el medio ambiente y la gestión empresarial

EL MEDIO AMBIENTE Y
LA GESTIÓN
EMPRESARIAL
Sabine Braun
Kirsten Bauer
Títullo original: Öko-Management
Kollektion “Stichwort”. Wilhem Heyne Verlag
La Fundació Terra agradece la colaboración de la editorial Wilhelm Verlag de Munic, que ha cedido
generosamente los derechos de autor para esta edición en castellano.
Redacción: Gerhard Theato
Lectorado Técnico: Klaus Günter
Gráficos: Michael Lörcher
Concepción y realización: Christine Proske (Producción de libros Ariadne)
© 1993, by Willhem Heyne Verlag GmbH& Co. KG,
Kollektion “Stichwort”; München para la edición alemana
© Fundación Tierra para la edición castellana 1996
Índice
Prólogo
Introducción: La empresa y la gestión ambiental
Dirección de empresa respetuosa con el medio
1. El medio ambiente: tercer factor de la economía
2. Conservación del medio ambiente y rendibilidad
3. Cultura empresarial ambiental
4. Conservación del medio como objetivo empresarial
Conservación ambiental dentro de la empresa
1. Organización de medidas ambientales
2. La figura del coordinador ambiental dentro de la empresa
3. Motivación ambiental de los trabajadores
Instrumentos de orientación ambiental
1. Directivas para las compras y listas de proveedores
2. Balance ecológico de empresa
3. Control ambiental
4. Auditoria ambiental
5. Manual de responsabilidades ambientales
6. Análisis de líneas de producto
El marketing ambiental
1. El mercado y los consumidores
2. Los instrumentos del marketing ambiental
3. Diferenciación de los productos por etiquetaje
4. Las normas ISO y el medio ambiente
Comunicación ambiental
1. Publicidad
2. Relaciones Públicas
Política ambiental en la economía de mercado
1. Política ambiental
2. Las principales leyes ambientales
3. Síntesis de las principales leyes ambientales en Cataluña
4. El derecho ambiental en la Unión Europea
Recursos
1. Organizaciones e instituciones
2. Bibliografía básica
3. Revistas profesionales sobre medio ambiente
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Prólogo
En el año 1992, año de la conferencia de Río de Janeiro, aparecía el primer volumen de la Colección
Debates Ambientales, de Beta Editorial, patrocinada por el Departament de Medi Ambient de la
Generalitat de Catalunya, en el cual yo mismo aportaba el primer capítulo, titulado “ La empresa y la
gestión ambiental”.
La Fundación Terra me pide transcribir el susodicho artículo a modo de preámbulo en la ocasión
de la publicación del libro El medio ambiente y la gestión empresarial, una traducción y adaptación del
libro de los autores Sabine Braun y Kirsten Bauer realizada por Ralf Massanés.
Han pasado cuatro años y en Cataluña se ha conseguido un importante avance en la
concienciación de los ciudadanos y de las empresas, no obstante el espíritu de aquel artículo creo que
sigue vigente.
A escala mundial asistimos incluso a la incorporación gradual de criterios ambientales en el
comercio, que no por libre ha de ser insostenible ambientalmente.
Cada vez más las universidades y las empresas se dan cuenta también, que hoy la modernidad
pasa por una gestión empresarial respetuosa con el medio, y que es a través de los criterios ambientales
donde más claramente se perfilan nuevas posibilidades de innovación y de competitividad.
Hacen falta publicaciones para la formación ambiental de los empresarios, que son los que han de hacer
posible el nuevo modelo de empresa que todos deseamos, y por esto celebro la publicación en catalán de
este libro que gustosamente presento.
Albert Vilalta
Barcelona, noviembre de1996
∗
Albert Vilalta en “El reto ineludible”
0
LA EMPRESA Y
LA GESTIÓN AMBIENTAL∗
El ser humano no podría haber existido nunca sin un medio apto y amable para su supervivencia y
reproducción. Pero la inteligencia y la habilidad del hombre han ido modificando el medio hasta unos
limites en que, en la actualidad, se abren muchos interrogantes respecto del futuro y las amenazas que se
ciernen sobre las próximas generaciones.
Nos encontramos en una fase crítica, posiblemente sin precedentes en la historia, de las relaciones entre
la especie humana y el medio por causa de la aceleración no suficientemente asimilada de la tecnología.
No tenemos todo el tiempo del mundo para actuar.
Esta reflexión aspira a insistir en la necesidad de incorporar una ética ambiental en la gestión de las
empresas, y en general, en nuestras acciones cotidianas y, consecuentemente, en la manera de entender las
relaciones con el entono y con los demás. No es suficiente que las encuestas demuestren preocupación por
los problemas ambientales; aunque importante es del todo insuficiente. Solo una buena información, una
concienciación firme y una decidida voluntad de actuar del individuo así como de los grupos sociales
serán instrumentos realmente eficaces para que las simples palabras sean realidades.
La salud del medio es un punto de referencia muy significativo en las sociedades occidentales cuando
queremos valorar el grado de civilización de los grupos sociales. Sin embargo esta es una idea que hemos
asumido recientemente, a pesar de que las sociedades preindustriales, ya tenían la intuición.
Hasta los años setenta en las sociedades desarrolladas existía una especie de negación racionalizada
contraria a las políticas ambientales, frecuentemente considerada innecesaria y alarmista, incluso
motivada por una atribución de contenido político supuestamente antagónico a la economía de mercado.
La idea dominante era que las industrias y los servicios significaban progreso y no eran perjudiciales
para el medio, sino todo lo contrario, excepto cuando se producían accidentes imprevistos. Txernobil,
Three Mile Island o Seveso serian algunos de los casos más paradigmáticos. De igual forma los países de
la Europa del Este consideraban, hasta hace bien poco, que el deterioro del medio ambiente era un precio
razonable que tenia que pagarse para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El aislamiento i la
tozudez dogmática no les permitía entender que un medio bien conservado es justamente una señal que
identifica las sociedades con elevada calidad de vida. Las cosas no iban demasiado mejor a las naciones
del tercer mundo como el Brasil –país anfitrión el año 1992 de la Conferencia de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente y el Desarrollo-. Durante los años sesenta el ministro brasileño de Economía i
Finanzas, en una reunión con internacionales dijo: ”Venid a contaminar con nosotros”. Aquel político
como tantos otros de países en vías de desarrollo consideraban entonces que las necesidades de
inversiones tenían prioridad sobre el deterioro del medio ambiente, que se tenía por un factor totalmente
secundario. Dentro de este marco muy permisivo, se tomaban riesgos sin medida.
Pero las cosas cambian, a principios de los años setenta por iniciativa de los grandes grupos industriales
que por razones de imagen y también como estrategia diferencial de identidad respecto la competencia,
impulsan la etapa de aquello que podríamos llamar terapéutica tímida. Bajo la presión de la opinión
pública y de los grupos ecologistas cada vez más bien informados y activos, especialmente en países del
norte de Europa y los Estados Unidos, empieza a revisarse la legislación.
Los responsables de los grandes grupos industriales y de los servicios se dotan de medios técnicos y
desarrollan métodos más eficaces para luchar contra la contaminación. De esta forma surge con fuerza la
idea que las empresas son responsables no solo de aquello que pasa dentro de sus instalaciones, sino
también de su medio. La gestión del riesgo mueve las primeras acciones ambientales de las empresas muy
contaminantes o peligrosas. La administración de los países con una sociedad más concienciada inicia
tímidamente políticas ambientales. Paralelamente, se desarrollan métodos para afrontar los numerosos
problemas técnicos y teconológicos asociados a la gestión del medio ambiente.
Durante la década de los años ochenta, en las naciones de vanguardia se empieza a conocer cada vez más
el alcance del deterioro del medio y surge el concepto de gestión responsable de la empresa. Algunos
empresarios toman la iniciativa, no sin dificultades dada la proliferación de leyes y reglamentos,
frecuentemente contradictorios que impulsan los legisladores.
Las políticas de recursos humanos intentan sensibilizar los trabajadores de todos los ámbitos respecto de
las responsabilidades individuales o colectivas con el medio ambiente. Los presupuestos empiezan a
anticipar el esfuerzo financiero necesario par conservar i mejorar el medio. Los responsables de
marketing comunican y otorgan un valor añadido al esfuerzo ecológico de la empresa. En definitiva, la
estrategia verde llega, aunque lentamente y con muchas dificultades, al corazón de la empresa.
El medio ambiente y la empresa son el único
ecosistema
La naturaleza y la industria juegan finalmente en el mismo equipo. La oposición tradicional entre
ecosistema industrial y ecosistema naturaleza es un error. La actividad industrial del hombre no se opone
a la naturaleza sino que aquella forma parte de esta y, en un proceso dinámico, se adaptan mutuamente.
El hombre de empresa responsable empieza a ser consciente de la existencia de un único ecosistema con
recursos limitados.
El empresario es propietario y responsable de una pequeña parcela de este ecosistema común.
Ciertamente, necesita de instrumentos y metodologias para poder asumir esta responsabilidad. La
administración ha de tener un papel protagonista en el establecimiento del coste de reposición del “capital
naturaleza” así como proporcionar información, recursos técnicos y humanos, financieros y comerciales
en la investigación y desarrollo para facilitar la tarea de las empresas. Pero la realidad es que hoy en día
muchas empresas –sin ir más lejos en Cataluña mismo- aún son reticentes en considerar el factor
ambiental como un elemento más de la gestión. Manteniéndose la ficción de un ecosistema naturaleza
opuesto al ecosistema industrial enmarcado dentro de una dialéctica ataque-defensa. Evidentemente, el
empresario es defensor “parcial” del ecosistema industrial, actúa a la defensiva y, en general, considera la
situación del ecosistema naturaleza como una tarea que no le incumbe.
El empresario considera, lleno de orgullo, que crea riqueza para el país, pero en no descontar el coste del
deterioro ambiental que puede comportar su actividad no se da cuenta que también crea pobreza. La
confrontación dogmática entre los industriales que contaminan y los defensores dogmáticos de la
naturaleza no es el mejor camino. Esta dialéctica lleva a un circulo vicioso, que aumenta la desconfianza
de los hombres de empresa, los cuales solo integran el factor ambiental en la gestión presionados por la
legislación y los reglamentos.
Hay otra razón que alimenta la desconfianza de las empresas. Los gestores acostumbran a ser personas
pragmáticas que en el momento de tomar una decisión quieren tener los instrumentos, la metodología y la
formación necesarios para poder afrontar las nuevas fórmulas de gestión. Se ha de reconocer que hay
dificultades en este ámbito, una de las cuales corresponde al campo de la formación. Los instrumentos
provienen de las ciencias de la vida y de las tecnologías aplicadas basadas en estos conocimientos. La
incorporación de esta información a la empresa no es nada fácil, por esto la administración tiene la
responsabilidad de abrir canales y establecer mecanismos para resolver esta deficiencia. La licenciatura
en ciencias medioambientales de orientación pluridisciplinar, que se puede cursar en la Universidad
Autónoma de Barcelona, es un primer paso para nutrir de gestores ambientales las empresas y las
instituciones públicas.
Los gestores “verdes” saben que el medio ambiente que rodea la actividad humana ha sido, es y será
consecuencia y creación de esta. Desde siempre consciente o inconscientemente, el hombre ha
planificado, ha dado forma y ha administrado la naturaleza. Cuando se llega, sin embargo, a situaciones
de degradación como la actual, es esencial que se introduzca la idea de concienciación y responsabilidad
en la actividad humana.
La irresponsabilidad o inconsciencia del pasado ha de ceder el paso a nuevas formas de gestión y de
responsabilidad colectiva por parte de todos los actores que participan en el equilibrio del planeta Tierra.
El papel de las industrias es fundamental en este nuevo escenario. Empresa y medio ambiente pueden
estar en conflicto, pero muchos expertos convienen en afirmar que se pueden encontrar soluciones
técnicas para resolver, total o parcialmente, los efectos negativos de la industria sobre el medio. La
tecnología, no obstante, no acostumbra a ser ni neutra ni imparcial con el medio ambiente; por esto el
gestor “verde” tendría que mantener un sentido crítico en la aplicación de la tecnología.
La percepción social de la importancia de los problemas ambientales aumenta. Una encuesta realizada en
Francia a más de tres mil técnicos de industrias revela que un ochenta por ciento de las personas
interrogadas cree que los problemas ambientales son importantes o muy importantes. No obstante esto,
paradójicamente, la industria no ha acelerado suficientemente el ritmo en el momento de incorporar la
gestión ecológica.
