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CJM – Provincia Eudista Minuto de Dios
Circular Provincial 03-2015
Bogotá, D.C., 19 de agosto de 2015
“Evangelizar nuestra propia vocación”
Muy queridos hermanos incorporados, candidatos y asociados(as):
Reciban mi saludo fraternal en el Señor.
Todo comienzo tiene su propia gracia y hoy quiero agradecerle al Señor su
infinita bondad al confiarme a través del Padre General, Padre Camilo Bernal y
de los consejeros generales, la animación espiritual y apostólica de nuestra
joven provincia eudista del Minuto de Dios.
Quiero agradecer al Padre Bernardo Vergara su gran tarea de animación
provincial. Como amigo, compañero de camino y asistente provincial he visto
en él a un hombre de fe, con gran calidez humana y a un servidor incondicional
del evangelio y de la obra del Minuto de Dios.
Quiero saludar a todos y cada uno de ustedes en la fiesta del nacimiento para
el cielo de nuestro amado fundador san Juan Eudes, con palabras dirigidas por
él mismo a los padres Ricardo Le Mesle y Tomás Vigeon el 22 de sept. de 1646:
“Vengan, pues, mis hermanos muy amados en nombre de nuestro Señor y de su
santa Madre, y manténgase fieles a aquel que los ha llamado. Vengan sin
tardanza para que dediquemos juntos lo que nos queda de vida al servicio de
nuestro buen Maestro y a ganar para él las almas redimidas con el precio de su
sangre” (OE, pág. 663).
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Circular Provincial 03-2015
Estas palabras resuenan de manera especial en el año de la vida consagrada
como una invitación a “evangelizar nuestra propia vocación” para
redescubrir la belleza de nuestro carisma y misión como evangelizadoresformadores en el marco de la provincia eudista del Minuto de Dios.
Los invito a releer en clave eudista los objetivos que para el año de la Vida
Consagrada nos propone el Papa Francisco.
-
El primero es mirar al pasado con gratitud:
El Papa Francisco recuerda que nuestros fundadores han sentido en sí la
compasión que embargaba a Jesús, al ver a la multitud como ovejas
extraviadas, sin pastor. Jesús movido por esta compasión ofreció su palabra,
curó a los enfermos, dio pan para comer, entregó su propia vida. Hoy
agradecemos a Dios por la vida de San Juan Eudes que se entregó sin reservas
al servicio de la humanidad del siglo XVII, allá donde el Espíritu le enviaba y de
las más diversas maneras: el ejercicio de los seminarios, las misiones, la cura
de los enfermos, las jóvenes vulnerables, las familias, en fin, la renovación de
la vida cristiana. Podemos decir que, en nuestro fundador, se cumple aquella
afirmación: “la fantasía de la caridad no ha conocido límites” (Cfr. S.S.
Francisco, Carta apostólica a todos los consagrados, n.2).
Los eudistas y Colombia, en general, han reconocido, en la persona del siervo
de Dios, el Padre Rafael García-Herreros, a un hombre visionario que atento a
los signos de los tiempos, propuso maneras diversas de encarnar tanto el
evangelio como el legado eudista: evangelización en los medios masivos de
comunicación, soluciones de vivienda para los pobres, educación, renovación
carismática católica, catequesis, etc. Después del P. Rafael, el P. Diego
Jaramillo ha multiplicado el legado recibido y con el apoyo de presbíteros
eudistas y laicos ha colocado las obras del Minuto de Dios en un alto nivel que
a todos nos alegra y nos llena de orgullo.
Poner atención en la propia historia es indispensable para mantener viva la
identidad y fortalecer la unidad de la familia y el sentido de pertenencia de sus
miembros. Se trata de redescubrir la chispa inspiradora, los ideales, los
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proyectos, los valores que han impulsado a San Juan Eudes y a sus discípulos
a través de la historia. Siempre llama la atención el testimonio de las primeras
comunidades (Cfr. Hechos 2,42-45) y de las generaciones pasadas. También es
una manera de tomar conciencia de cómo se ha vivido el carisma a través de
los tiempos, las dificultades que han debido afrontar y cómo fueron superadas.
Se podrán descubrir incoherencias fruto de la debilidad humana, y a veces
hasta el olvido de algunos aspectos esenciales del carisma. Todo esto es
instructivo y se convierte, a la vez, en una llamada a la conversión. Recorrer la
propia historia es alabar a Dios y darle gracias por todos sus dones. (Cfr. S.S.
