Los concursos de arquitectura en la Academia de Bellas Artes de

LOS CONCURSOS DE ARQUITECTURA
EN LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE CARACAS (1898-1908)
ORLANDO MARÍN CASTAÑEDA
Dpto. de Diseño, Arquitectura y Artes Plásticas, Universidad Simón Bolívar.
Grupo de Historia de Venezuela Republicana
E-mail: [email protected]
RESUMEN
Siguiendo de cerca el modelo de los “premios” y “salones de arte” franceses del
siglo XIX, el Estado venezolano llegó a patrocinar una serie de concursos anuales de
arte entre los años 1898 y 1908 a través de la Academia Nacional de Bellas Artes de
Caracas, una institución educativa establecida por Antonio Guzmán Blanco en 1887 -ya
finalizando su último gobierno- como principal escuela de arte del país. Estos
concursos, abiertos al público general, abarcaban las diversas disciplinas artísticas
existentes en su seno, entre ellas la arquitectura, curso que perduró dentro de su
estructura durante casi tres décadas.
La presente ponencia, que expone por primera vez los resultados parciales de
una investigación relacionada con el desarrollo de la arquitectura del academicismo en
Caracas, tiene como objetivos dar a conocer los proyectos de arquitectura y los
“arquitectos-artistas” que participaron en estos certámenes, antecedentes directos de los
Salones Oficiales de Arte Venezolano del siglo XX y de los actuales Premios
Nacionales de Arte; examinar los programas funcionales y elementos formales
propuestos y evaluar la manera en que los proyectos fueron recibidos por el público y la
crítica, en momentos en los que se intenta institucionalizar la arquitectura como
disciplina en el país. El trabajo se nutre fundamentalmente de fuentes primarias, en su
mayor parte inéditas, entre las cuales se destaca la documentación depositada tanto en el
Archivo General de la Nación como en el archivo de la Escuela Superior de Música
José Ángel Lamas, sede primigenia de la desaparecida Academia caraqueña.
Palabras claves: Arquitectura; Concursos; Academia de Bellas Artes de Caracas,
Academicismo, Historia.
LOS CONCURSOS DE ARQUITECTURA
EN LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE CARACAS (1898-1908)
ORLANDO MARÍN CASTAÑEDA
Dpto. de Diseño, Arquitectura y Artes Plásticas, Universidad Simón Bolívar.
Grupo de Historia de Venezuela Republicana
E-mail: [email protected]
RESUMEN EXTENDIDO
I
Siguiendo de cerca el modelo de los “premios” y “salones de arte” franceses del
siglo XIX, entre los años 1898 y 1908 el Estado venezolano llegó a patrocinar una serie
de concursos anuales de arte. Estos concursos eran organizados por el Ministerio de
Instrucción Pública a través de la Academia Nacional de Bellas Artes de Caracas, una
institución educativa establecida por Antonio Guzmán Blanco en 1887, ya finalizando
su último gobierno, entronizada entonces como la única escuela de arte del país bajo la
tutela del gobierno central.
Los concursos, abiertos al público general, abarcaban las diversas disciplinas
artísticas existentes en el seno de la Academia: pintura, escultura, música y arquitectura.
Sin embargo, el estudio crítico del desempeño de este último curso –que perduró dentro
de la estructura de la Institución durante casi tres décadas- así como el de la propia
Academia, ha sido una tarea pendiente en la historiografía de la arquitectura y del arte
del país.
II
La presente ponencia, que expone por primera vez los resultados parciales de
una investigación relacionada con el desarrollo de la arquitectura del academicismo en
Caracas, tiene como objetivos dar a conocer los proyectos de arquitectura y los
“arquitectos-artistas” que participaron en estos certámenes, antecedentes directos de los
Salones Oficiales de Arte Venezolano del siglo XX y de los actuales Premios
Nacionales de Arte y Arquitectura; examinar los programas funcionales y elementos
formales propuestos y evaluar la manera en que los proyectos fueron recibidos por el
público y la crítica, en momentos en los que se intenta institucionalizar la arquitectura
como disciplina en el país. El trabajo se nutre fundamentalmente de fuentes primarias,
en su mayor parte inéditas, entre las cuales se destaca la documentación depositada
tanto en el Archivo General de la Nación como en el archivo de la Escuela Superior de
Música José Ángel Lamas, sede primigenia de la desaparecida Academia caraqueña.
III
El sistema educativo francés y sus mecanismos de promoción y evaluación
fungieron como modelos fundamentales para la creación de instituciones educativas de
tipo artístico y técnico en la Venezuela Republicana. La Ecole de Beaux-Arts de París,
escuela con más de dos siglos de tradición en Europa, sirvió de referencia al directorfundador de la Academia Nacional de Bellas Artes de Caracas, el pintor Emilio J.
