EL SEXO DEL AMO de Jean ALLOUCH EL ESTADIO DEL

EL SEXO DEL AMO de Jean ALLOUCH
EL ESTADIO DEL ESPEJOREVISITADO 1
En este texto Allouch, a partir de Guy Le Gaufey – analista francés- y su: “El
Lazo Especular- Un estudio traverso de la unidad imaginaria”2, volverá al
Estadio del Espejo de Jacques Lacan, de la que dice constituye “una invención a la
vez decisiva e inaugural […] que ha dejado de ser ‘solamente’ un descubrimiento que
cuestionaba al yo freudiano para un abordaje psicoanalítico de la psicosis…”.p. 129
El estadio del espejo y el matema del ramo invertido (1953), será destituido por
la invención del objeto petit a(1963).Allouch dice: “Lacan no declaró caduco su
estadio del espejo ni considera en detalle las transformaciones del estadio del espejo que la
invención del objeto petit a exigiría.” p.131-31
Allouch, referirá que la invención del objeto petit a da lugar a una “versión del
sujeto deseante que,[…] no implica un estadio del espejo, aun cuando el problema tratado siga
siendo el del estadio del espejo, el de la formación de ‘la función del yo’”.p. 132
“algo así como un ‘estadio del espejo’ debe permitir el engendramiento de al menos tres modos
de vínculo que, hasta ahora, demasiado frecuentemente no se distinguen, a saber, los vínculos
de amor, erótico y de amistad.”p.132, llamada 11
De Anteros, de la mitología al psicoanálisis
Allouch va a introducir la figura del Anteros- hijo de Ares y Afrodita-dios que
castiga el amor no correspondido. Contrapartida de Eros, dios de la atracción
sexual, del amor, del sexo.
Comenzará a interrogar el modelo en Freud del niño saciado por el pechocomo
modelo de toda satisfacción erótica. “…Deseo indestructible, siempre
presente, por lo tanto ubicada radicalmente fuera de su propia
satisfacción.”Lacan por su parte, sitúa el adormecimiento del niño de manera
diferente. No veía allí una expresión de satisfacción sino como una defensa
ante la insatisfacción, que implica el hecho mismo de haber sido saciado. p. 133
Allouch dirá a continuación que ese “período refractario”, donde el deseo
parece estar ausente, nos habla de que “existe una forma de goce que se autodestruye
al realizarse, que encuentra un término a su propia expansión.”
1
2
Jean Allouch, El sexo del Amo- La sexualidad desde Lacan, Ed. El Cuenco de Plata, Bs.As 2009, p.129
Bs.As, Edelp,1998
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Y en la llamada 15, trae a Lacan: “El fantasma es aquello por lo cual el deseo
condesciende al placer.” Y preguntará Allouch: ¿Condesciende…hasta dónde? ¿Hasta
perderse?”
Y llega a la Grecia antigua, a Platón con las figuras de Fedro, Lisias y Sócrates,
con el erastés y el eromenos.
Una sociedad de amos, donde “la lógica del dominio” se halla presente en: el
dominio de sí, del otro y del destino.
En cambio “nuestra sociedad oculta las relaciones de dominio” (Leo Bersani,
citado por Allouch).
Del mismo modo que está presente, en el estadio del espejo, la cuestión del
dominio, de su falta y de su encubrimiento. p. 143
Más vale no desear
El impacto del erastés- deseante, sobre el eromenos- deseado, no puede
efectuarse sin discutir también cual habrá sido el del eromenos sobre el
erastés. (p.136)“El flechazo”, el “encuentro amoroso inicial”
¿Qué ocurre cuándo el amo es afectado por Eros? ¿Qué es el Eros en el amo? Eros penetra en
el erastés; Eros golpea como un tirano cruel…”
En El Banquete de Platón, Pausanias habla de la posición suplicante de los erastés como una
esclavitud, “que ningún esclavo querría.”
“El erastés es un enfermo, un transido, una víctima de Eros, un Eros a veces identificado con el
mismo objeto amado, un Eros eromenos (…) el eromenos sólo atormenta al erastés por el hecho
de haber aparecido ante sus ojos, mientras que el erastés atormenta al eromenos con la
intención expresa y primera de infligirle lo que el eromenos le hace sufrir. El vínculo (si podemos
contar allí un vínculo) es entonces a la vez simétrico y disimétrico, de paridad y disparidad.” p.
138-139
“…cuando responde a las insinuaciones del erastés, el eromenos parcialmente “dominado” no
compromete por ello su propio goce sexual en esa respuesta. Ciertamente, podrá hacerle un
servicio sexual al erastés de su preferencia, “prestarse” de alguna manera, eso está
perfectamente admitido, pero sin que nunca goce sexualmente del acto al que se entrega. Lo
confirma la iconografía, donde prácticamente nunca se ve a un eromenos en erección.” p.145
“…el vehículo de Eros es la mirada… esa mirada que golpea al erastés pasa del eromenos al
erastés…”
“...Así Lacan se ve llevado a situar al erastés de una manera intransitiva: es aquel al que le
falta…En cuanto al eromenos, si en verdad detenta algo, no sabe lo que tiene, y lo que tiene no
es lo que le falta al erastés.” P.142
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