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Fundamentos firmes
Lección 08 – La promesa y la maldición de Dios
Dios había creado a Adán a Su propia imagen y para Su gloria. Adán y Eva le pertenecían, El los
amaba, les había dado todo lo que necesitaban y los había prevenido sobre las consecuencias de
la desobediencia. Sin embargo, ellos habían elegido desobedecer.
Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás?
Génesis 3:9
Adán y Eva no fueron a hablar con Dios, sino que el Señor los llamó: “Adán, ¿dónde estás?”. ¿Por
qué los llamó?, ¿no sabía dónde estaban escondidos?, ¿no está en todas partes?
Dios sabía y veía que Adán y Eva estaban escondidos. ¿Por qué llamó a Adán entonces? Porque
el Señor todavía los amaba y quería que se arrepintieran (2 Pedro 3:9). Estaba dándoles la
oportunidad de reconocer que habían hecho mal en desobedecer y creer a Satanás.
Dios se sigue manifestando, aunque no escuchamos Su voz. ¿Cómo se manifiesta? A través de
todas las cosas que vemos a nuestro alrededor.
Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día comparte al
otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible.
Salmos 19:1-3
Todas las cosas hermosas e impresionantes que hay en la tierra (montañas, lagos, ríos, mares,
glaciares y praderas), la inmensidad del cielo y las estrellas, el universo que se extiende delante de
nuestros ojos, son obra de Dios y nos cuentan acerca de Su gloria y manifiestan Su existencia y Su
grandeza. ¡Sería interesante conocer a quien creo semejante obra!
Pero Dios no se manifiesta solamente a través de su creación, también nos habla de manera
directa a través de Su Palabra: la Biblia. Ha preservado su mensaje cuidadosamente para que los
que vivimos en este siglo lo conozcamos y alcancemos la salvación. (Romanos 1:16-17, Hebreos
2:3, Juan 17:3, Filipenses 3:10)
Lección 08 – La promesa y la maldición de Dios
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Adán y Eva ante Dios
Dios creó a Adán y Eva para que lo amaran, lo obedecieran y así dieran gloria a Su nombre. Isaías
43:7b dice: ”al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé”. Dios también nos da la vida a
nosotros y a todas las personas. Hechos 17:25b dice: “El es quien da a todos la vida, el aliento y
todas las cosas”.
El hombre contestó: Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me
escondí.
Génesis 3:10
Adán y Eva tenían miedo porque habían desobedecido la orden de Dios. Sabían que habían hecho
mal y conocían la consecuencia de su pecado. Adán y Eva tenían que responder a Dios por lo que
hicieron.
Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a
quien hemos de rendir cuentas.
Hebreos 4:13
Así como Adán y Eva, todos nosotros también tendremos que responder a Dios por todo lo que
hayamos pensado y hecho durante nuestras vidas.
¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? le preguntó Dios. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te
prohibí comer? Él respondió: La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? La serpiente me engañó, y comí
– contestó ella.
Génesis 3:11-13
Adán le hecho la culpa a Eva. Eva le echó la culpa a la serpiente. Pero Dios ya sabía todo lo que
había ocurrido, pues nada le es oculto.
Cuando alguien es descubierto en algo malo, es habitual que intente inculpar a otros o imputar su
responsabilidad a circunstancias externas. Sin embargo, Dios sabe todas las cosas y no dejará sin
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castigo ninguna falta que se haya cometido. Nada ni nadie puede escapar de la justicia de Dios,
pues sabe todas las cosas. El es santo y sus juicios son justos, firmes e inmutables.
Dios el Señor dijo entonces a la serpiente: "Por causa de lo que has hecho, ¡maldita serás entre todos los
animales, tanto domésticos como salvajes! Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días
de tu vida.
Génesis 3:14
Dios maldijo a la serpiente, porque había sido usada por Satanás. No sabemos cómo era la
serpiente antes, pero sabemos que no se arrastraba sobre su pecho cuando Dios la creó, porque
esa fue la maldición que recibió: arrastrarse sobre su vientre y comer el polvo de la tierra.
La simiente prometida de la mujer
Dios sabía que fue Satanás el que habló a través de la serpiente para engañar a Eva. Una vez que
Adán y Eva desobedecieron y siguieron el consejo de Satanás, quedaron separados de Dios y
dominados por el enemigo (Efesios 2:1-2). Ya no eran hijos de Dios, eran hijos de Satanás.
Satanás se había convertido en el dios de este mundo (Juan 12:31, 2 Corintios 4:4). En ese
momento, probablemente, Satanás pensó que había vencido a Dios y que ahora tendría dominio
absoluto sobre el mundo y las personas. Sin embargo, Dios prometió enviar un Salvador que
derrotaría a Satanás y liberaría a la humanidad de su poder.
Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza,
pero tú le morderás el talón.
