiferencia, finge leer un periódico; la suegra dirige
bio en literatura dramática, que la sabiduría no es como
miradas rencorosas al airado yerno
Y entretanto la
las verdades matemáticas, que han de demostrarse,
picaresca y gentil criada contempla con irónica sonrisa
sino como las declaraciones de edad hechas en el pa'
aquella borrascosa escena.
drón por las señoras. Ha preferido usted demostrar con
Tal es el asunto del cuadro titulado Cuarto menguante,
sus artículos que sabe usted distinguir en el teatro lo
original del pintor ruso M. Margitay, que publicamos
verdadero de lo falso. Concluyo compadeciéndole por
en la plana primera.
tercera vez. Todo está ya clasificado: hay eminencias
indiscutibles; autores que acaparan la gracia y el genio; /'diz Año Suevo1, exclama esa linda colegiala, incliespecialidades inscritas en una especie de registro de
la propiedad
¿quién puede derribar ese tinglado?
nando graciosamente su rubia cabecitay saludando con
su blanco delantal.
**
Es reproducción de un bello cuadro del académico
La policía francesa ha dado una prueba más de su
inglés Jorge A. Storey, el interesante grabado que dahabilidad descubriendo al asesino de la Baronesa Demos en la pág. 41 <">.
llard, que ha resultado ser un joven oficial de infantería,
antiguo protegido de la víctima, y que había quedado
de reemplazo por deudas y mala conducta. Un cuchillo
En la conocida galería de pinturas del Sr. Bosch, de
y un guante y las señas del asesino sirvieron para recoesta corte, existí el hermoso cuadro La Adoración de
nocerle: el culpable ha confesado su crimen, y por conlos Santos Reyes que damos á conocer el grabado de la
siguiente ha desaparecido todo el interés que inspiraba
pág. 417 , según dibujo del Sr. Badillo.
el misterio de aquel bárbaro delito; sólo queda para
Se puede afirmar con verdad que ese cuadro es oriatraer la atención hacia aquel delito ordinario de asesiginal de Lucas Giordano. el célebre fia presto, el autor
nato por el robo la condición de la persona, qne agrava
délos frescos del Escorial y del Casón del Retiro; y
más la situación del criminal. En efecto, ¿cómo había
no hay inconveniente en afirmar también que es uno de
de creer la pobre Baronesa capaz de asesinarla á un
los mejores del insigne maestro.
oficial del ejército, por quien se había interesado, conTal vez por lo mismo algunos inteligentes supotribuyendo á que terminase su carrera? Por otra parte,
nen que es obra de Tiépolo, fundándose en la sentida
la confesión del delincuente prueba que todavía quedan
composición y en la magistral factura; pero no se
en aquel desgraciado restos de pudor: es indudable que
puede dudar de que es de Giordano, un admirable
le hicieron mella las razones y llamamientos que hizo á
Giordano.
su conciencia un pariente de la víctima. Hay crímenes
Hállase este cuadro para su venta, en comisión, en
que obedecen á las dificultades y violencias de una sila mencionada galería del Sr. Bosch, quien garantiza su
tuación desesperada; otros á simple perversión: el de
autenticidad y buena procedencia.
Anastay pertenece,.'! nuestro juicio, álos primeros. Por
cierto que es curiosa la coincidencia de casi todos los
testigos en asegurar que llevaba una cartera de abogaS. A. R. VÍCTOR MANUEL DE SADOYA,
do , y resultar falsa aquella circunstancia: cuando el asesino leía en los periódicos eso de la cartera, vista por
conde de Turín , Príncipe senador de Italia.
tanta gente
se le pasarían ganas de rectificar aquel
A fines de Noviembre último, el Senado del reino de
error, y decir á gritos por las calles: «Mienten los tesItalia se aumentó con un nuevo Principe senador por
tigos; no existe tal cartera. Yo lo sé; yo lo afirmo. Soy
derecho propio: S. A. R. Víctor Manuel de Saboya,
el asesino. Córtenme la cabeza; pero no se hable más
conde de Turín, habiendo cumplido la edad de veinde esa cartera de abogado.»
tiún años el día 24 del mismo mes, presentóse en la
Alta Cámara á ocupar el sillón que le correspondía,
con arreglo al Slatulo.
— Señores—dijo el año 1891 disponiéndose á partir—
Víctor Manuel de Saboya es hijo segundo de Sus Alperdonen mis faltas, y no olviden mis aciertos.
tezas Reales Amadeo Fernando María, duque de Aosta,
— ¿ Aciertos?
y María Victoria Carlota, princesa del Pozzo della Cis— ¡Ya lo creo! he revelado en la recepción de Cronsterna, ex reyes de España; «porque el joven Príncipe
tad la unión de Francia y Rusia, garantía de la paz: he
vio resplandecer en su cuna (escribe L'/llustrazione
derribado á Crispí en Italia
he derrocado en Chile á
Italiana) una de las coronas más hermosas del mundo,
Balmaceda, y á Fonseca en el Brasil: he cortado la cala de España: precisamente en los instantes de su nabeza al asesino Eyraud: he inaugurado una serie de nocimiento, la comisión española que llevaba á Amadeo
tables conferencias en el Ateneo de Madrid acerca del
de Saboya el voto de las Cortes, estaba en la estación
descubrimiento de América: en la guerra de Chile se
de Atocha disponiéndose á ocupar asiento en el tren
han estudiado algunos problemas de la nueva táctica
de Madrid á Barcelona, y en la misma estación el Minaval: he dado popularidad á un novelista, el P. Colonistro de Estado recibió un despacho que anunciaba el
ma, que ha obtenido el mayor éxito de librería conofeliz natalicio del Infante, quien fue aclamado en el
cido hace muchos años: he lynchado á unos picaros itaacto por los individuos de aquella Comisión y por todos
lianos sacándolos de la cárcel de Nueva Orleans
los personajes oficiales allí presentes.»
— ¿Y de eso te envaneces? ¡Asesino!
Nació en Turín, el 24 de Noviembre de 1870, y la an— ¿Yo asesino, cuando he absuelto á todos los procetigua capital del Piamonte, representada por el sindaco
sados por el crimen ocurrido en la calle de la Justa?
ó alcalde conde Felice Rignón, tuvo al Príncipe en la
Además, he erigido dos estatuas en Madrid, las de Don
pila bautismal; por espacio de dos años fue considerado
Jacinto Ruiz y D. Alvaro de Bazán; dos en Asturias, á
como heredero del trono de España, hasta que nació
Pelayo y Jovellanos. He aumentado los privilegios del
en el Real palacio de Madrid su hermano el príncipe
Banco: he pedido que entren las mujeres en la AcadeLuis Amadeo José, el 31 de Enero de 1873; pocos días
mia
Os he dado el espectáculo de un Ministro dimidespués, el 11 de Febrero, su padre Amadeo renunció
tiendo para batirse .... He aplaudido á Guimerá
ala corona y á todos los derechos á la corona, por sí y
— ¡Calla, menguado! ¿te olvidas de los choques de
por sus hijos, retirándose á Italia.
trenes; los terremotos del Japón; la acometida del cuarAlumno del Colegio Militar de Milán y de la Escuela
tel del Buen Suceso, y las víctimas y horrores de Conde Caballería de Pinerolo, subteniente en Niza y hoy
suegra y Almería? Has muerto al príncipe Balduino, heteniente y además alumno de la Escuela superior de
redero del trono de Bélgica; al emperador Pedro II del
Guerra, es, entre sus hermanos, el que más se parece
Brasil, al presidente Grevy, al gran Meissonier, al ilusi su madre en el perfil delicado del rostro, y á su padre
tre Moltke, al poeta Russell Lowell, á Elias Berthet, á
en los modales caballerescos; ha representado á su tío
Wolf, y á tantos extranjeros ilustres
el rey Humberto I en los funerales de Guillermo III de
— No seáis hipócritas: hay en la muerte de los homHolanda, ganando las simpatías de la corte, del ejército
bres notables una especie de placer para las gentes; y
y del mundo oficial y elegante; en las maniobras militasi éstos mueren de un modo extraño, suicidándose
res de Brescia, en el otoño de 1890, dio pruebas de incomo Boulanger, ¡qué asunto de conversación en todas
trepidez que le valieron calorosos aplausos, y en el gran
las tertulias!
simulacro de Montechiari, dando una carga brillantísi— Por ti ha perdido España en las letras á D. Andrés
ma al frente de su escuadrón, el Rey no pudo menos
Borrego, D. Pedro Antonio Alarcón, D. Gabino Tejado
de exclamar con entusiasmo: «¡Bravo, Torino!>
y D. Manuel Cañete; en las ciencias al jurisconsulto
Alonso Martínez y al general Ibáñez; en la marina al alEl retrato que publicamos en la pág. 412 está hecho
mirante Pinzón; en las artes á Valero, el insigne actor, y
por fotografía ejecutada en Septiembre último, en Acal maestro D. Carlos Ribera en la pintura; y en fin, has
qui, pintoresca estación balnearia cerca de Turín.
echado del mundo á tipos tan populares y conocidos
S. A. R. Víctor Manuel de Saboya es el noveno príncomo Sor Patrocinio, Mansi, Ducazcal y el excelente
cipe que entra, por derecho propio, á formar parte del
fotógrafo Debas , á quien acabamos de perder
¡HuyeSenado italiano; porque antes ocuparon también asiento
año infecundo y desdichado: húndete en los abismos
en la Alta Cámara: Víctor Manuel, duque de Saboya.
para siempre!
que fue luego el primer rey de Italia; Fernando, duque
de Genova; Eugenio, principe de Carignano; HumberJOSÉ FERNÁNDEZ BREMÓN.
to, príncipe del Piamonte y hoy rey de Italia; Amadeo,
duque de Aosta; Tomás, duque de Genova; Manuel Fi(1) Declaro qne no pretendo la vacante que ha dejado en la Academia el
fallecimiento del sabio D. Celestino Pujol y Camps. Si lo pretendiese 1»
Hberto, duque de Aosta, y Víctor Manuel, principe de
diría.. Sólo quiero delicadamente ponerme en candidatura para otra ocasión.
Ñapóles, heredero de la corona de Italia.
¿ n la actualidad son cuatro los Príncipes senadores, y
Inicio
ESPAÑOLA
411
Y AMERICANA.
uno solo, el Duque de Genova (que nació el 6 de Febrero de 1S54 1, tiene voz y voto, por haber cumplido la
edad de veinticinco años.
EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS DE RUSIA.
La hora de la menestra en un buque de emigrantes.
«Algo hay en la raza judía que excita contra ella los
odios del pueblo; algo hay también que impone á los
Gobiernos, en determinados períodos, la necesidad de
fustigarla severamente.»
Esta observación que hace un ilustre historiador español, después de narrar las sangrientas revueltas antisemíticas de Toledo. Burgos, Valencia, Barcelona y
Córdoba, en la Edad Media, se debe tener presente en
nuestros días, al contemplar el éxodo de los judíos de
Rusia: millares de familias israelitas, hambrientas y desnudas, expulsadas primero de ciudades tan cultas como
Kieff y Moscou, y ahora de toda la inmensa extensión
del Imperio, dirígense á la República Argentina para
fundar en las soledades de las pampas una vasta colonia , bajo la dirección del mayor inglés Alberto Goldschmidt, como delegado del opulento banquero israelita
Barón de Hirsch.
Nuestro segundo grabado de la pág. 412 representa
un episodio de esa emigración: el reparto de la menestra á los hambrientos israelitas, á bordo del transatlántico Visconsin.
MADRID:
Inauguración oficial de la estatua de I). Alvaro de Bazán.
En la tarde del 19 del actual se efectuó, como anunciábamos en el número precedente, la inauguración
oficial del monumento erigido en la plaza de la Villa, en
esta corte, á la gloriosa memoria de D. Alvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz.
La estatua del <venturoso y jamás vencido capitán»
estaba cubierta con amplia cortina de los colores nacionales; rica alfombra de terciopelo había sido extendida por delante del pedestal, y á la derecha, frente á
la Casa de la Villa, se alzaba la tribuna regia, decorada
con rojas colgaduras, escudos de armas y guirnaldas de
follaje; daban guardia de honor, en los cuatro ángulos
del monumento, dos soldados de infantería de Marina,
uno de cazadores y un marinero, y delante de la tribuna
formaba un zaguanete de alabarderos, con la música
del mismo Real cuerpo; situóse al lado derecho un batallón de cazadores con bandera y música, al frente
una sección de infantería de Marina con la música de
un regimiento de línea, y en las calles Mayor, Bailen y
adyacentes las tres divisiones que mandan los generales /.iriza, Santelices y líorrero.
A las dos y cuarto salió del Real palacio S. M. la Reina
Regente, acompañada de S. A. R. la infanta I).-1 Isabel,
en carruaje á la Daumont, al que seguían otros tres carruajes con las damas de honor y los altos dignatarios
de servicio; y pasando por la calle del Arenal, Puerta
del Sol y calle Mayor, escoltada por una sección de la
< luardia Real, llegó á la plaza de la Villa á las dos y media en punto.
Frente al monumento recibieron á S. M. y á S. A. R.
los individuos de la Junta del Centenario, presididos
por el Si. Pidal y Mon; los Ministros de la Corona, con
su presidente Sr. Cánovas del Castillo; Generales del
Ejército y de la Armada, Comisiones del Ayuntamiento
y Diputación provincial, de los Cuerpos de la guarnición y de varias corporaciones y sociedades; y acto seguido el Sr. Pidal, como presidente de la Junta, leyó un
breve y elocuente discurso, del que transcribimos los
párrafos siguientes:
« Señora: La Comisión permanente del tercer Centenario de D. Alvaro de Bazán cumple hoy solemnemente
su promesa con la nación española, á V. M. que, como
el Rey, es la más alta personificación de la patria, el
honor de dar al aire y á la luz la figura imponente del
gran guerrero, que, como evocado por la Providencia,
surge sobre ese pedestal, no sólo á recordar timbres y
blasones gloriosos del pasado , sino á darnos inmortal
ejemplo de la fe, el valor, la pericia y la constancia con
que se pueden renovar en el porvenir.