Mauri, al momento de reglamentar y poner en marcha el Instituto caraqueño. La
práctica de los concursos o premios de “emulación”, vigente en la institución francesa
desde el siglo XVIII, también fue instrumentada por Mauri y las autoridades
venezolanas para fomentar el desarrollo del arte en el país; se llegó a incluir premios en
metálico y, en algunas ocasiones, pensiones para completar estudios en Europa. Las
bondades de estos concursos -que si bien estaban abiertos al público general se dirigían
especialmente a los estudiantes del propio Instituto- son expuestas por el director en su
informe anual de 1898:
La emulación, cuando es digna ó legítima, resulta factor de positiva importancia
siempre que se trata de adelantar algún paso en la esfera de la inteligencia. El
sistema de certámenes es por eso ventajoso y eficaz, mayormente si se aplica á
ciertos ramos de estudio, que piden en el discípulo consagración suma ó
abstracción completa de otras materias de aprendizaje. Así, el pensamiento de
abrir concursos periódicos en el Instituto para cada uno de los ramos de su
enseñanza, fue desde el principio considerado como de muy saludables efectos
(…) el éxito, obtenido [en el primer certamen] justificó plenamente las
lisonjeras previsiones de cuantos vieron en tales concursos un motivo de
satisfacción para el Gobierno y de progreso para el arte venezolano1.
IV
1
Venezuela, Ministerio de Instrucción Pública (en lo sucesivo V-MIP), Memoria en 1899, t.1-p. 496.
Si bien el decreto fundacional de la Academia Nacional de Bellas Artes, firmado
por el presidente Antonio Guzmán Blanco el 4 de agosto de 1887, disponía la
realización de concursos anuales fuera de los exámenes finales entre los estudiantes de
cada curso2, no es sino una década más tarde, el 15 de noviembre de 1897, cuando la
directiva del Instituto resuelve establecer allí una serie semestral de concursos en los
ramos de dibujo, pintura, escultura, arquitectura y composición musical; estos concursos
tendrían como finalidad “estimular las aptitudes artísticas de la juventud venezolana” y
los que resultaran favorecidos recibirían un Diploma “como prueba de su
aprovechamiento”3.
En un primer momento, el concurso se efectuó en tres ocasiones consecutivas
entre los años 1898 y 1899: en la primera, el jurado de arquitectura estuvo compuesto
por destacados profesionales vinculados con la docencia y ejercicio profesional4; se fijó
como tema del proyecto “una capilla”5. El fallo, emitido el día 15 de febrero de 1898,
favoreció a Mariano Herrera Tovar (1874-1919), ingeniero egresado de la UCV (1893)
y estudiante del curso de arquitectura en la Academia (1897-1905) y hermano del
profesor del curso, Manuel Felipe Herrera Tovar, mientras que el “accésit” o segundo
premio lo obtuvo Octaviano Urdaneta Larrazábal (1876-¿1910?), estudiante de
arquitectura de la Escuela Nacional de Ingeniería (1895-96) quien no llega a obtener el
título profesional pero se mantiene activo en el curso de la Academia (1897-1905), con
un excelente desempeño. En el segundo concurso semestral, verificado el 28 de julio del
año siguiente, el tema seleccionado fue “un pabellón para Venezuela en la Exposición
de Paris en 1900”; esta vez Urdaneta Larrazábal gana el primer premio mientras que el
segundo lo recibe Herman Stelling, otro ingeniero egresado de la UCV (1895) quien,
como Herrera y Urdaneta, es estudiante activo del curso de arquitectura (1897-1905).
De ambos proyectos se conservan reproducciones en El Cojo Ilustrado, en donde se
2
Archivo General de la Nación, Sección Ministerio de Instrucción Pública (en lo sucesivo AGN-SMIP)
1888, caja 306, legajo 524; Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela (en lo sucesivo RLDV), t.
XIII, 1891, pp. 496-498.
3
Gaceta Ofiicial (en lo sucesivo GO) nº 7.167, Caracas, 17/11/1897. Cinco años antes, en 1893, el
presidente Joaquín Crespo había establecido también una serie de concursos que no llegaron a efectuarse.
Cfr. V-MIP, Memoria al 1893, pp. 108-109; RLDV, t. XVI, año 1896, p. 277.
4
Jurados principales fueron los doctores Jerónimo Martínez (profesor de dibujo la Escuela Nacional de
Ingenieía), Alberto Smith (rector de la Universidad Central de Venezuela) y Manuel Felipe Herrera Tovar
(profesor del curso de arquitectura de la Academia Nacional de Bellas Artes) y como suplentes los
doctores Alejandro Chataing (ex asistente de Juan Hurtado Manrique, el más destacado ingenieroarquitecto del momento y antiguo profesor del curso de la Academia, recién fallecido en 1896) y Eduardo
Calcaño Sánchez (profesor de geometría descriptiva en la Escuela Nacional de Ingeniería). Cfr. GO
7.167, Caracas, 17/11/1897, p. 16.829; V-MIP, Memoria en 1898, p. 232.
