MADRID H DE JUNIO DE 1863. RKVISTA DE LA SEMANA. Siguiente

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PRFXIO DE LA srscRif-ioN.—Mvniíin , por nihnerns
sueltos \\ '1 í's. ; tres meses J-2 rs. ; sois meses
12 rs.; un año SU rs.
MADRID H
DE JUNIO DE 1863.
do, hace sin saberlo mas il.iíin :í la soi'ii'dad I[IHÍ si dejara abandonados á esos infelices niños. Un hombre
puede, salir ileso de tales lugares, en ciertas circunstancias: un niño es imposible que salga. Los hijos de
RKVISTA DE LA SEMANA.
los presos pobres deben ser recogidos en asilos de caridad, donde se eduquen para el bien. La sociedad
tiene derecho á sustraer de la autoridad y del poder
paternos á los hijos de los criminales, de los perseguidos por ladrones, de las mujeres públicas, do las clases, en fin, que con razón se han llamado peligrosas.
no es eierla la Nosotros hemos sido los primeros en proponer que e.sta
loliciaquehan medida se adopte, ya por los legisladores, consignando
ublicailo a l - en el código el principio de que los que tienen el vicio
amos periódi- ó el delito por olicio, pierden ipso fado los derechos de
cos de haberse padres, ya por el poder ejecutivo si se cree con faculabierto en la tades por ello , recogiendo á los seres inocentes que han
cárcel de Villa tenido la desgracia do deber la existencia á seres d e una escuela de gradados. Posteriormente esta misma idea sirvió de
primeras letras tema ;í las discusiones de un congreso de beneficencia
para los hijos reunido en Londres. El gobierno español envió á él dos
de los presos, comisionados : ¿podríamos saber cuál ha sido el resultado de sus estudios y la resolución del congreso? Es
ó si I" es , hay
probable que estos comisionados lo hayan dicho al goq lie d e d u c i r bierno; pero es necesario que lo digan también al públinUe""" '''¡os viven encarcelados con sus padres, ó hay co, para que la opinión se forme y se ilustre. Nosotros
*sa P
1 UG °' ' l u e ' i a dispuesto la instalación de no hallamos medio mas eficaz y radica! de disminuir
dese scu^l!í no ba tenido presente mas que su buen el número de los delincuentes, que penetrar con el
. i olvidando otras consideraciones.
brazo y los recursos dt la sociedad, hasta el fondo de
rOpa Pr|sionesno están en España, ni siquiera en Eu- los antros del vicio y de la miseria, y sacar á la luz y
e
ej¡s¡'¡™ ' estado que los adelantos do la civilización al aire puro do la educación y de la enseñanza los d e s cho ' "• *oúre este punto ninguna reforma so ha he- dichados inocentes que vegetan en ellos condenados á
que'se j - 0 ) s t í l I l l n qni! es de las mas esenciales, como una muerte moral. Si de las discusiones de ese conyáD " l r 8enl mejoramiento de una clase desgraciada greso científico ha resultado que hay otro medio mejor,
^¡edalí i loíÍ " l a l ( ' s '!"" ol minen puede traer á la iJno se diga y le discutiremos : si el congreso ha resuelel estari '
cárceles no son casas de corrección, en to afirmativamente el problema , como tenemos moti•Hallo o n i-n i
1
1
vos para creer, dígase también y escitaremos un día y
v s0
soDescn
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" n t i u e n l r a n ; por el c o n t r a r i o , otro dia el celo de (as autoridades y de los legisladores,
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Contamn
' ' ' e l i l o ; c e n t r o s de c o r r u p c i ó n y de á lín de que se adopte el plan que liemos propuesto. No
spidérnic'" 01 '''' ' " r ! : m ' s infestados por u n a enfermedad recordamos los nombres de las personas competentes á
Ijrnata | . 1 l " ; 'l'-leriora la salud del a l m a c u a n d o no quienes el director de líenelicencia y Sanidad (la cuesar ¡l
Pirjr s ¿
J niñez á estos l u g a r e s , hacerle r e s - tión es realmente do Sanidad tanto como de lieneficenQ
ar] a . v '•'mioslora apestada , es simplenionle e n v e n e - cia) comisionó para asistir al congreso de Londres en
S ! <;oill )l (1|l| (!
"lüerte" „ '
I ' l cómo c a s l i g a n d o las leyes la el año pasado. l>or eso no les dirigimos nominalmcntc
talos^
. il1 l)(.''"el V | 1 | | ( l "". I l " S( ' c u i d a d o evitar nuestra exhortación; pero si leen estas líneas , les sutio
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,que
n u n a i l o s a s p i r e n el a i r e infecto del v i - plicamos que tengan la bondad de favorecernos con una
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« n o a u n peor q u e el q u e d e s t r u y e el contestación sobre el asunto, en gracia del bien que á
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los p r e s o s
la sociedad puede resultar de que cuestiones de esta
n , no v M" n o s e n e c P o tl ) rufei s v i v 0 " ''"" p | l o s
Dnp
' ' " ' l quien nsto consiente, clase se ventilen y resuelvan, penetrando en el ánimo
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n sentimiento de benevolencia equivoca-
PROVINCIAS.—Tres meses 28 rs.; seis m e s e s o d r s .
un afín ÍM¡ rs.—CrnA, I'IERTO-HICO V KSTRANJKKO,
un año 7 pesos.—AMKIUCA Y ASIA , 10 á lü pesos.
A N O
Vil.
(le los que tengan poder para llevar á la práctica las
teorías mas aceptables.
Por lo demás si los hijos de los presos pobres no viven
con ellos en la prisión, no sabemos á qué conduce el po¡ ner en la cárcel el establecimiento de instrucción primaria. Comprenderíamos y aplaudiríamos queso instalase f i
sirviera únicamente para los presos mismos. Mas los n i ños pueden y deben ser educados en otra parte ; y asilos y escuelas tenemos á donde enviarlos, aun sin n e cesidad do nuevas creaciones.
El mismo dia en que se inauguraba el ferro-carril de
Zaragoza de que hablamos en nuestra revista pasada,
fallecía en Yalladolid el antiguo ministro de Fomento
que primero firmó la concesión, el señor don Mariano
i Miguel de Reinoso. El señor Reinoso era una persona
i dotada de notables prendas intelectuales y morales.
Comandante de la milicia nacional de Yalladolid en los
primeros años de la guerra civil, compuso la letra y la
música de uno de los mas populares himnos patrióticos
de aquella época, conocido primero con el nombre de
himno del Comandante, que después se tocó en Bilbao, y que posteriormente tomó el nombre de Luchana
y luego el (fe Espartero. Era el señor Reinoso muy entendido también en agricultura ó industria, hombre
pacífico, honrado , laborioso, y que hubiera brillado
mas en época de pasiones menos enconadas de la que
alcanzó. Su muerte ha sido muy sentida en Yalladolid,
donde habia sabido granjearse la simpatía general.
El corroo de América ha confirmado la existencia de
los rumores que habían corrido ron bastante crédito,
acerca do la derrota de los franceses delante de Puebla
y de su apurada situación. Sin embargo, se habia d i cho que habían levantado el sitio, y esto no es cierto.
Por el contrario el jueves último se publicó el parte siguiente do París:
Acaba de llegar la noticia de la ocupación de Puebla
por los franceses.
Un despacho del conde de Montbolon, cónsul general do ['rancia en Nueva-York, focha 1.° do junio y
trasmitido desde Greoneaslle esta tarde á las cinco,
participa al gobierno francés que por la via de la Habana y de Veracruz se habia recibido la noticia de la entrega de Puebla á los franceses y de haberse rendido
Ortega y los 18,000 hombres que defendían la plaza,
sin condiciones.
i Nosotros ponemos en cuarentena esta noticia á lo
menos en sus pormenores. Nos parecen demasiados
• prisioneros esos 18,000 hombres.
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EL MUSEO UNIVERSAL.
185
á Oriente, cuyo uso adoptaron los cristianos, aunque cion pública ¡i la Iglesia, la que acudiendo solícita al
solo en relación al sacerdote, y como éste celebraba de bien de las almas, con verdadero cuidado maternal
cara al pueblo, al revés de lo que hoy sucede, los líeles comenzó á hacer uso de las indulgencias, de que basta'
resultaban dirigiendo su vista hacia Occidente. Muchas entonces apenas babia usado, dispensando liberalnienrazones místicas apoyaban la adopción de esta costum- te las penitencias canónicas, que cambiaba por cual"
bre pagana: se aplicaban á Jesucristo las palabras de quier acción piadosa ó alguna limosna.
Zacarías vi oriens nonien cjua; se tenia presente que
La unidad realizada eu la congregación cristiana con
cuando murió el Redentor miraba á Oriente y que ba- la desaparición de los penitentes y catecúmenos ln
Z0
cía esle punto se dirigió en su Ascensión; en tin , se inútil la disposición anterior de la iglesia, al paso que
creía que allí estaba sílu.ulo el paraíso terrenal y la la asistencia á ella cada vez mas frecuente y numerosa
cuna del género humano. Sin embargo, este uso, ó exiuió su mayor estension y elevación de sus bóvedas
desde un principio ó al cabo de poco tiempo despertó como medio higiénico y monumental.
escrúpulos eu los cristianos por su origen pagano, é
Variaciones muy importantes tuvieron lugar en la
intentaron abandonarle, para lo cual se dice que ya en distribución interior de la iglesia. Conservando su planel siglo V San León prohibió á los católicos rogar diri- ta de cruz ó cuadrángula!', cambió de posición el altar
giéndose hacia Oriente por no imitar á los mauiqueos. | colocándole de modo que el celebrante volviese la espalII11 el VIH parece liabia alcanzado bastante boga esta da al pueblo, rn el fondo dei ábside donde fue á reemdoctrina, pues dice Walafrido Slrabon Xunc oramus ! plazar la silla del prelado, que vino á ocupar la cabead ownvm parlem , i¡uia Dctis ubique esl. Pronto des- j cera del coro, situado desde entonces en la bóveda ó
aparecieron estos miramientos, y en una época incier- i bóvedas de la nave central inmediatas al crucero, forma
ta , que algunos colocan en el reinado de ('arlo-Magno,
se orientó verdaderamente la iglesia disponiéndola de • que aun boy subsiste en nuestras catedrales con gran
modo que los Heles mirasen á Oriente, electo de las va- detriinento'de la perspectiva y comodidad de los líeles
riaciones que se efectuaron en su distribución i n - • que no disfrutan de la vista del santuario, sino de muv
pocos y reducidos puntos de las naves; inconvenientes
terior.
que no existían en un principio á causa de que menos
También tomó su parle el abuso en esta piadosa cos- delicada la clerecía, se contentaba con verse separada
tumbre, pues vemos que San Paulino , obispo de Ñola, de los fieles por una sencilla valla , que por su poca elesegún él mismo nos dice en su epístola XXXII, la basí- vación en nada impedia la vista del santuario desde el
lica que hizo construir á San Félix . no la dirigió hacia resto de la nave central y laterales.