• Porque con ser tantos y tan grandes los héroes que
esmaltan los anales patrios con sus memorables hazañas, ninguno quizá como el primer Marqués de Santa
Cruz simboliza tan por completo la empresa que sus
creencias y aspiraciones, la Naturaleza y nus destinos
impusieron á España en la obra común de la civilización.
»¡ De España, Señora, casi circundada de mares,
como nave anclada en el Pirineo, que todos los surcó
victoriosa, que ciñó la corona del mayor imperio colonial conocido, y cuya misión providencial fue salvar la
civilización, hija de la cruz, de la barbarie y del fatalismo orientales, de la media luna!
• Por eso, Señora, V. M., que tantos velos sombríos
ha descubierto sobre los horizontes de la patria, al descorrer el que hasta hoy encubre la estatua de D. Alvaro
de Bazán, no sólo pone fin á un olvido rayano en la ingratitud, no sólo cumple el testamento de la España
heroica, refrendado por el cénit de nuestros ingenios,
consagrando un monumento al héroe de los mares, de
nuestra historia, sino que, como augurando un venturoso porvenir, levanta como un altar á los futuros destinos de nuestra marina con la nueva apoteosis del que
podríamos llamar, de acuerdo con la fama y la tradición, el genio tutelar de las armadas españolas.»
Inmediatamente el Sr. Pidal tuvo t i honor de poner
en manos de S. M. la Reina Regente una cinta de seda
que pendía de la cortina del monumento . y la augusta
Señora efectuó la ceremonia de descubrir la estatua:
cayó la cortina, las tropas presentaron las armas, los
militares saludaron con arreglo á ordenanza, las músi-
cas tocaron la Marcha Real Granadera, y toda la muchedumbre que llenaba las calles y los balcones de las
casas asocióse al solemne acto con manifestación de
respeto, de patriotismo y de generoso entusiasmo.
En seguida, situándose en la tribuna la Reina y la Infanta, entre el Presidente del Consejo de Ministros y el
de la Comisión del Centenario, todas las tropas de la
formación desfilaron por delante de S. M. y de S. A. R. y
frente á la estatua del insigne marino.
Las augustas señoras regresaron al Real palacio, por
las calles Mayor y Bailen, á las tres y media.
A este notable acontecimiento, hermoso cuadro final
de los festejos con que se ha solemnizado el tercer Centenario de la muerte del vencedor en las Terceras, el
insigne D. Alvaro de Bazán, se refieren nuestros grabados de las págs. 413 y 420, según dibujo del natural,
por Comba: el primero representa la inauguración de
la estatua por S. M. la Reina Regente, y el segundo, el
desfile de las tropas después del acto inaugural.
EXCMO. SR. D. ERNESTO POLACK,
presidente en París de la Sociedad general de Crédito Moviliario Kspafiol.
En la mañana del 17 de Noviembre próximo pasado
falleció repentinamente, en París, el Excmo. Sr. Don
Ernesto Polack, presidente en aquella capital de la Sociedad general de (rédito Moviliario Español, y el cual
disfrutaba de grandes simpatías en esta corte, donde
residió largos años al frente de importantes empresas
financieras é industriales
El Sr. Polack (cuyo retrato damos en la página 421,
según fotografía de M. Appert) nació en París el 15 de
de Marzo de 1830; dotado de clara inteligencia, instrucción vastísima y firmeza de convicciones en los asuntos
financieros, ingresó en el Crédito Moviliario, institución autorizada en Francia por decreto de 30 de Noviembre de 1852, y cuya acción principal era debida á
sus dos administradores MM. Emile é Isaac Pereire; éstos le confiaron la empresa de instalar, bajo sus auspicios, el Crédito Moviliario Español, y desde entonces
el Sr. Polack consagró su iniciativa y su actividad al
desarrollo de poderosos gérmenes de riqueza en nuestra patria.
A la vez que presidente en l'arís de la Sociedad de
Crédito, ya mencionada, era administrador delegado
de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de
España, de la Sociedad de seguros El Eenix Español,
de la Compañía del Gas en Madrid, de la Compañía del
puerto de Pasajes y de otras empresas y sociedades industriales de España.
Era también presidente de la Sociedad francesa de
Beneficencia en Madrid, y estaba condecorado con la
cruz de oficial de la Legión de llonor y con gran cruz
de Isabel la Católica desde el 12 de Mayo de 1S69.
LOS SUCESOS DK CHINA.
Un tribunal en Tung-Thai.
Los trágicos sucesos que acontecen en China, especialmente en la comarca de Mongolia, dan triste actualidad á nuestro segundo grabado de la pág. 421, que
representa un tribunal en la ciudad de Tung-Tchai.
«En China (escribe el viajero Jorge Labit) la justicia
es una cosa muy contingente y vaga: si el acusado no
tiene dinero, paga con la cabeza. ¡Tal es la justicia administrada por los mandarines! »
El autor de un delito cualquiera, desde asesinar á un
europeo hasta robar un sapeque ("un céntimo), después
de una prisión más ó menos larga, es conducido á presencia de un tribunal; acusado ó reo, acusadores y testigos, entran en la sala, y avanzan arrastrándose sobre
los codos y las rodillas, y con la cabeza inclinada hasta
el suelo; en semejante postura aguardan el interrogatorio y el veredicto, sin levantar siquiera la mirada hacia
el retrato de Confucio, que preside al tribunal, ni hacia
los caracteres rojos que aparecen estampados en la cubierta de la mesa del mandarín, y que significan: «¡Temed el juicio!»
Después del fallo, el acusado, si es algún pobre diablo que no tiene dinero, paga con su cabeza, y al punto,
porque la ejecución sigue al juicio, á la puerta del tribunal y ante el mandarín ó juez que la ha ordenado.
Si estos hechos horribles, que demuestran la crueldad
y brutalidad del pueblo chino, ocurren en la vida ordinaria, ¿quién puede saber lo que acaecerá en la época
actual de revolución y efervescencia del populacho?
EUSEEIO MARTÍNEZ DE VELASCO.
LA
LADRONA
I'OR
JORGE OHNET (i).
1
- tunante empezaba á atrincherarse detras de una colectividad irresponsable,
á fin de poder negarme luego cómodamente lo que me ofrecía conceder. La
j? entrada del inspector cortó nuestra conversación. Era el inspector un tipo de antiguo cabo de escuadra. Condecorado con la
medalla militar, envuelto en su levita larga
negra, con su corbata blanca, bigote gris áspero, rostro sanguíneo, y orejas enormes, hinchadas y moradas como ciruelas, saludó militarmente,
y e peró.
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(1) Véase el número anterior.
412
LA ILUSTRACIÓN
— Hace poco — dijo Rontemps —
parece que le han llevado á usted una
señora elegante que había sido sorprendida apropiándose unos géneros
del almacén.
— Sí, señor Director, la señora
Condesa de
Bontemps le interrumpió:
— El nombre importa poco, y no
lo quiero saber. ¿Qué clase de géneros se había apropiado ?
— Una pieza de punto de Alencon.
— Bien. ¿Qué impresión le ha producido á usted la señora?
— Señor Director, no me ha producido ninguna impresión particular.
Siempre es lo mismo, siempre la misma actitud y las mismas excusas Ya
lo sabe el señor Director, esas mujeres son todas iguales. En cuanto se
las sorprende, no tienen otra idea que
ver cómo nos pueden embaucar. Lloran , suplican, se retuercen las manos;
hablan de su marido, de sus hijos, de
su madre. No se reirían poco si se las
creyera.. ; Todas unas farsantas!
Y si no hubiera tanta vigilancia, todos
los días se llevarían mil y mil cosas.
— Bueno; pero dígame usted su
opinión acerca de esa señora.
—Mejor educada, mejor aire, mejor
vestida, más astuta que las otras ;
pero, por lo demás, igual.
El mercader se volvió á mí, y me
preguntó:
— ¿Oye usted ?
— Oigo.
El inspector me miró, y dijo:
— ¿Viene este caballero á tratar
del asunto?
¿Pertenece este caballero á la Prefectura de policía?
En ese caso, debe saber
Quedé petrificado, sin saber qué
ESPAÑOLA Y AMERICANA.
decir, admirando la sagacidad del
inspector, que me tomaba por un polizonte.
El comerciante de novedades interrumpió á su dependiente para que no
dijese más necedades, diciéndole con
altanería :
- ; Basta ! ¡ vayase ya !
Apenas salió, me desaté indignado.
—• ¿Qué fe puede usted dar, señor
Bontemps, á lo que dice un hombre
de tanta perspicacia y tan notorio
tacto que me confunde con un agente
de policía? Concedo que mi jerarquía
y mi rango social no están escritos en
mi cara; pero, en fin, ¡qué diablo!
me parece que no tengo yo facha de
polizonte. El inspector es un torpe,
incapaz de formar juicio exacto en casos como el que me ha traído aquí,
y que no se halla en aptitud de comprender si tiene en su presencia una
inocente ó una culpable. Y no podrá
usted menos de convenir conmigo en
que en ninguna de las respuestas á
las preguntas de usted tan claras y tan
expresivas — seguía yo adulándole —
ha podido usted hallar esa claridad
probatoria que determina la convicción. Tiene la costumbre de ver bribonas, y todas las mujeres que le llevan le parecen bribonas. No sabe lo
que se dice, ni ha sabido siquiera decir lo que ha visto. Lo que ha hecho
ha sido abusar indignamente del terror de una mujer desgraciada é indefensa. En todo esto, señor Bontemps,
no hay más que una mala inteligencia.
El señor Bontemps no se había
movido siquiera durante mi arenga.
Tenía los ojos entornados y en los
labios una sonrisita irónica. Replicó
sencillamente :
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S. A. R. V Í C T O R
MANUEL
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DE SABOYA,
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CONDE DK TURÍN, «PRÍNCIPE SENADOR» DE ITALIA.
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R U S I A . — EXPULSIÓN
DE LOS J U D Í O S : LA HORA
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DE LA MENESTRA
EN UN BUQUE
DE E M I G R A N T E S .
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414
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
— Pero el papel que está encima de esta mesa, firmado por la cliente de usted
me parece que es
bien claro y bien explícito
Su redacción no puede
hacer sospechar que haya habido ninguna mala inteligencia.
Cogió el papel y leyó :
«Reconozco haber sido sorprendida infraganti
delito de robo »
Le interrumpí porque aquella lectura me hacia un
daño horrible.
— Bueno, ya sabemos lo que hay escrito en ese papel ; precisamente por eso es necesario que ese papel
desaparezca.
El director se encogió de hombros.
— Considere usted —dijo—que esta es nuestra garantía única. Gracias á este papel, tenemos la seguridad de que la culpable no lo volverá á hacer, porque si volviera, la reincidencia la pondría en más
grave aprieto. Por la primera vez nos contentamos
con una declaración como esta. De modo que si se la
entrego á usted
— Suponga usted, en principio, que me la entrega
— Por complacer á usted.
Respiré, creyendo ganada la partida. Pero faltaba
saber con qué condiciones, porque el tendero con
quien trataba yo no es hombre capaz de capitular
por nada.
— No se dirá — dijo — que una persona tan distinguida y estimable como usted, señor Barón, se ha
tomado la molestia de venir á honrarme con su visita y se va sin obtener lo que desea. Pero tampoco
puede tolerarse que una casa como la nuestra haya
podido ser víctima de maniobras de tan mal género —
nuevamente recurría á su facundia administrativa
— sin que el que tiene la misión de velar por intereses de tan grande importancia, haga todo lo que
de él depende para asegurar la defensa de esos intereses. Usted no me negará que se ha cometido un
delito
— Un delito no realizado
— Pero probado, por lo que se nos debe una reparación.
Reparación ; al fin había pronunciado la palabra
que hacía un cuarto de hora esperaba yo. Era la
solución práctica puesta á mi alcance. El asunto se
iba á resolver por una indemnización de daños y
perjuicios, aunque no hubo ninguno. Sólo restaba
fijar la suma.
— Si no comprendo nial, Id que usted me quiere
decir es que esc papel puede ser rescatado ....
— Y es una excepcional condescendencia de nuestra parte—se apresuró á añadir—en obsequio de un
cumplido caballero á quien deseo complacer.
— Es usted muy amable, y ya que estamos de
acuerdo sobre el principio y sobre el hecho, terminemos
¿Cuánto?
— ¿Me ha dicho usted que la familia pertenece al
gran mundo?
Respondí vivamente :
— Al gran mundo extranjero.
Y replicó al punto:
— Entonces, costará menos
¿Pero es una familia rica?
— Lo suficiente, nada más.
— ¿ Tiene coche ?
— Sí, de dos caballos ; no quiero engañar á usted.
—Nosotros somos justos, y es preciso que la reparación sea proporcionada á la situación de los causantes.
— Bien
Esa reparación, en especie, ¿en cuánto
la estima usted?
— En cincuenta mil francos.
Di un salto en la silla.
— ¡ Cincuenta mil francos !
No es floja.
— Únicamente para complacer á usted, que muestra tanto interés en este asunto. Puede usted no
aceptar esta transacción ; en este caso guardaré el
papelito en mi cajón. No haré uso de él, no, no; será
como si no lo tuviera en mi poder.
— No, queremos recogerle
— En ese caso, hay que pagarlo. Y sepa usted que
esa cantidad no ingresará en nuestra caja. Será entregada por mí, para evitar á usted esa molestia, á la
asistencia pública. Se repartirá entre los veinte distritos de París. ¡ Para los pobres, señor Barón, para
los pobres!
Apenas creía lo que estaba oyendo. Miré al señor
Bontemps y me pareció transfigurado. Su fisonomía
vulgar se había ennoblecido y hasta purificado. El
comerciante empedernido, codicioso de la ganancia,
adquiría á mis ojos las proporciones evangélicas de
un San Vicente de Paúl, y echaba yo de menos un
manto azul sobre sus hombros. Sonreía mirándome.
— ; Conque trato hecho, señor Barón ?
— Trato hecho.
Saqué mi carnet y extendí un cheque á cobrar en
el Banco de Francia.
Aquí tiene usted cincuenta mil francos.
-—Aquí tiene usted su papel.