La realidad es que los actuales gestores de las empresas y del sector de servicios, como también los
cargos públicos, provienen de una generación con escasa cultura del medio ambiente. La misma
universidad no ha sido capaz de asimilar y transmitir una cultura de respeto generalizada al medio
ambiente. En consecuencia, en la toma de decisiones, con frecuencia no se dispone de suficiente bagaje
en tres cuestiones fundamentales.
• En primer lugar, en la capacidad de especificar las acciones necesarias para conservar el medio.
Ciertamente, el medio ambiente es un sistema interactivo complejo que solo puede ser comprendido
a través de un enfoque interdisciplinario. Aún no se ha impuesto en las empresas la costumbre de
consultar a los expertos sobre una decisión que tenga por finalidad aminorar o eliminar los efectos
sobre el medio.
• En segundo lugar, la falta de instrumentos acertados para gestionar el medio ambiente. En muchos
casos, los conocimientos y los instrumentos existen pero hace falta enseñarlos y llevarlos a la
práctica.
• En tercer lugar, en la falta de sabiduría y habilidad para negociar el tipo de medio que se desea,
partiendo de la premisa que nadie tiene el monopolio del medio ambiente.
Todos los actores sociales –el industrial, la administración, los responsables de las asociaciones locales,
los grupos de presión ecologistas- tienen que negociar conjuntamente el diseño del medio que recibirán
las futuras generaciones.
Asumiendo la idea del espíritu negociador como guía de acción y la persuasión frente la imposición, se
podrán encontrar muchos puntos de acuerdo entre los objetivos de la economía y las finalidades de la
ecología. Solo mediante el dialogo se podrán superar los obstáculos para conseguir fundir estos dos
intereses.
El primer obstáculo reside en los hábitos humanos. La mayoría de los hombres transfieren la
responsabilidad de las decisiones que afectan al medio. Por ejemplo, cuando se vierten residuos a los ríos,
se depositan basuras en los vertederos incontrolados o se contaminan las capas freáticas.
El segundo impedimento hace referencia a los actuales instrumentos económicos, que no tienen contenido
ecológico. El juego de fuerzas entre la industria y el sector servicios, de una parte, y del medio de la otra,
se ha decantado siempre en favor de los primeros durante este siglo. Hace muy poco que la voz de los
científicos ha despertado la conciencia sobre la degradación del medio; el juego de fuerzas se empieza a
equilibrar.
Las industrias y los servicios han sido diseñados sin considerar el factor ambiental y son las fuentes de los
desequilibrios actuales. Pero al mismo tiempo, son los actores esenciales para hacer posible el reequilibrio
del sistema ecológico.
Asumir la responsabilidad del ecosistema mundial que concierne a cada uno requiere –además de ciertas
dosis de imaginación- instrumentos, tanto de diagnóstico como para la realización de acciones concretas.
De acuerdo con esto, para que la empresa pueda aplicar una estrategia verde de forma viable deberían de
replantearse algunos de los modelos económicos imperantes. Hoy en día aún se vive de hipótesis
concebidas a fines del siglo XIX i principios del XX que no son válidas para la economía actual.
Hace falta una revisión a fondo de los sistemas económicos que incorpore el factor ambiental. Una
primera medida seria dejar de considerar como bienes libres y sin valor los recursos principales para la
vida, como es el caso del agua y de la atmósfera.
Es evidente que un escenario económico nuevo, más considerado con el medio, pide un nuevo modelos
de empresa.
Un nuevo modelo de empresa
A los modelos tradicionales de gestión y planificación de la empresa les hace falta eficacia desde un
punto de vista ambiental. A la idea de la empresa como un engranaje coherente de individuos y grupos
con una única identidad y un único objetivo, encerrada en si misma y despreocupada de las
externalidades, va abriendose camino la idea de empresa con una preocupación social no solo por su
medio inmediato sino por las consecuencias ambientales del uso de sus productos.
Es imprescindible canalizar una nueva estrategia empresarial verde que sobrepase las preocupaciones
económicas y sociales tradicionales. En cada una de las áreas de actuación empresarial (marketing y
ventas, producción, recursos humanos, servicios jurídicos y financieros, investigación y desarrollo, etc.)
se deberán marcar objetivos concretos.
De definición de la imagen que la empresa puede y quiere dar de sus productos; reconocer los
servicios que la empresa quiere ofrecer para preservar o mejorar el medio ambiente, y situarla frente
de la competencia.
• De potenciación de la gestión del riesgo ambiental en las industrias, que incluye no solamente
técnicas físicas sino también técnicas jurídicas y financieras.
Este tipo de gestión es herencia de métodos tradicionales de control de calidad y de seguridad, y ya
ha adquirido un notable desarrollo en los sectores industriales más activos.
• De identificación de las responsabilidades ambientales, de acuerdo con la ley y los reglamentos tanto
en sus aspectos jurídicos como financieros.
• De adopción de las metodológicas de la auditoria ambiental, que está llamada a tener un importante
impulso en los próximos años.
• De intensificación del esfuerzo de formación en el área de los recursos humanos. La mayoría de
grupos industriales y de las empresas no tienen clara la estrategia que se ha de aplicar en la
formación ambiental o tienen escasa experiencia y no disponen de buenos profesionales expertos en
medio ambiente. En este campo, tanto las instituciones como las escuelas de formación pueden tener
un papel fundamental.
• De promoción continuada de la investigación y desarrollo de los procesos de producción,
especialmente en los sectores con más riesgo, y potenciación de las estrategias de tecnologías
alternativas que no afecten el medio ambiente y que garanticen el ahorro de recursos y de energía. No
podemos, sin embargo, olvidar el control y sentido crítico sobre las actividades de investigación de
los sectores industriales emergentes, caso de las biotecnologias, que frecuentemente pueden ser una
amenaza para el medio. Así mismo, se ha de pedir mayor responsabilidad e inversiones en
investigación y desarrollo en sectores considerados tradicionalmente no contaminantes. Es el caso de
las oficinas, la banca, o el turismo, entre otros.
Hoy por hoy, la promoción de la gestión ambiental es un elemento decisivo para el futuro de las empresas
y para su competitividad. La realidad es que muchas empresas necesitan urgentemente una reconversión
verde, pero esta será poco eficaz si al mismo tiempo no va acompañada de una reconversión verde del
resto de los ciudadanos. Probablemente los beneficiados no estarán en esta generación sino en las futuras.
Pero el esfuerzo merece la pena.
•
1
DIRECCIÓN DE EMPRESA
RESPETUOSA
CON EL MEDIO AMBIENTE
En Junio de 1992, en el marco de la Cimera Mundial por el Medio Ambiente y el Desarrollo (Earth
Summit) de las Naciones Unidas en Rio de Janeiro los principales países industrializados del mundo
acordaron gestionar con más responsabilidad y de manera racional los recursos naturales de la Tierra. El
concepto de esta nueva práctica es el llamado desarrollo sostenible (Sustainable Development), que
podríamos reconocer como las prácticas morales, económicas y tecnológicas para que la evolución de
cada generación no comprometa la capacidad de la Tierra y amenace la supervivencia de las futuras
generaciones.
La “crisis ecológica de la economía de mercado” ya ha forzado, como consecuencia un impulso notable
de la legislación ambiental. La cual cosa hace que los gastos para medidas de control ambiental se
incrementen constantemente. Dejando entrever la necesidad de un cambio en la estructura empresarial
que se fundamente en la compatibilización con los requerimientos del medio natural.
El mercado de la tecnología ambiental tenia a principios de los años noventa un volumen de ventas
aproximadamente de 7.225 millones de pesetas en la Europa Occidental. Para el año 2.000, según las
previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), esta cifra llegará
a los 10.625 millones de pesetas, aunque otros pronósticos prevén un crecimiento superior. Solamente en
el Estado español, durante el año 1993, la industria del sector tecnológico ambiental ha tenido un
volumen de facturación del orden de los 300.000 millones de pesetas. Desgraciadamente, la situación del
medio ambiente a escala mundial no presenta signos de recuperación; sino todo lo contrario, la falta de
una visión global de los problemas que lo afectan y la poca habilidad colectiva en la indagación de
soluciones también globalizadoras hace que el planeta cada vez sufra más impactos producidos por la
humanidad.
Hasta el momento, en el ambito de la protección del medio ha regido el concepto de la prevención del
efecto contaminador en el último momento, conocido en inglés por end-of-pipe (al final de la tubería).
Es decir, en lugar de minimizar y evitar la producción de sustancias contaminantes en los procesos
productivos, se ha intentado neutralizar la contaminación con soluciones tecnológicas. Las instalaciones
de filtraje serian un buen ejemplo de la tecnología end-of-pipe, ya que solo posponen en el tiempo el
problema de fondo. Por ejemplo, el año 1993, en las plantas de depuración de aguas de Cataluña, la
cantidad de fangos residuales era de 2.9 millones de toneladas, las cuales mayoritariamente eran
depositadas en vertederos*. El quid de la cuestión en este ejemplo sería que las empresas y los ciudadanos
predepurasen las aguas de forma que en las depuradoras la producción de fangos fuese mínima. En
algunos sectores, las estrategias de reducción de residuos exitosas hacen aguas cuando se incrementa la
producción. De esta manera, dirigir una empresa de forma que sea respetuosa con el medio natural
significa tener una visión global de la actividad empresarial y ser curoso desde el primer momento con
las variables ecológicas. Faltan nuevos planteamientos que conduzcan a estrategias integrales de
conservación ambiental innovadoras, sostenibles y con visión a largo plazo. Unicamente de esta manera
se podrán desarrollar conceptos socioeconómicos eficientes, que sirvan a las generaciones futuras, y que
no vengan impuestas.
* N del T: Hay que remarcar que desde el año 1994, la Junta de Saneamiento de la Generalitat de Cataluña ha elaborado un Plan de
tratamiento de los fangos de las depuradoras de aguas residuales urbanas para aprovechar los fangos en aplicaciones para la
construcción y la agricultura.
1.- El medio ambiente: tercer factor de la economía
Cada vez es más evidente que en el sector económico se está llevando a cabo un cambio estructural
fundamental. Un indicio que así lo confirma son los beneficios crecientes de la industria relacionada con
las mejoras y los productos ambientales. Este cambio no solo se limita a descubrir y explotar nuevos
mercados para tecnologías o artículos de consumo ecológicamente deseables, sino que también cambia la
organización interna de muchas empresas. Para esta reestructuración es imprescindible incluir criterios
que fundamenten el respeto por el medio natural en la planificación de los objetivos de la empresa, es
decir, en la cultura empresarial. La decisión de gestionar las empresas con criterios respetuosos con el
medio ambiente aún ha de ser tomada en muchos casos, pero la consciencia de su necesidad aumenta. En
definitiva, el desequilibrio ecológico no solo se manifiesta a nivel global, sino que también tiene una
incidencia local y puede llegar a poner en peligro las bases existenciales sobre las que descansa la
actividad empresarial. Estos temores se hacen explícitos en las afirmaciones de personalidades
internacionales relacionadas con el mundo de la empresa, como por ejemplo Tyll Necker, presidente de la
Asociación Federal de la Industria Alemana (BDI)
Estrategias de conservación ambiental integrales
La característica principal de una estrategia integral de conservación ambiental es evitar preventivamente los daños al medio. El
quid de la cuestión en la preservación ambiental a nivel industrial es eliminar los perjuicios ecológicos resultantes de la producción
en su origen y no al final del proceso productivo, que es el caso de tecnologías end-of-pipe como pueden ser por ejemplo el caso del
catalizador de los coches o los sistemas de fitrage de las chimeneas. Los criterios para desarrollar estrategias integrales han de ir
orientados a:
•
Priorizar la función de los bienes en lugar de la utilidad del producto
•
Potenciar la reutilización de los materiales.
•
Reducir las clases de los materiales utilizados.
•
Aplicar nuevas tecnologías de producción que incorporen sistemas adaptables y ampliables que se basen en familias de piezas
estandarizadas y recambios con composición homogénea de materiales.
•
Incrementar la eficiencia de los recursos naturales y de la energía.
•
Sustituir las fuentes de energía no renovables por otras de renovables.
•
Aumentar la vida útil de los productos.
•
Manufacturar en concordancia con el tratamiento postuso.
•
Eliminar los productos y compuestos peligrosos para el medio ambiente.