Francisco…, n.1). San Juan Eudes lo hizo así con su Memoriale beneficiorum
Dei.
-El segundo objetivo es vivir el presente con pasión:
La memoria agradecida del pasado nos impulsa, escuchando atentamente lo
que el Espíritu dice a la Iglesia de hoy, a plantearnos unas preguntas
fundamentales y oportunas para revisar nuestros estilos de vida a nivel
personal y comunitario y así poder “evangelizar nuestra propia vocación”:
¿Qué lugar le estamos dando al Evangelio?; ¿Este es realmente el vademécum
para la vida cotidiana y para las opciones que estamos llamados a tomar?. El
Papa Francisco nos recuerda que el Evangelio es exigente y requiere ser vivido
con radicalidad y sinceridad. No basta sólo leerlo ni es suficiente meditarlo,
Jesús nos pide ponerlo en práctica y vivir sus palabras. También hemos de
preguntarnos, ¿Jesús es realmente el primero y único amor, como nos hemos
propuesto cuando hicimos nuestra incorporación o expresamos nuestros
compromisos para el diaconado y el presbiterado? Qué bueno recordar que
nuestro corazón tiene dueño y es el Señor y es su Reino y es la causa de los
pobres.
Sólo si es así, concluye el Papa Francisco podemos y debemos amar en la
verdad y la misericordia a toda persona que encontremos en nuestro camino,
porque habremos aprendido de el Señor lo que es el amor y cómo amar:
sabremos amar porque tenemos su mismo corazón. De ahí nace la fuerza
para vivir el presente con pasión.
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Se nos invita a ser hombres y mujeres de comunión. A hacernos presentes con
decisión allí donde hay diferencias y tensiones, y ser un signo creíble de la
presencia del Espíritu, que infunde en los corazones la pasión de que todos
sean uno (Jn 17,21). Aquí creo importante la invitación a vivir la mística del
encuentro, la capacidad de escuchar a las demás personas. La capacidad de
buscar juntos el camino, el método. En este sentido tenemos tantos desafíos ad
intra y ad extra en nuestra joven provincia eudista y en cada una de nuestras
comunidades. (Cfr. S.S. Francisco… n. 2). Ya lo decíamos en nuestras
constituciones n. 35:
Como responsables de una misma tarea apostólica, los Eudistas se obligan a la
vida comunitaria y quieren vivirla como hermanos, a fin de que su comunidad
sea “una escuela de santidad para todos los que a ella llegan”
- Tercer objetivo abrazar el futuro con esperanza. No con ingenuidad, porque
conocemos las fragilidades personales y comunitarias y las dificultades y retos
del mundo actual. No se trata de una esperanza que se basa en los números y
en las obras, sino en Aquel en quien hemos puesto nuestra confianza (cf. 2 Tm
1,12). Como fruto de nuestra fe en el Señor de la historia que sigue repitiendo
“No tengas miedo, que yo estoy contigo” (Jr 1,8).
No hay que ceder ni a los profetas de desventuras que lo ven todo
catastróficamente, ni r a la tentación de los números y de la eficiencia, y menos
aún a la de confiar en las propias fuerzas.
El Papa pide a los jóvenes
formandos a ser el presente para invitarlos a contribuir con la frescura y la
generosidad de su opción a darle un nuevo ardor a la provincia: “Ustedes
también son el futuro, porque pronto serán llamados a tomar en sus manos la
guía de la animación, la formación, el servicio y la misión”. (Cfr. S.S.
Francisco… n. 3).
Qué ilusión ver a 55 aspirantes en formación, provenientes de 4 países, la
mayoría profesionales. En comunión fraterna podremos enriquecernos
mutuamente con la experiencia y sabiduría de nuestros hermanos mayores, y
las nuevas generaciones, tendrán la ocasión de volver a proponer los ideales
que han vivido desde sus inicios, ofrecer la pujanza y lozanía de su testimonio y
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así desarrollar juntos nuevos modos de vivir el evangelio y responder a las
exigencias del testimonio y del anuncio. (Cfr. S.S. Francisco…, n.3)..
Qué tareas concretas nos esperan:
1. Evangelizar la propia vocación: la animación de las personas, de las
comunidades locales, la revisión de nuestros estilos de vida y proyectos.
De una manera especial poner cuidado al proyecto formativo de los
futuros Eudistas, seminaristas y ordenados, y, el acompañamiento y la
formación permanente de los presbíteros eudistas.