Cambiamos los papeles; me tendió la mano, que
estreché con efusión, y salí. Ya había desaparecido
mi desagradable primera impresión. El negociante
me parecía un hombre de bien, y sabiendo que el
dinero era para los pobres ya no consideraba tan excesiva la suma de cincuenta mil francos. Sin embargo, resultaba que yo acababa de entregar cincuenta
mil francos á un extraño, y por una mujer con quien
no tenia más que relaciones de ceremoniosa amistad.
Mientras volvía á casa, en mi cupe, reflexionaba, y
mi entusiasmo, un poco atenuado, no me impedía
ver las primeras consecuencias de mi generosidad.
¿Quién me aseguraba queme reintegraría del dinero
que acababa de entregar? No tenía ningún recibo, y
la señora Condesa podía muy bien no querer acordarse más de este incidente. Ella, en realidad, había
sustraído los encajes. ¿ ,\o sería capaz también de no
devolverme los cincuenta mil francos?. . ¡Pero no era
yo poco simple preocupándome por semejante cosa!
¿Pues no tenía en mi bolsillo el papel firmado por
ella?
¿Qué recibo, obligación ó contrato tendría
más fuerza que el papel acusador?
¡Pero sentí que
mi conciencia se revelaba!
¡Cómo! ¿me atrevería yo, en circunstancia alguna, á hacer uso de un
papel que el mismo Bontemps decía que no lo utilizaría jamás sino en caso de reincidencia? ¿Sería yo
por ventura menos persona decente, menos delicado
que aquel tendero?
No, yo había adelantado noblemente el dinero á aquella señora. Ella me lo devolvería ó no me lo devolvería, como quisiera. No
sería la primera vez que había prestado favores análogos á alguna amable persona del bello sexo. Frecuentemente había dado cantidades más importantes
y en casos menos dramáticos, y por impulsos menos
excusables. Sin embargo, recordaba á la Condesa, en
pie, en mi escritorio, retorciéndose las manos y en
la mayor desesperación. ¡Qué hermosa estaba en su
angustia! ¡Muy hermosa! Y después de todo, pudiera ser que fuera agradecida... . Esta idea no me
desagradaba: «He pagado por salvar á usted ; piérdase
usted para pagarme! Vamos, estaba decididamente
bajo una mala influencia ; no en vano había removido todo el fango de tan feo asunto. El fango me
había salpicado, sin poderlo yo evitar.
A tiempo que hacía esta desagradable reflexión,
se detuvo el carruaje delante de mi puerta. El movimiento muelle y suave del coche había favorecido
sin duda mis culpables ideas, porque al saltar á la
acera, me reconocí tal como era al salir del suntuoso escritorio del Sr. Bontemps. No me animaba otro
deseo que devolver la tranquilidad á la pobre mujer
que me esperaba sufriendo la más cruel agonía moral. Regocijábame pensando cuánta sería su alegría,
y subí las escaleras todo lo ligeramente que pude.
Empujé la mampara de la entrada, y presuroso crucé el pasillo y penetré en el gabinete
Allí estaba
la hermosa italiana, en el mismo sitio donde la había
dejado, como si no se hubiera movido en todo el
tiempo que estuve fuera, esperando, inmóvil, la
vida ó la muerte. Me vio y se puso en pie. Jamás,
jamás, en mi vida, amigos míos, podré olvidar la
mirada con que me interrogó. Fue aquella mirada
una llama cuyo fuego sentí en el fondo de mi cerebro. Una corriente magnética devoradora hizo vibrar todos mis nervios, y me dejó mudo
quise y
no pude pronunciar una palabra. Extendí el brazo
mostrándole en la mano el papel funesto firmado
por ella, y me lo arrebató brutalmente, animalmente, como si el instinto de la conservación, únicamente vivo en ella, le privara de la finura y delicadeza de sus maneras de persona bien educada y la
volviera al estado salvaje. Dos veces leyó el papel;
lo miró y remiró; se aseguró bien de que era el
mismo que había firmado y no podía haber sustitución ni superchería, y con un grito de alegría lo
arrojó á la chimenea. Miró con una expresión indefinible de felicidad cómo el papel se consumía en el
fuego, y luego, volviéndose hacia mí, tendiéndome
las manos, y con toda su gracia y distinción habituales, me dijo con voz alterada por verdadera y profunda emoción :
— ¡ Oh ! Gracias, gracias de todo corazón
Aquel
hombre no ha sido tan cruel como yo temía
ha
devuelto el papel.
— Lo ha vendido.
La mujer retrocedió un paso.
— ¿Lo ha vendido?
¿Cómo dice usted? ¿Ha
tenido esa osadía?
— Sí, y no he vacilado un punto en adquirir por
ese medio el papel acusador
— ¿Y cuánto?
— Cincuenta mil francos.
— ¿Y los ha dado usted en el acto?
— Como que no había otro medio de salvar á usted.
La Condesa palideció extremadamente. Empezaba
á anochecer, y en la obscuridad del gabinete sus ojos
brillaban como estrellas. Hubo algunos minutos de
penoso silencio, que me producía una ansiedad singular. Mi corazón latía violentamente. Tendí maquinalmente la mano á mi hermosa cliente, que la tomó
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XLVIII
N.° XLVIII
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
415
critorio de usted á sacarle á usted de las orejas á sus vo en un teatro de Barcelona Mar y cielo, traducido poetas catalanes que ni piensan tan alto, ni sienten
y me la apretó febrilmente con las suyas ardorosas....
Merced también á
almacenes, donde le patearé delante de sus depen- por Enrique Gaspar con tanto amor como valor, se tan hondo, ni hablan tan claro
Yo la miré ; ella lanzó un suspiro profundo, y corno
atemorizó ante no sé cuáles crudezas de lenguaje, y esas noticias, se puede concebir cómo el hombre tadientes » Aquella misma tarde recibí el recibo.
obedeciendo á una fuerza superior, cayó en mis
— Esa es la ventaja que tiene haber logrado repu- resumió su juicio en estas palabras: «.Esta es una citurno y hosco, cómo el fiero y áspero poeta, cómo
brazos.
tación de buen tirador
¡ Con usted no se puede obra inglesa; dudo mucho que tuviera el mismo éxito el furioso regionalista, ha venido presuroso y comEl Barón Tresorier, al referir esta aventura, tenía
placido á recibir la sanción y el aplauso de Madrid.
en Madrid.»
la voz tan alterada y conmovida como si todavía se
bromear nadie!
Pocos habrá á quienes parezca el regionalismo,
Un crítico de talento cultivadísimo, el Sr. Ixart,
hallase bajo la impresión de aquel crítico momento
— Y para terminar, mi querido Duverney, vuelvo
en que vio en sus brazos á la hermosa mujer.
á la tesis de usted, que ha sido origen de esta con- participó de semejantes dudas (y en letras de molde, fuere de donde fuere, tan bien como me parece á mí.
versación : ya ve usted como aunque entre los judíos para evitar dudas de otra clase), aun considerando, ¡Qué digo parecerme bien! Hasta me enamora y en— ¡Oh !—exclamó Burat— suspende usted la nano se cuenta más que á los israelitas, no deja de ha- como consideraba, excelente la traducción de D. En- tusiasma, cuando no lo envilece el negociante, lo
rración en la más bonita ocasión. Parece usted un
adultera el cursi, ó lo amengua el tonto. El regionaber también judíos entre los cristianos La moral de rique Gaspar.
folletinista de los que saben colocar oportunamente
Rafael Calvo no acertó al llamar «obra inglesa» á lismo es de necesidad absoluta para dar calor , fuerza
todo esto es que en todas partes hay gente buena y
el Se continuará. Considere usted cómo nos deja susmala, y que en un gran país, ilustrado y liberal co- Alar y cielo. Se equivocó asimismo al dudar que y energía á la vida nacional. «La unidad en la vapendiendo su narración. Duverney está emocionado
mo Francia, las querellas de religión son mezquinas Madrid lo acogiera como lo había acogido Barcelona. riedad es ley <'e la armonía», como se ha dicho ya
como nunca se ha sentido. Rernard-Pellier no sabe
Ixart, en fin, se equivocó también en sus dudas; quinientas mil veces.—Pero, después de estas declapuerilidades.
lo que le pasa, y usted mismo, al recordar ese punto
porque al fin y ala postre, Mar y cielo triunfó aquen- raciones, ¿quién me negará el derecho á declarar
de la historia, se enternece de tal suerte , que si hu-—Amén. Pero ¿qué ha sido de la amable ladrona?
biera aquí orquesta vendría como pintiparado un
— La semana siguiente partió para Italia. Un mes de el Ebro como allende. Y aun se puede afirmar también que en el fondo de los regionalismos más
trémolo pianísimo
Vamos, amigo, refiéranos usdespués recibí de su padre un cheque de cincuenta que la victoria de aquí fue superior á la de allá. Más vehementes y aparatosos no late sino el espíritu de la
ted ya la escena escabrosa
y al natural , los
mil francos, con vagas frases de reconocimiento que feliz la tragedia de Guimerá en la realidad que sus humana y eterna comedia El Desdén por el desden!
Dispútelo quien quiera; pero mientras se averigua
me hicieron sospechar que ignoraba en qué circuns- personajes en la ficción , ha logrado juntar efectivapuntos sobre las ii
Somos hombres solos. No
la verdad, déjenme darme el gustazo de pedirá Guitancias había prestado yo el favor á su hija. Y ya mente el mar y el cielo, que, según el poeta,
quiera usted evitarnos ninguna sensación.
merá que admita el papel del Carlos pintado por
había casi olvidado á la familia italiana, cuando re— Pues bien, señores, aunque parezca á ustedes
s'ajuntan
Moreto, y considere á nuestra villa y corte como á
cibí una carta enlutada, en la que el marido, con
inverosímil, debo decir que no hubo la escena que
no mes en t'horisó
aquella Diana que, al fin y á la postre, no se cuida
profunda aflicción, me participaba haber perdido á
ustedes han imaginado. Sin duda, había agotado en
Ese
mar
es
el
mar
de
Barcelona
,
y
ese
cielo,
el
su
esposa
en
trágicas
circunstancias.
Desde
su
parel coche toda mi perversidad, y en mi gabinete, á
de encubrir el fuego
tida de París, la Condesa había caído en una gran
cielo de Madrid.
diez pasos de mis dependientes, era yo el más moral
que el humo está publicando.
tristeza, tanto más incomprensible, cuanto que ella
¿Cómo se ha operado tan gran milagro?
de los hombres. La hermosa italiana, indudablemenera quien se había empeñado en volver á Italia. No
Advierta, no obstante, el desdeñoso catalanista, el
Por virtud—digámoslo de una vez—de un poema
te, se abandonaba á mi voluntad. Fuera efecto de su
respondía nada á todas las preguntas cariñosas que se que si tiene en su alma algo del alma clásica y algo trágico cantor de la noche infausta de Poblet, el tresistema nervioso, fuera exceso de su gratitud, durante
la dirigían. Algunas veces parecía como que hacía del alma romántica (¡ otro cielo y otro mar !), tiene mendo pintor de La Cabeza de José Moragas, que
algunos minutos estuvo completamente en mi poder.
esfuerzos para vencer su melancolía; se alegraba y
no ha sido por los hermosos versos inspirados en la
sobre todo, mucho del alma española.
Su boca rozaba casi, casi, mis labios
se
animaba
como
en
sus
buenos
tiempos,
pero
luego,
historia y la leyenda por los que ha triunfado en
— Tresorier, me parece que da usted en inmodesmuy pronto, caía otra vez en el mismo abatimiento.
Madrid, ni por ninguna de las tragedias que tan de
II.
to— interrumpió Duverney.
En fin . durante una excursión á la isla de Capri,
relieve ponen sus estupendas condiciones para hacer
— ¡Hombre! no interrumpir — exclamó el notadespués
de
un
almuerzo
en
que
pareció
menos
triste
el
drama arqueológico tal cual lo pedimos y anhelaPero
antes
que
la
retórica
y
el
simbolismo
me
rio— que se pierde el interés de la narración .... Seque de ordinario, todos los comensales emprendie- arrastren demasiado lejos, importa decir algo, si- mos en estos tiempos.—Poeta de carácter objetivo,
pamos cómo acabó.
ron un paseo hacia el mar. Iba ella tan de prisa entre quiera sea poco, del mestre en gay saber á quien ha
dócil y vibrante sobre todo cuando le solicita la
— Al Sr. Bernard-Pellier—dijo Burat — le hace
las
rocas,
que
con
dificultad
la
podían
seguir.
La
llavoz de la patria, rara vez prescinde de este impulso
festejado
Castilla
como
había
festejado
antes
Catafalta un desenlace. Pero, notario insigne, ¿no sabe
maban, pero no contestaba. Su silueta se destacaba luña.
en sus poesías líricas y en sus poemas trágicos ; pero
usted que en la realidad no hay nunca desenlace?
como la de una figura aérea. Y parecía como si fuese
La crítica científica está basada en aquel método, cuando se deja llevar en alas de la fantasía, como en
Solamente presentan desenlace los autores dramátiá levantar el vuelo. Súbitamente desapareció. Todos proclamado primero por Sainte-Beuve, y aceptado Mar y cielo, y traza cuadros que nada tienen que
cos, porque es preciso que se acabe la función á las
corrieron hacia el sitio donde la habían visto por úl- luego por Zola, que tanto se asemeja á esos interro- ver enn el Conde de Urgel, ni con la momia del rey
doce de la noche.
tima vez, y llegados allí, vieron solamente el mar y
gatorios ó cuestionarios que ahora han puesto de D. Jaime, ni con
— En mi historia hay desenlace- observó Tresosus olas, que se estrellaban en la rompiente. Por la
moda los antropólogos criminalistas :
rier— y por eso la he referido á ustedes.
t ayre que'I pit / omplia
tarde las olas la trajeron á la orilla ; parecía dormir
«Diga el procesado. ¿Cuáles son sus ideas en ma— - Bueno, pues reanúdela usted en la escena escadeis lirineus y 7 Monlsant,
y sonreír, como en el tiempo en que era dichosa.
teria
de
religión?