Que evidenció esta realidad con las siguientes palabras”: La conservación del medio ambiente se ha
convertido, junto con el trabajo y el capital, en uno de los factores clave de la economía”. Esta sentencia
es correcta en dos sentidos, porque la preservación del medio no solo nos asegura la propia existencia a
largo plazo, sino porque, al mismo tiempo, se ha convertido en un factor determinante para la aceptación
social de la actividad económica. Por esto es necesario impulsar estrategias empresariales que respetando
los criterios de conservación del medio, aseguren a largo término el éxito empresarial. Este punto ya fue
considerado por la Cámara de Comercio Internacional (CCI) el año1974, publicando las Directrices de
conservación del medio ambiente para empresas. Con motivo de la Segunda Conferencia Industrial
Mundial para la Gestión Ecológica, el 1990, la CCI preparó entonces la Carta para un desarrollo
sostenible a largo plazo-principios de la gestión ecológica, que sirve de orientación a las empresas de
todo el mundo. No podemos dejar de aludir entre los documentos relevantes en este sentido para las
empresas la Declaración de Tutzing, hecha en el municipio alemán del mismo nombre el 1989 por
representantes políticos y empresariales con el soporte expreso de la Asociación Federal de la Industria
Alemana.
Esta declaración arranca de la premisa que la conservación del medio ambiente se ha convertido en un
factor clave de competitividad en el mundo empresarial. Significando que, como consecuencia del
incremento generalizado de la conciencia ambiental, las técnicas de producción y los productos
contaminantes repercuten negativamente en la imagen pública de la empresa y disminuyen el atractivo
para los inversores o técnicos especializados. En contraposición, los productos respetuosos con el medio
han alcanzado un volumen considerable en los últimos años, en términos globales mantienen un índice de
crecimiento anual superior al 10%.
Gestión y ecología
Riesgos:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Unión Europea.
Impuestos.
Evaluaciones de impacto ambiental.
Gastos.
Cargas ambientales pasado.
Opinión pública.
Desventajas de competitividad.
Evaluaciones de impacto ambiental.
Cooperación.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
Nuevos planteamientos.
Política.
Gestión de proyectos.
Jornada laboral y medio ambiente.
Atractivo/Imagen.
Motivación de los trabajadores.
Nuevos mercados.
Ventajas de Costes.
Impuesto ambiental.
Innovación productos/ procesos.
Responsabilidad ambiental.
Déficits de ejecución.
Demoras de aprobación.
Responsabilidades de producto
Posibilidades
Declaración de Tutzing para la práctica
de una política empresarial respetuosa
con el medio
1.
Una política empresarial respetuosa con el medio es una contribución para garantizar el futuro del
medio ambiente y de la empresa.
2. La conservación del medio ambiente es parte integrante de la política de empresa.
3. La conservación del medio ambiente es un objetivo de la dirección de empresa.
4. La política de empresa respetuosa con el medio afecta a todos los ámbitos de la empresa.
5. El respeto al medio ambiente dentro de una empresa tiene como objetivo encontrar soluciones para
evitar o minimizar los impactos ambientales.
6. La política de empresa respetuosa con el medio tiene en cuenta los trabajadores/as.
7. La política de empresa respetuosa con el medio exige credibilidad, tanto interna como externa.
8. La política de empresa respetuosa con el medio aprovecha las ventajas para el mercado implícitos en
el incremento de la concienciación ambiental colectiva.
9. La política de empresa respetuosa con el medio es parte de la corresponsabilidad empresarial en la
economía social de mercado.
10. La política de empresa respetuosa con el medio tiene el soporte de una armonización internacional de
las exigencias ambientales y de una política nacional que amplia las posibilidades de las empresas
para encontrar soluciones innovadoras con relación al medio.
La conciencia ecológica hoy en día ya no es tan solo patrimonio de unos pocos que, a través de iniciativas
ciudadanas o asociaciones ecologistas, representan este objetivo social y político. El consumidor también
espera de las empresas una concienciación para con la problemática ambiental.
Una motivación importante para un equipo directivo en una empresa respetuosa con el medio es reducir la
prevención del riesgo ambiental interno o propio y externo. Si una empresa, por ejemplo, sustituye un
producto contaminante por uno que no lo es, prevé una caída del mercado delante de un cambio en los
hábitos de consumo de la población (minimiza el riesgo interno).
Igualmente, evita el pagar cánones de saneamiento por su línea de productos y reduce el pago económico
y los riesgos de responsabilidad civil o penal (evita el riesgo externo).
2.- Conservación del medio ambiente y rentabilidad.
Se asevera que la rendibilidad y el incremento de ganancias son las piedras angulares de la actividad
económica. Según las normas de la economía de mercado, una empresa que a largo plazo no tenga
beneficios queda excluida del mundo mercantil. Siendo cierto que la conservación del medio supone un
desembolso; las empresas, sin embargo, han de ser conscientes que los efectos externos negativos que
supone una actividad económica de alto consumo de materias primeras y con impacto sobre el medio
ambiente finalmente se volverá contra ellas mismas. En la medida que el medio ambiente es un bien para
explotar sin ningún coste para las empresas, frecuentemente se olvidan que su actividad es la que agota
los recursos y provoca los daños ambientales. Por lo tanto, a medio y largo plazo se tendrán que soportar
los gastos ecológicos que en un futuro aparecerán como resultado. La exigencia, aceptada hasta hoy, de
no hacer pagar a terceros la reparación de los daños ambientales también es válida para las empresas. Las
empresas tienen que asumir el coste ambiental global de su actividad (internalizar el medio ambiente)
para lo cual han de reestructurarse y aumentar la eficiencia energética y de las materias primeras, e
intentar cerrar los ciclos de todos los productos y subproductos que surgen durante el proceso de
fabricación.
Actualmente, vuelve ha haber una tendencia de incremento en el precio de las materias primas, debida
principalmente a imposiciones fiscales. Por esto, una empresa que planifique con visión de futuro
económica y ecológica intentará evitar los gastos generados por el impacto ambiental que supone la
extracción de recursos y la deposición de subproductos y de residuos contaminantes. La afirmación que la
conservación del medio ambiente por parte de la empresa genera gasto solo es cierta en una valoración
muy superficial. Hay numerosos ejemplos prácticos del mundo empresarial que demuestran que las
inversiones en medidas de tipo ambiental conducen a un importante ahorro energético y de recursos, la
cual cosa supone, una reducción en el gasto general. En estos casos podemos hablar de medidas como la
cogeneración energética, el ahorro de agua estableciendo circuitos cerrados, etc. Las condiciones marco
que imperan en estos momentos pueden modificarse gradualmente por el encarecimiento de la energía y
del agua, por los nuevos impuestos ecológicos como el que actualmente se discute a nivel europeo sobre
las emisiones de dióxido de carbono, por agotamiento de determinados recursos naturales, etc. La
planificación estratégica, en un horizonte a largo plazo, tiene como objetivo determinar las
modificaciones que hay que desarrollar en el ámbito empresarial de acuerdo a las influencias de las
políticas ambientales. Obligando a fomentar medidas adecuadas de adaptación, y de acuerdo con estas,
ejecutar una política de empresa preventiva y proactiva. La adaptación del comportamiento competitivo
empresarial frente de las condiciones marco que lo modifican se lleva a cabo a través de medidas que son
iniciativa propia de la empresa y que mejora su posición respecto de los competidores. Si se pretende
obtener una posición consolidada de mercado y una optimización de beneficios permanentes a largo
plazo, únicamente la compatibilización de las exigencias ecológicas y los objetivos empresariales de
rendibilidad daran garantía a la empresa.
3.- Cultura empresarial ambiental
El término cultura empresarial siempre se replantea en tiempos de crisi; no obstante hay una confusión
bastante generalizada sobre su significado real. Nosotros nos referiremos a la totalidad de las normas,
opiniones y valores que determinan el comportamiento de la dirección y los habitos de los trabajadores
de una empresa.
Las formas de pensar y actuar de los directivos y de los trabajadores siempre tienen una repercusión
directa en el rendimiento de la empresa. En consecuencia, la relación empresa-cliente-medio, en una
cultura empresarial que aplique un enfoque ambiental implica adoptar la correspondiente estrategia
correctora. Significando que, para desarrollar, una estrategia empresarial efectiva de conservación del
medio ambiente, las características relevantes de este concepto deben de estar en concordancia con la
cultura empresarial. Para promover este espiritu en un primer estadio, la dirección de la empresa ha de
demostrar el respeto hacia el medio natural delante los trabajadores mediante la aplicación de medidas
internas concretas, ya que los directivos tienen una función ejemplar que deben de asumir.
La conservación del medio ambiente también es una cuestión ética que ha de ser destacada y demostrada
para incentivar un proceso de sensibilización a todos los niveles dentro de la empresa. El compromiso
implicito de la dirección en este proceso puede darse a través de charlas sobre el tema en congresos,
contribuciones en el boletín interno, participación en premios de gestión ecológica de empresas o ser
miembro de una asociación empresarial con objetivos de mejora ambiental, por ejemplo el Global
Environmental Management Initiative (GEMI). En todo caso, estos son elementos fundamentales de la
cultura empresarial ambiental.
La cultura empresarial
Cada empresa es parte de nuestra cultura industrial y esta determinada por esta, pero tambien dispone de su (sub)cultura propia. El
término cultura empresarial descrive la esencia interna exteriorizada que caracterizan las prácticas de la empresa. La empresa es
entendida como una especie de sistema cultural autónomo, que desarrolla patrones de percepción y orientación inconfudibles, tanto
para los trabajadores como para los sectores funcionales vinculados a la empresa. Aunque en la docencia empresarial existan
muchas interpretaciones de la acepción, se valoran diversos puntos clave de validez universal para determinar el significado:
•
La cultura empresarial no es un fenómeno directamente observable dentro de una empresa, sino que se manifiesta más bien en
convicciones generales que determinan la evidencia existencial de la empresa y de sus trabajadores. No se aprende, sino que
viene transmitida por un proceso global de socialización.
•
•
La cultura empresarial no es una directriz de comportamiento claramente definida i fijada de una empresa, por el contrario se
vive.
La cultura empresarial da unos patrones según los cuales se ha de actuar dentro de una determinada empresa. De esta forma
transmite un sentido y orientación a los trabajadores.
4.- La conservación del medio ambiente como objetivo empresarial
Cada vez son más los empresarios catalanes que se dan cuenta de la necesidad de adoptar proyectos
para hacer compatible la actividad de la empresa y la preservación del medio ambiente. Para
aumentar la credibilidad de una estrategia respetuosa con el medio es necesario que así se refleje en
las directrices generales de la empresa.
El señal es claro: la conservación del medio se entiende y se integra como expresión de
responsabilidad social ante la sociedad. Así pues, las directrices generales de la empresa respetuosa
con el medio deben de incluir los siguientes aspectos:
•
•
•
•
•
El reconocimiento tácito de la responsabilidad ambiental de una empresa.
La utilización eficiente y moderada de recursos.
La busqueda constante de productos procesos productivos ecológicos.
El esfuerzo para alcanzar una estrategia global de conservación ambiental.
La ponderación entre economía y ecología.
Estas directrices empresariales en forma escrita significan un elemento integrador importante para los
trabajadores, ya que les da la oportunidad de analizar la política de empresa y, dado el caso,
identificarse.
Directrices empresariales
La publicación de las directrices de una empresa determinan el modelo para la interpretación de la cultura empresarial, así
como los objetivos generales y los valores intrínsecos que la caracterizan. Mediante este modelo, la empresa se presenta ante
sus trabajadores, proveedores y clientes. Debe pues definir el marco global y no en cambio detallar la estrategia ambiental, ya
que esta ha de ser adaptada en cada momento a las condiciones contextuales en constante variación.
2
Conservación ambiental
dentro de la empresa
El punto de partida de una gestión ambiental efectiva es el reconocimiento de la conservación del
medio como condición indispensable para la competitividad de la empresa. Solo una gestión
respetuosa con el medio que se construya sobre esta base tendrá predisposión para llevar a termino
una estrategia empresarial que considere criterios ambientales en todos los ambitos.
Esta noción debe de estar interiorizada por la cúpula directiva de la empresa, ya que unicamente así
tiene posibilidades de prosperar. Las propuestas para modificar las estructuras empresariales por
regla general han de proceder de la dirección.
