Parque de Los Estudiantes - Universidad Autónoma de Manizales

Celebración Aniversario de la Universidad Autónoma de Manizales.
Inauguración “Parque de Los Estudiantes”
Manizales, 20 de Agosto de 2015
Padre Leopoldo Peláez Arbeláez, Presidente del Consejo Superior, Don Hernán Arango
Uribe, Presidente de Fundeca, Señores miembros del Consejo Superior, Señores
miembros del Consejo Académico, Doctor Iván Escobar, Vicerrector Académico, Dr.
Carlos Eduardo Jaramillo Vicerrector Administrativo y Financiero, Dr. Alberto Cardona
Vicerrector de Desarrollo Humano y Bienestar, Dr. Lorenzo Calderón Secretario General,
Dra. Alba Patricia Arias, Decana Facultad de Ingenierías, Dra. Claudia Patricia Henao,
Decana Facultad de Salud, Dr. Jaime Alberto Valencia Ramos, Decano Facultad de
Estudios Sociales y Empresariales, Directores de Unidades, Coordinadores de Programas
y de Departamentos, Presbítero Jorge Albeiro García Ramírez, Capellán de la
Universidad, Profesores, Dra. Claudia Agudelo Gerente de Fundeca, Empleados,
Representantes estudiantiles ante el Consejo Superior, Consejo Académico y Consejos de
facultades, estudiantes de pregrado y de posgrado, amigos todos:
– «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos
recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual
compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos:
«Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y
gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba ». 1 2. Esta hermana
clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los
bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y
dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano,
herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que
advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los
pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que
«gime y sufre dolores de parto»
(Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio
cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y
su agua nos vivifica y restaura. 13. El desafío urgente de proteger nuestra casa común
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incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo
sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos
abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos
creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa
común. Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados
sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la
casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para
resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los
más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es
posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en
los sufrimientos de los excluidos.”
Estas sabias palabras tomadas de la Encíclica Laudato Si – Alabado seas, promulgada por
el Papa Francisco el pasado 24 de mayo de 2015 sobre el cuidado de la casa común nos
sirven para reflexionar acerca de la gran responsabilidad que nos cabe a todos los seres
humanos, con el cuidado del medio ambiente.
Hoy, tenemos el gusto de hacer entrega a nuestra Universidad, a los universitarios y a
nuestra ciudad, de una pequeña pero significativa contribución a la conservación y
mejoramiento de la calidad de vida en nuestro entorno cotidiano.
Nos propusimos hace un año, cuando por esta misma fecha entregábamos el Edificio
Fundadores de la Universidad Autónoma de Manizales, que como complemento a esa
maravillosa construcción, emprenderíamos el diseño y construcción del parque en el área
que ocuparan durante más de treinta años, las casas de madera en donde la Universidad
había desarrollado sus actividades académicas y en las cuales muchos de nuestros más de
diez mil graduados habían compartido con sus profesores horas de estudio y experiencias
pedagógicas.
Según el último “Informe de Calidad de Vida Manizales publicado por el Programa
“Manizales Cómo Vamos” la ciudad tiene 963.739 metros cuadrados de área verde que
corresponde a un promedio de 2.74 metros cuadrados por habitante. La recomendación de
la OMS es disponer de 10 a 15 metros cuadrados de área verde por habitante. Respecto al
número de árboles urbanos, en el año 2004 se contaba con un (1) árbol por cada 23
habitantes. La recomendación de la OMS es contar con un (1) árbol por cada tres (3)
habitantes. Se necesitaría sembrar 100.000 árboles.
Respecto al espacio público por habitante, incluyendo áreas de interés ambiental como el
Ecoparque Los Yarumos, Monteleón, Ecoparque Los Alcázares y el Cerro Sancancio,
Manizales ofrece 8.47 metros cuadrados por habitante y al interior del área urbana, tan
solo 4.12 metros cuadrados por habitante.
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Para lograr la meta visión al 2019 con el actual ritmo, la meta se va alcanzar en 60 años.
Estas cifras son alarmantes por decir lo menos, sobre todo si como todo lo indica, el
planeta está enfrentando una serie de desastres naturales, atribuidos al cambio climático,
al calentamiento global, a la emisión de gases de efecto invernadero, atribuibles en parte a
la falta de conciencia ambiental y a la poca o ninguna atención que la sociedad le está
prestando a poner en práctica las medidas que sirvan para evitar que estos cambios del
clima se sigan acentuado.
Está en las manos de las presentes generaciones, pasar a la acción para desacelerar con
decisiones inteligentes el desarrollo irreversible de los fenómenos globales que están
poniendo en riesgo el delicado equilibrio que la naturaleza ha proporcionado con sus
servicios ambientales para que en La Tierra, predominen las condiciones de clima que han
hecho posible la vida en todas sus expresiones.