¿Qué
género
de
impresiones
le
brosa—añadió Duverney. — La señora estaba abraLa carta cayó de mis manos; vi en mi imagina- causan los espectáculos de la Naturaleza? ¿Cómo se entonces la voz de la sangre habla más fuerte que la
zada á usted
, y había un beso en el aire
Seción la hermosa mujer con sus ojos suplicantes, sus las suele arreglar, tocante al capítulo de las mujeres? voz de la región, y todos cedemos, suspenso el ánipamos si cayó ó no cayó.
mo y la atención subyugada, ante los acentos con
labios temblorosos
Angustióse mi corazón, y de ¿Y tocante al capítulo del dinero? ¿Es rico, ó po— No cayó. Tuve el mérito completo de mi genemis
ojos
se
desprendieron
lágrimas de piedad, último bre? ¿Qué manjares prefiere? ¿Qué bebidas? ¿Le que á aquella voz responde el poeta.
rosidad.
duele algo?
etc., etc.»
Es que entonces el poeta ya no es el poeta catalán.
tributo á aquella desgraciada.
— Pero, Tresorier
Como se ve, la crítica científica tiene hartos puntos Es el poeta español.
La voz sarcástica de Burat rompió el silencio.
— Lo que están ustedes oyendo es la pura verdad.
de contacto con la crítica chismográfica. Yo no niego
— ¡Bah! hizo usted muy bien en no aprovechar
La señora salió de mi casa como había entrado, y yo
la ocasión con esa mujer; no hubiera usted tenido la utilidad de semejante método. Lo que niego es
III.
me quedé con cincuenta mil francos menos en mi
que pueda ponerse sabiamente en práctica dentro de
más que disgustos. ¡ Estaba loca !
caja, pero con el consuelo de su gratitud en el coralos límites hjos que me impiden dar aquí la necesa¿Qué es, en resumidas cuentas, Mar y cielo?
zón, ¿in embargo, ahora entra lo bueno, lo más sinFIN.
ria extensión á ciertas consideraciones biográficas,
Un romance de moros y cautivos, agrandado hasta
gular de mi historia. Había yo vuelto á mi vida orcorno me impiden también entrar en el examen de poder recibir el férreo marco de la tragedia. Un epidinaria cuando, dos días después, abriendo el Fígalas cinco tragedias que, además de Mar y ciclo, com- sodio de nuestra leyenda nacional, que así puede
ro, después del desayuno, leí el siguiente suelto:
LOS TEATROS.
ponen el caudal dramático de Guimerá. Fuerza será impresionar y hacer sentir en la nebulosa y cristiana
«Un acto de caridad que honra mucho al alto
suspender
esta minuciosa tarea, que anuncié en la Compostela, cuyas campanas se llevó el Califa , como
comercio. El Sr. Bontemps, el conocidísimo y estiGUIMERÁ Y SU TRAGEDIA «MAR Y CIELO».
crónica anterior para la presente, hasta que la repre- en la soleada y moruna Córdoba, en cuyas mezquimado director de los grar.des almacenes del Paraíso
sentación de Judith de Welp (cuya traducción, hecha tas sirvieron de piscinas las campanas aquellas. Un
I.
de /as Damas, ha entregado á la Asistencia pública
asimismo
por Gaspar, diz que se estrenará muy dúo de amor, en donde mezclan sus ráfagas I'alé de
la suma de cincuenta mil francos para su distribupronto en el Teatro Español) dé nuevo interés y la marinada, que sopla por igual desde Rosas á Tación entre los pobres de los veinte distritos de París.
es verdaderamente chcspiriano!
nuevo aroma de actualidad á la materia, quitándole rifa, desde Mallorca á Ceuta, y el viento de los dos
Este inteligente administrador, empleando tan ge— / Chcspiriano clavado !
el peligro de la prolijidad y pesadez.
fanatismos que lucharon tierra adentro durante siete
nerosamente su inmensa fortuna, da testimonio de
— ¡ Shakespeare puro !
tíl distinguido escritor D. Luis Alfonso—por cuya siglos.
no haber olvidado que él también ha sido pobre en
— ¡ Ni Shakespeare !
¿Qué tienen que ver nuestra Blanca y nuestro
los laboriosos principios de su profesión.»
Estas fórmulas de tan gastado cuño directa intervención conoció y tradujo Gaspar la
se
^P' 1 ' 61 " 011 hasta lo infinito en el Teatro tragedia Mar y ciclo—ha escrito lo siguiente acerca Said con V~% Tristanes é Isoldas de la zona glacial?
— ¡Ah! ya veo el golpe—observó Burat—y co¿ En qué se parecen el mar y el cielo de Guimerá
Español durante la velada del 20 de No- de Guimerá:
mienzo á ver la moraleja del epílogo.
« Como hombre privado, es taciturno y hosco; á aquel mar, tan fríamente azul, y á aquel cielo, tan
viembre de I8QI. Los tópicos tienen una venta— Quedé estupefacto—continuó Tresorier—y en
ja: la de ahorrar ideas á quien los usa. Tienen como hombre público, furioso regionalista; y como finamente gris, de la Inglaterra descrita por Pablo
mi cerebro surgió esta idea clara y precisa: « Pero
también un inconveniente: el de crispar los poeta, enérgico hasta dar en fiero, y sobrio hasta dar Bourget ? ¿ Ni por dónde se asemejan las sombras
ese tunante es generoso con mi dinero, porque el
que obscurecen esla tragedia á las que engendra el
nervios á quien los oye sucederse con la regularidad en áspero.
bienhechor soy yo, esto no tiene duda. ¡Los cin»Angel Guimerá nació en Santa Cruz de Tenerife; fog de las calles de Londres?
machacona de los mazos de un batán.
cuenta mil francos no los he vuelto á ver ni los
Si el alma de Mar y ciclo es española, no lo es
veré jamás! .... ¡Luego, la cesión del papel firmado
Admiración que resista el contacto de las admira- el más apasionado é intransigente de los catalanistas
no es catalán. Lo era su padre, y lo es su apellido; menos el cuerpo. La sangre romántica da vida y mopor la italiana, á cambio de cincuenta mil francos,
ciones «coreadas», es á buen seguro admiración sinpero su madre era isleña, y él llegó á los siete años, vimiento á aquella armazón, tan clásica, que hasta
es una asquerosa especulación ! ... Es una estafa, un
cera y de oro de ley. No pretendo dar tanto valor á
timo, como dicen los españoles; es haberse burlado
la que me inspira el genio poético del autor de Mar edad en que se trasladó su familia á Barcelona, sin las tres unidades de lugar, tiempo y acción aparer cielo; pero, en fin, conste que le admiro
sin hablar más que castellano. Luego, hasta las cartas cen en ella rigorosamente respetadas. ¡ Moratín dánde mí superlativamente
» Excitándome cada vez
particulares las ha escrito en catalán.
dose la mano con el Duque de Rivas! El cuadro es
más, á medida que discurría sobre el asunto, llegué
creerle un Shakespeare.
»He aquí, pues, repito, cómo vino de Canarias el sorprendente, sí; pero convengamos en que no es
á tal estado de ira biliosa y fría, que no pude conteNi ¿qué necesidad hav de entrar en comparaciopoeta español más catalán y más catalanista, de igual precisamente inglés.
nerme, y escribí este telegrama:
nes que rara vez dejan de ser odiosas? Cuando á un
Lo que dio origen á que se llamase obra inglesa á
suerte
que de Canarias vino el más madrileño de los
«Señor Bontemps, si hubiera usted dado anóniorador de provincia de tercera clase, pongo por ejemMar y cielo (y por ende, al abuso de la muletilla
novelistas españoles.
mamente los cincuenta mil francos que le entregué,
plo, se le denomina el Castelar de Cuenca, Castelar
»No es esta la única semejanza que existe entre chespiriana) fue «la tendencia visible á la expresión
sólo plácemes habría que dar á usted ; pero atribues quien recibe indirectamente el homenaje. Ni á
Guimerá y Pérez Galdós. El autor de Mar v ce/ es ruda, casi brutal, que saca todo su efecto dramático
yéndose usted el mérito de una caridad que no te
Guimerá puede halagarle que le llamen el Shakesalto, cenceño y desgarbado, como el autor de Ángel de la osadía de traer al diálogo frases caseras, gráficuesta nada, comete usted una acción indigna. Si
peare de la calle del Hospital, ntím. 49, Barcelona
Guerra; huye, como aquél, de la sociedad y del bu- cos modismos, apostrofes brutales, símiles más enérhoy mismo no me envía usted un recibo de cincuen(por tener allí su domicilio el Teatro Catalán), ni
llicio, tiene algo de candoroso en sus vehemencias, y gicos y pintorescos que cultos»; y después de esto,
ta mil francos, dados; por usted esta vez, á los pobres
hay artista digno de tal nombre que no inscriba en
ama lo extraordinario y lo fantástico, como el mis- tan justamente precisado por el Sr. Ixart, la concide París, mañana encontrará usted en el periódico
su bandera el Ego sum qui stim. Grande ó pequeño,
mo Pérez Galdós. Este ha sido periodista y diputa- sión extremada del diálogo, temible en verdad y
la historia de los primeros cincuenta mil.»
alto ó bajo, cada cual debe ser
quien es, y no un
do; Guimerá posee y dirige un periódico y ha sido sospechosa para actores acostumbrados á las altisoremedo de personalidad alguna. Quedemos, pues, en
— ¡ Oh ! ¿ Y qué hizo Bontemps?
nantes y conceptuosas tiradas calderonianas.
presidente de la «Liga de Cataluña ....»
que Guimerá es Guimerá, y dejemos en paz yacer al
Me respondió con estas lacónicas palabras :
Creo
que
con
ese
retrato,
sobrio
pero
exacto,
el
Al aceptar aquella tendencia y esta concisión el
glorioso William, con cuyas obras tienen las de
«Si usted cuenta la historia, yo contaré quién
discreto lector tiene para su gobierno algunos de los público de Madrid — tan accesible á las «catalanenuestro compatriota bien pocos, leves y lejanos punes la señora.»
datos pedidos por Sainte-Beuve. Merced á ellos. se rías» como á las «andaluzadas», siempre que traitos de parecido.
— ¡ Qué canalla ! ¿Y qué hizo usted?
Esa cargante muletilla del chespii ianismo tenía ya puede comprender cómo el autor de Mar v cielo era gan olor, color y sabor de la tierra— ha dado á Mar
— Le contesté por teléfono: «Si cuenta usted
quién es la señora, mañana, por la tarde, iré al es«precedentes».—Es fama que, al ensayar Rafael Cal- antes de ahora menos conocido en Madrid que otros y cielo patente cumplidísima de obra castiza y e=pa-
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B E r. I. A S A R T E S.
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¡ F E L I Z
ANO
N U E V O !
CUADRO DEL ACADÉMICO G. A. STOREY
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418
LA ILUSTRACIÓN
ESPAÑOLA Y AMERICANA.
— Pero, hombre—le decía—¿tú sabes lo que vas á hacer? Lo que vas á hacer en cuanto dejes el destino,
ya lo sé yo; apoltronarte en casa, no salir, aburrirte,
ponerte más gordo y más pesado, pasar las de Caín con
tus digestiones por falta de ejercicio, obscurecerte por
completo y perder las buenas relaciones que ahora
tienes.
Pero D. Lesmes no se dejó convencer, no por otra
cosa sino porque al pedir la jubilación, además de sus
Cielo triste, suelo blando,
razones de salud y conveniencia, cedía á indirectas del
IV.
Húmeda y teniz la lluvia,
Ministro, que necesitaba la plaza para otro, y esto no se
Áspero el viento y silbando, etc.,
He dicho al principio de esta crónica que D. En- atrevía á declararlo á Purificación, porque ésta habría
versos hechos como los haría Guimerá si escribiera rique Gaspar había traducido Mar v ciclo «con tanto sido capaz de ir á armar un escándalo al propio Ministro. Por suerte lo evitó D. Lesmes con su habitual pruen la lengua nacional, y con los cuales infundió el amor como valor».
dencia , y su mujer no tuvo á quien dar jaqueca más que
poeta aragonés sangre nueva á aquella anémica musa
Del amor responde la versión misma, hecha en á su marido, que ya estaba acostumbrado en los largos
castellana que solo se contentaba con buscar
verso libre, limpio, claro, musical, diestramente cor- añosa que llevaba de casado.
D. Purificación se aquietó alfin,sobre que era ya un
tado, y que llega al oído sin los halagüeños y seducen montes de coral nidos de perlas,
tores engaños de la rima, por un autor que, desde hecho consumado el cambio de situación de su marido,
grac'as al Sr. Rodríguez Rubí y otros joyeros fie Las Circunstancias hasta Las Personas decentes, no y porque éste puso empeño en distraerla, llevándola á
los teatros, unas noches á Lara, otras á Eslava, otras á
guardarropía.
escribe años há más que comedias en prosa.
los volatines del Circo, algunas veces al Real, y tamEntrando en el diálisis — palabra que inevitableTocante al valor
valor se necesita para trasla- bién la sacaba á pasear, y la hacía lucir los grandes sommente trasciende á pedantería—del que me he per- dar versos catalanes á igual cantidad de versos caste- breros ilustrados con plumas y pájaros, y la acompamitido llamar «romance de moros y cautivos» para llanos. Yo, que he osado hacerlo, poniendo mi mano ñaba á visitas; todo lo que cuando desempeñaba el emexponer uno de los fundamentos principales de su pecadora en composiciones cortísimas puedo dar tes- pleo no podía hacer, porque volvía de la oficina á casa,
feliz éxito en Madrid, no hay más remedio que re- timonio de lo arduo de tal empresa. Con fer lenguas se quitaba las botas, se ponía la bata y las zapatillas, y
conocer cuan fundadas podían ser á su vez las apren- hermanas, es inmensa la distancia entre la más con- no tenía ganas de moverse hasta el día siguiente que
siones con que fueron recibidas en los llamados cisa y enérgica de las lenguas latinas y ésta nuestra, tornaba á sus ocupaciones burocráticas.