Oriente, sino hacia el punto que ocupaba el sepulcro
Fuese ya para proporcionar á los fieles mas local, de
del santo mártir.
donde pudiesen registrar el santuario ó para dar mayor
Durante los siglos IV al XI continuo siendo la basílica amplitud y solemnidad á las ceremonias religiosas que
pagana el modelo de la cristiana, aunque no seguido ya empezaban á revestirse de cierta suntuosidad, se
con completo rigorismo, ya fuese por efecto de la in- formó el deambulalorio (I) prolongando en línea curfluencia neo-griega. por capricho ó cierto apego á las va las naves laterales al derredor del ábside, que quedó
convertido en una especie de tabernáculo, donde se
prácticas paganas.
L'l estilo arquitectónico con arreglo al cual se levan- guardaba el único altar de la iglesia , cuyos muros fuePor esta rcuíila ;/ la yartc no firmada de este nú- taron por esle tiempo todas las iglesias en Occidente, ron reemplazados por arcadas volteadas sobre esbeltas
mero ,
era el greco-romano en estado de decadencia, el mismo columnas ó acodillados machones. Los ábsides laterales
NEMESIO FERNANDEZ CUESTA.
que usaron los romanos en sus soberbias construccio- desalojados para dar paso á la nave del deambulatorío,
nes, degenerándose á medida que decaía el esplendor fueron á colocarse al derredor de éste, multiplicándose
del pueblo romano, y ahora empobrecido por la ligere- tanto , cuantas eran sus bóvedas. En un principio estos
za con que á toda prisa se trataba de construir los edi- I ábsides eran solo dependencias del culto, sirviendo
ficios mas precisos para satisfacer las necesidades de : el de la derecha que se llamaba oblationarium, paraARQUEÓLO»;i\ SAGRADA.
aquella verdadera regeneración social (IV Los princi- for.ii/)i. scrrvtiirium, theaaurux, vest aritim, p;olhsie$,
pios eurítmico y estético se descuidaron completamen- para colocar lo* vasos y vestiduras sagradas y ofrendas
(COM U'SION.)
te, y no era posible de < tro modo, sirviéndose de cuan- ! de los líeles , y el de la'izquierda , llamado diaconifíun,
hematix sarrariwn , cvai¡c]cliirn para la preparación
I n a de las costumbres orientales que se arraigaron tos materiales llegaban á sus manos de aplicación dis- del santo sacrificio y conservación de los libros ságramas fuertemente entre los romanos fue el uso de los tinta y procedencias diversas, y aprovechando los mas los y diplomas.
baños, tanto que desde los primeros tiempos del impe- heterogéneos elementos decorativos.
Pero en esta época por nuevas necesidades del culto
rio llegaron á ser una necesidad diaria, no sido para el
Kn Couslanlinopla, donde la traslación de la corle
patricio, sino para el plebeyo. Kn tiempo de l'ompeyo ya llevada á cabo por Constantino, hacia necesaria y u r - (') miras lucrativas de la clerecía, se aumentaron Jos alhabía baños públicos; pero el pueblo no tuvo ningunos gente la constriicion de nmclios edilicios; el olvido de tares , colocándose uno en cada ábside secundario que
destinados esclusivaniente á el basta que Agrippa lece- las antiguas prácticas ocasionado por el cambio de so- fueron prodigados eslraonlinariamenle poniéndose, aded ó los suyos.
ciedad y de localidad, al propio tiempo que la presencia más de los ipie formaban la corona del ábside principal,
Estos establecimientos abrazaban un espacio inmen- de obras anteriores á la civilización greco-romana, en los frentes y estreñios del crucero,}- hasta en al0
so, pues además del que exilian sus vastas dependen- formo un nuevo arte en que se dejó sentir fuertemente guna ocasión , en el sitio de la entrada principal,!
cual constituía dos cabeceras á veces con sus dos crucias se encerraban en su circuito crearos donde, los sa- el elemento oriental y principalmente el persa.
bios se retiraban á disputar, bibliotecas, templos, y
Kste arle ejerció desde un principio una iiilluencia ceros. Se cree que en este caso los dos ábsides opueshasta lugares de espectáculo. I.os baños construidos muy sensible sobre el latino , ó culi i vado en Occidente, tos estaban destinados, uno alas funciones capitulares
..
por Diocleciano, sobrepujaron en grandeza á lodos los (pie se dejó sentir niarcailaineiil" en la ornamentación, y olro á las parroquiales.
construidos por sus antecesores. Su gran sala fue con- de la que llegó á apoderarse casi por couqdelo, y rara
Ksla fue la forma esencial y característica de la iglesagrada en el siglo XVI y dedicada á Nuestra Señora de vez en las formas , que se mantuvieron siempre líeles á sia ó templo cristiano que quedó completada con '
los Angeles.
la escuela latina.
agregación que se hizo en el siglo XIV de las dos BanLos grandes acoiileciinienlos que tuvieron lugar en das de capillas á lo largo de los costados de las na
I.as iglesias levantadas con arreglo á este miníelo,
fueron abovedadas y de planta ciicular, octógona ú otra estos siete siglos en que se vio desaparecer el colosal laterales, correspondiendo una á cada una de sus
análoga. Tales eran la octógona de Anlioquía, edificada imperio de los Césares é inundarse la Kuropa por Norte vedas; y la mayor eslension que se dio al absitle
por Constantino, la construida el año 'Mí en Nacíanzo y Mediodía de hombres de razas germánica y semítica, deambulalorio colocado al estremo del eje de la igie
con igual forma, y la célebre Anastasis, completamen- d" que fue muy principal teatro nuestra península, ha- que vino á constituir su cabecera, propiamente Qic ,
te redonda, cuya bóveda sostenían doce columnas, bían sumido las artes y las ciencias en una postración y se dedicó comunmente á Nuestra Señora.
Como consecuencia d<; la nueva colocación riel •)'' '
mandada coi.stn.ir por la emperatriz Eleni, madre de ipie produjo en la arquitectura el abandono de toda
Constantino, lisia disposición fue casi esclusivaniente regla de. construcción y de buen gusto, conservando se orientó la iglesia desde ahora real y constantemem.
peculiar de la Iglesia Oriental; en Occidente no se adop- solo cierlos recuerdos mas éi menos bastardeados del de modo (pie celebrante y líeles tuviesen su vista
arte anliguo, con alguna -ornamenta.¡on lomada del la hacia el Oriente.
• „ fc
tó casi nunca sino para los baptisterios.
El simbolismo ha presidido siempre á ia eleccw
Una innovación se introdujo desde muy temprano en bizantino.
la construcción de la Iglesia , con la introducción de la
Con la entrada del siglo XI se disiparon estas tinie- las formas cristianas. Kn los primeros tiempos s
planta cruciforme, que fue una verdadera novedad para blas al desaparecer los terribles prcscul ¡míenlos que de establecer en la iglesia cierta semejanza con e
la neogriega, y solo una mera modificación ó una sim- en los años anteriores habían morlilii ado á la humani- pío de Salomón ; y poco después prevaleció '? ¡^ e n l e
^,
ple adopción para la latina. La cruz usada por los grie- dad poseída de la creencia de que tendría lugar el fin representar la nave de San Pedro. Poster
gos , de donde lomó el nombre de cruz griega , se com- del inundo en los primeros años del siglo XI. Los eslu- cuando la iglesia llegó á lener un plan Pr?P',°', ie j,ab¡a
¿
ponía de un cuadrado en cuyos cuatro lados se hubie- dios científicos y literarios de las obras de la antigüe- bolísmo cristiano por excelencia sucedió al q_sen colocado otros tantos exactamente iguales, ó sea el dad , nunca del todo abandonados, adquirían gran i n - inspirado la forma de la nave , tratando de Hj . u .
cuadrarlo de la base de un cubo y el abatimiento hori- cremento y fomentaban el rápido progreso que sentía Jesucristo estendido sobre la cruz ; pero con *'*aja¡,ras
zontal de sus cuatro caras verticales, l'ero la latina se la sociedad; el fervor religioso se acrisolaba, se garan- ciosidad que basta se quisieron representar l a s j * ; ^
formaba únicamente por la prolongación mas ó menos tían los derechos del hombre olvidados en los siglos del Evangelio el inclínalo capite trad « " ' í ^ del
sensible del crucero por ambos lados. Además se cree pasados, y las artes, en lili , se cultivaban con mas por u n a sensible a u n q u e ligera desviación n e j ^ s
edificio q u e se nota en el s a n l u a r i o de alguna fe
pi>r varios autores ( i ) , que algunas basílicas paganas empeño.
.
afectaban esta forma , y que los brazos de la cruz ó sea
Kn la arquitectura se reflejó grandiosamente esle catedrales.
a gin
la parte del Iraiissepluin, que por uno y olio lado so- movimiento, rompió los lazos (pie la sujetaban á las
La arquitectura se hizo eco, mas que n ! n ° taba 1»
bresale de la linea de los costados son los valvitliros de degeneradas tradiciones del arle anliguo y se proclamó arte ni ciencia, del movimiento que espeí j ' vprn oS a
([lie habla Vil ruvio. De lodos modos , aunque esla iiuc- independíenle.
humanidad en esta época en la que nos ! l " n 0 pufde
\a forma no fuese completamente creada por e| cristiaLa plañía de la iglesia adquiría un notabilísimo des- decir, nació la arquitectura cristiana p"'"1 1 "' ]]0 era
nismo, el desarrollo que con el tiempo la dio haciéndo- arrollo, electo del aerecenlamienlo del espíritu artísti- llamarse asi la empleada hasta entonces q^ d ( l ? e D ela pasar de muy secundaria á esencial, la da un verda- co, no menos que de los cambios que se operaban en la compuesta sino de los elementos cada vez i
dero carácter de originalidad.
rados de la pagana.
. i q s nreoc"'
sociedad cristiana.
La
crítica
moderna
desenlendiéndose
de
|' i¡|n¡enl?