No debemos esperar a ver qué acciones emprenden los demás países. Tampoco si en los
países desarrollados, reconocidos como los mayores contaminantes actúan o no. No
debemos esperar compensaciones económicas para que nos decidamos a sembrar árboles
o a preservar las selvas tropicales. No debemos esperar que la industria haga lo que le
corresponde para evitar la muerte de los lagos y los ríos. No debemos esperar a que el
nivel del mar suba un centímetro para decidir qué hacer. No tenemos que escandalizarnos
con los datos sobre el deshilo de glaciares y el retroceso de los continentes polares.
Tampoco debemos esperar a asistir a la última filmación de los osos polares en su hábitat
natural, presentada por Animal Planet.
Aunque nada de lo anterior ocurra, debemos actuar a nuestro nivel y en nuestro entorno.
Es nuestra responsabilidad. Lo peor que pueda ocurrir si actuamos racionalmente
protegiendo nuestro medio ambiente es que las actuales generaciones y las futuras
vivamos más sanos, en un ambiente del cual nos sintamos orgullosos por la calidad del
aire que respiramos, por el sabor natural del agua que bebamos, por la belleza de los
árboles cuando florecen, por el trino de las aves que encuentran refugio en sus ramas, por
la biodiversidad abundante que nos brinda la alegría de todas las expresiones de vida.
Este Parque de los Estudiantes que hoy entregamos, es tan solo una pequeña contribución
de la Universidad al mejoramiento de la calidad de vida en Manizales.
Esta obra comprende un área de 4500 metros cuadrados en la cual se han reservado
amplios espacios de prados para que sean sitios en los cuales, estudiantes, profesores,
empleados nos encontremos en un ambiente verde, que invite a disfrutar del entorno, a
compartir momentos de silencio o a conversar y admirar los espacios amplios que se abren
a la vista de la ciudad con sus reconocidos bellos atardeceres.
Incluye una cafetería, construida con criterios modernos y ecológicos, en donde su diseño
y los materiales empleados permiten la utilización de la luz natural, una gran ventilación y
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el uso de materiales reciclados como el hierro proveniente de las antiguas bodegas y la
madera tomada de las casas de madera que fueron desarmadas para dar paso al parque.
Igualmente en el espejo de agua como un testimonio histórico se han colocado los viejos
polines de madera de la ruta del ferrocarril, los cuales fueron encontrados en las
excavaciones para la obra. También las piedras de hombro encontradas en la excavación se
han integrado al paisaje que hace parte de la estructura externa de la cafetería.
El diseño arquitectónico de la cafetería fue obra de un joven de 22 años de edad, Mateo
Uribe Vargas, graduado de bachiller en el Colegio de la Autónoma, estudiante de
Arquitectura próximo a graduarse en la Universidad Nacional, sede de Manizales.
Quiero compartir con ustedes el testimonio de Mateo quien expresó:
“Como egresado del colegio de esta universidad, es para mí un orgullo inmenso
contribuir a la gestación de espacios para el conocimiento, en una institución joven, que
ha probado crecer de manera notable en el tiempo y ahora se encuentra en uno de sus
mejores momentos. Dotada de nuevos lugares la universidad erige y consolida su papel
formador en la ciudad.”
Al momento de proyectar el café vinieron a mi mente las enseñanzas que viví en el
colegio, era campestre, un lugar extenso con bosques y aulas, la plena sensación de
libertad todos los días allí vividos me invito a remitirme a la lectura, al conocimiento
autodidacta, un colegio que siempre soñó con la autonomía, y puedo decir ahora que esa
semilla germinó en mí. Influenciado por mis padres comencé mi viaje por la
arquitectura, un viaje que comenzó muy pronto en mi vida, pues la reflexión sobre el
lugar se me daba a diario en ese recinto exento. (El Colegio autónoma)
El edificio busca dar cobijo y cubierta a este lugar de paisaje que es la plaza de los
estudiantes. Con la mente siempre influenciada por los grandes maestros de la
arquitectura y sus lecciones se proyecta un “espacio universal”, con escenarios para los
peces, las aves, las plantas, y para nosotros que existimos en el mundo y vivimos la
lluvia, el sol y el viento, sin puertas; sin límites.”
Gracias Mateo y a su señora madre, nuestra querida Arquitecta Gloria Hilda Vargas,
quien concibió el proyecto del parque y estuvo al frente de su construcción.
Además de la cafetería, en el parque se encuentra localizada la capilla de la Universidad,
una tarima de madera para eventos, sillares para contemplar el paisaje, zona de descanso
con sillares, enmarcada por árboles de gran porte que proveen de sombra y cobijo a los
visitantes y en cuyas ramas lucen las hermosas orquídeas donadas por la persona que
seguramente ama más a esta Universidad, don Hernan Arango Uribe a quien expresamos
nuestra gratitud con un aplauso.
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Hemos integrado al marco del parque la entrada principal a la Biblioteca Alfonso Borrero
Cabal, sacerdote jesuita, para que se consolide como el punto focal de atracción para
estudiantes y profesores y como el corazón de la actividad de estudio e investigación
documental de la Universidad. Se han hecho adecuaciones al interior de la Biblioteca,
aumentando su área en más de 200 metros cuadrados y mejorando todos sus espacios
interiores para comodidad de los usuarios. La Biblioteca en su frente cuenta ahora con un
espacio dotado de sillas y parasoles para que la lectura o la conversación se realicen en un
ambiente al aire libre y con comodidad.