Los factores que determinan el éxito de una gestión respetuosa con el medio se basan en los
siguientes puntos:
1. La conservación del medio ambiente es parte integrante implícita de los objetivos empresariales.
2. Se ha de garantizar el apoyo y la participación de la dirección de la empresa.
3. Dentro de la empresa se determinan las competencias para solucinar los problemas ambientales.
4. Este concepto se ha de integrar en la política y el progreso empresarial anterior.
5. El proceso se fundamenta mediante medidas de formación de personal apropiadas.
6. Ha de existir predisposición de incorporar, en caso de necesidad, expertos en desarrollo de
organizaciones respetuosas con el medio para asesorar y consolidar el proceso.
Aún no existen modelos de actuación ambiental estandard para las empresas, ya que cada sector
productivo tiene una problemática específica. En este sentido es determinante el impulso que pone en
marcha el equipo directivo cuando apuesta por un adelanto empresarial respetuoso con el medio.
Adoptar un modelo de gestión de la empresa haciendo frente a criterios ecológicos no solo beneficia
la conservación del medio natural.
De hecho, la misma metodologia contribuye tambien a hacer que el estilo de gestión sea más
participativo, más abierto a las innovaciones o más capaz de tomar decisiones rápidas, dandole una
calidad diferente. Orientar la gestión de la empresa a favor del medio ambiente se puede convertir en
el detonante para modernizar los métodos y las estructura productivas.
El desarrollo de los últimos años demuestra claramente la importancia de tener en cuenta aspectos
económicos y técnicos, así como psicológicos, en el momento de organizar medidas de tipo
ambiental. Los conceptos ambientales no pueden ser exclusivos de un departamento concreto, sino
que se han de exteriorizar y hacer realidad en todos los sectores de la empresa. Como base de un
desarrollo empresarial respetuoso con el medio se concebió el principio dual para una gestión
empresarial respetuosa con el medio ambiente. Este principio se ha mostrado como imprescindible
para que se de una evolución organizativa que tenga en cuenta las necesidades del medio. El
principio dual define las condiciones marco para la estructuración y puesta en práctica de conceptos
empresariales respetuosos con el medio ambiente, y se basa en las experiencias de empresas
medianas. No promueve exclusivamente la optimización técnica y económica, sino también la
motivación de los trabajadores y la inclusión del concepto ambiental en la filosofía y comunicación
empresarial interna. Se puede evidenciar mediante un ejemplo: para impulsar nuevos productos
respetuosos con el medio natural y introducirlos en el mercado, se necesita un acuerdo entre el
departamento de marketig y el de investigación y desarrollo. Al mismo tiempo, se ha de formar el
personal en questiones relativas a la empresa y el medio ambiente. La dirección empresarial debería
de procurar mantener una política informativa abierta.
Aunque esta estructura básica es válida para todas las empresas, se recomienda que en las grandes
empresas se cree una comisión ambiental interdisciplinaria. En las pequeñas y medianas empresas se
puede recurrir a proyectos de gestión ambiental desarrollados por consultores externos.
1.- Organización de medidas ambientales
Para la organización interna de medidas ambientales son determinantes las estructuras de gestión y,
caso de que exista, el coordinador ambiental de la empresa. La preservación del medio ambiente se
ha de entender como una tarea integral, que engloba todos los departamentos y sectores de la
empresa, considerándose esta como imprescindible para poder adaptar los conceptos organizativos de
la empresa al nuevo reto. Unicamente de este modo se podrá incluir de forma provechosa la ecología
en la estrategia global de la empresa. Si la estrategia ambiental ha de ser aplicada por una institución
creada a propósito, hay dos estructuras posibles:
a través de asesores, o
mediante el establecimiento de un departamento específico con comandamiento vinculante.
En el caso de las empresas medianas, normalmente se escoge la primera opción, la cual puede ser
llevada a cabo por personal interno o contratando los servicios de una consultoria externa. En las
grandes empresas, por regla general se instala un departamento específico, que a menudo está
directamente relacionado con los de teconología, seguridad en el trabajo o energía.
•
•
2.- La figura del coordinador ambiental dentro de la empresa
Los intereses del medio ambiente dentro de una empresa deberian de estar representados por la figura
del coordinador ambiental. Los ambitos de actuación más importantes de este cargo son el
tratamiento de los residuos, las aguas residuales y las emisiones en forma de gas. Su posición dentro
del organigrama empresarial no está definida, de manera que puede depender directamente de la
dirección comercial o administrativa. También es posible que esta función la asuma un servicio
externo.
Las funciones del coordinador ambiental son diversas:
• Asesorar e informar el consejo directivo
• Controlar si se cumplen las normativas
• Eliminar las responsabilidades legales
• Sensibilizar y motivar los trabajadores
• Aportar propuestas de mejora ambiental
• Presentar informes de las medidas realizadas
Gracias a la relevancia que tiene el medio ambiente dentro del mundo empresarial, la figura del
coordinador ambiental está cada vez más justificada y empieza a hacer las funciones de un asesor directo
de empresa.
En el futuro se formularan numerosas exigencias en relación a la contratación, las obligaciones y la
posición del coordinador ambiental. De hecho, se está demostrando la necesidad de optimizar la
organización formal a nivel empresarial en a favor de la conservación del medio ambiente de acuerdo con
el aumento de riesgo en este sector. Actualmente ya se pide que la contratación de esta figura empresarial
se realice a través de una autoridad independiente y externa, acotando perfectamente su función, derechos
y obligaciones, así como la facultad de vetar decisiones del consejo directivo. Además, el espectro de
competencias ha de llegar a todos los ambitos de actuación de la empresa que tengan relación con el
medio ambiente y ha de llevar a cabo el correspondiente control ambiental interno con la ayuda de un
auditor externo experto en temas de medio ambiente. En la actualidad, y aunque la figura del coordinador
ambiental no sea obligatoria dentro de la empresa, hay muchas que han integrado este técnico dentro del
organigrama de manera voluntaria. Las empresas que han optado por crear esta figura no solo han
reconocido la importancia del respeto al medio para asegurar la propia existencia, sino que además han
asumido la necesidad de una representación formal para que tengan una función globalizadora. El
responsable ambiental da respaldo a los procesos de decisión empresariales con criterios ecológicos en
todos los ambitos empresariales para la optimización ambiental dentro de la empresa.
Una función similar al coordinador ambiental la tiene el llamado consejo ambiental de la empresa, que es
un figura en franca expansión.
Consejo ambiental de empresa
En el consejo ambiental de empresa deberian de estar representados todos los sectores empresariales y, caso de existir, el
coordinador ambiental. En el momento de establecer este organismo dentro de una empresa, se ha de fijar un calendario de
reuniones y definirse las funciones. De cada una de las sesiones se ha de elaborar un acta mediante la cual se pueda controlar el
éxito de las medidas aprobadas en la reunión anterior
3.- Motivación de los trabajadores
La gestión respetuosa con el medio ambiente de una empresa tiene siempre una acogida y un favor
absoluto por parte de la mayoría de los trabajadores, ya que la sensibilización de la sociedad hacia los
problemas ambientales no solo se limita a la vida privada de las personas. Por esto se puede dar la
situación en que empleados de empresas que desatienden los aspectos ambientales, con el tiempo
presenten conflictos internos. Hay que comprender la contradicción que supone para un trabajador el
hecho que, mientras en su tiempo libre y en la vida privada contribuyan activamente en la conservación
de la naturaleza consumiendo productos ecológicos, recogiendo selectivamente los residuos que se
generan en el hogar, etc., tenga que desarrollar comportamientos ambientalmente negativos en su lugar de
trabajo. Se han hecho encuestas que demuestran que los problemas ambientales y la conservación del
medio ambiente se tienen mucho más en cuenta por parte de los empresarios que hace unos años. Con
relación al aspecto de la motivación de los trabajadores no hemos de olvidar la protección sanitaria. Las
medidas ambientales aplicadas dentro de la empresa normalmente sirven tanto a la finalidad primera para
las cuales han sido concebidas, como también para el bienestar y la salud de los trabajadores, Recordemos
que, frecuentemente, se sufren alergias y enfermedades laborales producidas por el contacto con
disolventes y otras sustancias tóxicas utilizadas en los procesos industriales.
Conservación del medio como argumento en el momento de la selecciónde personal
Como consecuencia de lo expuesto hasta el momento, la preservación ambienetal por parte de la empresa
también puede ser determinante en relación al mercado laboral. Diversas encuestas hechas a licenciados
univesitarios han demostrado que empresas químicas y automobilísticas con reputación de contaminantes
no tienen la misma probabilidad de obtener trabajadores altamente cualificados como otras que respeten
el medio. La mayor parte de los encuestados manifestaron que prefieren trabajar en aquellas empresas que
desarrollen una estrategia global ambientalmente sostenible. Y las empresas han de tener en cuenta que
para su futuro es imprescindible disponer de los servicios de profesionales cualificados.
Qualificación ambiental de los trabajadores
Una empresa respetuosa con el medio, en el momento de seleccionar personal debería de escoger aquellos
trabajadores que, además de tener conocimientos en su ambito profesional, los tengan sobre cuestiones
ambientales. En la actualidad, existen universidades, escuelas superiores y técnicas que ofrecen
asignaturas relacionadas con el medio ambiente así como masters o cursos de postgrado. Los trabajadores
que hayan aprovechado estas posibilidades de formación, se les puede presuponer una disposición para
cumplir los objetivos ambientales de la empresa. Además, esta clase de trabajadores normalmente som
más abiertos a innovaciones en el lugar de trabajo. Por esto mismo se recomienda que en la formación
profesional dentro de la empresa también se ponga emfasi en los temas relacionados con el medio
ambiente.
Potenciación de la identidad corporativa de los trabajadores
La responsabilización ambiental de una empresa no solo presenta interés para los trabajadores
potenciales. Las medidas empresariales a favor del entorno sobretodo contribuyen al bienestar de los
mismos empleados en el lugar de trabajo. De esta manera se potencia la disposición de los trabajadores
en identificarse con la empresa y, en consecuencia, a presentar un potencial de actuación y de
responsabilidad nada despreciable. El personal que es participe de un concepto ambiental dentro de la
empresa está más motivado que el resto.
Los factores descritos a continuación son determinantes para la inclusión exitosa de los trabajadores en la
adopción de una política ambiental en el marco de la empresa:
1. Motivación orientada hacia la actuacion .
Los trabajadores han de reconocer que la preservación ambinetal no es un pasatiempo, sino que es una
opción estratégica de la empresa.
2. Qualificación
A los trabajadores se les ha de transmitir los conocimientos necesarios acerca de las exigencias
ambientales adoptadas por la empresa.
3. Potencial
Los trabajadores ha de tener la oportunidad de aplicar sus conocimientos.
4. Evaluación
El compromiso de los trabajadores necesita un feedback, como por ejemplo, una evluación dentro del
ambito de propuestas empresariales.
La información como base de la motivación
De toda manera, no se ha de sobrevalorar la motivación de los trabajadores en el momento de transmitir
una política de actuación a favor del medio ambiente. Puede haber un abismo entre la disponibilidad de
palabra y la participación en la práctica; la mejor manera de salvarlo es mediante seminarios de formación
e información. Los trabajadores han de ser informados de cuales son los objetivos ambientales
perseguidos por la direccion de la empresaria y porque en la propia empresa se exigen las diferentes
medidas propuestas. O lo que es lo mismo: el personal ha de estar convencido de la necesidad de las
medidas aplicadas, ya que solo aquel que conoce el objetivo emprende el camino. Por esta razón es
recomendable evidenciar que la conservación del medio primordialmente comporta ventajas para la salud
y el ahorro de materia primas. Si se consigue transmitir este mensaje, seran los mismos trabajadores los
que haran el posible por respetar las medidas ambientales y reducir, por ejemplo, el consumo de agua,
energia y materias primas, Evidentemente, no es posible presentar cada medida dentro de la empresa,
pero se recomienda hacer servir y ampliar los canales y medios de comunicación interna para difundirlas
y justificarlas. A modo de ejemplo podriamos nombrar el caso del cambio del papel blanco para
fotocopiadora por uno de reciclado. Si se tiene una revista propia, esta puede ser un buen medio. Algunas
empresas han instalado un tablón de anuncios ambientales y ha resultado ser una experiencia muy
positiva.
Para el éxito de un programa ambiental es importante que los trabajadores se integren en los procesos de
toma de decisión correspondientes. En muchos casos son los operarios, técnicos y administrativos quienes
tienen los conocimientos sobre los puntos ecologicamente débiles en la empresa. La dirección debería
activar sin falta este potencial y aprovecharlo, la cual cosa puede hacerse a través del llamado concurso de
propuestas ambientales.