D. Lesmes, que se hallaba relativamente tranquilo,
«círculos literarios» de nuestra villa las noticias pre- tan propensa á la amplificación y can sobrada de síliminares de Alar v ciclo.
labas. Solamente manejando una y otra con verda- puesto que por lo de la jubilación no le daba ya jaqueca
vehemente é intransigente esposa, no había previsto
— ¿ Moritos en la costa?—decían los escritores de dero arte y sin remilgos ridículos, puede lograrse el su
que este año también llegaría la Pascua como los anteoficio con acento escéptico y burlón, fieles al «.hfc- resultado alcanzado por Gaspar. Claro está que no riores,
y estaba bien ajeno de que estos días, en que
rati minus credunt* que tan discretamente cita el siempre habrá dado con la equivalencia exacta—sin- parece como que se estrechan más los lazos de la famiprologuista de las Poesías de Ángel Guimerá. Y dá- gularmente para el que, conociendo el original, no lia y se suavizan las asperezas, si las hay, y en toda casa
banse á discurrir piadosamente acerca de los riesgos acierte á obtener las mismas emociones sino con las honrada se celebra la conmemoración del nacimiento
probables que iba á correr una obra así. ante un pú- mismas palabras, fiel envoltura de la idea;—pero la del Salvador con íntimas expansiones y alguna que otra
blico que había echado al foso en estos últimos tiem- transparencia del conjunto se ha acreditado á mara- indigestión, serían para él días de angustia y desespepos tantas comedias de moros y cristianos, y para el villa por virtud de la impresión honda y sincera que ración.
La amante esposa, que cuando su marido obtuvo la
cual no había ya más piratas tolerables que los de la versión castellana de Mar v ciclo ha causado en
Giroflé- Giro/Id.
un público tan distinto por muchos estilos del de jubilación pensó mucho en las desventajas de la situación de pasivo y arrinconado á que se sometía aquel
En realidad, si el asunto de Mar y cielo es de Barcelona.
benemérito funcionario, no pensó en una importantícasta y raza, también resulta de corte algo anticua¿Se dirá que á ello han contribuido los prestigios sima fase de esa misma situación; no pensó que llegado. La literatura catalana, por más que ya no esté deslumbradores de algún actor genial, ó los hechizos ría la Pascua, la primera Pascua del jubilado, y sucedeen la infancia, no ha entrado todavía en la edad ma- artísticos de alguna admirable actriz?
ría lo que ha sucedido. Y es que, en medio de sus
dura. A pesar de los nobles arranques con que alguPor desgracia, no es posible decir semejante cosa. intransigencias, suspicacias, intolerancias y malos hunos de sus principales cultivadores intentan ponerle Y al decir «por desgracia» , aludo á la situación en mores , conserva. sin poderlo remediar, mi señora doña
al nivel de lo moderno, alcanzándolo en muchas que se halla el teatro Español; porque para Guimerá Purificación, un fondo de adorable candidez, porque si
ocasiones y sobrepujándolo tal vez, lo cierto es que y Gaspar no ha sido desgracia, sino fortuna indiscu- no fuera así no habría extrañado en manera alguna lo
la literatura catalana tiene muchas cosas de litera- tible, una circunstancia que aumenta los quilates de que en estos últimos días del año ha sido ocasión de que
tura adolescente ... — Con mucha dificultad pueden su victoria, sin que vengan otras celebridades á cer- ella esté nerviosa y excitada, y al pobre 1). Lesmes le
haya abrumado con injustas reconvenciones y amargas
sustraerse á esta ley general las obras todas de un cenárselos.
quejas, que siempre duelen á un marido tan correcto é
poeta tan empapado en aquel ambiente, y una de
Harto han hecho los artistas del Teatro Español— inocente como el jubilado.
las que no se sustraen es cabalmente Alar v cielo. No en particular Ricardo Calvo, que ha estado muy vaLa Nochebuena fue buena: D. Lesmes y su mujer cetiene en verdad la trágica aventura del moro y la liente, muy afortunado y muy trabajador, y la seño- naron en casa de su hija, la casada con el de la Deuda.
cautiva los alicientes del «modernismo» más palpi- rita Calderón, que caracteriza con verdadero acierto A este yerno le había correspondido en la lotería un
tante
Preciso es reconocer que en este sentido le el tipo de la apasionada Blanca ; — harto han hecho, reintegro de diez duros, y ¿qué mejor empleo podía
lleva gran ventaja París fin de siglo con sus «fanto- repito, con presentar decorosamente una obra llena dar á esta burlona caricia de la suerte que disponer
ches» reblandecidos de la médula ; pero permítaseme de todo género de asperezas en la acción y en la dic- una buena cena con que obsequiar á sus suegros?
Sobre que á él no le costaba un céntimo el agasajo, porcreer que esta misma circunstancia redunda en ma- ción
sin contar con las posibles asperezas del pú- que el décimo que resultó reintegrado en el sorteo hayor prestigio del poeta. ¿Qué fuerza en el sentimien- blico.
bía sido graciosa donación de D. Lesmes á su hija é hijo
to, qué verdad en la pasión humana, qué vehemenPor fortuna, no las ha habido. Bien al contrario, político, que era lo mismo que regalarles 60.000 duros
te sinceridad en la expresión, no hacen falta para todo ha sido dulzura, cordialidad, aplauso y efusión si el número hubiera obtenido el premio grande.
imponerse con una fábula tan sencilla como la de de cariño. Et nunc ertidimini, estimables regionaEl día de Pascua D. Lesmes llevó á su mujer y á sus
hijos á comer en Tornos, y luego al teatro. Doña PurifiMar y cielo, rindiendo á discreción lo mismo al es- listas.
cación estuvo inquieta y contrariada; pero D. Lesmes
pectador letrado que al auditorio de las galerías?
lo atribuyó al principio al exceso de pimienta y nuez
MARIANO DE CAVIA.
En esas últimas líneas creo dejar apuntados los
moscada en los guisos del restaurant, y á las escabroprincipales méritos de Mar r cielo. Alguien ha trasidades de las piezas que vio en el coliseo la excelente
tado de amenguarlos diciendo de la tragedia de Guiesposa, y que necesariamente habían de chocar con sus
merá que sería un famoso libreto de ópera. ¡ Brava
TIPOS MADRILEÑOS.
severos principios. Pero mirábala con atención don
salida! Libreto de ópera es la Norma, de Romani, y
Lesmes, y como tan bien la conocía, no podía menos de
ahí la tienen ustedes en la mejor de las antologías
pensar que en el cerebro de su señora se elaboraba una
LA P R I M E R A P A S C U A D E L J U B I L A D O .
tormenta que no tardaría en estallar, y encomendábase
italianas. Y no digo nada de los admirables dramas
á todos los santos de la Corte celestial, pidiéndoles
líricos de Wagner, que, sin música, casi, casi enfervorosamente que conjurasen la tormenta y derramaESÚS, qué días ha pasado el pobre D. Lescantan y «suenan» tan bien como con ella.
mes Langostín, alto funcionario jubilado sen sobre aquella cabeza de chorlito, ó de chorlila, el
Pero estos rapprochements me apartarían en exhace seis meses por haber cumplido la tesoro de todas sus gracias, devolviendo la calma á su
tremo de mi camino. Continuando en él, y llegando
edad reglamentaria v estar va el hombre espíritu agitado.
á las dos figuras principales, casi únicas, de Mar v
cansado y con poca vista, y no tener su
Toda la noche estuvo en la cama la buena señocielo, al corsario Said, que no reconociendo límites
cabeza para ocuparse en los complicados ra desvelada é inquieta., y D. Lesmes la oyó suspirar;
y arduos asuntos en que debía entender! Te- pe ro hizo como si durmiera, sin darse por aludido cuaná sus antojos ni á su aversión hacia los secuaces de
miendo estaba D. Lesmes que algún subal- do ella murmuraba: «Este hombre es un poste >; ó
la fe de Cristo, se deja subyugar por la cautiva Blanterno le comprometiera, haciéndole firmar por « Este hombre no tiene sangre en las venas >; porque
ca, y á ésta, que intentando al final del primer acto
sorpresa algo incorrecto, por lo que le alcanzara demasiado sabía que si era osado á hacer alguna obmatar al pirata cual nueva Judith, acaba por enamoresponsabilidad en descubriéndose el chanchullo; servación, en aquel punto mismo estallaría la tormenta,
rarse de él en el segundo, y perder la vida por él en y pues ya había hecho su carrera sin grave percance,
le parecía conveniente en aquellas altas horas de
el tercero, la crítica tiene que encontrar en Mar y y podía vivir tranquilamente con su jubilación y sus yla no
noche una discusión con su mujer, con escándalo de
cielo, como composición teatral, dos defectos eviden- honrados ahorritos, y en muñéndose le quedaría á la criada, y también del matrimonio reciente que en el
tes. Procuraré condensarlos en brevísima frase. Said aquélla alguna cosita, además de su viudedad muy regu- otro cuarto principal, y pared por medio de su alcoba,
larcita, resolvió retirarse del servicio activo, pedir su tenía el lecho conyugal. ¡Por la mañana será ella!»
va muy despacio; Blanca va muy de prisa.
á la Junta de clases pasivas, y pasar sin pensaba D. Lesmes, bien convencido de que no había
Sí; va muy de prisa (al menos para el espectador clasificación
quebraderos de cabeza los días que Su Divina Majestad
avezado á los lentos y menudos procesos psicológicos le permitiera estar todavía en este mundo. El y su mu- medio de conjurar la tormenta.
En efecto, el segundo día de Pascua, á punto que el
del arte moderno) aquella doncella tímida que, es- jer no tenían grandes necesidades, v como contaba
tando para profesar, cae cautiva en brazos de un muchos años de servicios le quedaba el máximum, es jubilado pensaba con qué entretener á su esposa que
moro feroz, y sus esponsales con Cristo se truecan decir, que cobraría no mucho menos de lo que cobraba no fuera comida en fonda ni comedia escabrosa, doña
entró en el despacho de su amante comrápidamente en desposorios con un reprobo, así ten- en activo. Su hija ya está casada con uno de la Deuda, Purificación
su hijo se halla en la Habana, con su empleo corres- pañero, y poniéndose delante, mirándole airada, exgan por tálamo el de la muerte. Por razones análo- ypondiente,
con lo que se entiende que D. Lesmes y su clamó:
gas, aunque en opuesta dirección, va muy despacio mujer pueden
— ¡Ya lo estás viendo, Lesmes !
vivir como el pez, ó como los peces en
aquel terrible pirata, que con ser tan terrible y tan el agua.
— -;Qué es lo que estoy viendo, querida?—preguntó
imperioso, duda, y gime, y sufre, y deja que se le
D. Lesmes con su voz más melosa.
a
Pero la señora de D. Lesmes, D. Purificación Soleti— ¿Dónde están los pavos?
¿Dónde están los casubleven los tripulantes argelinos y le venzan los
de la noble familia de los Soletillas de Alcañiz, no pones? ¿Dónde las cestas de botellas de Champagne:
cautivos españoles, sin tener arrestos para imponerse lla,
estuvo nunca de acuerdo con su marido en lo de pedir
á todos, haciendo á la postre su santa voluntad, que éste su jubilación, y alfincedió, porque no tuvo otro ¿Dónde las culebras y los leones y los tigres de maza¿Dónde las terrinas de foie-gras? ¿Dónde
bien pudiera ver torcida después por medios distin- remedio, pero protestando contra semejante determi- pán?
los
tabacos
habanos para ti? ¿Dónde las cajas de
tos de los que en la tragedia se le oponen.
nación.
dulces para mí, con una joya en el fondo?
¿Dón-
ñola. Los apluisoscon que en la noche del estreno
acogió ciertas manifestaciones de la tendencia susodicha resonaban con tanto estruendo como en los
días de las grandes audacias de Kchegaray, y el interés con que seguía ajuel diálogo conciso, breve,
seco, fulgurante, recordábame la impresión que un
tiempo le causó Marcos Zapata con su
He ahí, según mi leal saber y entender, los defectos evidentes de Alar v cielo en sus dos caracteres
principales; defectos de autor, que resaltarían más si
no los encubriera la Poesía con su velo de oro. ¡Y esa
Poesía es tan sana, tan robusta, tan sincera, tan dócil á los movimientos del corazón, tan obediente á
los impulsos del genio nacional!
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N.° XLVIII
N.° XLVI1I
de la media docena de perdices?
¿Dónde el pavo
Don Lesmes creyó morirse también de miedo á su
trufado? ¿Dónde el jamón dulce, la mortadela de Bo- mujer, y se metió en la cama; pero, por suerte, D.••» PuJonia, la sobreasada de Mallorca, las ostras de la Coru- rificación tuvo un momento lúcido, y comprendió la
ña, las mantecadas de Astorga, los abanicos de precio, sana intención con que su compañero la había engañalas sombrillas con guarnición de encaje de punto de do, y también comprendió su propia imprudencia.
Alenc6n?
Y acercándose al lecho conyugal, dijo á Lesmes que es— Hija—contestó D. Lesmes , temblando — todo eso taba encogido y vuelto hacia la pared:
se halla en las tiendas donde se vende.
— Lesmes, te perdono.
— ¿Y dónde están tus amigos? ¿Dónde los agradeci— Y yo á ti — contestó éste sentándose en la cama.—
dos? ¿Dónde los obligados por el favor que les hiciste?
Y bien mirado, mujercita mía, ;qué mejor regalo que
¿Ves, Lesmes, ves ahora las consecuencias de haberte haber llegado á la edad en que nos hallamos, con salud
jubilado? ¿Quién te mandaba jubilarte, estando, como y tranquilidad, sin tener de nuestros cuarenta años de
estás, firme y apto para el servicio? ¿Ves qué olvido casados ningún mal recuerdo, y ni el más leve peso en
tan irritante? ¿ves qué abandono? ¿ves qué ingratitud? la conciencia? ....
¿ves cómo no vales ya nada, ni significas nada, ni se
— Tienes razón, tienes razón.
acuerda nadie de ti para nada?