Génesis 3:15
Cuando dice que se aplastará la cabeza, se refiere a aplastar el liderazgo o autoridad de un gran
poder. Cuando se aplasta la cabeza, el resto del cuerpo no puede sobrevivir, mientras que el que
tiene herido el talón sobrevive.
La simiente de la mujer (el Salvador) derrotaría a Satanás, el dios de este mundo y el gobernador
de los poderes maléficos. Satanás lucharía contra el Salvador y lo heriría, pero el Salvador
destruiría a Satanás, liberando a la humanidad del poder de Satanás para que el hombre estuviera
nuevamente en comunión con Dios.
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Por Su propia justicia, Dios debe castigar el pecado con la muerte. Aunque podía dejar que Adán y
Eva murieran y sufrieran el castigo que merecían, por Su gran amor, les prometió una salida
especial a través de un Salvador que los rescataría a ellos – y a toda la humanidad – del dominio
de Satanás, y los traería a Dios nuevamente. Dios es un Dios de gracia y misericordia.
El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.
Salmos 145:8
Gracia y misericordia son dos palabras maravillosas. Misericordia es no darnos el castigo que
merecemos. Gracia es darnos cosas buenas que necesitamos, pero que no merecemos; es la
bondad de Dios derramada sobre personas no merecedoras.
Cuando Dios creó a Adán y Eva les dio mucho más de lo necesario para demostrarles Su amor y
bondad. Cuando Adán y Eva se revelaron contra Dios, merecían la ira de Dios, pero ¿qué hizo El?,
¿los envió inmediatamente al castigo eterno? ¡No! Como es un Dios de gracia y misericordia,
prometió enviar un Salvador que los liberaría del justo castigo que merecían.
Aunque el amor de Dios es fácil verlo a través de toda la creación, Su gracia y misericordia solo se
ven después de la rebelión del hombre contra Dios.
La maldición de Dios sobre la mujer, el hombre y la tierra
A la mujer le dijo: "Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor. Desearás a tu
marido, y él te dominará." Al hombre le dijo: "Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del
que te prohibí comer,¡maldita será la tierra por tu culpa! todos los días de tu vida. La tierra te producirá
cardos y espinas, y comerás hierbas silvestres.”
Génesis 3:16-18
Dios le habló a Eva y le dijo que, por haber desobedecido sufriría al dar a luz y su marido tendría
autoridad sobre ella. Adán – en lugar de obedecer lo que Dios mismo le había dicho – había
elegido escuchar a Eva. ¡Qué trabajo tan sutil hace Satanás para hacernos creer en él y no creer
en Dios!
Satanás puede usar inclusive a nuestra familia o personas amadas para confundirnos y hacernos
pensar que no necesitamos creer y obedecer a Dios. Satanás usó a la serpiente para engañar a
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Eva y usó a Eva para hacer que Adán desobedeciera a Dios. Ni Adán ni Eva hicieron lo correcto,
pues ambos sabían lo que Dios había dicho y eligieron no obedecer.
Es muy importante obedecer a Dios y no a los hombres, pues a menudo Satanás nos dice sus
mentiras a través de otras personas, y presenta estas mentiras de manera muy atractiva.
Debemos recordar que la Palabra de Dios se escribió para nosotros, para que pudiéramos
conocerlo mejor y saber qué está bien y qué está mal. Dios es la autoridad suprema de toda
verdad, en El está toda sabiduría. Eva eligió seguir el consejo de Satanás, mientras que Adán
decidió tomar sus propias decisiones con respecto a la vida. Ambos decidieron desobedecer a Dios
con consecuencias horribles.
Antes que Adán pecara, no necesitaba mucho esfuerzo para cuidar el huerto, pues no había
maleza ni pestes que entorpecieran su trabajo. Cuando desobedeció, Dios maldijo la tierra y
comenzó a crecer maleza, complicando el trabajo de Adán. Es decir, el pecado no sólo afectó a
Adán y Eva, sino que también repercutió en toda la creación. De hecho, todas las cosas malas del
mundo existen a causa de la desobediencia a Dios.
¿Por qué el pecado del hombre tenía que afectar toda la creación? Dios, con amor, había hecho la
tierra para el hombre. Pero el hombre, al desobedecer, rechazó el amor de Dios y como
consecuencia el ya no viviría en un medio ambiente perfecto.
Hoy vivimos en un mundo que sufre esa maldición. Constantemente enfrentamos el dolor, las
enfermedades, la debilidad, el trabajo duro, las condiciones climáticas difíciles, las pestes y plagas,
las malas hierbas, la tristeza, la pena y la muerte. Ninguna de estas cosas existía en el mundo
antes de que Adán y Eva pecaran. Dios les había dado un lugar perfecto para vivir y quería que
vivieran en perfecta armonía con El para siempre. Pero el hombre eligió revelarse contra Dios, y
esa rebelión trajo aparejadas consecuencias desastrosas que todavía sufrimos.
Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado.
Porque polvo eres, y al polvo volverás."
Génesis 3:19
Dios había hecho a Adán del polvo de la tierra, y a causa del pecado, Dios le dijo que su cuerpo
debía morir y volver a la tierra.
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Adán y Eva son padres de todas las personas
El hombre llamó Eva a su mujer, porque ella sería la madre de todo ser viviente.
Génesis 3:20
Aunque las personas tienen colores de piel diferentes, todos descendemos de los mismos padres:
Adán y Eva. Hechos 17:26a dice: “De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda
la tierra”. Eva es la primera mujer y madre de todo ser humano. Adán es el padre de todos
nosotros.
El pecado de Adán arruinó su relación perfecta con Dios, trajo maldición sobre la tierra que Dios le
había dado para vivir y sobre su descendencia. Es decir, sus descendientes también debían morir.
Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así
como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.
Romanos 5:12
Todas las personas de todos los países moriremos porque todos somos descendientes de Adán.
Conclusiones
El Diablo no “obligó a desobedecer”. Adán y Eva sabían lo que Dios había dicho, de modo que
decidieron desobedecer.
Dios demostró un amor inmenso a Adán y Eva al darles solo cosas buenas. Sin embargo Adán y
Eva no supieron responder a ese amor inmenso.
Es importante entender lo abominable que es el pecado ante la santidad de Dios. Pero también es
importante entender el amor, la gracia y la misericordia de Dios cuando promete a un Salvador.
El pecado trajo consecuencias terribles, con las que vivimos todos los días. La Biblia nos muestra
cómo empezaron las tristezas en el mundo. También nos muestra a un Dios santo y recto: justo,
verdadero y perfecto en todo lo que hace.
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Lección 08 – La promesa y la maldición de Dios
1]
Si Dios sabía donde estaban Adán y Eva, ¿por qué los llamó?
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2]
¿Tiene Dios el derecho de exigir obediencia? ¿Por qué?
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3]
¿Cuál fue la maldición de Dios sobre la serpiente?
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4]
¿A quién prometió enviar Dios?
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5]
¿De dónde iba a surgir el Salvador?
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6]
¿Qué prometió Dios que haría el Salvador?
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7]
¿Por qué Dios prometió enviar un Salvador para el hombre?
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8]
¿Merecían Adán y Eva el amor de Dios y Su promesa de un Salvador?
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9]
¿Cómo explicarían el significado de la palabra gracia?
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10] ¿Por qué no se menciona la gracia y misericordia antes de la caída?
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Lección 08 – La promesa y la maldición de Dios
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11] Compare la situación de Adán y Eva “antes” y “después” de pecar y recibir la maldición de Dios en
relación: (a) su relación con Dios, (b) su relación entre ellos y (c) su vida diaria y su salud.
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12] ¿Qué evidencia de la maldición de Dios sobre Adán y Eva vemos actualmente en el mundo?
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13] ¿Quiénes fueron los primeros padres de todas las personas?
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14] ¿Por qué tienen que morir todas las personas?
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Respuestas
1. Para que admitieran su pecado. 2. Sí, porque todo le pertenece. El da la vida. 3. Arrastrarse sobre su
pecho. 4. A un Salvador. 5. De la simiente de la mujer. 6. Vencería a Satanás y rescataría al hombre del
poder de Satanás y de la consecuencia del pecado, la muerte. 7. Porque Dios ama a todas las personas. 8.
No. Merecía recibir el justo juicio de Dios, sufrir el castigo eterno. 9. Gracia es darle a alguien lo que
necesita en lugar de lo que merece. 10. La gracia y la misericordia son las respuestas de Dios al pecado del
hombre, y el hombre no las necesitaba antes de pecar. 11. (a) Antes, eran amigos de Dios, estaban bajo el
dominio de Dios y tenían la oportunidad de vivir eternamente con Dios. Después eran enemigos de Dios,
quedaron bajo el dominio de Satanás, debían enfrentar la eternidad en el lago de fuego, lejos de la
presencia de Dios. (b) Adán había recibido a Eva para co-gobernar la tierra, ahora Adán iba a gobernarla
a ella. (c) El trabajo de Adán había sido agradable, ahora sería difícil. Ni Adán ni Eva habían conocido
el dolor, ahora Eva iba a experimentar mucho dolor al dar a luz, y ambos estarían expuestos al
sufrimiento, las enfermedades y la muerte. 12. Enfermedad, tristeza, dolores de parto, trabajo duro,
espinas y maleza, sequías, tormentas devastadoras, plantas venenosas, pestes y plagas. Todas estas son
señales de la maldición de Dios. 13. Adán y Eva. 14. Porque Adán desobedeció a Dios, y todos sus
descendientes deben morir.
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