Normalmente, con medidas de este tipo se consiguen dos objetivos: en primer lugar, la empresa potencia
la concienciación general respecto la preservación el medio, y seguidamente, la dirección de empresa
tiene la posibilidad de establecer medidas ambientales en sectores que si no resultan muy inaccesibles. El
día a día nos demuestra que las pequeñas transgresiones de las reglas, la inconciencia y la poca cura junto
con la indiferencia son , las acciones que contribuyen sustancialmente en el balance de daños ecológicos.
Através de la inclusión de la preservación del medio en el ámbito de propuestas empresariales, los
trabajadores salen de su pasividad y pueden aplicar activamente sus conocimientos, habilidades y
opiniones para la potenciación ambiental de la empresa.
Ambito de las propuesta ambientales
Para aprovechar los conocimientos específicos de los trabajadores sobre puntos ecologicamente débiles dentro de la empresa, y al
mismo tiempo incluirlos con responsabilidad propia dentro el programa ambiental, se recomienda incluir las cuestiones ambientales
en el ámbito de las propuestas empresariales. En muchos casos, las mejoras ambientales propuestas por el personal han contribuido
a una reducción del gasto importante y creciente año tras año, todo y que pudiera parecer que los beneficios no serian evidentes a
primera vista.
3
Instrumentos de direcionamiento ambiental
Para poder planificar y ejecutar programas ambientales dentro de una empresa, podemos beneficiarnos de
diferentes instrumentos. Aún y presentar procesos en parte variables, la premisa inicial para la mayoría de
los programas es la misma: se trata de identificar los impactos directos e indirectos de la empresa sobre el
medio, Es de acuerdo con este conocimiento que se pueden llevar a cabo las mejoras ambientales. En
principio, no obstante, la introducción de estos instrumentos ha de servir para fomentar la preserváción
del medio por parte de la empresa a largo plazo. Con la aprovación del Regamento de la Unión Europea
sobre la Ecoaudit, el 23 de Marzo de 1993, relativo a las auditorias ambientales voluntarias para
empresas, la legislación ha apostado también por la estandarización y el control permanente de la gestión
respetuosa con el medio.
Los instrumentos de orientación ambiental son especialmete importantes para el empresario en relación a
medidas e inversiones de amplio alcance. Através de estos instrumentos se obtienen los criterios para
facilitar la toma de decisiones atendiendo los datos ambientalmente relevantes.
Solo mediante la aplicación de estos instrumentos de orientación se pueden tener en consideración de
manera sistemática los aspectos ambientales en la actuación empresarial y determinar los margenes de
maniobra en las decisiones y actuaciones relacionadas. Únicamente aquellas empresas que constaten los
puntos débiles y los potenciales de optimizacion pueden introducir las medidas correctoras
correspondientes.
1.
Directivas para las compras y listas de proveedores
La economía de materias tiene un papel primordial para conseguir una estrategia de conservación
proyectada al futuro. Es en este estadio donde se encuentra la clave para la compatibilizaición ambiental
tanto de los procesos productivos como de los productos: concretamente, en la utilización sostenible de
las materias primas. Se trata de minimizar las materias utilizadas y sobretodo, que la compra de materias
primeras, materias accesorias, de producción y preproductoras sean respetuosas con el medio ambiente,
En definitiva, que todos los productos usados puedan ser elaborados, aplicados, tratados y degradados sin
poner en peligro el medio. Para poder estructurar las compras de manera respetuosa con el medio, se ha
de evaluar el impacto ambiental causado por las materias primeras o preproductos y tener en cuenta todos
los efectos ambientales de los productos en cuestión, ya sea en su obtención, transformación on en el
tratamiento final despues de ser utilizados. Según los resultados se elaboraran criterios de decisión que
seran transmitidos a los suministradores o proveedores como directivas de compra.
Una utilización sostenible de materiales también significa optimizar existencias, la cual cosa implica
calcular exactamente las necesidades en cada momento y trabajar con una cantidad cuanto más pequeña
mejor de los recursos usados. En consecuencia, una gestión de materiales activa no tan solo favorece el
desarrollo sostenible, sino que también es determinante des del punto de vista de la minimización de
costes. Así resulta que para muchas empresas, en el momento de hacer un inventario detallado de los
materiales realmente necesarios, surgen potenciales de racionalización y reducción de costes
considerables. Esto demuestra que la aplicación de criterios de sostenibilidad en el uso de materiales
elimina problemas ambientales, que después se hacen constatables en la producción , utilización o
tratamiento final de los productos. Sin embargo, para que estos criterios sean exitosos hay que disponer
de un registro sistemático de las materias primas, accesorias y de producción adquiridas. El fabricante ha
de hacer valer su influencia frente del proveedor; el hecho de exigirle listados sobre la composición de los
productos suministrados puede tener como consecuencia la adopción del uso de sustancias no
impactantes para el medio.
2.
Balance ecológico de empresa
El balance ecológico de empresa, aún y ser una herramienta relativamente nueva, se ha mostrado como
decisiva para la gestión respetuosa con el medio ambiente. A pesar de que hasta el momento solo ha sido
utilizada en contadas firmas y si bien actualmente, aún hay diferencias en las metodologias para elaborar
el balance ecológico de empresa, el objetivo final de casi todos los balances ecológicos hechos hasta el
presente ha sido crear una base documental a partir de la cual se pueda desarrollar una estrategia de
control ambiental. Mientras que en algunos casos se centran en los trabajos llevados a cabo dentro de la
empresa, en otros se hacen inventarios de existencias comparables a los utilizados en el plano contable.
En este ambito hay tanta divergencia de metodología como de terminología : cuando unos hablan de
informe ambiental, los otros lo hacen de balance ecológico de empresa. Además, el termino balance
ecológico tiene diversas acepciones, ya que puede referirse una empresa, a un producto concreto, a una
linea de productos, etc. Dejando a parte las discusiones metodológicas, la estructura básica de los
invetariados ecológicos hechos en una empresa siempre es similar. En Alemania esto ha sido posible
gracias al impulso de un balance ecológico empresarial que ha establecido las bases para variaciones
futuras, llevado a cabo por la Investigación Económica Ambiental.
Metodologia para la determinación de datos en el balance ecológico empresarial
Diferenciar los materiales comprados en las categorias de materias primas, accesorias y de producción, así como energia y agua.
Contabilizar los materiales y productos como habitualmente se hace en los planos contables comerciales: productos, sustancias y
materiales comprados en el apartado de entradas y los productos elaborados como salidas.
Clasificar los materiales y productos según las sustancias de la composición química y el grado de impacto ambiental.
El punto de partida de un balance ecológico es el hecho deentender que todo agravio causado al medio es
provocado por la explotación y transformación de los recursos naturales. El registro sistemático de estos
procesos y de las materias implicadas dentro de una empresa, logicamente, es la base para el balance
ecológico. Por esto, el punto esencial de cualquier valoración ambiental realcionada con procesos
empresariales es observar todos los flujos de materiales y de energía dentro de una empresa. Un balance
ecológico empresarial completo está formado por cuatro balances parciales: el balance de entradas y
salidas, el balance de proceso, el balance de producto, y el balance de inventario.
El primer paso consiste en el balance de entradas y salidas, que contabiliza las entradas y salidas totales
de materias durante el año. En el apartado de entradas, naturalmente, se incluyen, a parte de las cantidades
correspondientes a materias primas, accesorias y de producción, los preproductos, el consumo de agua y
energía.
En el apartado de salidas también encontramos, a parte de los productos elaborados, las aguas residuales,
los residuos banales y industriales, las pérdidas térmicas y también las emisiones gaseosas. Este balance
de entradas y salidas es frecuentemente llamado balance empresarial para diferenciarlo claramente del
balance ecológico de producto.
El balance de proceso, como segundo paso del balance empresarial global, define perfectamente todos los
procesos productivos y pudiendo identificar sus puntos débiles y fuertes desde una prisma ambiental. Su
misión es dar transparencia en la actividad empresarial mediante el establecimiento de la cantidad de
energía utilizada, y la de residuos y emisiones producidas en cada una de las fases de producción. Así,
este analisi se convierte en una condición necesaria para la optimización ecológica del proceso
productivo.
Con la ayuda del balance de proceso se puede modificar, por ejemplo, un paso productivo en el cual se
tenga que utilizar proporcionalmente mucha energía.
Los balances de producto, como tercer punto del balance empresarial, tienen como objetivo determinar la
compatibilidad ambiental de productos concretos. En este caso también se tienen en cuenta fases previas
o posteriores al proceso empresarial propiamente dicho, como puedan ser la obtención de materias
primas, el transporte o tratamiento de residuos. Este tipo de estudios se llaman analisi del ciclo de vida, y
determinan los efectos ambientales que tiene un producto des de su nacimiento hasta su tumba, es decir
desde que se inicia el proceso de fabricación hasta que se vuelve inservible y se convierte en rechazo o
consideramos que vuelve a utilizarse posteriormente para nuevos procesos. Es así como la empresa
consigue un conocimiento real de los efectos nocivos que sus productos tienen sobre el medio ambiente.
El cuarto balance es el balance de inventario, que determina las existencias de la empresa y las valora
desde un punto de vista ecológico. En este apartado se incluye el parque de maquinaria, los edificios y la
superficie empresarial; hay que poner emfasi, especialmente, en aspectos como puedan ser la superficie
asfaltada o cimentada de los terrenos, la contaminación de los suelos o los residuos tóxicos enterrados en
tiempos pasados.
Unicamente los cuatro balances en su conjunto configuran el balance ecológico empresarial, a pesar que
en muchos casos se les da esta categoría por separado.
Con esta metodología se determina, se representa y se valora la inversión material y energética, los
procesos de transformación, los productos usados, las emisiones residuales y energéticas, así como las
intervenciones estructurales sobre el territorio por parte de la empresa. Una vez finalizada la recogida
global de datos se puede pasar al analisi de las carencias, que permite determinar los objetivos que hay
que conseguir a través de las medidas ambientales que se aplicaran. El profesor Volker Stahlmann, con la
colaboración del Instituto para la Investigación Ambiental, ha elaborado un sistema propio para valorar la
relevancia del medio para una empresa, se trata de la escala ABC.
Para valorar los puntos debiles normalmente se elabora un catálogo de medidas jerarquizado según una
priorización ambiental, que será determinante en el momento de aplicarse. La ejecución de un balance
ecológico solo tendrá sentido y será efectiva si está integrada en el funcionamiento empresarial. Esto
significa que, de una parte, se deberá adaptar el proceso de datos y información a las exigencias del
balance y, de la otra, la dirección deberá aprender a utilizar este instrumento como fundamento para la
planificación. Si las dos premisas se cumplen, la empresa se encuentra en el mejor camino para conseguir
un control ambiental integrado y funcional. Para que así ocurra, será imprescindible que las medidas
adaptadas sean evaluadas de acuerdo con su efectividad y eficiencia.
Generalmente, se pide sobre la utilidad que tienen para la empresa las medidas ambientales y se les exige
una rendibilidad que se pueda medir inmediatamente. Tal vez haya que insistir en el hecho que entre
todas las medidas potenciales de ahorro posibles, el balance ecológico da respuestas concretas a las
soluciones más idoneas. A parte de su importancia para aspectos empresariales internos, el balance
ecológico es especialmente útil para que la empresa tome una posición ante de la opinión pública y, por lo
tanto, para contribuir al soporte para que una comunicación de riesgo sea exitosa.
•
•
•
•
•
El balance ecológico ofrece a la dirección de la empresa, en todo momento, una visión global de
todos los procesos empresariales relacionados con el medio ambiente, así como una base de
planificación para futuras medidas ambientales necesarias.
La dirección de la empresa tiene al alcance un instrumento que sirve para prevenir riesgos y hacer
analisis de seguridad, que puede ser utilizado como sistema de prealarma ambiental,
El balance ecológico permite valorar procesos empresariales des de puntos de vista ambientales,
hacer que los resultados sean transparentes, así como documentar con credibilidad el objetivo
empresarial de la conservación del medio.
A escala empresarial interno, no debemos nunca olvidar de incluir a los trabajadores en la estrategia
ambiental, ya que estos son vitales cuando queremos potenciar la identificación corporativa.
De cara al exterior el balance ecológico se ha de difundir como una estrategia de conservación
integral dirigida a los clientes, a los vecinos, a la opinión pública, y también a competidores.