5
GO 7.170, Caracas, 20/11/1897, p. 16.843.
evidencia el manejo del lenguaje convencional “beaux-arts” y de los estilos históricos,
en particular el neo-islámico6. El 8 de marzo de 1899, el premio del tercer concurso
semestral lo compartirá Stelling con Carlos Romero Aliaga, otro ingeniero titulado en la
UCV (1896) y cursante de la Academia. El tema establecido fue “Una quinta en el
centro de un parque de 150 m. por 200”.
Un mes antes de producirse este fallo, un decreto del presidente Ignacio Andrade
del 3 de febrero de 1899 establecía dos nuevos premios anuales en el Instituto que,
aparentemente, vinieron a sustituir los certámenes semestrales: los llamados “Premios
de Arte”. En esta ocasión, la recompensa viene acompañada de una beca mensual de
estudios de Bs 400 durante tres años para realizar estudios en Europa7. El 22 de julio de
1899, el jurado de arquitectura, compuesto por Jesús Muñoz Tébar, Alberto Smith y
Alejandro Chataing, hizo acreedor a Mariano Herrera Tovar del Premio del Arte y a
Stellin del accésit. Tras un sorteo entre los ganadores de las otras disciplinas, Herrera
Tovar también obtiene la beca de estudios en el exterior junto con el escultor Lorenzo
González; no obstante, el golpe de estado que llevó a Cipriano Castro al poder
imposibilitó a ambos galardonados el disfrute del beneficio.8
Será el propio Castro quien el 12 de julio del año 1900 decrete la creación del
“Concurso de Ciencias, Letras y Bellas Artes”, el cual se verificaría anualmente el día
24 de julio “en homenaje al Libertador y Padre de la Patria”; este premio -cuyo alcance
ahora se amplía a aquellos extranjeros con más de seis años de residencia en el país y, se
dota con bs. 300- se institucionalizaría a partir del año siguiente, y durante el resto de su
gobierno, como el conocido “Concurso Anual de la Academia”9.
El 1º de enero de 1901 (tras posponer la entrega del año anterior), Jesús Muñoz
Tébar, Antonio Malaussena y Alejandro Chataing otorgan el premio a un proyecto
presentado nuevamente por Urdaneta Larrazábal10; en la siguiente edición, del 24 de
julio de ese año, los ingenieros Germán Jiménez (1861-1929) ex ministro de Obras
Públicas, y Félix Martínez Espino, destacado profesional adscrito al MOP, reciben la
recompensa de manos de Chataing, Agustín Aveledo y Carlos Toro Manrique por el
6
El Cojo Ilustrado, nº 161, Caracas, 1º/09/1898, pp. 621 y 623.
GO 7.543, Caracas, 8/02/1899.
8
Idem.
9
RLDV, t. XXIII (1900), p. 133.
10
GO 7.976, Caracas, 12 /07/1900; GO 7.977, Caracas, 13 /07/1900; GO 7.979, Caracas, 16 /07/1900;
RLDV, t. XXIV, 1901, pp. 133, 141-142..
7
proyecto de “Una Escuela de Agricultura"11. En 1902, el proyecto de “una biblioteca”
de Eudoro Urdaneta (1872-¿?), ingeniero UCV (1891) y primo de Urdaneta Larrazábal,
compartirá el premio con el proyecto de “una iglesia” presentado por el grupo
conformado por Francisco Manrique (1875-1940), ingeniero de la UCV (1894) y Jesús
María Rosales Bosque (arquitecto por la Escuela Nacional de Ingeniería, 1899); en el
veredicto, el jurado dice reconocer “superioridad en los planos del proyecto titulado
«Una Villa» pero como el autor de dicho proyecto Sr Octaviano Urdaneta ha sido
premiado anteriormente en uno de estos mismos certámenes se le concede Mención
especial…”12.
Stelling obtiene el premio del año 1903, otorgado por un jurado compuesto
nuevamente por Chataing, Manuel Felipe Herrera Tovar y Luis Urbaneja Tello.
Urdaneta Larrazábal repite Mención especial13. También Mariano Herrera Tovar se
llevará nuevamente el premio correspondiente a 1904, acordado para s proyecto de “un
mercado público” por Chataing, Muñoz Tébar y Urdaneta Larrazábal, quien se estrenó
ese año como juez14.