¡Tantos años tú ha— Tenemos para vivir mientras Dios quiera. Pues viciendo favores, procurando el ascenso de un tuno, la vamos en paz, ni envidiosos ni envidiados, como dijo
conservación de otro peine, el despacho de los asuntos un fraile que sabía mucho El banquero Rejón esperaría
de tantos y tantos sujetos „ la mejora de clasificación recibir grandes regalos este año, y ya ves qué regalo
de D.a Basilisa, la condonación de multas
¡qué sé recibió al salir del Banco de España.
yo! Los años pasados nos llenaban la casa de todo lo
CARLOS FRONTAURA.
que Dios crió: tras un pavo una pava; luego los capones, que no podía con ellos un gallego; en seguida otra
pava y detrás otro pavo, hasta no caber en la casa los
pavos Y no faltaba la gran caja de mazapán de LabraÁ UN PRETENDIDO ATEO
dor, que te remitía de Toledo aquel tuerto tan feo á
quien le arreglaste el asunto del cobro de unos atrasos
(SONETO.)
que ya contaba con los muertos; y el banquero Rejón
te enviaba aquellas cajas perfumadas con tabacos, que
Si lo hay, es preciso que lo creas,
tú no fumabas y vendíamos tan ricamente ¡Oh! no se
Y si no, es necesario que lo inventes;
quejará este año la portera de que la ensucien la esPues si es verdad que lo que dices sientes,
calera los mozos que suben con los regalos, ni se les
Creeré que no sientas lo que veas.
pondrán los dientes largos á las lechuzas del cuarto bajo,
Como en un libro abieito, porque leas,
que estarán, como siempre, atisbando desde el ventiniMostraré tu sentir, para que cuentes
llo
Ya ves qué soledad, qué desierta la despensa
Cómo leyendo en tu conciencia mientes,
donde hace un año daba gusto oir el expresivo lenguaje
O es que aun leyendo en ti no deletreas.
de los pavos y los capones, más agradable que el coro
Ateo, en tu negar me has revelado
de los puñales de Los Hugonotes y el spirto gentil de La
Que á Dios confiesa tu palabra loca,
Favorita. ¿Creías tú que luego que nada valieras iban á
Y ó no eres hombre, ó tu razón delira,
acordarse de ti los que te deben agradecimiento? ¡Qué
O temes á lo mismo que has negado
tonto! ¡qué pobre hombre eres y has sido siempre!
Y el miedo pone en tu blasfema boca
— Mira, mujer, yo no puedo estar conforme contigo
Una torpe y estúpida mentira.
en ese punto. Tranquilízate
Un funcionario público
no debe recibir regalos
No es correcto que los reJOSÉ MARÍA DE LUNA.
ciba
orón, Noviemble 1891.
— No será correcto, pero es muy sustancioso.
— Yo no he hecho nunca nada en el desempeño de
mi cargo porque me envíen regalos; he hecho siempre
ANIVERSARIO.
lo justo, y no me acusa la conciencia de la menor cosa
contra ley Los regalos á funcionarios públicos son
Hoy hace un año que, al morir el día
como una suposición de que han hecho favor en vez de
Con la luz del crepúsculo inco'ora,
justicia , y á mí más me ofendían que me halagaban
Aquí, donde doliente gimo ahora,
— Vamos, calla, que me indignas. ¡Este hombre es
Terrible comenzó nuestra agonía.
memo!
Hrcvc la tuya fue; pero la mía,
— ¡Mujer!
Que el corazón y el alma me devora,
— Sí, memo y memo y memo. ¡Bonita carrera la que
Prolongándose lenta de hora en hora,
has hecho! Después de tantos años de servicio, llega una
Dura al cabo de un año todavía.
Pascua y no parece nadie por estas puertas. Te has enCuando de mi perdido bien me acuerdo,
terrado en vida y me has enterrado á mí, que es lo que
Y á medir mi desdicha el juicio alcanza,
siento.
Transido de dolor el juicio pierdo;
Don Lesmes, que no puede olvidar qué bonita, espiriY, abatido, descubro en lontananza
tual y vaporosa estaba su mujer hace cuarenta años,
Tus amores por único recuerdo,
y qué feliz le hizo unos días, la quiere y siente que tenY la muerte por única esperanza.
ga un carácter tan violento, porque la pobre sufre, y
sufre mucho, exagerando en gran manera sus contrarieFEDERICO BALART.
dades, y dando á todo lo insignificante una importancia
absurda.
Dos dias soportó el amante esposo con estoica resignación las quejas y reconvenciones de su mujer, variaPOR AMBOS MUNDOS.
ciones sobre el mismo tema de la falta absoluta de los
regalos á que estaba acostumbrada. Renunció replicar
NARRACIONES COSMOPOLITAS.
ni hacer observación alguna, porque la contradicción
nos deja el año 91.—El hambre en Rusa: los economistas y los filó;oha exasperado siempre más y más á la airada señora, y Cómo
fos : Tolstoy y Solovief.— El teatro de Ibsen en París: Hedd'i Gabler.—El
se puso á discurrir qué podría hacer para consolarla, á
concierto de Pascua en la Catedral de Ginebra.—Muerte del histoiiador católico Janssen.—Muerte del químico Stas y del meteorólogo Vauísenat.—
lo menos.
El Aro nuevo: la glor.'a de Colón.
Y discurriendo halló la manera.
Salióse el día de Inocentes, y en la plaza de los Mosva el año de 1891 dejando á Alemania y
tenses compró un matrimonio de pavo y pava, y á un
á Rusia abatidas por el hambre ; á los agri •
mozo encargó que los llevara á casa de D. Lesmes Lancultores germánicos y á los industriales
gostín, con una tarjeta que le dio de D. Ambrosio de la
belgas y austro-húngaros enardecidos conGarra, uno de sus agradecidos de otroc años.
tra sus respectivos Gobiernos por las conLa señora no sospechó engaño ni mistificación algucesiones hechas á sus concurrentes exna. Recibió los pavos con agrado, largó una peseta al
tranjeros en los nuevos tratados de comermozo, y cuando volvió su marido le presentó la tarjeta,
cio; á los irlandeses agitándose como nunca
haciendo el debido elogio del D. Ambrosio, y mantetras del ideal del heme rule; á los yankees celeniendo el anatema contra los demás donantes de años
brando sus triunfos mercantiles sobre el mundo
anteriores que ahora se llamaban Andana.
entero; á la América latina desgarrada, en su maVisto el éxito feliz de la superchería, D. Lesmes, para
calmar por completo á su cónyuge, fuese el día siguiente yor parte, por las malditas discordias civiles; á Portuá una confitería, compró una caja de mazapán de Labra- gal, ya explotado por el egoísmo inglés, buscando redor, representando imponente bizarra águila imperial, cursos ilusorios para su hacienda y paz imposible para
y por bajo de una de las alas colocó un bonito estuche su política; á los españoles apagando el fuego del prode terciopelo grana conteniendo un precioso imperdi- teccionismo francés con ríos de vino tinto, y encenble, que afectaba la forma de un corazón de oro con diendo ó manteniendo el fuego sacro de su exhausto
unas chispitas de brillantes, comprado en casa de Mar- Tesoro con tiras de papel del Banco de España y con
zo. Y lo envió á su casa con tarjeta de D. Sandalio Re- sendas firmas de feliets banqueros; á Italia identificánjón , el banquero que D.a Purificación no había olvidado. dose cada día más con von Caprivi y alejándose más, á
Este obsequio entusiasmó á la esposa, y casi le curó la cada momento, del Vaticano; al Imperio austro-húngaro
nostalgia de regalos que padecía. Deshízose en exage- combatido en su unidad por los tcheques indomables;
rados encomios del banquero; hizo á su marido prome- á la China tan impenetrable y sangrienta como siempre,
ter que el día siguiente iría á darle personalmente las y al África y á los mundos del Pacífico repartidos y dogracias; enseñó el rico imperdible á todos los vecinos, minados, como hacienda sin dueño y sin defensa.
y por la noche cogió La Correspondencia, y lo prime- Armados hasta los dientes los imperios más poderoro que vio fue la invitación al entierro del banquero sos, posible es que, según salen de 1891, no tengan pan
Rejón, que había muerto en la madrugada anterior, que llevarse á la boca en 1S92. Contra los ataques de la
doce horas antes de enviar el regalo á casa de don picara necesidad, nada valen los colosales armamentos
de la guerra, si es que no contribuyen, como en efecto
Lesmes.
Y' el periódico publicaba, además de la esquela mor- sucede, á hacer aquéllos más graves é irremediables.
tuoria de gran tamaño, un suelto en que lamentaba tan El hambre, con su titánico poder, se opone á la guerra,
irreparable pérdida, y consignaba que el banquero ha- la hace imposible, y ésta es tal vez la única virtud, la
bía muerto á consecuencia de una pulmonía doble ad- única excelencia que ofrece en su horrible desarrollo.
quirida tres días antes, saliendo del Banr>- de España. Sin pan, ó con pan muy caro, en el centro y en el Norte
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419
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
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de Europa, sin reservas de esa base de la alimentación
en el resto del mundo, ¿hay quien piense en mover cuatro millones de hombres armarlos y lanzarlos á la lucha
en nuestro continente? No. La paz está asegurada por
la necesidad. Hoy sólo cabe el defenderse contra el
hambre. En esto se piensa sólo en Rusia. El Gobierno,
los estadistas y hasta los filósofos contemplan el mal
frente á frente, y ante el vacío que sienten los estómagos de los pobres, tratan de establecer el equilibrio,
llenándoles la cabeza de números y el corazón de ilusiones.
«Prohibida la exportación de cereales—dice el Mensajero Oficial—&\ stock de granos de que dispone Rusia
basta para asegurar el consumo de la nación hasta la
cosecha de 1S92. Y tenemos además dinero para remediarlas miserias de muchas comarcas, sin que el estado
del Tesoro imperial se resienta; y aunque perdamos lo
que significa la exportación anual de cereales, no cambiará nuestra balanza mercantil, de modo que el valor
de las importaciones sea mayor que el de la exportación^ En efecto, Rusia importa mercancías por valor
de 372 millones de rublos, y exporta por una suma de
700, en los cuales sólo les cereales figuran por un valor
de 368 millones. Desde el i.° de Septiembre hasta la
época reciente de la prohibición, se exportaron cereales por valor de 80 millones, es decir que la disminución
del que se ha de percibir por cereales será de 288. La
balanza quedará, pues, constituida de este modo:
Antes: exportación, 700; importación, 372.
Provecho para Rusia: 328 millones.
Ahora: 700—368-1-80 — 372 40 millones.
Resulta, pues, que, aun andando mal, todavía entrarán
en Rusia 40 millones de rublos, además de tener trigo
hasta Julio de 1892: cuentas galanas que no impiden
que el hambre cunda y sea mayor cada día; que les cosecheros de trigo se arruinen, y que el Tesoro, que parece que se tiene tieso á fuerza de empréstitos y préstamos, sufra tan honda perturbación, que hará que el
rublo papel baje ruinosamente y de un modo que aquí
no tenemos idea; porque, mal por mal, nuestro rublo
papel ( os-Gayón-Concha-Camacho, en el sistema corriente Cánovas (Can. Cos. Con. Ca//i., unidad eléctricomonetaria de nuestros ingleses), se paga, de España
para adentro, A la par; y en las mínimas y modestas necesidades de los españoles, lo que dicen que vale en el
comercio cinco duros, lo pagamos con un papel que,
en efecto, parece que vale también los cinco duros, y
así nos lo toman, y así lo tomamos, « y que no falten »,
y todos contentos.
De los anteriores versos numerarios pasemos á la
poesía rusa, que se emplea en estos momentos como
antídoto del hambre.
Puntean la lira en Rusia, entre otros, el gran novelista León Tolstoi y el catedrático de la Universidad de
Moscou 1'. Solovief. El (onde Tolstoi, tomándolo por
lo archirromántico, ha publicado varias lamentaciones ú
homilías bíblicas, llenas de tremebundas imágenes y
frases, sosteniendo que en la plaga que destroza ala
Rusia, lo que á él le contrista no son los estragos del
hambre, ni la miseria física, ni aun la muerte , sino la
decadencia moral, la desmoralización que impera y
triunfa. Los rusos al leerle han hecho un gesto de desdén, encogiéndose de hombros y señalando atrás con
el dedo pulgar. La prensa se ha callado, y cuando, por
ejemplo, las gentes ilustradas, al comentar ese silencio
desdeñoso, preguntaron al Príncipe Meschtschersky,
director del gran periódico el Grajdanine, por qué no
se ocupaba de las publicaciones actuales de Tolstoi,
contestó:
— ¡Quién hace caso de las chocheces de una cabeza
perdida!!
El profesor Solovief, granfilósofoentre los profesores
moscovitas, ha dicho, tanto en sus conferencias como
en los artículos publicados en el Vienlnik Evropy, acerca
de la miseria nacional, que en los momentos actuales
todo el que sólo piensa en salvsr su casa y su alma, y
no en plantear las reformas sociales, es un egoísta vulgar, indigno de llamarse civilizado; y con este motivo
ataca enérgicamente á la religión rusa y todas las religiones positivas. Espantoso chaparrón de protestas
cayó sobre el atrevido catedrático en cuanto soltó sus
primeros discursos, y así la Gaceta de Moscou como los
más obscuros periódicos rurales, no dejan hueso sano
al atentador del arca santa de la doctrina ortodoxa;
pero váyanle con textos viejos los padres de aquella
Iglesia al tremendo Solovief, porque él hace con ellos
lo que Salomón dejó apuntado: ¡Slultus ¿rri<ltt sapientiam
patri! sui! y sigue impertérrito predicando contra hartos y hambrientos y contra creyentes y devotos; y diciendo para su caletre y en su inspiración nihilista, mirando al negro positivismo, lo que el glorioso poetamonje granadino dijo en su apacible soledad, mirando
ai cielo:
No euro si la fama
Canta con voz mi nombre pregonera :
Ni curo M ene irania
I.a lengua lisonjera
Lo que condena la vcrdiul Mccíra.
El hambre no se aplaca con homilías ni con discursos; así es que, en época tan triste como la actual, los
rusos, que sufren moral ó materialmente, no hacen caso
de las extravagantes fantasías de Solovief ni de Tolstoi.
Para que lo raro y estrambótico gusten, es preciso que
fluya el buen humor por nuestro espíritu, y éste no palpita en él mientras el estómago está vacio, recogido y
y plegado como gaita sin aire ó como paraguas húmedo.