La escala ABC
La escala ABC ens un sistema de valoración ecológica para determinar los puntos débiles dentro de la empresa, fijandose criterios
par evaluar los efectos sobre el medio ambiente. El criterio principal es observar si se cumplen las normativas ambientales.
Diferenciándose las categorias:
A = no se cumplen las normativas.
B = se preveen nuevas exigencias legales.
C = empresa de acuerdo con la normativa vigente; no se preveen nuevas exigencias legales.
Un incremento de los casos A indica una necesidad de actuación especialmente importante, mientras que en los casos B, esta
necesidad de actuación es a medio plazo; los casos C, finalmente, son neutros para el medio ambiente. Con esta valoración, la
escala ABC quiere servir de orientación a la empresa en la planificación estratégica. Además, en el sector operativo se puede
garantizar que las decisiones tomadas gracias a la ayuda de estos datos tendran efectos positivos sobre el medio ambiente.
Otros criterios para la comprobación de la relevancia ambiental son: las exigencias de la sociedad, las afectaciones ambientales por
incidencias potenciales, la toxicidad, los costes ambientales internalizados, los perjuicios ambientales en pasos previos o posteriores,
el reciclaje y el consumo de materias.
3.-
Control ambiental
Insistimos que la piedra angular del control ambiental es el balance ecológico, ya que suministra la base
sistemática para ampliar, en caso de necesidad, el sistema de información de la empresa, instaurar la
prospección de datos en los diferentes departamentos de la empresa, así como integrarse plenamente al
Plano de gestión empresarial. Una parte del control ambiental implica la elaboración anual de un informe
ecológico (environmental report). Sin embargon, no debe de caerse en el error de pensar que el hecho de
llevar a cabo este estudio ya implique un control ambiental correcto. Un control ambiental estricto y
riguroso comporta más exigencias:
•
•
•
El cumplimiento de las exigencias ambientales en todos los ambitos de la empresa y en todos los
niveles jerarquicos,
La inclusión de criterios ambientales en todas las decisiones empresariales.
La adecuación de toda la organización empresarial, con los instrumentos de planificación y control,
a las necesidades ambientales.
Valores ecológicos absolutos
Para sintetizar la gran cantidad de datos en cifras concretas y, de esta manera, dar a la dirección directrices concretas para optimizar
los procesos productivos, se utilizan, complementariamente a la valoración de datos económicos, valores ecológicos absolutos. Los
valores ecológicos absolutos permiten determinar si es posible introducir mejoras ambientales respetando el desarrollo económico.
Para conseguirlo es una condición indispensable que los datos del balance ecológico no queden
archivados una vez finalizado el análisi, sino que se integren como base de la planificación en la
gestión empresarial. En muchas empresas esta creciendo en estos momentos la aplicación técnica de
una planificación basada en el control ecológico.
En definitiva no resulta fácil procesar informáticamente la gran cantidad de datos sin que finalmente
nos encontremos con una solución parcial. El objetivo de los esfuerzos de los expertos es que los
diferentes departamentos de la empresa introduzcan continuamente sus datos en el sistema, donde
seran procesadas y almacenadas así como utilizadas en cualquier momento por las diferentes
secciones.
Una aplicación verdaderamente efectiva del control ambiental no depende solamente de la solución
de los aspectos técnicos, sino, y de forma más importante del proceso de aprendizaje de la empresa y
de sus trabajadores. Unicamente cuando la exigencia de considerar los efectos ambientales de
cualquier decisión sea una premisa básica para toda persona y a todos los niveles, el control
ambiental será efectivo. Entonces, tal como ocurre en el sector financiero, se podrá predecir el
alcance de los objetivos, dirigir selectivamente un proceso y elaborar una cuenta de beneficios y
pérdidas ecológicas, Por esto son útiles lo que llamamos valores ecológicos absolutos. Esta es la
medida que hace que el medio ambiente sea operativo para la empresa.
Por ejemplo, en el balance ecológico de una panificadora, se determinaron los valores ecológicos
absolutos siguientes para hacer un kilo de pan:
Consumo de energia
Consumo de agua
Cantidad de residuos
Emisiones de CO2:
Distancias recorridas
4.0 megajoules
1.2 litros
7.6 gramos
245 gramos
0.13 kilometros
4.- Auditoria ambiental
La auditoria ambiental , tal como la prevee el reglamento de la Unión Europea, no puede
considerarse como un instrumento de recogida de datos ambientales, sino más bien commo una vía
de control de la gestión ambiental dentro de las empresas. Mientras que la Cámara de Comercio
Internacional (CCI) en el año 1989 definía la estructura de una gestión empresarial respetuosa con el
medio en una publicación titulada Environmental Audits, la Comisión de la Unión Europea la
designava como la participación voluntaria de las empresas en un sistema comunitario de gestión y
auditoria ambiental, llamado Sistema Ecoaudit. Este reglamento (CEE1863/93), publicado en el
DOCE L 168 (Diario Oficial de las Comunidades Europeas de 10.07.1993) y vigente desde el día 13
de Julio de 1993, se puede aplicar según se desprende de su artículo 21, después de 21 meses, o sea,
des del 13 de Abril de 1995. Se revisará después de un periodo de cinco años de vigencia. Según este
reglamento, la auditoria debería de hacerse en las diferentes empresas cada uno o tres años de manera
voluntaria y tener como resultado un informe ambiental en forma de resumen a la opinión pública.
Precisamente, en este último punto se diferencia el reglamento comunitario de las propuestas de la
CCI. El control externo por parte de un auditor o controlador es el punto de discordia entre este
organismo internacional y la mayor parte de las empresas. Ahora bien, la gestión ambiental exigida
por el reglamento europeo tarde o temprano se convertirá en normativa . Sin embargo, hasta que esto
ocurra, aún se han de cumplir muchos requisitos: hasta hoy no hay estandards ambientales, como es
el caso de los estandards de calidad de la norma ISO (International Organization of Standardization).
Aún no es seguro que tipo de auditoría ambiental se puede designar como Ecoaudit ni tampoco quien
puede avalarla. Esto se debe a la falta de estandarización del Ecoaudit y de la normativa para
autorizar los auditores externos.
La Cámara de Comercio Internacional (CCI) ha publicado las recomendaciones siguientes para el
desarrollo de una gestión respetuosa con el medio:
•
•
•
•
El compromiso ha de venir de la cúpula de la empresa.
La imparcialidad de los auditores externos ha de estar garantizada; consultores desvinculados de
la empresa pueden ser de ayuda. Los miembros del grupo auditor deberian de tener, además de la
experiencia empresarial y de los conociminetos directamente relacionados con la empresa, una
competencia general en cuestiones relativas a la política ambiental.
En un proceso claramente perfilado se determina que ha de ser investigado en los diferentes
niveles de la empresariales y sobre el terreno.
Los resultados seran documentados y presentados mediante un informe final escrito a la
dirección de la empresa.
La Ecoaudit incluye basicamente la comprobación regular de la organización del control ambiental de la
empresa, de las medidas realmente ejecutadas y de las infraestructuras necesarias o presentes. En muchas
empresas ya se hacen auditorias en cuanto los estandares de calidad y de la seguridad del trabajo, por la
cual cosa se plantea si la auditoria ambiental no puede incluirse en el sistema de comprobacíón ya
existente. En estos momentos se trabaja en estandares vinculantes, de hecho, desde el Julio de 1996 hay
una norma ISO para el campo ambiental. Actualmente, existe el acuerdo de poder acreditar péritos
ambientales por parte de las cámaras de comercio locales o por la Cámara de Comercio Internacional si se
trata de empresas auditoras multinacionales.
Lo que no hará la Ecoaudit será determinar todas las variables relevantes des del punto de vista ambiental
que, seran imprescindibles para poder evaluar las medidas realmente implantadas. Hay un corriente de
opinión que prevee que en el futuro se podran complementar los instrumentos del balance ecológico
empresarial (para la determinación de datos) con la auditoria ambiental (para la comprobación regular),
cosa que es lógica.
Recordemos que un programa de auditoria sería inutil sino se utilizase la detección de los puntos débiles
para desarrollar un catálogo de medidas y aplicarlas. Pero esta secuencia lógica frecuentemente solo es
posible a través de una búsqueda de datos de forma detallada y una definición de objetivos posterior.
Hasta el momento, los balances ecológicos presentados han satisfecho estas dos exigencias.
5.- Manual de responsabilidades ambientales
La redacción de un manual de responsabilidades ambientales dentro de la empresa es el último paso de la
creación de un sistema de gestión respetuoso con el medio. Su función es el establecimiento de
responsabilidades y la descripción detallada de los ambitos de actuación respectivos. Ya hemos
comentado que la conservación del medio por parte de una empresa únicamente puede hacerse patente a
partir de un control con unas directrices de actuación concretas de manera que, depende tanto de su
integración en la gestión como de la motivación de los trabajadores. Sin embargo, aún y cumpliendose
estas dos condiciones, se pueden constatar muchas carencias en la cuotidianidad empresarial. Para poder
dirigir el respeto por el medio en el sentido de un control funcional, este ha de estar perfectamente
integrado en la organización de todos los ambitos de la empresa.
Es especialmente importante definir las actividades y deberes en el ámbito del medio ambiente para poder
incrementar tanto las resposabilidad ambiental general como la específica sobre el producto o servicio de
la empresa. Cuanto más grande sea el potencial de riesgo, más detallado deberá ser el manual.
Un manual de responsbilidades ambientales describe y documenta:
• Principios, objetivos y estrategias de la conservación del medio.
• Organización de la conservación del medio.
• Directivas ambientales vinculantes.
• Instrumentos de control ambiental.
• Sistemas de información.
• Direccionamiento de documentos y administración de informes.
6.- Análisi de lineas de producto
Los objetivos del análisi de lineaa de producto son muy ambiciosos. A diferencia de los balances
ecológicos de producto, no solo se limitan a examinar los efectos ambientales de un producto durante
todo su ciclo de vida, sino tambien los aspectos sociales y económicos.
El amplio espectro de investigación que permite el analisi de la linea de producto hace que tenga ciertas
ventajas respecto del balance de producto. En la practica el análisi de linea de producto se ha impuesto
como versión sencilla ya que:
• Comprende el ciclo de vida entero de un producto, por el hecho de ser un instrumento integrador.
En contraposición a otras valoraciones de producto, esclarece y justifica la complejidad del análisi y
su valoración, y como puede ser simpllificada de manera comprensible.
• Es adecuado para evidenciar las diferentes necesidades relacionadas con el producto.
• Posibilita la comparación entre diferentes productos o grupos de productos.
• Contribuye a la optimización ambiental de las lineas de producto.
Aunque siempre se hable de balance ecológico de un producto con relación a los datos resultantes de una
análisi, se ha de saber diferenciar muy bien si estos datos son parciales o falseados y, sobretodo, si
realmente se trata de un balance de producto. Por esto se recomienda comprobar siempre las fuentes de
información, ya que es la única manera de averiguar si un balance ecológico ha sido elaborado en interés
propio o según un principio analítico de investigación complejo.
A nivel comunitario se trabaja para unificar los criterios de valoración. Aún se ha de ver si se basará en un
sistema de puntuación consensuado con la sociedad o si se tratará de una valoración económica, Esta será
una de las discusiones más apasionantes que se preven en el ámbito europeo, tanto por los efectos que
tendrá sobre la industria como en la sociedad en general. No es extraño que los más prestigiosos institutos
dedicados a la normalización trabajen en ello, como la International Standardization Organization (ISO)
y el Instituto Aleman para la Normalización.
•
Balance ecológico de producto
Se define como balance ecológico de producto aquel que hace una comparación lo más global posible de dos o más productos
diferentes, grupos de productos, sistemas, servicios, procesos o comportamientos. Su función es determinar los puntos débiles, la
mejora de las características ambientales de los productos, la toma de decisiones en el suministro y las compras, la promoción de
productos y procesos productivos ecológicos, la comparación de comportamientos alternativos y la justificación de
recomendaciones de actuación. Estas demandas han empezado a ser cumplidas por algunos fabricantes en el ámbito del embalage de
los productos. Uno de los ejemplos más evidentes son las cajas de detergentes, que han disminuido de mida gracias a los detergentes
concentrados y además, han propiciado la minimización de embalage con las bolsas para rellenar envases multiusos, ya sean de lata
o plástico.
El balance ecológico de producto por norma general se desarrolla en cuatro fases independientes:
1.
2.
3.
4.
Descripción del objeto y objetivo del análisi.
El balance material: inventario de los flujos de materia y energía importantes para todo el ciclo de vida del objeto analizado.