En la parte frontal del parque a mano derecha se ha destinado un espacio para el parqueo
de bicicletas con facilidades apropiadas para su seguridad. Este que ha sido una solicitud
de los estudiantes, se ampliará en la medida que aumente su uso, ya que queremos
acompañar las iniciativas estudiantiles que promueven el uso de ese sistema saludable y
ecológico de movilidad y que reemplace el uso de automóviles que ocupan espacios
mayores y que consumen combustibles fósiles contaminantes del aire que contribuyen al
fenómeno de calentamiento global por la emisión de gases de efecto invernadero a la
atmósfera.
Previo al inicio de la construcción del parque, se contrató el diseño hidráulico y sanitario
de toda el área con el fin de hacer un manejo técnico de las aguas lluvias y evitar su efecto
erosivo en las laderas del parque. Con el fin de proteger los suelos, se han sembrado
árboles a manera de cerca viva y se seguirán sembrando árboles nativos como guayacanes
rosado y amarillo, cedro negro, acacias, eugenias, siete cueros y otras especies arbóreas y
ornamentales.
Complementan a esta obra la decisión de dedicar los históricos vagones del ferrocarril
para el uso como sala de encuentro y de estudio con capacidad para 80 personas que
estará abierta entre las 7 de la mañana y las 9 de la noche.
Igualmente entregamos el ascensor panorámico que se instaló en la IPS para facilitar el
acceso y la movilidad de personas con dificultades motrices.
Queremos invitar a todos los estudiantes y a la comunidad universitaria en general a que
utilicen este parque y demás adecuaciones. La cafetería prestara servicios de atención a los
usuarios y su consolidación dependerá de todos nosotros en la medida que usemos sus
servicios.
Estamos haciendo entrega de este nuevo espacio de encuentro con mucha alegría y
satisfacción. Le hemos dado el nombre de Parque de Los Estudiantes porque ha sido
pensado para ustedes principalmente. Los invitamos a que se apropien de él. Que lo
cuiden, lo protejan, lo mantengan limpio. Que siempre pensemos que un papel, un vaso,
una botella de plástico, un palillo no pertenece a su paisaje. Se han instalado suficientes
recipientes para los residuos orgánicos y no orgánicos. No vamos a mantener personal de
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aseo recogiendo dichos residuos. Los invitamos a que sean ustedes mismos los que
pongan las reglas de comportamiento en este espacio público. Que sean ustedes los que
señalen a quienes no son capaces de comportarse adecuadamente, cuidando el parque.
Que quien haga un uso incorrecto de las facilidades o deje basuras sobre las mesas, las
sillas, los prados, sea visto como una persona que no respeta el medio ambiente y no
contribuye al bienestar y la convivencia ciudadana.
De todas las experiencias vividas en nuestra Universidad aprendemos. Como nos
comportemos en nuestro Parque, será un reflejo de cómo nos comportamos en nuestras
casas y en las calles. Esperamos que cuidemos este parque entre todos y siempre pensemos
en que así como lo recibimos hoy, lo debemos entregar a los futuros estudiantes y ojalá
mejorado.
Finalmente, no puedo terminar sin dejar expresos nuestros agradecimientos a todos los
que han contribuido para que este Parque sea una realidad. Especiales agradecimientos a
nuestro Consejo Superior por su apoyo permanente. A los directivos de la Universidad y
muy especialmente al señor vicerrector Administrativo y Financiero graduado de la UAM,
Dr. Carlos Eduardo Jaramillo Sanint, A los personas que contribuyeron en los diseños y
trabajos de la obra : Juan Bernardo Botero, Hernán José Sánchez, Nelson Osorio, Néstor
Gilberto Gómez, Néstor Jaime Salazar, Milton Eduardo Beltrán, Antonio Martínez, Rubén
Darío Lotero, Arcángel Marulanda, Germán Vélez, Luis Fernando Trujillo, Jorge Beltrán,
Francisco Urrea, Fabián Osorio, Aluminios de Occidente, al personal administrativo y de
Servicios Generales de la Universidad y a cerca de cien trabajadores que aportaron su
voluntad y conocimiento durante el procesos de la construcción.
Un especial agradecimiento a la arquitecta Gloria Hilda Vargas por su consagración
durante todo el proceso de diseño y construcción.
Y a todos ustedes por estar hoy celebrando este nuevo aniversario de nuestra Universidad,
con este acto que tiene un significado muy especial de una institución que mira el futuro
con optimismo, con responsabilidad y siempre pensando en su misión como comunidad
educadora comprometida con el desarrollo regional sostenible como fue decidido desde el
primer día por sus fundadores. A ellos infinitas gracias por su legado.
Muchas gracias.
G.C.G.
Manizales, Agosto 20 de 2015
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