Muñoz Tébar, Chataing, y M. F. Herrera Tovar sólo darán una “mención
honorífica” en el certamen de 1905 a Rafael Seijas Cook (1887-1969), quien se gradúa
de ingeniero civil ese mismo año en la Escuela Nacional de Ingeniería, por su propuesta
para la “Quinta Villa Clara”15. El mismo jurado repite el año siguiente y concede el
premio “ex aequo” a los ingenieros Juan E. Serrano y Eduardo Filomena Castro (ambos
egresados de la Escuela de Ingeniería en 1905) por los proyectos de “una academia de
matemáticas” y “un colegio nacional”, respectivamente16. Filomena Castro también
obtiene el premio del año 1907, por el proyecto de “un casino” 17. Muerto Mauri y
ocupando Antonio Herrera Toro la dirección de la Academia, otro proyecto de Seijas
11
AGN, SMIP, caja 568, 1900; V-MIP, Memoria en 1902, p. 27.
Biblioteca de la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas (en lo sucesivo BESM), “Academia de
Bellas Artes de Caracas. Libro de Oficios [1901-1908]”, fº37-38.
13
AGN, SMIP, 1903, caja 634, "Instituto de Bellas Artes, 1903"; GO 8.894, Caracas, 11 /07/1903; BESM,
“Academia de Bellas Artes de Caracas. Libro de Oficios [1901-1908]”, fº 52-59; V-MIP, Memoria al
1904, pp. 80 y 87; Archivo Alfredo Stelling, Caracas.
14
V-MIP, Memoria en 1905, pp. 397 y 399; Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela, Nº 77-82,
1938, p. 731.
15
BESM, “Academia de Bellas Artes de Caracas. Libro 1º de Actas [1887-1907]”, fº 140 -142 y
“Academia de Bellas Artes de Caracas. Libro de Oficios [1901-1908]”, fº 129; El Constitucional Nº
1374, Caracas, 19/07/1905, p. 8.
16
El Constitucional, Nº 1697, Caracas, 24/07/1906; El Cojo Ilustrado, Caracas, 15/08/1906; Documentos
del general Cipriano Castro. vol VI, Caracas: Imprenta Nacional, 1908, pp. 112-113; H. Ruiz Calderón,
Tras el fuego de Prometeo. Becas en el exterior y modernización en Venezuela (1900-1996). Mérida:
CDCH-ULA, FUNDACYTE-Mérida, 1997: p. 40.
17
El Constitucional Nº 2007, Caracas, 27/07/1907, p. 4.
12
Cook, para un “Palacio de Gobierno” (que se conserva en el Archivo Histórico de
Miraflores), recibe el premio en 1908.
El último certamen anual fue realizado en 1909; allí, el único participante de la
sección de Arquitectura fue Gabriel Lugo Escobar (estudiante de ingeniería en la
Escuela Nacional de Ingeniería que no llegó a recibirse) quien presentó el proyecto de
un “sanatorio-hospital”18. Coincidió este certamen con la conocida huelga de
estudiantes de la Academia, en momentos en que se producían importantes cambios
políticos en el país. Aunque el 23 de mayo de 1911 es aprobado un nuevo Reglamento
que modificó el régimen de concursos para optar a premios, restringiéndolo solo “a los
alumnos que hayan obtenido calificación de sobresalientes en el examen de la clase
objeto del concurso”, estos no se verificaron nuevamente. En particular la el tema de la
arquitectura perdió un espacio para la exposición y discusión pública, hecho que será
aún más patente a partir de 1917, cuando el curso que existía en la propia Escuela sea
clausurado por falta de estudiantes.
V
En 1937 se procede con una de las reformas más importantes de la estructura
académica de la Academia, denominada Escuela de Artes Plásticas desde 1912. Dos
años más tarde, el Director de Cultura del Ministerio de Educación, Luis Alfredo López
Méndez (un antiguo estudiante de pintura del plantel) creará el Salón Oficial del Arte
Venezolano, certamen anual que se mantendrá vigente durante tres décadas, entre los
años 1940 y 1969, en el que se otorgarán los Premios Oficiales de Pintura, Escultura,
Artes aplicadas y Dibujo y Grabado. Posteriormente también se crean los Premios
Nacionales de Artes Plásticas (1947), de Pintura, Escultura y Artes aplicadas (1953), de
Dibujo y grabado (1959), y el Salón Nacional de Jóvenes Artistas (1971). El Premio
Nacional de Arquitectura no será instituido sino a partir del año 1963 por el Ministerio
de Educación, siendo otorgado en su primera edición, durante la primera Bienal
Nacional de Arquitectura, a Carlos Raúl Villanueva por la Ciudad Universitaria de
Caracas.
18
Archivo Histórico-Universidad Central de Venezuela, “Libro expedientes de estudio, Ingeniería, 190304”.