La
total
esl.incion
del
gentilismo
bahía
traído
la
desLa colocación de la iulesia sobre el terreno no era
u
' may
arbitraria , es decir, que había de lener una marcada aparición de los catecúmenos. Los fieles ya no cumplían Ilaciones que hasta ahora habían dado al
dirección á determinados puntos cardinales. Va los pa- las penitencias públicas, solemnes y económicas, que de lasarles greco-romanas, un aparente •oí o eD ia
ganos al construir sus templos , según nos dice Vitru- se les imponían, principalmente para dar una satisfac- menos probable, ha encontrado el verdJ" ^
vio(2), los disponían de manera que se orase mirando
Í | ) ;"arei:end.i de lórmlin en nurslra lenjjua ron q ^
KM cambio es cierto inie nuestra corle ha levantado
i'l campo y se lia retirado del sitio de Aranjuez , feliz
mansión de primavera , donde lo ameno y frondoso de
los jardines, lo fresco de las fuentes y lo risueño de las
perspectivas , convidan á espaicir el ánimo y á filosofar
sobre los espectáculos de la naturaleza. Dentro de breves dias. el .'i de julio según dicen , se liará la jornada
al sitio de San Ildefonso, residencia de verano de las
mas pintorescas, salubres y atractivas. Kste año parece
i|iie no habrá viajes á las provincias, ó á lo menos basta
el presente nada se susurra enlre las personas bien informadas.
¿Tendremos á lo menos teatro Real en la temporada
próxima? Tal es la pregunta que se hacen muchos dili'lianti. I.as dos subastas no han dado resultarlo: en la
primera el concesionario se negó ¡i depositar en sarantia los .'¡O.OIHI duros que exilia el gobierno; en la segunda el rematante se retira del negocio, l'n periódico
aboga porque se dé el lealro sin subasta a Mr. líagier,
que lo tuvo el año anterior y según dicen se le lia dado.
Nos parece que aun podría haber habido nueva licuación.
Ln el teatro de la Zarzuela lia habido dos estrenos en
la semana última. Ll Julin César, monólogo-revista
representado para el beneficio de Ánlerius, es un j u íiuele bien escrito por el señor Rivera, juguete que
primitivamente tenia mas mérito, pero que eu la c e n sura ha sufrido algunas recortaduras, impuestas por
las exigencias de la política, t i autor le sacó calentito
del horno de su ingenio; pero luego se lia enfriado en
los escaparates de la ee>,sura. Ahora bien , esta clase
de ojaldres se han de comer calientes: de otro modo
suelen ser indigestos.
Clara de Iioscmber;/ , es 1;: traducción de la linda
ópera italiana de este título. 1.a ejecución fue buena y
el éxito lisonjero.
U> Mr. IlaiissTry Mr. llamee entre otros.
Anterior
i h Con tal inseguridad se lovantarnn tas odio 1 a--iliras que f.onstaniino mandó con -ir n ir pn Honia, que se luzo piociio rerdifirailas
en üoni|po de Tlieodonco el Grande.
Inicio
w
o l a parlo ilel len'plo adoptamos es-lc tomándole UL>
atino y Icamlmlaloire francés.
Siguiente
s/i
EL MUSEO UNIVERSAL.
• tención que por osle tiempo c o i n e n / ó á p r e s t a r la luí—
iniihid al estudio de las c i e n c i a s , lilei a t u r a \ a r l e s
Ya en tiempo de C a r l o m a g n o , época de pasajera l l o «'cencia para el a r l o , F g i n h a n l o e n c a r g a d o de la dicccion de los edificios i m p e r i a l e s , escrihió una carta á
ahijo (O remitiéndole u n a serie de t é r m i n o s sacados
leVi'lruliio para que se informase de su significación, lo
JUP prueba suficientemente q u e se c o n s u l t a b a n y t e nían presentes las o b r a s de los a n t i g u o s en materia do
irles. En el siglo s i g u i e n t e los j ó v e n e s e s t u d i o s o s de las
naciones cristianas a c u d í a n a las c i u d a d e s de Córdoba
iGi'ítrnuia á a p r e n d e r do los á r a b e s las ciencias m a t e máticas, y por ú l t i m o , en el siglo XI o í a n b a s t a n t e conocidas
la's obras de Virgilio, -Horacio, Juvenil!, Cicetiocitiiis .....
r
ron,Ovidio, Platón y Aristóteles.
lisia e s p e c i e d e a t r a c c i ó n q u e s u f r í a l a
iílad
liácia el pasado, se fue aumentando progresivamente
liasta el estreñid que llegó en los siglos XV y XVI d"
hacerse la sociedad completamente pagana.
Durante este tiempo, la arquitectura, como ya lo
dejamos espuesto , participó muy particularmente del
pro"reso intelectual que esperñnentaha la sociedad. Su
priniPr paso durante los siglos XI y XII, fui.' solo desarrollar e.1 plan de la primitiva basílica con los elementos que pudo utilizar del arte antiguo y los que lomó
del neo-griego principalmente decorativos. Pero en
elXIII. el siglo donde la sociedad cristiana alcanzó mayor vigor, ya mas fáciles de resolver los problemas
arquitectónicos necesarios para poder dar una ostensión y altura á los edilicios como se dio en aquella época, verdadera edad de oro de la arquitectura cristiana,
secrearon nuevos elementos, indispensables para dar
ligereza á las inmensas fábricas que entonces levantó
el genio cristiano, á lo que no contribuyeron poco las
cruzadas por las que se llegó á adquirir mas perfecto
conocimiento de la antigüedad.
Con gusto entraríamos en copiosos detalles para describir individualmente las diversas partes que componen las soberbias catedrales que debemos al siglo de
San Fernando y Alfonso el Sabio sino temii'somo.- Iraspisarlos lílimes que nos hemos ii.,puesto y ahn.-ar de
Is índole de un periódico; pero séanos permitido al
menos recordar la fascinadora perspectiva de sus cinco
««vis, su crucero, su deambulalorio y sus ábsides,
cobijado todo esto por innumerables bóvedas ojivales,
que lian reemplazado al macizo medío-eañon , sosteni™spor multiplicados haces de columnas, la imponente
'llura de la nave medía repartida entre los arcos for«wos, las galerías y el ventanaje y los rasgados vanos
wque osle se compone cubiertos de graciosos ca'ados,
1ue S(! disputan con los rosetones la posesión de los
"jiros concluyendo por apoderarse de ellos por completo y hacerlos desaparecer , y que comunican forren"ilcliizá la iglesia, debilitada id pasar por los pinados vidrios, como purificada por los santos personaje que cu ellos se liguran.
"lüspecloolcrior no es menos bello, las iiiagestuoMiadas con sus profundos pórticos riquísimos de
Cultura, no encuentran rival en el interior, los alreJflOa arlxiL;iii(i*s que guarnecen los costados, trepando
ele *°- e " l r " s l' :ira acercarse mas al cielo, arrebatan
I"r"u no menos que las esbeltas y .'irrogantes lorj , . ' , C ) J " sus caladas agujas, que en algunas grandes
^-S|asascienden al número do siete, llegadas á ser
qnef e r " s u °' (>lm '" 111 do decoración do una exigencia
(I s j r ! l e r n n de la adopción do las grandes campanas en
is
tiJlí'
" °JIVil'> interior y esleriormenlo se enciienna
!ün^, de espiriiiialismo . ¡a ausencia do lineas horipaso"5' a '°'''' ' ( " ' a ' ( ' ( ' a ( ' e ' ; l s cosas terrestres, al
Piram n '" íl'JUMditncia de las verticales y el sistema
vane i
'""".i"' 1 '" inclinan al recogimiento y ele)|Uv l l a a l Criador.
Jerla' l1'0"^0 empezó la arquitectura cristiana á per'"•Dode T " ''C S l l s ' u ' " l a s dejándose arrastrar del uso
ffiar,e, '" de la ornamentación que la hizo perder su
ene|Sj"?sa'.severidad. La decadencia se dejó sentir ya
'"lente
> I"' 10 hasta el XV no degeneró compleesenc,a¡ c : i a n do las formas accesorias absorbieron las
0stcot3rS 5' s e descuidaron las jusfas proporciones para
tel|jv ]P or 'odas partes una copiosa ornamentación
Enfre i ' s ' ; I' 0 1 0 e s t ; e m a d a y abusiva.
sdquii-¡a n rinto el gusto por las artes greco-romanas
|ira|as & r a n "oga y la arquitectura pagana preferida
'''(leer- • '""'"'ciónos pnd'anas coinenzaha á usurpar
i'^tia (|, '! C l i s l 'ana el derecho (|iie solo á ella per^linr.0 i V|" '" s Palacios del Hoy de los reyes.
",le. III-ST . s ^ 1 " X V I sostuvo la ludia el moribundo
^ V s , , i'*"' 1 "'" "' ''" horripilado |ior la fisonomía
""* v o esV
'''' h l s niganlescas eoiMruecinnes del
^ ¡ ' " • ' l ' h c a d o a l templo cristiano.
**lcrístf-. !""'('s la arquiíeciiira clásica no tuvo rival
¡^Boiílc^l1^"" S(1 v "' obligado á mendigarla los mas
, ^ndo ( |,,'' S ''dios. Hacia mediados del siglo XVII,
íj SC!»ró i'l,.ll¡l:l| '"'"" !l '" pasmosa de la orm -litación,
J^nstr^.. • ' " " d o las formas arquitectónicas, que
¡¡n'0''(!coi)fi")"<'S "''n' 1 "' 1 " 1 ;l sor un apelmazado e o n eoi
barr;o ^ " " l a i " o n l a c i o n ; pero no merecedoras,
fc , de la severidad con q u e las calificó el
• ^ , í'JMiií I t H ' l i r s n " , p . 7(M .
Anterior
nuevo renacimiento del arle depurado, en el pasado
siglo.
l.a arquitectura greco-romana utilizada por el genio
cristiano, lia levantado fábricas soberbias que compilen con las que nos quedan de los que bace diez y siete
siglos eran señores del mundo; poro sus creaciones son
siempre trias y vacias do sentimiento . no logrando
nunca infundir en el ánimo el recocimiento religioso
que respiran las iglesias ojivales de la éimea llorecíenle.
Hoy al liu se lia bocho completa justicia á la arquitectura voh iéndola á encargar de la construcción del
templo cristiano que ninguna otra podrá disputa le con
tanta razón y derecho.
Jusi; VII.I.UMII. Y ( a s m o .
187
un montón de ruinas, no ha .'ido sino después de haber
hallado en los me|icanos dignos y heroicos combatientes, y después do haber perdido en los alrededores de
Puebla todo un ejército, poniendo en alarma á la nación francesa.
