Discurso del Ing. José Luis Landivar Bowles - IBCE

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DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL
INSTITUTO BOLIVIANO DE COMERCIO EXTERIOR (IBCE)
ING. JOSÉ LUIS LANDIVAR BOWLES
Foro “Quinua Real: Hacia una agenda participativa en Bolivia”
(Hivos-IBCE, Hotel Radisson - Salón “Pérez de Holguin”, La Paz – 22/OCT/2014)
Distinguidos representantes gubernamentales y de países amigos; distinguidos representantes de la
cooperación internacional, la Academia y entidades de investigación; estimados productores; invitados
especiales; amigos de la prensa, reciban todos ustedes nuestro profundo agradecimiento por tenerlos
hoy en la edición número 52 de nuestro Foro Permanente de Diálogo con la Sociedad Civil en temas
relacionados con la Producción, Comercio Exterior e Integración, que en esta oportunidad organizamos
con el prestigioso Instituto Humanista para la Cooperación con los Países en Desarrollo (Hivos) y
el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con el alto respaldo del Ministerio de Desarrollo
Rural y Tierras (MDRyT), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura
(FAO), el Centro Internacional de la Quinua (CIQ), la Asociación Nacional de Productores de Quinua
(ANAPQUI), la Asociación de Productores de Quinua Salinas (APQUISA) y Central de Cooperativas
Agropecuarias “Operación Tierra” Ltda. (CECAOT), y con el importante auspicio de IRUPANA, el
Ingenio Azucarero Guabirá S.A. y Boliviana de Aviación (BoA).
Del mismo modo, hacemos llegar nuestros saludos y agradecimientos para nuestros expositores: Lic.
Juan Pablo Solís, Oficial de Programas Green y representante de Hivos en este Foro; asimismo al Ing.
Gustavo Clavijo, Director del Centro Internacional de la Quinua; Lic. Marcelo Collao, Consultor de
Hivos y Sr. Endulfo Gabriel Cautín, representante del Acuerdo Interinstitucional de Productores de
Quinua del Altiplano Sur de Bolivia (ANAPQUI, CECAOT, APQUISA). Estamos seguros que
aprenderemos muchísimo de todos ustedes durante esta jornada.
Como siempre, un fraternal abrazo para nuestro Moderador, Emb. Marcelo Pérez Monasterios, quien
nos acompaña como conductor de tantos Foros desde el 2007.
Sean todos bienvenidos a este espacio de diálogo público que en esta oportunidad abordará el gran
impacto que significa en el mundo entero la presencia de la quinua boliviana, nuestra “Quinua Real”
principalmente -nativa de la región andina, cultivada desde hace miles de años- que hoy contribuye a la
alimentación en muchos países, así como también al progreso económico de muchas familias
productoras en Bolivia y al crecimiento del país a través de las exportaciones, por lo cual, promover sus
bondades, desarrollar su potencial e incentivar su investigación e industrialización de cara a su
sostenibilidad en el tiempo, afianzando de esta manera por el lado de la diferenciación, sus ventajas
comparativas, especialmente en cuanto al origen.
Como datos importantes de nuestra realidad productiva en el sector, cabe mencionar que según datos
del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, el volumen de la producción de quinua en el país creció
desde 34.156 Tm en el año 2009 a 61.182 Tm en el 2013, significando un 79% de crecimiento en los 5
años. El 57% del total producido el año 2013, fue destinado a la exportación, o sea 35.063 Tm. En este
acápite, cabe destacar la exportación de quinua orgánica que en 1998 representaba apenas un 8% del
total producido, para el 2013 la FAO informó que el 70% de la producción corresponde a quinua
orgánica, es decir 42.827 Tm.
En lo que respecta al mercado interno en Bolivia, el consumo per cápita de quinua aumentó de 350 gr
en el 2008 hasta 2 Kg al 2013, según el Viceministerio de Desarrollo Rural, destacando que tan
importante producto se haya añadido al subsidio de maternidad, al desayuno escolar, siendo digno de
ponderar, además, la promoción para aumentar su consumo con valor agregado.
Según expresiones desde el sector privado, varias empresas bolivianas ya exportan un surtido amplio
de productos industrializados de quinua como galletas, pastas, sopas, snacks, budín, harina, flan, masa
para hamburguesas y para pizza, barras energéticas y otros más. Durante los primeros ocho meses del
2014, 10 millones de dólares fueron exportaciones de quinua con valor agregado; asimismo, el
Viceministerio de Comercio Interno y Exportaciones prevé para el 2025 exportaciones superiores a 26
millones de dólares en productos de quinua.
