"Por una Iglesia sin fronteras"

Cultura
27
18 octubre 2015
Por una Iglesia sin fronteras
Inaugurado el nuevo curso de Cristianismo y Justicia con una charla de Mons. Santiago Agrelo
Miquel Àngel Codina
Barcelona
Fotos: Agustí Codinach
La iglesia del Sagrado Corazón se
quedó pequeña el lunes 5 de octubre
para acoger a todas las personas que
quisieron asistir a la inauguración del
nuevo curso de Cristianismo y Justicia.
Entre el público, había personalidades
del mundo eclesial, como Mons. Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona, Mn. Armand Puig, rector del Ateneo
San Paciano o Enric Vendrell, director
general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña. La expectación
era máxima para escuchar la lección
inaugural, Fronteras contra los pobres:
fronteras contra Cristo, a cargo de Mons.
Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger.
La conferencia de Mons. Agrelo marcó el inicio de curso de Cristianisno y
Justicia, un centro de estudios creado
por los Jesuitas de Cataluña en el año
1981, que se ocupa del análisis de los
problemas sociales y el estudio de una
teología comprometida con la justicia,
desde la realidad de las personas más
vulnerables. Xavier Casanovas, director
de la entidad, presentó las actividades
para este curso 2015-2016.
migración que llevan a cabo los gobiernos. Y también me molesta que se usen
expresiones como “los irregulares”, “los
ilegales” o “los sin papeles” para referirse a los pobres», afirmó Mons. Agrelo.
«He sido testigo —explicó Mons. Santiago Agrelo— de la violencia a la que se
somete a los pobres en estas fronteras.
Las fronteras siempre me han parecido
vejatorias, puesto que los pobres se quedan atrapados, mutilados o muertos en
ellas. Hombres y mujeres son obligados
a pedir un pan que tienen el derecho de
ganarlo con la dignidad del trabajo.»
Oportunidad en la compasión
Según el conferenciante, «en el mundo occidental, queremos las fronteras
cerradas en torno a nuestra abundancia.
Hemos colocado el rótulo de “prohibido
el paso”». Y añadió: «En las fronteras
se vive un drama que suele acabar en
tragedia. Hay que transformar en lugar de encuentro el espacio político y
geográfico que es la frontera. Lo más
escandaloso de todo es que no está
orientada al encuentro, sino al rechazo,
Intervención de Mons. Santiago Agrelo.
Líneas de trabajo
Desde el área teológica se ofrece la
cuarta edición del Curso de Iniciación
Teológica, que propone una síntesis de
los fundamentos de la fe cristiana desde
la perspectiva del diálogo fe-justicia y
en un contexto de creciente secularización y pluralidad religiosa. Por otro
lado, habrá un seminario sobre «Iglesia
y memoria histórica», a cargo de Jaume
Botey. Asimismo, Josep Cobo dará a conocer una lectura crítica del libro Déu
sense Déu. Una confrontación, donde
abordará la crisis del Dios cristiano en
la sociedad contemporánea.
En cuanto al área social, los temas
que centran algunos de los seminarios
son el aumento de las desigualdades,
los retos del África subsahariana o las
consecuencias del triumfo del discurso
neoliberal entre las élites de Europa.
El centro también pone en marcha la
sexta edición del Curso de Análisis de
la Realidad Social, que tiene como finalidad ayudar a interpretar qué pasa
a nuestro alrededor, generar debate y
entrever alternativas.
Las cuestiones más candentes de la
actualidad tienen su espacio en el ciclo
«Los Lunes de los Derechos Humanos»,
coorganizado con Justicia y Paz y Manos
Unidas. Se hablará del reto de erradicar
el hambre, el cambio climático o la crisis
de los refugiados, entre otras cuestiones. Tras un vídeo informativo y unos
momentos de meditación, empezó la
conferencia de Mons. Agrelo. Ante el
drama humanitario que se está viviendo
en el Mediterráneo y en muchas fronteras de Europa, este misionero franciscano habló sobre la crisis migratoria para
abrir los ojos de la ciudadanía a otra
realidad que nos sacude y que pide el
compromiso de toda la sociedad. ¿Có-
Reproducción de una
patera, símbolo del drama
que viven los emigrantes.
mo garantizar los derechos humanos y
la dignidad de miles de personas que
emprenden la travesía más dura de sus
vidas buscando un futuro mejor?
Fronteras vejatorias
«Soy una persona vulnerable; me
afecta el mundo que me rodea. A lo
largo de mi vida siempre me he situado
cerca de los pobres. Si no somos vulnerables, perdemos muchos aspectos de
nuestra vida», manifestó Mons. Santiago Agrelo. El ponente destacó «la injusticia» que suponen las fronteras. «Son
numerosos los hombres, las mujeres y los
niños que mueren en las fronteras. Las
fronteras matan, aunque a menudo lo
queramos ignorar. Son barreras infranqueables en el camino de una humani-
Hay que transformar
en lugar de
encuentro el espacio
político y geográfico
que es la frontera
dad empobrecida que busca un mundo
mejor», aseguró.
El arzobispo de Tánger es conocido
por impulsar programas de atención a
los emigrantes y denunciar las políticas
de migración que no respetan los derechos de las personas. «Me hieren, me
duelen y me indignan las políticas de
a la xenofobia, a la represión... Debemos
abrir los ojos, romper el silencio y llegar
a la conciencia de la sociedad. Y de este
modo dar una oportunidad a la justicia, a la compasión, a la hospitalidad.»
También leyó una emotiva carta de un
amigo suyo marroquí, donde decía que
«los emigrantes son los esclavos del siglo XXI».
Mons. Santiago Agrelo confesó que
«no veremos nunca a los pobres si, en
ellos, no nos vemos a nosotros mismos».
«Cuando excluimos al emigrante, alejamos a Jesús de nuestra vida. Hagamos que
seamos uno con ellos. ¡Trabajemos todos
juntos para una Iglesia sin fronteras, por
una Iglesia madre de todos, que sea esperanzadora y abierta como el corazón de
Dios!», fueron las últimas palabras de la
lección inaugural de Mons. Agrelo.