Entre los desvanecedores arrullos y fantásticas pompas que acarician al cerebro durante la buena digestión , cabe soñar ó deleitarse con los ensueños de otros;
y sólo así, por ejemplo, como entretenido goce de fan-
EXPMO. SK. D. ERNESTO
P R H S I I) K N T K
1) K I.
C K K I U T ü
POLACK,
MÜVII.IAUIO
K S ¡> A X O I.
Nacíú en París, en 1830 : murió en la misma capital, el 17 de Noviembre último.
L O S
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S U C E S O S
D E C H I N A . — UN TRIBUNAL
EN
TING-TCHAÍ.
Siguiente
N.° XLVIÍt
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA
Ks un folleto anónimo, que unos atribuyen á
tasmagoría, se resisten y pasan hoy en París las crea- nicotina, sobre las enfermedades de las patatas y sobre .•./\<-:ul«'iii¡c-:is*.*
D. Juan Valera y otros á la Sra. Pardo Bazán. Sea quien fuere
ciones dramáticas de Henrik Ibsen.el Shakespeare (?) multitud de experiencias de toxicología. Fue defensor
el autor, es indudable que por el estilo, la gracia y la picardía
moderno de los noruegos, y de las cuales se ocupa, con acérrimo de la independencia de la Universidad contra
de cuanto allí se dice, es uno de los que podría firmar cualtoda
ingerencia
política
oficial,
y
obtuvo,
como
Dumas,
satírica complacencia, la prensa de aquella capital. En
quiera de nue*tros más famosos escritores. Cuesta una peseta
en las principales librerías.
el teatro del Vaudeville se acaba de representar su P.unsen y Kirchoff, la medalla de oro que la Royal Society
de
Londres
concede,
de
tarde
en
tarde,
á
los
homdrama en cuatro actos Iledda (¡abler, traducido al franI l u i M ' : i , apuntes para su historia, por D. G. Gota Hernández.
bres
científicos
más
eminentes.
cés por Mr. Prozor. Las tendencias de la obra, su
Es una reseña de los periódicos que se lian publicado en aqueEl ingeniero Mr. Vaussenat, muerto en Bagncres-deHa histórica y culta ciudad. Precio, una peseta. Diríjanse los
plan y su desarrollo resultan tan incomprensibles que,
pedidos á la librería de D. Fernando Fe, Madrid.
para que el público pudiera desenmarañar algo de lo Bigorre. era el iniciador, fundador y verdadero direcque iba á oir y á ver, creyó prudente la Empresa que tor del Observatorio meteorológico del Pie du Midi en
< .Minerva», rawne}riia i n t e r n a z i o i i a l e El núm. 10 de
esta importante revista romana contiene buenos artículos,
un literato de exquisito talento y de clara y humorís- los Pirineos, y también obtuvo, no hace dos meses, la
originales y traducidos, de los Sres. Fischer, Bruggen, Sabin,
tica palabra, Mr. Julio Lemaitre, diese una detenida con- medalla de oro que la Sociedad Nacional de Agricultura
Schiff, etc. Roma, Sociela Lazialc (Piazza di Spagna, 3).
ferencia antes de la representación. Todo lo que el há- de Francia le otorgó por sus grandes servicios práctibil conferencista puso en claro, se obscureció en cuanto cos. Contó siempre con el apoyo del general de NanE. M. DE V.
fue avanzando la representación del drama. Ante las souty, que instaló con él el observatorio, dejándole que
figurara
siempre
como
jefe
del
mismo,
después
de
haescenas del genio noruego , todo el público se hizo el
SIGNOS DE AUTENTICIDAD.
sueco. Y no es que se trate de una composición nebu- berle enseñado á practicar la meteorología, y siendo el
loso-mitológica de esas que nos han dejado los vates es- director efectivo, mientras el General lo era honorario.
Era
asimismo
un
eminente
geólogo,
que
estudió
é
hizo
Toda pastilla de jabón del Congo que no Heve el nombre de
candinavos, relativas á los tiempos de los reyes protodel Pirineo central.
Víctor Vaissier, el ilustre jabonero parisiense, no tiene nada que
históricos, á las ondinas, á las brujas y á los barbudos conocer gran parte de la región
ver con el verdadero Jabón de los Príncipes del Congo, sino
*
y salvajes corsarios hijos del obscuro mar de ¡os hielos,
que es un producto sin relación de ninguna clase con tan deli**
no; porque Hedda Gabler es una señora de nuestros
cioso y célebre cosmético, á no ser la que le presta cierta semeAsí
con
los
tristes
días
del
invierno
pleno
van
desapajanza de titulo.
días, con sus hombreras altas y todo, que conoce el
reciendo
poco
apoco
los
veteranos,
cuyo
corazón,
apeExigir siempre el nombre de Víctor Vaissier.
Tannhauser, que ha leído á Flaubert y á los Goncourt, y
nas
animado,
se
detiene
ante
los
rigores
que
hielan
el
que gusta de saborear la carpe ge'ante dn Khin d lagelée.
aire
y
la
sangre.
En
pos
del
año
pacífico
que
se
va,
ecomendar contra la TOS, la BRONQUITIS, la GRIPPE, etc.,
La referida susodicha mujer, muy guapa y muy lista, se
el J a r a b e y la 1'anla de .Vafe, de Delangrenier, de París',
casó con un Juan Lanas, llamado en el drama George viene el año de las contiendas económicas, de los tratados,
de
las
cuentas
internacionales
y
de
la
fiebre
meres
participar de la opinión de los médicos más eminentes.
Tesman, un noruego crédulo y orgulloso á carta cabal.
cantil
;
el
año
del
glorioso
centenario
del
hallazgo
de
un
Con estos personajes, con un Loevborg, calavera perdiTONI-NUTRITIVO
do, y una Théa Elvsted, casada é ídem, ídem, que mundo nuevo por las carabelas españolas; el año dedicon QUINA
cuenta en pleno escenario su borrascosa vida y que ha cado á Cristóbal Colón, á aquella paloma mensajera que
y CACAO
abandonado á su esposo é hijos para ver si trae á Dios escogió para que salvara el Océano, que ningún
el mejor y más agradable de los tónicos en la
otro
ser
había
salvado,
y
para
que
uniera
dos
mundos
Loevborg á la senda de la virtud (!!); con un procuraAnemia, todas las Afecciones debilitantes
dor consejero Brack, que acecha todas las ocasiones jamás unidos. Como paloma providencial fue cantado
y las Convalecencias. Principales Farmacias.
por
el
caballero
Giambattista
Marino,
que
dijo
de
él:
para aprovecharse de ellas; con la tremenda chifladura
de gusto psicológico septentrional inexplicable que
E L VINO DE PEPTONA Cotillón es el mejor remedio en las enfer(Juel Colotiibo son'io,
medades del estómago, languidez, anemia, pérdida del apetito.
acomete á Hedda de influir también directamente en la
Stupor d'ogni altro ingegno,
Che con ali di lino, e pie di lenno
suerte de Loevborg; con las combinaciones é interpoVolando Í'L nuovo Ciel, col VDIO mío
laciones non sanctas que se arman entre todos los perDe lo Spirto di Dio ,
ELIXIR DENTÍFRICO ODONTÁLGICO
Dove volata ancor non era mai
sonajes; con el suicidio del calavera, que se pega un
La Colomba guidai
>. P I N A U D . 3 7 , Boulevard de Strasbourg, PAR.S
tiro < en el bajo vientre » (!!), y con el de Hedda , que
se mata también, oyendo las melodías de un vals; con
Y no sólo como paloma mensajera, de acuerdo con su
jCATARROCuradospiGARRILLOS
este pisto mundano incoherente, rilosófico-sentimental, apellido,
(Caja 2 fr.) por los U 6 el P O L V O
llevó al Occidente la buena nueva de la fe y de
queda armada y expuesta la obra dramática noruega la civilización
del
mundo
viejo,
sino
que,
como
Cristódel aplaudido y manoseado Ibsen, digna del mundo y bal, cruzo el tenebroso ó inmenso mar, llegando tobre
r A TT rv.nATTDTP A 1VTT m u y apreciada para el tocado.
del cerebro de los personajes que habitan en los asilos sus
tlAU U Í U J U D I U A I N I y cara los baños, lloublgunt,
hombros
al
Cristo,
que
acababa
de
triunfar
en
Grade Leganés ó de Ciempozuelos.
perfumista, Paris, 19, Faubourg S' Honoré.
nada, y en la mano, como báculo y apoyo, el pendón de
Cuál será la claridad de los conceptos y de la signifi- Castilla. También como á nuevo Cristóbal lo pintó MaPerfumería Ninon, Ve LECONTE ET O', 31, rué du Quatre
cación del trabajo dramático y de los personajes, lo dice rino , en otra breve composición, que recordé días pa- Septembre.
(Véanse los anuncios.)
de un modo elocuente la siguiente confesión de la dis- sados en mi conferencia del Ateneo, y que desde chico
tinguida actriz Mlle. Brandes, encargada del papel de había aprendido en mi pobre rincón biblioteca de ViPerfumería exótica SENET, 35, rué du Quatre Septembre
Hedda. Preguntándola, en la víspera del estreno, si es- toria. Así dice Giambattista:
París. (Véanse hs anuncios.)
taba satisfecha y animada , contestó:
Portó di lá dal rio
— ¡Dios mío! no lo sé. Hace un mes que estudio mi
II devoto Gigante,
papel y que todo el mundo me lo explica. Mañana lo
ADVERTENCIAS.
Quasi suppoMo al Ciel celeste Atlante.
voy á desempeñar , y esta es la hora en que no he poSovra le espallc ¡1 pr.in figliou! di Dio ;
Ma,
ceda
á
mé,
i-o.eh'io
dido comprender ni una picara palabra de él.
Su'l legno ardite mío
Los Señores Suscriptores recibirán con el presente
€ Si alguno de nuestros autores dramáticos—dice el
Christo portai , Christofaro sc'jndo
número, la Portada y el índice general corresponDi lá del tnare, anzí di lá dai mondo.
eminente crítico ¥. Sarcey — se hubiera atrevido á
dientes al tomo LII de LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA V
proponer á un director Ihdda Ca/der, ó cosa parecida,
Felicidades, pues, oh lector, en el año venidero, que AMKKICANA, que termina en esta fecha.
le hubiera despedido á escobazos; y si algún director la
hiciera representar, ¡qué serie de puntapiés recibirían dedicaremos á honrar la memoria de Colón, de nuestra
patria y de los conquistadores de Granada, ya que aunel director y el autor! >
La Administración de esta Revista ruega á los SeTal ha sido el éxito del arte dramático ultrarrealista que parezcan tres honras distintas son una sola é indi- ñores Suscriptores cuyo abono termina en rinde 1891,
visible
gloria
nacional
verdadera.
modernísimo escandinavo en París.
y deseen continuar honrándonos con su concurso,
R. BECERRO DE BENGOA.
* *
que tengan la bondad de pasar el aviso para la renoComo espectáculo público curioso de estos días, digvación , con la mayor anticipación que les sea pono de un pueblo culto y que ha resultado, por ser en
sible.
una iglesia y de pago, culto y pagano á la vez, merece
LIBROS PRESENTADOS
Este ruego obedece al deseo de evitar á nuestros
recordarse el concierto celebrado el domingo de PasÁ ESTA REDACCIÓN POR AUTORES Ó EDITORES.
abonados la contrariedad de experimentar retrasos
cua á las dos de la tarde en la catedral de San Pedro de
en el servicio del periódico al dar principio el nuevo
Ginebra, afecta al culto calvinista. Ejecutáronse á gran- IVcMiuncinoioii. e s c r i t u r a , t r a d u c c i ó n y c o r r e s p o i i
dencia del frunces, al alcance de todos, por S. X. S. Un cua- año, época en que es excesivo el trabajo que pesa sode orquesta: la Pastorela de Guilmaut; el preludio del
dernito de 92 páginas en 8.0, que contiene sencillo método, bre estas oficinas.
Cántico de las alabanzas, de Bach; el himno de la Esbasado en la experiencia y en la práctica, para aprender el
trella de la mañana, de Nicolai, y el allegro y final de la
Para evitar errores, es de la mayor conveniencia
idioma francés. Véndese, á 2 pesetas, en la librería de D. RaSonata en si bemol, de Mendelsshon. La reputada armón Ortega, Valencia i Bajada de San Francisco, II 1.
que, á la orden de renovación, se acompañe una de
tista señora Ketten cantó la Oración de Juana de Arco,
y allende tic Suez ó L'n I'ansit, por D. Ma- las fajas con que se recibe el periódico.
de Gounod, y la Oda á Santa Cecilia, de Hrendel, y el Aquende
nuel Scheidnagel, teniente coronel comandante de Infantería,
eminente violoncelista ginebrino M. L. Rey ejecutó con
socio de la Geográfica de Madrid y del Círculo de Escritores
Esta Empresa cree conveniente recordar á los Seacompañamiento de órgano un largheito de Wardini y
y Artistas, etc.; con un prólogo de D. Juan de la Pueita y
un andante de Tartini. Las naves del románico templo
Vizcaíno. Consta de tres partes: Asuntos filipinos, En la Pe- ñores Suscriptores á LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y
de Conrado II se poblaron de entusiastas y aficionados
ninsula y Entretenimientos. Opúsculo de 174 páginas en 8.o, AMKRICAXA, que, en calidad de tales, pueden obteq*ue se vende, á 2 pesetas, en las principales librerías.
músicos, en cuyas filas aparecía todo lo más escogido
ner para sus familias la suscripción á LA MODA E L E del bello sexo de la metrópoli del Leman. El precio de lt¡¿£¡4-ue «le* ajftia, «•or.sidermla como bebida, por GANTE, con la rebaja del 2Z por 100 en el precio de
D. loaquín Olmedilla y Puig, doctor y catedrático de Farma- esta última publicación.
la entrada con asiento, dos pesetas.
cia , gr.duado de doctoren Medicina, licenciado en Ciencias,
Las iglesias protestantes se han librado de los treconsejero de Sanidad, etc. Folleto de 31 páginas en 4.0—OfiE L ADMINISTRADOR.
mendos ataques de uno de sus más terribles adversacinas de la Revista de Terapéutica y Farmacia, Madrid f Cosrios, con la muerte de Mr. Janssen, el gran historiador
tanilla de los Angeles, 8).
católico de la Alemania moderna, ocurrida el día de
CARPETAS PARA «LA ILUSTRACIÓN».