DE LA FOIiMACIOX V ESTRUCTURA
HE LAS SIOVrA.YIS.
Fos geólogos establecen una diferencia entre las rocas formadas por la fuerza volcánica y la plntúinca, designando con la primera espresion á las que se hallan
en la superficie de la tierra, y con la última á las formaciones interiores y subterráneas de una misma fuerza, que lluniboldl ha llamado «reacción del interior de
la tierra Inicia su corteza dura y su superficie.)) Muchas
L.V CIUDAD DE PUEBLA.
veces (nmbien , á causa de la destrucción y de la separación de la superficie antigua , hemos podido observar
Cuando los españoles acaudillados por Hernán ("ortos los resultados de aquellos sucesos interiores, es decir,
invadieron el territorio mejicano, á posar de sor solo las rocas plulónicas. Fsta diferencia es de una imporun puñado de valientes y desconociendo completa- tancia capital para el conocimiento y la esplicacion de
mente el terreno, el número do sus enemigos y los me- la estructura esterior é interior de las montañas y do
dios con que contasen estos pura su defensa;' adelan- su modo de formarse.
taron con precaución, arrollando cuanto se les oponía
Fos geólogos dan el nombro de montañas, no á lo que
delante, onarbolando al fin la bandera española sobre ordinariamente llamamos asi, sinoá ciertas prominenlos muros de Méjico. Fueron pocos y sin enorgullecerse cias locales de la superficie terrestre, cuya estructura
y añadieron á la corona de España todo un imperio. interior está en cierta armonía con su esterior, y que
IIov, abiertas las hostilidades entre franceses y mejica- denotan cierto grado de independencia especial. Por lo
nos, conociendo los franceses lo que es la república tanto, en el sentido geológico, no son montañas todas
mejicana, que tiene ejércitos y baluartes inespugnab'es, aquellas á que damos este nombre, aunque en la may tesón, y valor y constancia, querían sin embargo lle- yor parte de las prominencias de la superficie terrestre,
gar, vencer y enarbolar en el acto la b a n d e a tricolor se encuentra también aquella condición interior de las
sobre los muros de Méjico, l.a primera ciudad que ha- montañas.
llaron las legiones imperiales en el camino, les ha deSegún su forma csterior so diferencian las montan: s
tenido [MI1 mucho tiempo el paso. Esta ciudad l:a sido en montañas de masas, de cadenas, de valles, de penPuebla , la iuiev.i é inmortal Zaragoza de la república dientes y de la clase de los Alpes; pero todas estasclamejicana. Pero Puebla ya no es una ciudad , es solo un ses no se distinguen entre sí de un modo muy marcamontón de e comhros.
do, sino que unas pasan á o t r a s , pues que no hay un
Fue Pueliia fun I cion de los españoles, debiéu'os • límite determinado entre las montañas elevadas y las
su ork'on al obispo don Sebastian Haunrez de Fuen- mas bajas.
eal . quien nando elilicarlaen \'.'<-i'-), habiendo comi- Se llaman montañas de masas las que en su ostensión
sionado para estudiar el terreno y levantar los p'anos horizontal so aproximan á la forma circular, al paso
al licenciado don Juan Salino; olí y al mongo don Tori- que las que se hallan estendidas so llaman montañas
bio de lienavenle. Auxiliaron los trabajos KOO indios de de cadena. Fas primer, s tienen muchas veces un punTI a sea a . y (¡(Mi de Cholu'a. Fn 1,'iyij -e construyó su to central, las segundas una cresta formada por una
gran p aza central . e i doiMe se levanta una magnifica serie de cumbres. Fas montañas de valles ocupan una
catedral, de la que se destacan dos altas lories. Ti ne superficie corlada únii amonte por valles, en la cual se
algunos edificios iin orlantes, valuándose todos en elevan á una altura mediana ; las de pendientes presen(¡IM).000,ooo, y entre ellos son notables el palacio epis- tan por todas parles la forma de montes aislados , pero
copal, el antiguo colegio de jesuítas y I"S monasterios no son tan escabrosas ni están separadas uiiasdc otras
de San Agusli.i y l-anto Domingo. Sus calles son an- por desfiladeros, como las de la clase de los Alpes.
chas y esjiaciosas, y sus plazas grandes y cuadradas.
Aunque es imposible desconocer que la dirección de
.No había sido nunca plaza fuerte, pero I"S mejicanos las cadenas de montañas no es de ningún modo casual,
esperando oponer ahora una heroica resistencia, han y que á veces Hinchas de las monlañas aisladas d 1
improvisado fortificación' s, entre las que eran tenidas un pais so estienden detrás ó en linca paralela á la
por principales las tituladas /nruijosa,
linlopcndon- del sistema de montañas del pais mismo, todos los escia , Ini/micros, lliiltih/o, Morolos, llurbitle,
Loicloy fuerzos que se han hecho hasta el (lia para establecer
(ju iilulupr. l.a industria y comercio d ! Puebla eran de un modo determinado y general la dirección de las
imporliiul.es, existiendo en ella fábricas de pafio. de cadenas de montañas, han sido infructuosos. Huache
tej dos de algodón, de vidriado, lozas, objetos de cobre, admitía en el interior de cada continente una montaña
acero y hierro, jabón, y armas blancas, notables por ó nudo principal, cuyas ramificaciones trataba de ligar
su buen temple.
idealmente por toda ia tierra y aun por debajo de la suSobro osla heroica ciudad ha llovido materialmente perficie del mar; lSuffon creia reconocer meridianos de
el fuego del ejército francés, que al comenzar el sitio montañas y círculos paralelos ; Gatterer llevaba esta
contaba unos yO,OI)O hombres. Mucha parte del ejer- opinión aun mas allá , puesto que según é l , la red de
c i ó sitiador ha perecido en la demanda, ya diezm;.- montañas que rodea la tierra , debia ser completamente
(lo por las balas enemigas, ya por la perniciosa in- regular, pero sus mallas cortaban los meridianos y los
fluencia del clima. Ha sido preciso desembarcar la ar- paralelos bajo cierto ángulo, llumboldt, que contradijo
tillería do los buques do guerra, para reforzar el sitio, todos estos errores , tuvo durante algún tiempo la opipero á pesar de esto, los franceses han sido hasta lo úl- nión de que la dirección de Nordeste á Suroeste era la
timo constantemente rechazados de todas partes, y dominante en las montañas. Klias de Ueaumout trató de
para tomar unos puntos insignificantes han derramado reunir todas las monlañas en un cierto número de
mucha sangre y solo han cogido ruinas. Fn la plaza de grandes círculos y creia que cada dirección pertenecía
toros fueron rechazados con pérdida de :t,000 hombres, á una época especial de elevación. Pero todas oslas hiporque solo la bayoneta es la que ha jugado al recibir pótesis dejaron de ser sosleniblcs después de un exalos asallos. Todo ol poniente de la ciudad so halla r e - men detallado, aun cuando no hayan podido ser reemducido it escombros ; las manzanas formadas por las plazadas por una opinión que se considero como exacta.
calles de la Soledad , el Cascajo y liio Hondo, Fs|iiudoDespués do oslas ligeras observaciones sobre la forla , San Marcos y ¡Mesón de, (luadalupi;, las Huertas, ma esterior y sobre la dirección do las cadenas de monMesón de Sosa y la Calavera, el Nopalito, Moscoso y el tunas, vamos á examinar su estructura interior.
Cerrillo, y San Marcos, el Hnst.ro, la Fstampa y el HosFa estructura inferior de las montañas suministra,
picio, que han ocupado los franceses, oslan bochas pe- acerca de la clase de su formación, explicaciones m u dazos completamente, hasta el estromo de haber des- cho mejores que las que da su esterior, el cual es en
aparecido todas las casas que las formaban, que están parlo, una consecuencia de las perturbaciones posterioconvertidas en grandes escombros (lo cascajos. Fas fa- res. Por su naturaleza so conoce su origen, y las difemilias pobres que habitaban estos lugares han tenido rentes clases de oslado de esta estructura interior no
que refugiarse huyendo de los franceses, al centro de son la mayor parle de las veces mas que diversas fases
la población. La población toda , inclusas las mujeres, de su desarrollo y de su destrucción. Fs ciertamente
han servido de lo que |iodian, ya ayudando á levantar muy notable con respecto de las montañas y está en
los heridos, ya recogiéndolos'en sus casas mientras íntima relación con su modo de formarse, el que en
eran conducidos á los hospitales, y ya llenando sacos ellas se presentan con mas frecuencia que ninguna otra,
de tierra ó reuniendo escombros para cubrir las b r e - las piedras cristalinas tales como granito, gneiss, eschas que abrían 'os franceses. Han pasado episodios quista de mica, syenita, pórfido, trachyla, basalto, etc.,
terribles en la lucha que cuerpo acuerpo se ha soste- y que las piedras que forman capas y que han sido denido en las manzanas que ha atacado el enemigo. Las positadas por el agua, muestran siempre con toda clabombas de osle han causado la muerte á muchas per- ridad en el interior do las cordilleras de montañas en
sonas de lasque se quedaron dentro de la plaza.
que se hallan, que han sido quitadas de su posición
Terrible, pues, ha sido ol sitio do Puebla, y si los primitiva ó hechas pedazos de diversas maneras. Fsta
franceses han logrado como se dice apoderarse al fin de situación general esplica muy claramente la clase pode-
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EL MUSEO UNIVERSAL.
188
IX
VAPOR
rosíi do la formación de 1 ;is montañas y hasta se deduce
(le olio romo resultado pénela!, que ludas las inonlañas se lian elevado por la fuerza volcánica ó platónica.
Sin embargo la clase, la energía, la turnia, la ostensión, etc., de estas elevaciones, asi como el grado de
las alteraciones que se verifican después son muy distintas en las montañas aisladas, y estas circunstancias
producen la diferencia esencial que puede observarse
en la estructura interior.
IRÍNi:il'li
A I . I O N S O , [>!•: I . A C O M I ' A M A !>.. V A I ' O H K S
I R A S V] 1 . Á N T 1 C Ü S .
Se distinguen principalmente I res clases de formación y muclias formas de combinación, de desarrollo y
do destrucción. Las tres clases de formación son : primeramente por evacuación y amontonamiento superficial do piedras de erupción, oslas son las montañas
volcánicas; en segundo lugar, por elevación de las
partes existentes en la corteza dura de la tierra producida por las piedras duras de erupción que la obligan
á elevarse, estas son las montañas plutónicas; por la
ARQUEOLOGÍA SAGRADA.