El balance de efectos: analisi cuantitativo de los efectos ambientales de los flujos de materia importantes resultantes del
balance material.
Valoración final de los resultados.
4
El marketing ambiental
El marketing orientado a tener en cuenta el medio ambiente es el elemento clave de una dirección
empresarial respetuosa con el medio. Su función es diseñar la planificación, coordinación y control de
todas las actuaciones empresariales dirigidas al mercado de consumo, de manera que se eviten o se
reduzcan los impactos ambientales. El marketing ambiental permite aprovechar ventajas de mercado,
satisfacer clientes habituales o potenciales y conseguir los objetivos empresariales previstos. Una
reorientación de las estrategias de marketing habituales es necesaria, ya que la meta de aumentar el
consumo solo incrementa la explotación de los recursos naturales y el impacto ambiental. Sin embargo
no es positivo que el marketing ambiental se oriente unicamente hacia las estrategias de consumo. Hay
que desarrollar nuevos conceptos en esta disciplina que tengan en cuenta la preservación de recursos y la
satisfacción de las necesidades de los consumidores en relación al medio ambiente. En casos ideales,
estos planteamientos promueven un desarrollo ecológico de producto, reducen los embalages y posibilitan
la reutilización y el reciclaje. Los factores limitadores de un concepto de marketing ambiental son los
perjuicios de competitividad respecto otras empresas y, en algunos casos, las reclamaciones del
accionariado.
El marketing ambiental ha de cumplir las condiciones siguientes:
1. Ha de considerar en un concepto integrado todas las fases de la vida del producto, des de la
explotación de materias primas hasta el tratamiento final como residuo (Responsabilidad).
2. Como mediador entre la empresa, el mercado y la sociedad es responsable porque las demandas
ambientales que provienen del exterior sean interiorizadas y puestas en práctica en todos los ámbitos
de la empresa (Información).
3. Todos los instrumentos tradicionales del marketing han de estar definidos según criterios
ambientales. Las políticas de producto y comercialización son las piezas clave de un marketing-mix
de estas características (Definición de los instumentos).
4. Ha de buscar soluciones supraempresariales, cooperativas con todos los colaboradores dentro del
sistema (suministradores, comercios, etc.). (Integración).
1.- El mercado y los consumidores
El interés creciente por las cuestiones ambientales empezó durante los años 80. En el año 1980, los
resultados de encuestas demoscópicas situaban al medio ambiente en uno de los últimos sitios de
preocupación. Esto ha cambiado: actualmente se encuentra entre las primeras posiciones. Este cambio de
opinión en la sociedad ha venido por la influencia entre otros factores de desastres como el accidente
nuclear de Txernobil, las pruebas nucleares de Mururoa, la destrucción creciente de ecosistemas naturales
como la selva Amazónica, el orificio de la capa de ozono, etc. Una reacción evidente ha sido la
exigencia de tener en cuenta el medio en el momento de escribir nuevas políticas así como por parte de
las empresas.
Otras encuestas de alcance europeo han demostrado que el nombre de consumidores conscientes y
respetuosos con el medio aumenta constantemente. El nombre de consumidores que se autoconsideran
responsables ambientalmente se acerca al 40 % a escala comunitaria, pero aún es muy reducido cuando se
pide renunciar a determinados productos o pagar más. Ahora bien estos son los resultados de las
encuestas. Estadísticamente se demuestra que en algunos países del centro y norte de Europa, donde
normalmente se presupone más consciencia ambiental, decrece el índice de compras ambientalmente
consciente. Incluso los resultados de varias encuestas demuestran que los consumidores no estan
dispuestos a pagar precios sustancialmente más elevados por productos respetuosos con el medio y que
la preservación del medio ambiente ya no tiene una posición tan relevante. Se ha de matizar, sin embargo,
que en todos los casos este fenomeno se debe al recorte de prestaciones sociales que afectan el estado del
bienestar y el aumento del porcentage del paro.
Desarrollo temporal de la conciencia ambiental
07/85 Escandalo del aceite de colza.
10/85 Catastrofe de Txernobil.
10/86 Contaminación del Rhin.
10/87 Masacre de focas en Canadá y Groenlandia.
10/88 Catastrofe del Exxon Valdez en Alaska.
10/90 Guerra del Golfo.
06/92 Cimera de la Tierra7Rio de Janeiro.
07/95 Pruebas nucleares de Mururoa.
04/96 Se publica el informe “Factor cuatro”
A pesar de lo dicho, sería prematuro anunciar el estancamiento o la caida de la concienciación ambiental.
En todos los establecimientos comerciales se puede apreciar un incremento de productos relacionados con
la conservación del medio: el papel reciclado y ecológico; los productos de limpieza “verdes”;detergentes
sin fosfatos; aparatos para el ahorro del agua de los grifos, cisternas, etc., la eliminación de CFC
(clorofluorocarbonados) y FC (fluorocarbonados) en sprays, neveras y aires acondicionados, etc. La
expansión de este nuevo mercado solo acaba de empezar y tendrá que crecer y diversificarse aún mucho
más para poder hacer frente a los retos ambientales que nos ofrecerá el siglo XXI.
Pese a que el consumo de estos productos aumenta, las cifras de las estadísticas que dicen que en algunos
países disminuye pueden ser erroneas, ya que hay muchos productos tradicionales que han cambiado su
formulación por una de más respetuosa con el medio, y se han puesto en muchos casos al nivel de otros
que se venden como “verdes”. Ahora bien, los resultados de consumo obtenidos en las encuestas y las
cifras de ventas reales aún difieren de forma sustancial. Equilibrar esta desigualdad entre la conciencia
ambiental y el comportamiento real de consumo es el gran reto de las estrategias de marketing ambiental,
ya que, por norma general, en el mercado se imponen aquellos productos, las ventajas ecológicas de las
cuales son evidentes para los consumidores. La misión del marketing consiste en crear una base de
información lo suficientemente amplia que permita que el consumidor pueda lograr cambios de hábitos y
conciencia con el apoyo de una gestión de valores sistemática. Evidentemente, no se puede obviar que la
oferta de los productos respetuosos con el medio se conciba a un precio de mercado justo.
El caso del mercado de productos industriales es diferente al de productos de consumo. Los productos de
la industria ambiental son instalaciones y servicios para medir, evitar, limitar o corregir impactos
ambientales. La principal ventaja de esta rama industrial reside en el hecho que es independiente de las
necesidades de los clientes. En cambio, en contrapartida está más ligado a las decisiones políticas en
relación a la protección del medio, que seran transformadas en obligaciones legislativas y, en
consecuencia, exigiran el desarrollo de nuevas tecnologias ambientales. Solo en Europa hay un potencial
incalculable de crecimiento de esta industria, que actualmente significa el 25% del mercado mundial. Los
dos sectores que tendran mayor participación de mercado serán el tratamiento de residuos y la
reutilización de materias, así como el tratamiento de aguas y su potabilización. Que nadie dude, pues, que
en este sector del mercado hay grandes posibilidades de expansión, pese a que el hecho que padezca
grandes oscilaciones también lo sujeta a inhibidores. Muchos de los productos tienen exclusivamente una
demanda temporalmente limitada a causa de exigencias legales y incluso un exceso de demanda a corto
plazo. La saturación del mercado, no obstante, es relativamente rápida, de manera que la oferta se ha de
concentrar en la obtención de piezas de recambio. En casi todos los países europeos han sido las
pequeñas y medianas empresas las que han tomado la iniciativa. Un caso concreto es Alemania, donde el
48% de las nuevas empresas registradas conrresponden al sector ambiental y la mitad de estas tiene
menos de 50 trabajadores.
2.- Instrumentos del marketing ambiental
El marketing ambiental en el sector del consumo no es nada más que una especialización de las técnicas
del marketing-mix, que simplemente ha de definir de forma específica los factores de la política de
producto y precios y de la política de distribución y comunicación del marketing-mix general.
Política de producto respetuosa con el medio.
La política de producto tiene un papel esencial en una empresa gestionada con criterios ambientales
sostenibles. Una política de producto ambientalmente respetuosa, por norma general tiene como objetivo
introducir en el mercado nuevos productos inocuos para el medio y modificar los ya existentes teniendo
en cuenta criterios ecológicos.
Este tipo de remodelaciones pueden hacerse mediante modificaciones o adiciones estructurales, la
transformación de procesos o un cambio de embalaje. En la mejora de un producto se han de considerar
las siguientes reglas:
1. Los productos deberían de superar las pruebas periciales de examinadores neutrales, como pueden ser
los laboratorios de análisis ecológica promovidos por entidades independientes especializadas (caso
de Green Seal en los Estados Unidos), revistas especializadas (Integral, Ciudadano, etc.),
organizaciones de consumidores, o cadenas de distribución (Eroski).
2. Si es posible deberían de ser sometidos a un estudio de impacto ambiental
3. Todos los productos respetuosos con el medio deberían de ser registrados bajo una marca “paraguas”
en el sentido de una estrategia de marcas ecológicas.
4. Deberían de destacarse los productos reciclables.
5. El asesoramiento de los comercios y del servicio de atención al cliente debería de reforzarse de tal
manera que se pudiera asegurar una utilización ambientalmente correcta del producto.
6. El embalaje se debería modificar de acuerdo con la reducción de materias primas o su reutilización.
El primer paso de una política de producto ambientalmente sostenible es el desarrollo de productos. Por
esto son imprescindibles informaciones sobre los materiales utilizados y las técnicas de producción y
manufacturación. Como los productos ecológicos, por definición, presuponen una producción respetuosa
con el medio, los procesos de fabricación han de funcionar con un consumo energético reducido y pocas
emisiones.
También es importante el diseño consciente y responsables de las piezas de construcción; por ejemplo,
reduciendo la cantidad de material necesario en la construcción de una pared utilizando costillas de
refuerzo interno. El desarrollo de un producto respetuoso con el medio también exige tener en cuenta los
criterios de minimización de residuos y el reciclaje de los restos de producción. Actualmente, hay muchos
procesos para aprovechar los restos de producción como nuevas materias primas o combustibles en las
mismas instalaciones (calderas de combustión por energía térmica, calderas de cogeneración , etc.). Para
la utilización o aprovechamiento externo de los restos de producción hay empresas específicas de
reciclaje o reutilización, o iniciativas como la Bolsa de Subproductos de Cataluña del Consejo de
Cámaras de Cataluña.
La escasez de materias primas, de una parte, y la problemática de los residuos, de la otra,
aproximadamente el 50% del volumen de los residuos sólidos urbanos lo constituyen embalajes, provoca
que la industria de lo embalajes sea uno de los sectores especialmente sensibles en el momento de
establecer políticas de productos respetuosos con el medio. Los embalajes de un solo uso son
habitualmente los más criticados. Más que nunca, se hace notoria la validez de la máxima según la cual
hay que reducir los embalajes en la medida de lo necesario y mejorar las posibilidades de reciclaje y
reutilización. La consigna “Reducir antes de reciclar” se ha de tomar con seriedad, ya que existen
estudios que demuestran que los residuos sólidos urbanos no se pueden reciclar más allá de un 35%. Para
muchas empresas es imprescindible actuar para encontrar soluciones en el ámbito de los embalajes, no
solo por cuestiones ambientales, sino también por razones de costes. Se ha de prever que los gastos de
tratamiento de residuo aumentaran notablemente al final de la década de los años 90 y que, además, la
aplicación progresiva de la Directiva comunitaria referente a embalajes obligará a reducir y uniformizar
los embalajes en todos los países comunitarios.
Bolsa de Subproductos de Cataluña
La bolsa de subproductos de Cataluña es un ente creado por iniciativa del Consejo de Cámaras de Cataluña el año 1992, el objetivo
de la cual es favorecer el intercambio de residuos entre las empresas que los generan y otras que las puedan aprovechar. Esta
actividad tiene una doble ventaja: el intrínseco de negocio empresarial y de la contribución activa a la disminución de la degradación
medioambiental. Así, se consiguen ingresos por el hecho de desprenderse de subproductos y se consigue una imagen de
ejemplaridad para las empresas que actúan a favor de evitar la degradación ecológica. La pieza clave de esta bolsa de reciclaje y
reaprovechamiento en un potente sistema de tramitación supraempresarial informatizado. A través de la Bolsa de Subproductos se
codifican las ofertas y demandas según la composición de los productos y se introducen en la red.