Navidad en Francfort. A este escritor veterano se debe Kl •*osit¡ \ ¡*IHO d e la ciencia j u r í d i c a y social i t a
liana, por I). Pedro Dorado y Montero, profesor auxiliar de
la famosa obra Historia del pueblo alemán durante la ReDerecho en la Universidad de Salamanca. Estudio interesante
Deseosa esta Administración de proporcionar á los
forma, que ahora ha empezado á publicarse traducida
que coasta de dos partes: en la primera, del derecho penal;
Sres. Suscriptores el medio de conservar en buen esen París y en Londres, y en la cual sostiene con copioen la segunda, de economía política, filosofía del derecho,
sos datos y argumentos que el pueblo alemán era muderecho civil, político y romano, y otras ramas jurídicas. Esta
tado los números de esta Revista, sin que se esobra se vende en la Administración de la Á'ez-isla de Legisla- tropeen al hojearlos, ha hecho construir unas carpecho más feliz antes de la Reforma protestante que hoy,
ción
y
Jurisprudencia,
Madrid
i
Espoz
y
Mina,
17).
y que la Reforma interrumpió el gran movimiento de
tas especiales que, por su baratura, se hallen al
civilización de que Alemania empezó á disfrutar desde C á l c u l o d e l o * número** aurox¡iii;idOM y opet-acio- alcance, lo mismo de los particulares, que de los esnes abreviadas, por D. G. Fernández de Prado y D. R. Alvael siglo xv, sin que pudiera desarrollarse, ni seguir adetablecimientos públicos y sociedades de instrucción
rez Sereix, ingeniero de Montes y correspondiente de la Real
lante.
Academia Española. Folleto de mucha utilidad, que trata de
ó recreo que nos favorecen con su concurso.
También la muerte se ha llevado en estos días, adelos errores absolutos y relativos y de las operaciones abreviaEstas carpetas unen á su buen aspecto suficiente
más del gran dibujante francés Emilio Bayard, tan addas. Véndese, á 3 pesetas, en la librería de Iravedra, Madrid
solidez, y resultan muy á propósito para contener,
mirado por los espíritus delicados, á dos veteranos de
(Arenal, 6).
las ciencias: al químico belga Stas, y al ingeniero me- Solución d e l p r o b l e m a o b r e r o , e n |>az y concor<I¡:i, en forma cómoda y elegante, los números últimateorólogo Vaussenat. Mr. J. Serváis Stas era un profesor
mente publicados; su precio. 2 pesetas en Madrid,
por el EXCEDO. Sr. D. Francisco Pareia de Alarcón, abogado
meritísimo, cuyo cincuenta aniversario de entrada en
y escritor jurídico, político y religioso. Trata, en sus numero3 en Provincias y 4 en América y el Extranjero, inla corporación celebró no hace mucho la Academia de
sos capítulos, del malestar de las clases obreras, de la alarma
cluso los gastos de franqueo, certificado y de embade la sociedad, de la responsabilidad de las clases conservadoCiencias de Bruselas. La química le debe, entre otros,
laje entre cartones.
ras
en
Ja
cuestión
obrera,
de
la
concordia
entre
el
capital
y
los siguientes trabajos: Acción del hidrógeno sobre las
el trabajo, de las horas del trabajo, etc.; y contiene íntegra la
Diríjanse los pedidos, acompañados de su importe,
sustancias cloradas; Peso atómico del carbono; Tipos
sabia encíclica de Su Santidad el Papa León XIII, sobre la
al
Administrador de LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y
químicos íen colaboración con Dumas /•; Acción de los
cuestión obrera. Un libro de más de 200 páginas, que se venalcoholes sobre los álcalis; Estática química; Análisis del
AMERICANA, Alcalá, 23. Madrid, ya directamente,
de, á 2 pesetas , en Madrid, en casa del editor (Campomanes,
aire- Estudios sobre el acetal, sobre la florizina, sobre la
6j imprenta >.
ya por mediación de los Sres. Corresponsales.
R
VINO BUGEAUDI
Anterior
423
LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
N.» XLVIII
Decís, Señora, que os faltan muchas cosas
RODARON POR EL SUELO.
para que volváis á ser
t
El lunes 24 de Noviembre de 1890, los periódidicos americanos publicaron la siguiente noticia:
«Mrs. Sarah S. Ilenster East, 134, Street, núPues p«didlas á la Perfumería Exótica, rut du
mero 873, Nueva York, se suicidó de un tiro
4 Septembre, JJ, en Paris, y quedaréis satisfecha
ayer mañana. Kra una señora excelente, de una
O
y encantada del resultado.
posición social elevada, y pertenecía á la iglesia
Su /irita Exótica, en agua 6 en crema, os hará
presbiteriana del Rev. Dr. Ramsey. Tenía bieoe
volver á la hermosa edad de diez y seis primaveras
nes, y se intensaba mucho en varias caridades
ni
0
[Si
0
y os defenderá contra las arrugas; su polvo de
públicas y particulares. Desde Julio último había
z
arroz Flor de Albérchigo dará á vuestro cutis una
sufrido mucho de indigestión, que produjo me0
blancura diáfana que evocará á las rosas desvalancolía y después una especie de locura, bajo
O
necidas de vuestro rostro; su Anti-Bolbos extircuya influencia se quitó la vida.»
O
LU
|
N
ce
pará los puntos negros que brotan en la nariz,
LU
He aquí otra historia menos trágica, aunque
D
sin dejar la menor huella de ninguno; su SorciO h
de la misma índole. El que la relata lo hace á su
'' _I
lium espesará, alargará y dará nuevo color á
modo. «Generalmente, dice, tememos á la muervuestras cejas y pestañas; su Pasta de los PrelaCO
te, y, sin embargo, una vez he querido morir; he
m
5
dos destruirá los sabañones y las grietas, y os de«i
aquí el motivo. Hasta la Pascua de 1888 había
5<
volverá la mano lisa y mórbida, con las venas
tenido salud; pero esta época /para tantos de
— III
suavemente azuladas que antes, en vuestra pri£ Lu
O
<t n
alegría) fue para mí de tristeza, languidez y canmera juventud, poseíais; y toda esta transformaW
sancio. Perdí el apetito, y me sentía muy mal
_l a
LU
•
se efectuará naturalmente, sin recurrir á
después de comer los alimentos más ligeros. Los
0- — Im:
C ción
CC
<
ningún artificio.
ojos y la piel tomaron un color amarillo obscuro,
C/5
El Catálogo de la Perfumería Exótica se remite,
y la secreción renal parecí* sangre. El dolor de
oc
gratis y franco de porte, á quien le pida.
estómago no se podía sufrir, y con frecuencia
m
Depósitos en Madrid: Arlaza, Alcalá, 23 , prinduraba sin interrupción de doce á catorce horas.
cipal, iza.: Pascual, Arenal, 2; perfumería UrAlgunas veces tenía dolores noche y día, y me
quiola, Afayor, 1; Aguirre y Molino, Preciados, /,
ponía tan malo que mi mujer tenia que velarme
O
y en Barcelona, Sra. Viuda de Lafont é Hijos.
toda la noche. Siempre estaba malo, me daba tos
y arrojaba una flema verde.
(f) Z
2>A pesar de la ropa de abrigo y de toda clase
'EURALGIAS, jaquecas , calambres en el estómago,
z
de comodidades, siempre tenía frío, tiritando
histerismo, todas las enfermedades nerviosas se calman
¿-.i VENDE EN LAS FARMACIAS
como si la sangre se me hubiera empobrecido.
con las pildoras antineurálgicas del i ) r . C r o n i e r »
No podía tomar alimento sólido; vivía de caldos,
3 francos ; París, farmacia, 23 , rué de la Monnaie.
DROGUERÍAS
Y
ULTRAMARINOS.
preparaciones de leche, etc., y después de cada
comida me daban dolores de estómago que no se
quitaban con nada.
»Poco después se me desarrolló una picazón
por todo el cuerpo, como si tuviese envenenada
la sangre. El médico de la familia me estuvo asistiendo como cosa de un año. Por su consejo fui
á Harrogate á ver á otro médico y á beber las
OE LOS SRES. BRANCA HERMANOS, DE MILANO
y c l a , Períum'"
aguas, pero hallándome peor me volví á casa. El
bañero de Harrogate y otros me dijeron que teProveedores de lt Real Casi de España
Los
únicos que tienen el verdadero y auténtico método de fabricación.
nía la sangre envenenada, lo que nunca habían
8, rué Vivienne, PARÍS
I*i'einia»los oon \l«'dallas de oro en las prinoipales Exdicho los médicos. El primero había dicho que
posieiones Universales y privilegiados por el (¿obierno.
los dolores procedían de piedras en la vejiga de
El Agua de Kananga e s ia loción más
El K K K I V K T - I Í H A I V C Á . es el más higiénico de los licores conocidos.
¡a hiél.
refrescaute, la cjne más vigoriza la piel y
Veintieineo años de completo éxito, obtenido en Europa,
> Entonces consulté á un especialista eminente
blanquea el cutis,perfumánuolo delicadamente.
de Manchester, que confirmó lo que había dicho
América y Oriente.
Extracto de Kananga
el otro médico; mas con ninguno me aliviaba.
Es recome'ndado por las celebridades medicales, y empleado en muchos
Suavísimo
y
aristocrático
»En este estado lamentable seguí seis meses
hospitales.
perfumo para el pañuelo.
más, y me puse tan endeble, que apenas podía
Kl FEKNET - BRA\CA no debe ser confundido con
andar, y tan delgado, que se cayeron los anillos
Aceite de Kananga
otros imi«-ho« Fi-rnel que se venden desde j>oeo tiempo, y
de los dedos y rodaron por el suelo. Eran tales los Tesoro ue la cabellera, cjuo
que son íalsilicaciones «lanosas é ¡mperkeetns. El FERdolores, que deseaba morirme, y uno de los médiabrillanta, luce crecer
y cuya calda previene
cos dijo á un amigo mío que no podía restableIMfCT-IÍItAIVCA. apaga la sed, facilita la digestión, estimula el apetito,
cerme.
cura las calenturas intermitentes, dolencias de cabeza, vértigo, enfermedades del
Jabón de Kananga
>En Agosto del año pasado de 1890, cuando
hígado, e s p l í n , mareo y náuseas en general. Es V e r m í f u p o , A n t i Kl mas srato y
me encontraba peor, me enviaron por el correo
UDluoso,conserva
colérico.
un libro de una me'licina llamada Jarabe curaal culis su
tivo de la Madre Seigel. Me decidí á probarlo,
nacarada
SUS EFECTOS SON GARANTIZADOS POR ATESTACIONES DE MÉDICOS
trausiiareucla.
y mandé por un poco á Lymm, A la botica de
Unirá arrendataria para AIHÍTHM fl«U Sur:
Mr. Evans. Después de la primera botella me
Loción vegetal de Kananga
sentí un poco mejor, y siguiendo con este remeCasa
C
Ali LO F.co IIOFEll et C.° de Genova
dio, me volvió el apetito, y poco á poco me fui limpia la cabeza, abrillanta el cabello y
evita su calda, tonlilc&udolo.
MEDALLA DE ORO EN LA EXPOSICIÓN DE PARÍS, 1889
poniendo fuerte. Kl color se ha vuelto a poner
natural, y me siento tan bien como he podido
Madrid : Romero Vicente.
sentirme en toda mi vida, á la verdad, tan bien
^ Barcelona : Conde Puerto y C". ^
como cuando era niño. Cómo sin inconveniente
alguno toda clase de alimentos, y en los úliimos
G. K. COOKE& WEYLAND
tres meses he ganado en peso 30 libras. Puedo
añadir que antes de tomar esta medicina había
BERLÍN S. W. 48.
cambiado tanto, que mis amigos, y aun mis discípulos, apenas me reconocían. A todo el mundo
Fábrica premiada, primera en Europa, de
Gota
—
Piedra
digo lo que debo al Jarabe de Seigel.>
Rué Morand, 9, París
La persona que hace este relato es un cabaReuma
EXPOSICIÓN T7nsri-VER.SA.Ij
llero de posición, conocido de todo el mundo en
PAEI8, 1889
Lymm. No quiere que se publique su nombre;
son curados por las
pero el Sr. J. H. Evans, el farmacéutico nombrade
cautehouc
y
metal.
Se
solicitan
representantes.
do anteriormente, atestigua la verdad de cuanto
aquí se ha dicho.
Este era un caso grave de indigestión con sus
consecuencias naturales. Toda la economía estaba emponzoñada y desarreglada por los ácidos
debidos á fermentaciones en el estómago, y si no
BrfcC( A Tk A
para devolver i loa
hubiera sido por el Jarabe de Seigel, un resultaR O S A D A . Cahmllom hlmnotm «a o»
do desastroso se hubiera seguido en muy poco
lor primitivo. FULIOL, «1. />.
tiempo.
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A Orillas del mar
La Venganza
Fernando de Laredo
El Ultimo beso
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joven y bella hasta más allá de sus 8o años, rompiendo una vez y otra su acta de nacimiento á la
taz dei tiempo, que en vano atritaba su guadaña delante de aquel rostro seductor sin poder mortificarle.—Este secreto que la gran coqueta egoísta no quiso revelar á ninguno de sus contemporáneos, ha sido descubierto por el doctor Leconte entre las hojas de un tomo de la Historia amorosa
rí¿ las Gallas, de Bussy-Rabutin . perteneciente á la biblioteca de Voltaire y actualmente propiedad
exclusiva de la l*«-rfi'uiieriii \ i l i o n (Maison Lecoiiti), y\. rué du 4 Septembre. 31 . París.
Dicha casa entrega el secreto á sus elegantes clientes bnio e'l nombre de \ crilalile E a u il<"
\ l i i o u v. de llnta-l d e \ i n o i i . polvo de. arroz que Ninon de Léñelos llamaba «la juventud en
una caia>.—Es necesario exigir en la etiqueta el nombre y li dirección de la Casa, para evitar las
falsificaciones. — La FarfumerU Ainon expide á todas partes sus prospectos y precios corrientes.
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