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H i p » i . ^ ¡ n l a . M a r ' a ( l r N a r i 1 " 1 ' 0 - — - Snnta Crislma di> l.eiin.—3 Catedral (le l . i i j í o . - t T o l e d o . - : ; Sevilla.—íí A s k n - a - K s o a l a para todos il e ;
u i i i m i u m e t r j s p i ) r I n ( ! l r o _ A . Capilla mayor.—U Capillas.—C C u r o . - I I Nave luajur.—10 L a t e r a l e s . - K C r u c e r o . - G Deambulaturio.
Inicio
Por la evacuación y por el amontonamientoi M •
superficie, do piedras'de erupción ó por las parte
zadas por las mismas, se han formado, no soio
*
los verdaderos conos do erupción de los volcanes, ^
lambien todos los montes de basalto y de plion o " os probable que deban su origen á lo mismo a i ^
montes de trachyta y de ponido, como imiibienl ^ _
tañas ó grupos de montos producidos por ellos. J s0
dillera central de la liohemia, presenta un "<= hl
ejemplo do esta clase. El monto llamado K a '= e e n ¿i(silla del emperador) en ISreisgau y otros v a r " a u e no
ferentes puntos, son otros tantos ejemplos, a l '.[¡ a C ¡ r lan manifiestos de las montañas de esta clase. - a s e s
imiv determinada en estas inon
.. .
cunslanstancia muy
,
la subordinación de todas las formaciones de l ü m o n t e S )
puesto que solo se ven como dominantes lo ecll 0siondo los valles un fenómeno completamente
dario.
tTe que
En la segunda clase la corteza dura terrea
5
existe ha sido levantada Idealmente por las^r ^ .
de erupción que la han impelido; a esta
hav
c
lenecen la mayor parle de las montanas a u j ^ ^ ,
(|uo notar, sin embargo, que con elU <-_ debidas muclias veces las formaciones ' ° , " ñiedras d*
das á la ovacua-cion ó abundancia do las I
orupcioii.
•
Anterior
presión en los lados y por los pliegues, por decirlo asi»
que á consecuencia do ello se lian formado e n | a c u ' "
loza dura do la tierra , estas son las montanas
fundamental de
Sin embargo, osla for
.
lañas muestra un ran número y
c
de desarrollo y do lestruccion. Sigamos, P"
resivo
'•
.forsu estado do embrión su curso prog
¡e mas c
i.° A veces no so ven en la su
maciones de capas horizontales, muy
cirio asi, y por lo tanto elevadas '""
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EL MUSEO
189
UNIVERSAL.
lie ellos mayores espacios
de suporlicie de masas
de erupción.
lisios diversos grados
icnle i m p o s i b l e , d i s t i n g u i r osla forma de de destrucción los difeile las de pliegues q u e deben su origen á la renciamos algo a r b i t r a r i a m e n t e , como montaIJIC l:idns
ñas de masa central do
corto transversal superior
medio ó inferior.
|
I.a presentación de piedras de erupción cristalimasas que se hacen mas gruesas á medida que van nas tales como el granito
ia abajo y que frecuentemente se derriten con su y la syenila, es un fenóInicia
e y á cuya presentación coi-responden ordinaria- meno muy frecuente en
base,,
nte las
las rocas de esquista y de estralilicaciunes que los curtes horizontales.
mente
L l l m i ii 1 n i*ü < 1:1 »•;
En la mayor parle de las
<e hallan
eleva
Estas rucas do erupción son en general plutónícas, comarcas do montañas
perú no están d e s c u b i e r t a s , y lo único do ellas que se pluli'inií'as so conocen las
[alia visible, está limitado á un cierto grado do d e s - llamadas elipsoides de
trucción ele la superlicie. Según la masa de las m o n t a - granito.
Como ejemplos de monñas está mas ó menos elevada sobre sus contornos . y
se»undespués se destruye poco ó mucho por arriba, tañas de masa central con
isise presentan cortes transversales y á consecuencia corles desiguales, se pue-
•"inriiniliv"'- las piedras de erupción que han pioi"e'doestaa elevación
descubiertas;
elevación no
no se
se hallan
iianan jamás
|amas ue*cuuiri
ias,
• tas montañas
so las
las da
da el
el nnombre
de m
montañas
alafias so
o m b r e de
o n t a ñ a s di
de
j'iii'fis centrales.
cutrales. Kn este caso es difícil y á voces
MON CAItl.OS [ . A i OHlil:.
t,, i ar . e ' Hurz, en el cual el granito sobresale por en-
de algunas montañas plu-
lerseV° r n i a ( '' ü ' l e s P O ( ' e r o s a s c'u g r a n w a c k e , sin h a - tónieas, según su carác-
ttonta O r n i i u ' ° ( ' s t ' ' ' ' " G s m " s t ; l cristalizada. Como
G¡"ant / • m i l s í l c l ' " t l ; i ' ( l e c o t ' t e m e d i o , las de los
'l'iinn ™ ' e s o n S ( ! ' J ' r o ° ) o n Alemania : en ellas hay en
Scie a c S . C o , r t e s t r a«svcrsalcs de destrucción ile la superpor s í u a ' > ( 'os conos graníticos de erupción unidos
li,j e a ^ e (le modo que presentan una forma igual á
Meros
i^ C s t a m a s a C ( ! n t r a l está rodeada de una
te j i Culj ¡erta de esquistas cristalinas antes de lie' 0Ill naciones de granwacke. Las elevaciones
aca
CStas mon
m o n t a ñ a s , y por lo tanto sus c a u irnV
^PrirnV
t a ñ a s , y por lo tanto sus c
"'"vas m u e t
í
l í
l
dl
ter principal como en la
I-iiisacia superior. listos
montes de basalto ó phonolitbo volcánico están
en la misma relación con
respecto de la masa principal de la montaña, que
los conos de erupcim
con respecto délos conos
de elevación de los volÜar2. | "'"vas, muestran mucíia analogía con las del canes.
I-a tercera clase de forlieaún , Cretíl s e ''alia destruid-! aquí, siendo reconociJesian-l i a; ex istenci;i anterior de la montaña . por la mación de las montañas,
l a s Cil ;is
es la que se verilica por
Como
~
P depositadas ¡í ambos lados.
jrof Ur "¡ 0Illilnn sde masa central de corle transversal la presión do los iados,
W
' I K "'' l n)i n"ss c i | a i ' la l.usacia superior y el y que por el cuarloamienI "'''C!|S'''ia '' Ce "" '""'
dominan
ambo puntos
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di
llas rocas g r a - to que ocasiona por la
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ías0'|¿'|^aj)as elevadas y Iraslbrmadas ya se proson- elevación do las formalu
ciones de capas,.se disA | a C | a * "largónos esterioros.
• eCen in" n
montañas plulónieas elevadas, per- tingue de las montañas
C u !1 s l l e i
''Wnieiit i
' ^
P 'l'cie oslii conipuesla p r i n - elevadas p!u túnica mente.
N a s Q..
' r o c a s de esquisla cristalinas ya liasfor- I,a cadena de montañas
C a s v<!ccs s e l l a l l a n
Hdo.x0p
<"1(!va<las soio por del Jura, nos presenta un
í!r'st'cos iioi° S i P ' slos n o s o n " l i l s ( l" ( 1 ejemplos carac- eseelonte ejemplo de esta
*!¡>iartos, de un número mayor do casos s u - clase.
V rS0S> SÍI1 (
Se ve, p u e s , que las
:ion
cip
^
' " e ' l í l y a n i °s tomado en consiFece
ncnU| c m 0 " t e s f° r i n a | l°s volcánicamente que fases de la composición
no teiiónienos secundarios, en la superficie en las montañas plutóni-
L
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KL MISEO UNIVERSAL
190
España , fueron poco á poco separándose de la niadn y velando 1.. empresa, no solo por la salud del cuerno"
común.
sino también por el pasto espiritual de los que á ellaY
Desde el momento en que las comunicaciones se fa- confian, tiene abordo del vapor, capilla, servida por un
cilitan estos temores desaparecen- Los padres de lamí- • celoso y entendido sacerdote.
lia de nuestras provincias de I Itiamar , envían á la
En cuanto á comodidades para los pasajeros y el lui
península sus hijos para recibir educación en estableci- interior de sus dependencias, cuanto pudiéramos decir
mientos españoles, de donde en vez de volver al seno seria pálido ante la exacta descripción de ellas, |]eci
de sus familias, como otros de sus compatriotas enco- por un periódico (no español, á la verdad), EÚleia[2.
nados contra la madre patria , van , llevando en su cora- </•• Dnbarton (Escocia ) del :¡0 de abril, de donde cozón y en su inteligencia, con una instrucción sólida y piamos las siguientes líneas: «El salón principal es ele
verdadera,el germen del amor patrio, halagüeñas ideas gante y espacioso, midiendo (10 pies de largo, 20 de'
de fraternidad, y el noble sentimiento del orgullo na- ancho y S de alto. Los entrepaños al estilo italiano, son
cional , que es la mas lirine garantía para la seguridad de arce de ojo de pájaro con madera de cobra y ÍWetcs
de los Estados. Hieii puede asegurarse . como acería- ¡ dorados, y en la liarte superior de cada uno ha'y ador(lamente hemos oído decir a una persona, tan ¡lustra- nos Unamente tallados con un escudo, en cuyo "centro
da como competente en estos importantes esludios ( l | , se ostentan las armas de una provincia ó ciudad de Esque hacen mas para la seguridad de nuestras Antillas paña. En los entrepaños de cada uno de los lados de la
empresas como la que nos ocupa . que un ejército com- puerta del salón que mira á popa , se han colocado dos
puesto de muchos miles de combatientes.
magníficos retratos pintados al (íleo de la reina de EsLa facilidad de comunicaciones trasatlánticas hace pañ i y del príncipe , su hijo. Estos retratos están roal mismo tiempo que se amalgamen y confundan las deados de los escudos de las armas reales y bandera
empresas mercantiles é industriales, de los españoles española, tallados y dorados con la mayor magnificenpeninsulares y los e-pañoles americanos : y esta es olía cia. Debajo de estas pinturas se hallan colocadas elesegura garantía para conservar aquellas ricas pose- gantes cómodas con cubiertas de mármol. Los balatssiones, escaso aunque brillante resto de aquel mundo ! tres . picaportes y cerraduras son de plata galvanizada.