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En Bolivia, el Plan de Producción Agroalimentaria establece a la quinua como un producto estratégico,
previéndose una producción superior a las 95 mil toneladas para el 2014 -lo que supondría un
crecimiento del 56% respecto al 2013- gracias a la expansión de las áreas de siembra, incorporación de
nueva tecnología y conocimientos, hacia una mayor producción, consumo interno y exportaciones, con
el consabido efecto de generación de ingresos, divisas y empleos.
El valor de las exportaciones bolivianas de quinua creció un 255% entre 2009 y 2013 (de 43 a 153
millones de dólares americanos), mientras su volumen lo hizo en 141% (de 14.522 a 35.259 toneladas)
dando cuenta de un positivo “efecto precio” que disparó su cotización beneficiando a los productores
como nunca antes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la gestión 2013 Bolivia se mantuvo como el
mayor exportador mundial de quinua con 153 millones de dólares, gracias a las 35.000 toneladas
comercializadas. Otra buena noticia es que hasta agosto del 2014 se registraron ya 140 millones de
dólares por casi 21.000 toneladas exportadas, cifras elocuentes que consagran nuestro liderazgo a nivel
mundial, aprovechando los buenos precios para la quinua aún vigentes.
En efecto, el precio referencial-promedio de exportación para la quinua boliviana el pasado año fue
4.371 dólares americanos por tonelada, incrementándose a 6.667 dólares americanos para este año, de
acuerdo a las cifras del INE, si bien ANAPQUI reporta que los precios en el mercado nacional varían
desde 1.796 hasta 2.298 dólares la tonelada, dependiendo de la región donde se comercialice y la
variedad del producto, dependiendo -además- si se trata de producción orgánica o convencional.
Son más de 25 países a donde llega la quinua boliviana siendo EEUU el principal destinatario seguido
de otros compradores, como Canadá, Francia, Holanda y Alemania.
Según estadísticas del Trade Map –una base de datos digital interactiva con estadísticas del comercio
internacional- durante el año 2013, las exportaciones mundiales de quinua a los 40 países destino
sumaron 254 millones de dólares americanos, de donde se puede concluir que Bolivia representó algo
más del 60% de dicho valor. Hoy por hoy, somos los líderes absolutos, los principales abastecedores de
quinua al mundo.
En base a tales resultados, la quinua ha ganado un lugar privilegiado dentro de la estructura de las
Exportaciones No Tradicionales de Bolivia, hasta significar más del 6% de su valor en la gestión 2013,
ubicándose solo por detrás del complejo oleoproteico de la soya y sus derivados, superando -eso sí- de
lejos a rubros importantes y de larga trayectoria como la joyería, castaña, azúcar, café, maderas, cueros
y textiles.
Las cifras anteriormente descritas, muestran la realidad -aunque no necesariamente el gran potencial
que aún hay por desarrollar para la quinua boliviana- pudiendo aseverarse que los logros nacionales e
internacionales que el país ha tenido en tan poco tiempo, ha obedecido a su gran promoción con la
declaración del 2013 como el “Año Internacional de la Quinua”, promoviendo a nivel planetario sus
bondades alimenticias y el enorme potencial productivo en el país, en línea con las tantas variedades
genéticas resguardadas en nuestro banco de germoplasma con miras a nuestra “seguridad con soberanía
alimentaria” presente y futura, gracias a los avances tecnológicos, de conocimiento, y del crecimiento
de la producción orgánica.
Se conoce por datos de la FAO que son cerca de 70 países los que ya tienen cultivos de quinua, muy
pocos con una producción destinada al comercio, la mayoría realizando pruebas de adaptación y
rendimiento para consumo interno y exportación futura, algo que debe ser seguido con mucha atención
en función de un nuevo escenario que podría presentarse para el país, siendo el gran reto posicionar la
“Quinua Real” boliviana como concepto, como única e irreemplazable en cuanto a sus características
organolépticas y origen.
El mercado existe, pero los desafíos y las amenazas también y debemos estar conscientes de ello. La
FAO registró el año 2012, unas 500 hectáreas de cultivos de quinua en los EEUU. Hoy en día, varias
Universidades apoyadas por el Departamento de Agricultura de ese país (USDA) tienen programas de
investigación y realizan pruebas con más de 1.000 variedades de quinua y se prevé que en 10 años más,
su propia producción podrá cubrir un gran porcentaje de la demanda doméstica actual.