2. Trabajar en la institucionalización de nuestra joven provincia. Hay que
consolidarnos en nuestras estructuras al servicio del evangelio. Pienso,
por ejemplo, en recibir nuevas parroquias en los lugares donde tenemos
obras para que ayuden a legitimar nuestro carisma y nuestras presencias
en las Iglesias diocesanas. Pienso también en cómo ser atentos a la
previsión social para nuestro futuro.
3. Abrir nuevos caminos. Por ejemplo quisiera impulsar la fundación de
comunidades fraternales y evangelizadoras en EEUU; dar pasos en la
interprovincialidad, por ejemplo con la provincia de Francia, donde
esperan a varios de nosotros que retribuyamos en algo, la generosidad,
sacrificio y entrega de los primeros franceses llegados a Colombia en
1883.
4. Crear espacios de comunión y participación para el encuentro y el
compartir de comunidades y experiencias laicales nacidas en la provincia
del Minuto de Dios, la mayoría han surgido desde la experiencia de la
renovación carismática católica. En este sentido, aprovechar mejor la
coyuntura del proceso de beatificación del siervo de Dios, P. Rafael
García-Herreros.
Quiero finalizar con una imagen que, en estos días, en medio de mi servicio
como rector de la casa de formación "La Misión", que me ha llenado de alegría y
esperanza:
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El miércoles pasado iba caminando por las calles del barrio Minuto de Dios, a
las 5.40 AM con tres seminaristas de mi koinonia de Tarso, nos cruzamos con
los diez jóvenes de la koinonia de Damasco en la entrada de la Universidad y
detrás venían otros grupos, y pensé para mí: que bueno que en una plaza y en
una universidad donde desfilan tantas personas, estudiantes, administrativos y
profesores, los primeros que lleguemos a la UNIMINUTO seamos nosotros a
celebrar nuestra fe, el encuentro con el Resucitado en los Laudes y la
Eucaristía. Y por eso quiero terminar con estas palabras de san Juan Eudes:
Sólo una cosa es necesaria, a saber, servir, amar y dar gloria a Jesús. Todo lo
demás es locura, engaño. Ilusión, pérdida de tiempo, aflicción de espíritu,
vanidades. Piensa que estás en la tierra únicamente para esa ocupación, la más
necesaria, importante y urgente. Y que tus pensamientos, palabras y acciones
deben tender a ese fin. Por eso al comienzo de tus acciones, ten cuidado de
ofrecerlas a nuestro Señor, reafirmándole que quieres realizarlas únicamente por
su gloria. (Vida y Reino de Jesús en los cristianos, OE p.129).
Instalación del provincial e incorporaciones
En el teatro minuto de Dios, gozando de un ambiente familiar, nos reunimos un
buen número de hermanos para celebrar la eucaristía en las vísperas de la
fiesta de San Juan Eudes, dando gracias a Dios por la instalación del nuevo
superior provincial y por la incorporación de nuestros hermanos: Hugo Alberto
Ruiz Rios, Helio Alexander Hernández Castro, Alex Alberto Hernández Ramírez
y Luis Guillermo Cleves Suaza. La celebración fue animada por el ministerio de
música de la casa de formación "La Misión", contando con la participación de
varios laicos de las obras y comunidades del minuto de Dios.
Ordenaciones presbiterales y diaconales
Damos gracias a Dios porque hoy, a las 10:00 de la mañana, en la Catedral
San Juan Bautista de la Estrada, de la Diócesis de Engativá, por imposición de
las manos de Monseñor Francisco Antonio Nieto Súa, obispo de la Diócesis,
nuestros hermanos: Danilo Mazinller Díaz Carmona, José Segismundo Prentt
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Martínez y Leonard de Jesús Vega Martínez recibieron el don del presbiterado;
y Helio Alexander Hernández Castro, Alex Alberto Hernández Ramírez y Luis
Guillermo Cleves Suaza el don del diaconado.
Nos alegramos por estos nuevos ministros para la Iglesia y los felicitamos junto
con sus familias por este don inefable. Les pido tenerlos presentes en la
oración.
Obediencias

Después del voto deliberativo del Consejo Provincial para el
nombramiento de un superior local (Const. 91 y 103, c.1.1), he nombrado
al padre Edgardo Figueroa Padilla como superior y rector de la casa de
formación eudista “La Misión".

Con el asentimiento del Consejo Provincial he pedido al padre Gonzalo
Gómez que me acompañe en el servicio como secretario provincial.
A todos los recuerdo con cariño fraternal en mi oración y los confió al Corazón
amante de Jesús y María,
Raúl N. Téllez Villamil, cjm
Superior Provincial