desconocido, que antes que nadie levantaron de entre El testero anterior está adornado con un gran espejo y
las ondas los españoles á la voz de Colon y de la mas reloj , y en el espacio que inedia entre las dos puertas
grande reina que han contemplado los siglos: y si al- de entrada , cuyos entrepaños son de cristal opaco, se
gún dia pudiera verse amenazada la integridad de aquel halla colocado un precioso piano, encargado espresaterritorio, á quien siempre miramos con tan entrañable niente para este barco por los señores Denny á la fábricariño y tan disculpable orgullo, esos mismos rápidos ca de Collard y Collard de Londres. La caja de este
medios de comunicación que en la paz nos enlazan, piano está en perfecta consonancia con los otros muecon los vínculos del mutuo interés y del recíproco bles del salón. Su habitación admite dos filas de mesas
amor, contribuirían poderosam"nte, como hermanas de con espacio amplio entre ambas, de modo que puedan
la marina de guerra, á castigar id delirio d" los que en sentarse á comer con toda comodidad cien personas.
mal llora tratasen de poner a prueba la lealtad acriso»La antesala destinada también á los pasajeros de
lada de nuestros hermanos de ( IIruinar. No olvidemos
primera clase, mide 30 pies de largo por 20 de ancho,
que gran parte de la preponderancia que Francia ha
y eslá adornada con la misma magnificencia, diferenadquirido en Levante y de las grandes ventajas que
ciándose solamente el estilo . en que la ornamentasupo alcanzar en las guerras de Crimea y de Italia, las
I.as desiguales alturas de las montarías, son natural- debió á los vapores mercantes de las mensajerías im- ción es del tiempo de Isabel de Inglaterra. Los dibujos
mente consecuencias en parte del empuje desigual que periales, directamente protegidas por e! gobierno de y adornos están trabajados con maestría y primorosamente acabados. En estos dos salones, y en la cámara
las ha formado, en parte ds su composición desigual y nuestros vecinos traspirenaicos.
de señoras, que es pequeña, pero elegante, asi como
se comprende bien que en general (ó siempre en iguales circunstancias) cada montaña se encuentre mas
Estas rellexiones y otras emanadas de el'as, que no en todos los departamentos de primera clase, donde
destruida en la superficie- de su contorno, cuanto mas apuntamos porque nos alejarían demasiado de nuestro pueden acomodarse unos 310 pasajeros, los balaustres,
antigua es su primera elevación. y por consiguiente, principal propósito , nos ha inspira lo la visita que en el picaportes, cerraduras y demás accesorios son depl¡it¡i
cuanto mas tiempo hace que se lia elevado sobre sus dia 2K del pasado mayo hicimos al vapor Princpe Al- galvanizada. En la parte anterior del buque, ysob.c
alrededores.
fon o, propiedad de la empresa Lope/, y Compañía . y cubierta, hay una cámara cómo.la, con salones, para
sin embargo de los diferentes artículos que casi lodos oO pasajeros de segunda clase, y en el sollado, ó bajo
A.
los periódicos políticos le dedicaron en aquella fecha, cubierta, se pueden acomodar multitud de pasajevamos á ofrecer á nuestros lectores una ligera descrip- ros de tercera. La comodidad de los olicialcs y tripución de tan hermoso buque , porque ella jiislilique las lantes ha sido también esmeradamente atendida, asi
alabanzas que hemos hecho, de una empresa que de como la completa ventilación de todo el buque, por medio de los apáralos mas modernos. La despensa esta bien
tal modo sabe realizar su patriótico pensamiento.
1
VAPOIi PRINCIPE ALFONSO.
¡ Construido este vapor en el astillero de los señores provista de| correspondiente servicio de plata, y lab' "
loria
de
cocina
es
notable
En
una
palabra,
nada
(alia
Denny y hermanos, de Escocía, fue, bolado al agua
Como acontece siempre con lodos los grandes pen- el il de abril último, piiilieudo presentarse como un para la elegancia y co
lidad de las cámaras y salones
samientos, no hace muchos años una empresa españo- verdadero modelo en su género. De 1,0(10 toneladas de ni de lo necesario,Éi la higiene y hiene>lar de I03 pasala, que comprendiendo la inmensa importancia de la carga, midiendo, en toda su eslension de roda á ru- jeros.»
navegación trasatlántica , estableció una línea de va- (iislv lilS pies castellanos, con -'II de manga, y capaColocados los cuartos para estos en los entrepuenpores, para abrir rápidas y directas comunicaciones cidad para colocar á bordo 700 pasajeros de primera, tes, están amueblados con inusitado lujo, y se P'"¡ |)
entre la península y nuestras hermanas de Cltramar, segunda y tercera clase , presenta tales condiciones de dos por pasillos con puertas numeradas, recordam
sin que necesitásemos pagar un vergonzoso tributo á solidez, que no ha vacilado el lloyd en darle la letra A, mas bien la distribución de las casas, que el incomouu
la marina mercante de otras naciones, tuvo que soste- IIÚIII. I, por nueve años.
sistema de literas al rededor de los comedores, que eu
ner larga y difícil lucha , para llevar á cabo su granSobre su eslensa cubierta levántase su majestuoso los demás buques se observa. Magníficos banosde nw
dioso pensamiento. Segura, sin embargo, en lo digno aparejo de fragata con bauprés, entre cuyo cordelaje mol, llamadores eléctricos, ventiladores, suntuosos m
de su causa , no vaciló un instante, y venciendo cuan- se ele\a el cañón de su poderoa máquina de vapor; y
lodo eslá tan admirablemente dispuesto,, q
tos obstáculos se oponían á su paso, teniendo que l u - esbelto y elegante en su parte eslerior, se encuentra parece haber sido preparado para un ostentos0
char contra la opinión pública, lastimosamente estra- dignamente decorado lo mismo á popa que á proa, h a - mas bien que para un buque.
viada, y confiando en que el tiempo acabaría por hacerla biéndole hecho acreedor sus condiciones marineras,
La fuerza motriz del Príncipe Alfonso
justicia, lia conseguido el mayor de los triunfos, vién- tanto como su construcción, solidez y máquinas , ¡i las por dos máquinas de vapor de 400 caballos, esu
dose celebrada y enaltecida por esa misma opinión, alabanzas que le prodigaron cuantas personas entendi- combinadas sus diversas partes tan íulniirabie
^^
hasta el punto de producir un justo entusiasmo. La lí- das tuvieron ocasión de examinarle el dia de la referi- (¡ue aseguran un trabajo constante, y colocadas
nea de vapores trasatlánticos de los señores López y da visita, y con especialidad del entendido capitán de local espacioso y bien ventilado, cualidades amO' ^
Compañía, es citada hoy con legítimo encomio por to- navio señor Topete, que manifestó era el Principe Al- rara vez se encuentran en los buques de v"Pj' "| es;
dos los que han podido conocer, no solo lo elevado de fonso digno hermano de los otros vapores de la com- poderoso agente se forma en cuatro calderas tu l| ar ^
sus miras, sino de la manera con que sabe cumplir el pañía , kapaña , Isla de Cuba, Puerto ¡tico y Sanio y para la carga v descarga , que se efectúa («' >•
propósito que trató de desarrollar desde un principio. Domingo, iguales en tamaño al que describimos, y independientes en un todo del servicio de r ^ 0Si
uerza
cuya
La empresa de los señores López, no es una simple que con el Canaria*, Paris, Ciudad Condal, Marse- tiene el buque magnílicas grúas de va]
,,antó
f
;
negociación mercantil, es también la realizadora de un lla, Alicante y Madril, algo menores, forman la rica motriz impulsa también un precioso
día de I»
gran pensamiento; el de servir de lazo que una y e s - escuadra mercante, con que hoy puede enorgullecerse l'aul para levar el ancla, máquina que en
treche cada dia mas al través de los mares, las relacio- la empresa.
visita llamó especialmente la atención del a(
nes entre la metrópoli y sus colonias.
Tripulado el Príncipe Alfonso por 11,'i hombres per- tro de Marina.
l'or la falta de medios de comunicación , la mayor fectamente adiestrados, y dirigidos por el capitán ViEn suma, el Príncipe Alfonso, bien pued
parte de los hijos del suelo americano, donde por ven- ilaverde y su segundo el señor Bayona , tiene para su se que es hoy el primer buque de la marina
tura ondea todavía el pabellón español , encontrando defensa magnífica anmvía como los buques de guerra, española : ¡ lastima grande, que ya que pode'"
pa .
mas espedilo camino para los Estados-Unidos, Ingla- y dos colisas de largo alcance y grueso calibre
gullecernosde ver ondear sobre él !1U(!stll(?irfe"orgull«>
terra y Francia, á eslas naciones, y sobre todo á la
Para el servicio do los pasajeros que tengan la fortu- bellon, no podamos decir con el mismo dig11 ,
primera, marchaban en busca de instrucción, de que na de atravesar en él la distancia de la península á que ha salido de los astilleros de nuestra patr ^ e n podían temer careciese España, no siéndoles fácil co- nuestras Antillas, cuenta con dependencias tan imdia
en
estos
I¡l'legue
i M ^ I H : al
i i i cielo
t , , i - i i ' llegue
n i ^ I I I . un
u n
»""
' •• que
i
- i r e s lien J
nocerla y juzgando de su atraso por el de su marina. portantes como panadería, silio á propósito para car- c i i e n t r e n á tanta a l t u r a c o m o el de los sen° r a r e a l ¡ Debiendo en eslrañas fuentes la (cernida semilla de la nes y pescados Iríseos, que s:¡ sirven durante lodo el y h e r m a n o s ! ¡y plegué al cielo laminen " l 1 1 " ' . ^ ¡|evan*
instrucción, imposible era que se formase en sus cora- viaje, pastelería, refrescos, helados y sorbetes, esten- zar los g r a n d e s linos que con l a u t o acierto C=
,,-,ia,
zones- el santo amor de la patria ; á la que como acon- sos algibes para 70 toneladas de agua , máquinas para do á cabo la e m p r e s a de los s e ñ o r e s l.opez.y
, e |ia, sc
tece siempre con los que se educan en el eslranje- hacer agua dulce, y además de una cocina para pasa- p r o n r o , m u y p r o n t o , en lugar de los dos via.| •
: :
•' '
' - u e n t r c s o H i -• „
r<>, miraban con injusto , aunque disculpable desden. jeros, otra para la tripulación, y una tercera al vapor cen al• mes éstos
vapores, se verifiq
Desconociendo sus costumbres, sus recursos, su civi- para la tropa.
estiendan á las repúblicas liispano-auie.ncaiiJ. ,
lización propia , su manera especial de ser, habían de
I'ara que nada falle á los viajeros, lleva en su dotaalieionarse á ideas, peligrosas siempre, vinas tratán- ción un médico cirujano con bien surtido botiquín y dolor ve la madre patria separadas de su M » •
dose de provincias separadas de la metrópoli por la in- cajas de insimúlenlos para toda clase de operaciones;
mensa eslension de los mares, y rodeadas por todas
p u l e s de otros listados, que habiendo pertenecido á
( I l TI .vf.o¡ d o n I V I n i a o !¡.>S.;!r'l-lri:M.
cas, presentan una varii'.hul ]<;irliciil;ii", pi'ro estaeir- '
cunstancia ¿es efectivamente una condición de su naturaleza especial ó se debe á la duración y ¡i la fuerza
de su descomposición, la diferencia que existe entre
ellas y las montañas volcánicas? ¿no presentaría cada
una de estas los mismos fenómenos si estuviera bastante elevada sobre el nivel del mar. y si se descompusiera |
hasta una profundidad suficiente en su corte Iransver- ¡
sal? Esto sin embarco, no e s n s i , y se deduce tanto I
de las montañas piutúnicas de pliegues, en las cuales
mi se reconoce ninguna via de erupción volcánica, al
paso que en su profundidad ocultan piedras de erupción , i|ue lian sitio impelidas hacia arriba, pero que
jamás han llegado á ser arrojadas, como de la estructura interior de la mayor parte de las montañas volcánicas, en cuanto se conoce esta estructura.