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Hay que recordar que mientras que el año 2007 EEUU importó alrededor de 1.800 toneladas de quinua,
en el 2013 superaron las 33.000 toneladas, representando un crecimiento de más de 1.700% en los 7
años. Las exportaciones bolivianas a ese país, representaron el año 2013, casi el 65% y, junto a Perú,
cerca del 95% de su demanda.
En lo que hace a la quinua tropicalizada, donde Brasil -con los mayores avances registrados por sus
investigaciones y adaptaciones en tierras bajas- este aspecto tampoco debe ser ignorado pues una futura
producción masiva de quinua en zonas tropicales o de clima templado podrá significar la posibilidad
cierta de bajar su cotización para la quinua convencional, si bien les será muy difícil competir con la
“quinua real” boliviana cuyo destino está llamado a conquistar “nichos de mercado” de alto poder
adquisitivo -como de alguna manera lo viene haciendo ya- orientándose a los mercados con preferencia
por lo gourmet, producción orgánica y libre de gluten.
En este orden de ideas, la Unión Europea continúa siendo para Bolivia un mercado de gran potencial
para la quinua con valor agregado, siendo que muchos de sus países miembros reconocen el valor
nutritivo de la quinua como un “super alimento”. Según la consultora Mintel, el año 2013 se
registraron más de 4 mil productos libres de gluten en el mundo, creciendo un 20% con respecto al
2012. En ese sentido, certificaciones “libres de gluten”, orgánicas, KOSHER, USDA entre otras,
generarían un mayor valor mostrando un reconocimiento de la quinua boliviana a una parte importante
de consumidores finales de los nichos de mercado crecientes en la Unión Europea y en el mundo.
A nivel mundial, Bolivia y Perú siguen siendo de lejos los principales productores de quinua con cerca
del 90% de la producción mundial, registrándose en el restante 10% producciones menores en Estados
Unidos, Ecuador y Canadá principalmente.
Asimismo, muchos países productores ya vienen desarrollando planes estratégicos para fomentar la
producción y el comercio de la quinua. Perú, nuestro más cercano competidor a nivel mundial con
51.600 TM producidas en el 2013, (comparando con 61.182 TM producidas en Bolivia), tiene desde ya
mejores rendimientos de producción por hectárea, en gran medida gracias a que vienen invirtiendo
mucho dinero en la producción de semillas de calidad, planes de negocios y financiamiento para la
promoción de quinua, en el marco de un Plan Estratégico para desarrollar granos andinos entre el 2014
y 2021. De la misma manera, muchas naciones en el planeta, animados por las buenas noticias sobre el
valor nutritivo de la quinua, se han planteado metas a 10 años, haciendo prever un mercado competitivo
a futuro.
Frente a ello, no queda otra respuesta que una mayor productividad y la mejora de la competitividad de
la producción de quinua, para la convencional y la protección, defensa y diferenciación del principal
acervo que en el sector tiene el país: la “Quinua Real”. En este orden de ideas, el reciente logro de la
denominación de origen obtenida para la Quinua Real ante la Comunidad Andina resulta fundamental
y deber ser la base sobre la cual se logre también su reconocimiento a escala mundial.
Para finalizar, hago saber a ustedes que el IBCE -con el apoyo de la Embajada de Dinamarca- se sumó
al esfuerzo de promocionar la quinua boliviana y apoyó el lanzamiento del Año Internacional de la
Quinua el 2013, para lo cual editó tres publicaciones por más de 15.000 impresos sobre el tema tanto en
español como también en inglés. Con gran satisfacción informo a ustedes que hasta la fecha, las
descargas de esos documentos desde nuestro sitio Web superan las 600.000 veces, habiendo sido
consideradas nacional e internacionalmente como fuentes bibliográficas valederas.
Lo mencionado, explica de alguna forma la magnitud de la importancia que el mundo le asigna a la
quinua, por eso nuestro renovado compromiso con este sector, y la razón de ser de este diálogo público.
En el IBCE estamos convencidos que, con una sinergia público-privada, el sector académico, centros
de investigación y transferencia de tecnología y sumando al apoyo nacional la cooperación
internacional, podremos vencer los desafíos y aprovechar las oportunidades de mercado a futuro; así
como también coadyuvar a conseguir un sistema de producción sostenible, contribuyendo a la
seguridad con soberanía alimentaria y enfrentar con mayores posibilidades de éxito las consecuencias
del cambio climático en curso, enfocado siempre en el “vivir bien” para los bolivianos y las bolivianas.
Reitero a ustedes mi agradecimiento por su presencia en este Foro y por su paciencia al haber
escuchado estas palabras. Muchas gracias.
La Paz, 22 de octubre de 2014