De una multitud de hechos se deduce, que no solo
el procedimiento de descomposición , sino también el
de formación, es decir, el de la elevación de las montañas, es estraordinariamenle lento. Muchas elevaciones locales y sucesivas, son necesarias para producir
una montaña considerable, y esto es interrumpido con
frecuencia por largos períodos de tranquilidad y hasta
por hundimientos. I.a alternativa de semejantes períodos se puede probar por l.i proporción desigual de las
capas. Si algunas de las formaciones de capas están
elevadas de un modo mas sólido que otras, se puede
conjeturar que aquellas encontraron elevaciones mas
aisladas que eslas, y si no se han descompuesto en su
posición horizontal, se puede deducir que fueron depositadas inmediatamente después del último empuje
que las elevó; finalmente, si existen algunas en un solo
lado de una cordillera. se deja conjeturar que al tiempo de verificarse el depósito, ya existía la montaña en
cierto grado, y formó por lo tanto una división d e c a pas, mientras que esta división faltaba en las mas anticuas ó en las nos modernas no poseía ya la estension
no interrumpida, que un obstáculo tal oponía á la dilatación.
|M
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EL Ml'SKO l'NIYKKSAL.
KVn :
EL EMI>' ' ACTOR CARLOS LATORRE.
Academia de la lengua, compuesta de los señoresIlart- [
zenbusch , Hubí, Tainayo, Cañete y Eerrer del Hio.
Puesta en marcha toda la gran comitiva . se dirigió á
pie, cruzando por las plazuelas del Ángel y Santa Ana,
¡i salir á la calle del Príncipe, deteniéndose el carro
mortuorio delante del teatro del mismo nombre, l'na
escogida y brillante bandado música locando una marcha lunohro , precedía al féretro , que iba cubierto con
el manto de Carlos 111; muchos pobres de San li.'inardino seguían al carro mortuorio, y al pararse este delante del teatro del Príncipe, donde tantos y tan brillantes triunfos habia conquistado el inspirado actor
cuya memoria se honraba , las actrices de los diversos
teatros de la corle , entre las que se contaban la Matilde Diez , la lujosa, la Kerrobianco, la Tenorio y otras,
todas llenas de emoción , arrojaron magníficas coronas
de siemprevivas, preparadas de antemano por la empresa del mismo teatro , cubriendo el carro de vistosos
y elegantes ramos de llores. Entre lauto la orquesta
del mismo teatro, cuyos balcones estaban adornados
de colgaduras negras, colocadas en el salón de entrada , locó la magnílica marcha del Profeta, cuyas inspiradas notas recordaron la pérdida de otro gran actor,
compañero también de Latorre, del inimitable Guzman , cuyo cadáver se hizo pasar por delante del mismo
teatro.
•Lalorre ! nombre querido del pueblo español, conocido de lodos y que no se olvidar:! jamás, romo no
se olvidarán en nuestia patria los iriunfos consoniiilosen la escena de nuestro teatro por el que le
llevaba. Hablad de Lalorre á cualquiera y os dirá (pie
ha presenciado sus triunfos, que ha contribuido á
dios, aplaudiendo sus dotes de grande actor, lo mismoen Madrid que en Barcelona, en (¡ranada y olías
parles, y preguntadlo aun á los que por ser muy jóvenes so!o"liaí>r<!ii podido conocer en nuestros días á Ya]ero, á Romea . á Arjona. vos dirán que han oído bailar con entusiasmo del gran a d o r Carlos I.alone.
En electo, Lalorre, era un ador eminente, supo adquirir todas las facultades, que para tan difícil carrera
se necesitaban . ó mejor dicho, nació con ellas y ¡as
cultivó con esmero.
Nació Carlos Latorre en Toro, el 2 de noviembre
Je 1790, siendo sus padres el intendente de rentas
Je aquella población, don Antero Gómez y doña Catalina Guerrero y Ma rengo. Su educación primera fue
escogida, pero su decisión por el teatro no se reaiizó
hasta que emigrado con su padre ¡I Francia . á la edad
i|pcatorce años, logró iniciarse en lodos los secretos
Puesta nuevamente, en marcha la comitiva , que con
ilt la oratoria, concurriendo asiduamente á los teatros, l.i gente- que se habia aglomorado-a'penns podía dar un
alas cámaras y tribunales franceses, en donde obser- paso, hizo otro alto ante una casa en la misma calle del
vaba á los artistas y oradores mas afamados. El fran- Príncipe , en cuyos balcones, también adornados concés llegó á ser su idioma favorito, y tan bien lo poseía. venientemente, estaban Unías las niñas de la sociedad
que hasta en francés llegó á representar mas adelante dramática La Infaiiltl, vestidas de blanco. El efecto
niel pais vecino.
que estas niñas lucieron en toda la concurrencia, arroDecidióse por el teatro, como profesión ó carrera, jando llores y versos sobre el carro mortuorio, fue conni 1823, cuando regresando ron su familia á España, movedor y magnílico.
Ifnninada la situación política que le había alejado de
Llevaban las seis cintas del féretro los señores don
fila,podía dedicarse de lleno á alguna ciencia ó arle. Tomás Rodríguez Uubí y don Luis Eguilaz , en repreSus triunfos fueron rápidos y divulgados prontamente, sentación de los autores dramáticos, don Florencio
corriendo el i:ombro de Lalorre de unos á otros labios Romea, don Enrique Arjona, don Juan Catalina y ei
ramo una \erdadera notabilidad. La tragedia titulada señor Pizarroso, en representación de los tres teairos
(Mo fue la. primera en que se dio á conocer al públi- de Variedades, Circo y Príncipe. Presidia el duelo una
co, cautivando desde luego por su arrogante figura y j comisión compuesta de los señores don Julián Romea,
sis maneras cubas y elegantísimas. En olra tragedia, don Joaquín Arjona y don Manuel Catalina, representar, desempeñó igualmente el papel de protagonista, tándola Academia Española el señor Hartzenbusch y la
«blmiendn unánimes aplausos , que hallando eco en autoridad eclesiástica el señor l.aforge, teniente cura
toda España, hicieron ambicionasen poseer á Latorre de la parroquia de San Sebastian, que habia dicho la
talas las empresas de (cairos. El de Granada fue el misa.
mas afortunado en ÍS2I». pues le contrató, ejecutando
La comitiva fue cada vez aumentándose eon numef
n la ciudad morisca las tragedias l'elayo , Los hijos
roso gentío, y al llegar los restos al cementerio de San
t^Edipo, El Cid y La Jara. En Madrid trabajó lamNicolás, fueron colocados, después de los rezos y ceietalcon la célebn- adrizConeoprion Hodriguez, reprenionias que ordena la Iglesia, en el panteón número 2
jnlando las tragedias escritas esprosaiuenlo para los
de la rotonda del patio nue\o. Los circunstantes se
"IIS, v tituladas Uido, ¡/¡gruía , doña Inés de Castro,
despidieron de aquel sitio silenciosamente., siendo i e
!»come<lia Vn momento de imprudencia.
sentir que el no poder evocar ron la palabra ningún
Desde entonces sus triunfos su repartieron entre los
recuerdo de los grandes hombres al pie. do sus cenizas,
teatros, ya de Madrid y de Granada, \a de Sevilla y
á causa de las órdenes vigentes, no permitiese tan siBarcelona, llegando al colmo de la creación dramática
quiera leer una poesía de despedida eterna al que supo
ton la representación de la célebre tragedia lidipn,
lan Iron recitar lodo género de poesía!
""ginalrie Marlinez ile la liosa. Su ropulacion le llevó
El relíalo de don Carlos I.alorro que ('amos en esle
™ 1832 a unn cátedra de declamación del Conservalo•oe María Cristina , porque para inculcar á los aluni- n ni '.' o . eslá ci .•])';; do de uno del na 11: ral.
í;(larte dramático los buenos principios oratorios,
•L
* n como Lalorre?
M 1838 hizo un viaje á París. y en uno de los prinde aquella capital, que cree empuñar el
J!l 'v.todas arles y ciencias , representó magnílica¡en en francés las tragedias Don Sebastian de
•y Hamlcl, de Shakspeare, entusiasmando al
- i'íirisie.nsp. En ISil trabajó, siempre con aplau, •«i el _teatro del Príncipe, de Madrid, y en 1S-13 se
sjj™ a Barcelona , donde alcanzó enlónces, y por
luri't Vez o n 1 f < i ~ . bis mas envidiables triunfos.
'Iet8"i e m ' " ° " l f t a c l ( " ''" M ¡H ' r ' ( '> ( '' " '''' 0 ( ; l l l ' " f i
101
tirado está , pero aun,
muchas veces-de común
se suele tornar en propio.
No es cosa muy natural
tal cambio, y cuando imagino
que ella siempre pierde el lir.o
por el número plural,
me postro humilde ante Dios
y le suplico con le
que el genero que me dé
no sea con un de dos.
En caso tan ablativo
,
quisiera, niña , seguir,
si no recelara herir
tu sentimiento dativo:
y como sé bien que en oslo
de cariiw celestial,
para no ser nominal
necesita ser compuesto,
temo que airada y altiva
hagas mi escrito al leer,
que él sea en nuestro querer
la conjunción
disyuntiva.
Perdona, pues , mi lección
y piensa, sin arrogancia ,
que hay en nuestra cnncoriLincia
tan perfecta construcción ,
que mi régimen presiento
poderle siempre adorar,
sin que del verbo auxiliar
pidas el antecedente;
y asi cuando luzca el din
dirá nuestra dicha al ver
que nos sabemos querer
sin faltas de ortografía,
y no dará admiración
verte asi niña cambiar...
¿Quién resiste auna pasión
que empieza por enseñar
las partes de la erario^/
MANTEL YAI.CÁIICEL.
La cantidad de algodón importada en Inglaterra en
ios primeros cuatro meses de INül, ascendió i.301 ,!)S.'i
quintales ingleses, de los cuales 4.000,000 vinieron de
América. La cantidad importada este año hasta el .'iodo
abril, no ha subido mas que á 1.20.1,0 .0 quintales.
La escoriación de géneros di.1 algodón manufacturados ha disminuido nnluralnienle en dos tercios; pero
como so ha hecho pagar por ellos mucho mas caro a los
mercados estranjeros , la pérdida por este concepto no
ha ascendido quizás mas que á un tercio. La calamidad
de la crisis algodonera no ha recaído por lo tanto sobre
la Inglaterra sola , sino que se lia distribuido entre todas las naciones en que se cubren las humanas formas
con los tejidos del condado de Lancaster.
( Wíealr O s
po|¿nei'a'lnonlft lodos los hombres de mérito mueren
tdu '.y Lalorre no pudo pensaren hacerse construir
]|evar •'J'P'icion uno de esos mausoleos encargados de
Jegjj a la Posteridad el recuerdo do los hombres granpe^jj . S l l s riquezas. Sus i estos oslaban espuestos á
Iiin * P!'?nt<i y confundirse con los de la fosa co"liíoY ! ' n o s '¡"dudable (|ue lodos los restos liuhitot"11 )s (>|ihra el inármol ó la tierra , llega dia en
delala niemi
!l vvista
i s l a v aaun
n ll(!
lom
bres T
> "
niI|
lo s !„'
"
igos de L a t o r r e h a n q u e r i d o c o n s e r -
leat
ros , m a s P'wilile. A e s t e lin los d i r e c t o r e s de los
leat
o ros
"" toea i ! " ' ' ( ' d a d c s . Circo yy P r í n c i ppe , , don Julián
J l
ui
desean,}o
e }
" J "" l "" ll u i "" Arjona
A j n a y dmi
dm Manuel
Manuel Catalina,
Catalina
ac
°f(laro n r ? n '' ir " " l i i b u l o ¡í ja m e i u o r i a de L a l o r r e ,
-"" ;l ' " " ( ' ' " M ' ' " ''' P r í n c i p e , d e s t i n a n d o
Produ 11ii -"
s a
d i r i r un nicho p e r p e t u o , para los
' % s J | " s a adq
No<J.'Sfíni actor. El r e s u l t a d o de esta función no
SDs
SDs
Produ
Desp,
10
dar todos los pasos para la'exhumación
y de haber invitado á las primeras aulori'"aciones literarias, adores y autores draf «I aliñn"'iC(i' a ' a I"'ensa, se acordi'i decir una misa
r "general l l n ; " 1 ( ) ' C l ' y ° s restos (raidos del cemenla
• t o sdpo
lM1(>rla (1(' Toledo, estuvieron e s í ' K las se'6 P i° r l a m a " a i l a e " l¡ ' capilla de los aclor^SaoSpi
' a l a r < l e t O l l a s l a s "venidas de la iglc"'odisint '. lan e s t : l l l n i 1 llenas de actores, autores
i viéndose además allí una comisión de la
• Cad-i.-
Anterior
AMOR SIX APÓCOPE.
Que este mundo es un mercado
dicen algunos, y á fé
que decirle no podré
si está bien ó mal pensado.
So'o sé , niña , que yo,
al lijar mi visla en ti,
nunca hubiera dicho, si,
temiendo dijeras, no.
Mas cuando en dulce place;le conjugué el verbo amar,
\í que para contestar
conjugaste el verbo haber...
No sé si mi amante plática
por su eslilo estrafalario
le hizo creer necesario
darme lección de gramática.
Mas sé que es el verbo untar,
l.'il como vo le concibo,
frésente di: indicativo
que no requiere auxiliar.
No admito , pues , la lección
aunque tu orgullo se empeñe,
mas si quieres que le enseñe
las jiarlcs de la oración ,
escúchame y no te asooibre
mi lenguaje poco ameno ,
que al llamarme á esle terreno
tú misma me disto el nomine.
Dicen que no es sustantivo
cuando cosa le da ser,
de manera que mujer
es siempre nombre adjetivo.
Del tenemos gran acopio,
Inicio
En el último período de diez años, se nota en Francia que los crímenes contra el orden público, han disminuido señaladamente casi por mitad, en lanío que
los crímenes contra los particulares, han tenido una
baja menos considerable. Entre estos últimos el númeío de infanticidios sigue en aumento, lo propio que
los atentados contra las costumbres. Los atentados
contra el pudor cometidos con niños, toman proporciones verdaderamente alarmantes. Las quiebras fraudulentas y las falsificaciones de documentos mercantiles,
siguen una progresión también ascendente. La mayoría de los crímenes cometidos por las mujeres contra lo.;
sentimientos do su naturaleza como el infanticidio, consisten en en venena míen tos: por 100 acusadas hay ">3 que
lo son por este crimen, y hay 2S parricidas por igual numero de acusadas. No dejado ser notable que el sentimiento liiial esté mas relajado en las mujeres que en
los hombres.
V'n periódico estranjero observa que los parisienses
han dado una gran prueba de inleligencia votando los
eandidalos déla oposición, aun haciendo abstracción
de la política, pues entro los candidatos nucíales habia
un chocolatero, un vendedor de azúcar, otro de, maderas, un general y negociantes. La lista de la oposición ofrecía, al contrario, hiéralos, oradores y periodistas, l'n elector inteligente no podia vacilar.
El Congreso internacional de Estadística lia resuelto
que los censos generales, los datos que deben recogerse
v el modo de realizarlos sea todo de este modo:
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EL MUSEO UNIVERSAL.
192
./•
ME CIERTAS ESPECIES HK ANIMU.ES.
1. a Conviene que los cousos ile la población sean nominales y basados sobre ni principio de la población de
hecho. Sin embargo, podrán pedirse reseñas especiales para determinar ó clasificar, según las circunstancias, la población de derecho.
2 '' Los recuentos tendrán lugar por períodos decenales, realizándose en el mes de diciembre.
3.° Habrá una cédula para cada familia ó casa.
4.° Agentes especiales encargados de distribuir y recoger las cédulas cuidarán de que sean estendidas con
exactitud ó las llenarán ellos mismos con sujeción á las
noticias que se les suministraren.
!i.° Los censos comprenderán :
a Nombres y apellidos, edad , lugar de nacimiento,
idioma, religión, eslado civil, prolesion ó condición
social , permanencia lija ó habitual, temporal, momentánea ó pesajera en la localidad ; niños que reciben
instrucción pública ó privada , distribución de las casas
por pisos y por el número de piezas desuñadas á la habitación de rada lamilla, jardines contiguos á las casas.
b. Defectos físicos y enfermedades visibles: ciegos,
sordo-mudos, enajenados residentes en su domicilio y
en los establecimientos públicos ó particulares, ¡diolas.
fi.° Deben resumirse los dalos del recuento , en cada
país, por fórmulas uniformes que bagan estos dalos
comparables entre sí.
Anterior
La cuestión de (¡recia parece ni fin decididamente
resuella, lil principe Cristian abandonó todas sus objeciones en un consejo de familia celebrado en la capital
de Dinamarca el 30 de mayo, y se puso á sí mismo y
puso el porvenir de su hijo en manos del rey. Al ascender al trono de Grecia, tomará el título de Jorge I,
rey de los griegos, y no de Grecia, como se. llamaba el
ex-rev Otón
ESCA1A DE LAS TRANSFORMACIONES.
TIIANSFOHMACION I)K 1 NA VIEJA EN SU GATA.
El grabado que ven nuestros lectores representa
cinco metamorfosis que tienen gran filosofía. La priniemera y que está mas á la vista, es la transformación
de una vieja en su gata. La vieja tiene dos afinidades
y puedo convertirse en dos seres que le son igiíalmenli'
simpáticos: el galo y el loro. Asi hay loros y galos que
parecen viejas: osa es la escala ascendente; y hay vicias con cara de galos ó de loros, y es que han comenzado á transformarse y descender. Las solteronas son
las mas sujetas í estas variaciones.
tina vieja de esta época se compone de varias cosas
importantes: 1.a una papalina á la cabeza; 2. a un m i riñaque bajóla falda; 3." una silla para elcueipo; Í.:| un
Inicio
taburete para los pies: de aquí las otras cuatro meta
mórlosis.
'fin ióven,
Aunque parezca mentira, toda vieja lia s'uuj
a u
y el taburete de los pies ha podido ser de ,'f "'en el
iancia mas blanda que la caoba ó el noga : >e« for.
grabado cómo ese banquillo va adquiriendo n"e()Orn|,re
mas hasta converlirseen jaula y encerrar ui
on ella.
. esgatsKigurémonos por un momento que la mu.! .- a u e la
nl
el hombreen tal caso es el ratón, y el "!"„;está
trampa en (pie cae este interesante animal. 4
la filosofía del grabado bien esplicada.
g | ^iri(Ibserven ustedes también cómo en la vi j ,^cUáDfiaquo puede convertirse en tapadera de nieg!_ -J estudio
tas consideraciones importantes no da lug'
detenido de oslo grabado!
^
nnalinaNos quedan que examinar la silla y ' a P ' o s fortl"!
última por poco que se encrespo en sil acloi ^> an¡nial
rá las orejas gatunas, mieiilras que la c ' ert¡rse e"
puede redondearse en ocasiones hasta coi
respaldo de una silla.
, |QS que ?
Hay, pues, mas punios de contacto n. ^ JoDdf
creen' entre la gata y la mujer pero SOD - )a gata.
lasalinidades son mas sorprendentes es cm
la vieja.
DIRECTOR Y EDITOR RESPONSABLE, D.
IMPRENTA DE GASP1R V 11OIG , EDITORES, MADRH)