La misma Bolsa de Subproductos hace accesible la información a multitud de empresas mediante la vía informática, abonamiento o
a través de la revista periódica Subproductes. Además, toda empresa puede hacer averiguaciones directas en la base de datos de la
Bolsa de Subproductos.
Política de precios en relación a productos respetuosos con el medio
Por regla general, las inversiones que suponen mejoras ambientales dentro de la empresa en principio
estan ligadas a un aumento de costes. Los gastos añadidos se evidencian en los nuevos productos, ya que
los esfuerzos en investigación y desarrollo para nuevos procesos productivos y para la ampliación de la
política de comunicación pueden suponer un coste adicional importante. Además, cuando se quiere
introducir un nuevo producto han de tenerse en cuenta cifras de producción y ventas más bien bajas. Así,
el fabricante normalmente cargará total o parcialmente los gastos suplementarios originados sobre el
precio de venta al público. Si un producto nuevo ha de mantenerse en el mercado, no se puede obviar el
cálculo de costes, el precio de venta al público, la demanda y la competencia. Para cada caso particular la
mejor manera de hacer los cálculos es variable. Una parte de los consumidores está absolutamente
dispuestos a pagar un precio más elevado por un producto ecológico. Sin embargo hay que tener presente
que esto solo se puede preveer cuando la utilización de este producto comporta ventajas de tipo
económico, como puedan ser el ahorro energético, de agua, o bien una disminución de gastos en
materiales y piezas de recambio respecto del producto convencional.
La política de precios, no obstante, no depende exclusivamente del beneficio económico o ambiental que
el consumidor percibe, sino que también tiene una dimensión temporal. Si es previsible que a corto plazo
aparezcan en el mercado productos ecológicos con los mismos beneficios, los artículos habituales pierden
rapidamente sus ventajas competitivas. Las diferencias de precio no se pueden mantener efectivamente si
una innovación ambiental se ha convertido en standard.
En el caso de las variantes de producto ecológico o artículos ecologicamente modificados es diferente;
aquí es adecuado el cálculo mixto para influir en la decisión de compra del consumidor a favor del medio.
Para vender un producto respetuoso con el medio ambiente que sea caro de producción, las empresas han
de esforzarse especialmente en destacar los beneficios sociales y, adicionalmente, de utilización de este
producto. Si, en cambio, el producto presenta desventajas respecto de un artículo convencional y,
además, es más caro, pocos consumidores, por más concienciados que esten, escogeran el producto
ecológico.
Política de distribución respetuosa con el medio
De acuerdo con una estrategia de marketing ambiental global se han de tener en cuenta criterios
ecológicos en la distribución de los productos. Las características de una política de distribución
respetuosa con el medio son:
1.
2.
Ampliación de los sistemas de distribución convencionales a través de sistemas de retorno directos o
indirectos (“Retrodistribución”).
Configuración de los transportes según aspectos de política ambiental; por ejemplo, en la selección
de los medios de transporte.
Hasta hoy, el flujo de productos ha sido unidireccional.
Los artículos manufacturados, incluidos el embalaje, son suministrados por la empresa, pero no son
retornados. Sin embargo en un plazo de tiempo relativamente corto, la industria se verá obligada, de una
parte por la directiva de embalages de la Unión Europea, y de la otra, empujados por los mismos
consumidores, que ya no estaran dispuestos a pagar más impuestos por el tratamiento de residuos, a
encontrar alternativas de distribución que garanticen un retorno de los productos o embalajes después de
su utilización o consumo. Contenedores y cartones reutilizables o también protectores multiuso para el
transporte de artículos frágiles (por ejemplo cojines de aire) son muestras de una logística de embalages
compatible con el medio. Si los productos no se distribuyen directamente, sino a través de los comercios,
será imprescindible la cooperación de los comerciantes. Es en este eslabón de la cadena del consumo
donde precisamente muchas industrias a nivel europeo aún encuentran resistencias a la colaboración. La
estategia ambiental básica de los comercios es defensiva, ya que las innovaciones de esta índole les
supone un sobreesfuerzo del personal y tener que incrementar la capacidad de almacenaje temporalmente,
la cual cosa implica un aumento de gastos.
La segunda piedra angular de una política de distribución sostenible ambientalmente se refiere a la
logística de la actividad. Son factores relacionados con los recursos naturales (energía y materias primas)
y condicionantes del medio (emisiones). Por esto, las empresas respetuosas con el medio, por ejemplo,
toman medidas para el ahorro energético en sus edificios (aislamiento térmico), pueden incorporar la
energía solar para iluminar sus establecimientos, o minimizan el transporte por carretera para potenciar el
transporte por ferrocarril, mientras que sus vehiculos se equipan con catalizadores, motores mixtos y
silenciados. En definitiva, no es suficiente de señalar productos ecológicos en una estantería.
Política de comunicación
Una política de comunicación respetuosa con el medio exige que los medios de publicidad, promociones
y relaciones públicas impriman una identidad ambiental al producto. Una identidad que se ha de hacer
patente, además de en el precio y la utilidad, en las características ecológicas que le son propias.
En este sentido se ha de procurar dar una imagen congruente: los productos ecológicos han de reflejar el
compromiso ambiental global de la empresa. De esta manera, los consumidores lo pueden identificar
facilmente y, creandose sobretodo, una base de confianza. Evidentemente, las informaciones
empresariales y las características de los productos transmitidos han de ser ciertos, exigiendoes
transparencia y rigor por parte de la empresa. Un problema añadido, es la preparación correcta y
inteligible de la información sobre procesos a veces muy complejos. Por esto, en el futuro el papel de las
empresas de relaciones públicas será preponderante, ya que profesionalmente estan más capacitadas para
informar diferenciadamente sobre temas globales que no la publicidad, y estan más acostumbrados en
transmitir mensajes concisos y sintéticos.
Estrategia ambiental básica
El poder que los comercios ostentan sobre el mercado deja muy poca libertad de acción a los fabricantes para poder imponer una
estrategia ambiental contra la voluntad de los primeros. En la consecución exitosa de lo susodicho es imprescindible un proceso
equilibrado, también llamado verticalmente integrado, consensuado y en colaboración con los comercios . De esta manera es
importante estudiar bien las posibilidades básicas de los comercios en relación a la implementación de una estrategia ambiental que
no difiera mucho de la de los fabricantes. Como primera opción teórica podemos encontrar una postura totalmente defensiva,
unicamente basada en la ignorancia de las tendencias actuales hacia el medio ambiente y en una resistencia parcial de las
obligaciones legales. La segunda posibilidad es una estrategia ambiental básica selectiva, que se caracteriza por una adaptación
parcial a las demandas ecológicas de los clientes y por el cumplimiento de las obligaciones legales. Una estrategia ofensiva o
proactiva de los comercios comporta que la conservación del medio se integre en las directrices empresariales y que se transmita con
firmeza interna y externa.
3.- Diferenciación de los productos por etiquetaje
Las informaciones ambientales sobre el producto son más verosímiles si tienen el apoyo de criterios de
valoración neutros, como lo puedan ser, por ejemplo, el distintivo de calidad ambiental de la Generalitat
de Cataluña o la ecoetiqueta comunitaria. Estos distintivos, de acuerdo con su implantación, deberían de
ser promocionados mediante campañas de comunicación institucional para que los productores
conocieran su existencia y supiesen como acceder, y para que el consumidor lo reconociese y interpretase
solamente con verlos. En Alemania, por ejemplo, hay más de 4000 productos en el mercado con el ángel
azul, de los cuales el 10% son productos de otros países.
Además de los logotipos oficiales, cada vez más los fabricantes utilizan símbolos propios para transmitir
al consumidor la idea de compromiso ambiental de los productos, como por ejemplo el logotipo de un
árbol, sin que exista una comunicación verbal. Ahora bien, el etiquetaje ecológico es una de las grandes
polémicas actuales a nivel conunitario, ya que cada vez hay más ecoetiquetas no oficiales que pueden
confundir a los consumidores, por la cual cosa se está trabajando en la normalización de estas. A pesar del
intento hecho por parte de todos los países de la Unión Europea de estandarizar un único logotipo, este no
se ha impuesto por la diversidad de criterios en el momento de designar un producto como ecológico. La
única limitación que hay actualmente para etiquetar un producto como ambientalmente respetuoso es que,
por las normas de la competencia, realmente lo sea.
La decisión de utilizar un logotipo ecológico de producto o empresa depende en última instancia del
fabricante. Los símbolos oficiales, sea el distintivo de garantía de calidad ambiental, el ángel azul o la
ecoetiqueta de la Unión Europea, tienen la ventaja de ser generalmente conocidos por los consumidores.
Para la empresa, una ecoetiqueta ofrece la posibilidad de establecer una conexión entre el comprador y la
empresa a través de un producto ecológico determinado y contribuir a generar de esta manera una
identidad corporativa ambiental.
Los productos ambientalmente respetuosos se establecen en toda Europa, razón por la cual la reacción de
la Unión Europea fue aprobar una directiva comunitaria basada en un sistema comunitario para el
otorgamiento de una ecoetiqueta (Reglamento 880/92) publicado en el DOCE L 99, de 11 de Abril de
l992. Este símbolo ha de servir para orientar los consumidores comunitarios con relación a los productos
ecológicos europeos. Los criterios de otorgación determinan que el artículo ha de tener ventajas
ambientales sustanciales respecto de productos competidores con la misma utilización. El catálogo de
criterios unitarios para los diferentes grupos de productos existen des del año 1993. Para solicitar este
distintivo, es necesario pedirlo al organismo competente del país comunitario respectivo .
En el caso de Cataluña, este organismo es la Sección de Qualificación Ecológica del Departamento de
Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña adscrita a la Dirección General de Calidad Ambiental, que
es la encargada de hacer una evaluación sobre las propiedades ambientales del producto. Si es otorgado,
la Dirección General deberá transmitir
los resultados a la Comisión Comunitaria, que tiene la última palabra. La ecoetiqueta europea puede
utilizarse por un periodo de tiempo determinado, y se ha de renovar el contrato de utilización una vez
finalizado. Cualquier utilización sin autorización o de un emblema similar está prohibida. En estos
momentos las categorías de productos aprobadas son las lavadoras, limpiavajillas, el papel de cocina, el
papel higiénico y los fertilizantes orgánicos. Se encuentran en estudio los detergentes, los productos de
limpieza, las pinturas y barnices, las pilas y los acumuladores, los frigoríficos y congeladores, las
bombillas, etc.
Los distintivos de calidad ambiental ya existentes o sistemas de otorgación futura en los diferentes países
comunitarios no quedan derogados por el reglamento comunitario, sino que el objetivo de la ecoetiqueta
comunitaria es más bien complementarlos. Los resultados perseguidos por el reglamento de la Unión
Europea es fomentar el desarrollo, la producción, la distribución y la utilización de artículos que
“produzcan durante todo su ciclo de vida el mínimo impacto ambiental”, así como ofrecer al consumidor
la “información más amplia posible sobre las repercusiones para el medio ambiente de los productos de
consumo”.
Ahora bien, para conceder la etiqueta ecológica, el producto deberá de cumplir adicionalmente la
normativa de sanidad, seguridad y medio ambiente y los criterios ecológicos que se aprueben para cada
categoría de productos.
Los productores de la industria alimentaria, incluidas las bebidas, no pueden optar a la ecoetiqueta
europea, ya que se adscriben al reglamento comunitario que regula la producción agraria y
agroalimentaria ecológica.
El distintivo de garantía de calidad ambiental
Fue creado por el Decreto 316/94 de 2 de noviembre, para los productos que se fabrican o se comercializan en Cataluña. Esta
etiqueta se entiende como uno de los medios para conseguir los objetivos de minimización y valorización previstos en la ley 6/93
de 15 de julio, de residuos. De manera muy parecida a la normativa comunitaria, los objetivos son dos: promover productos que
originen un menor impacto en el medio favoreciendo la minimización, la reutilización y el reciclaje, y informar mejor los
consumidores sobre la calidad ambiental de los productos. Quedan excluidos aquellos productos que sean sustancias o preparados
clasificados como peligrosos según la normativa de la Comunidad Europea, los productos fabricados mediante procedimientos que
puedan causar daños apreciables a las personas o al medio ambiente, los alimentos, las bebidas y los productos farmaceuticos, así
como los productos a los cuales la Unión Europea o alguno de sus estados miembros haya denegado la concesión de etiqueta
ecológica.
4.- Las normas ISO y el medio ambiente*
Los procesos y la gestión de empresas así como lacalidad en relación con los productos son desde hace
años objeto de desarrollo tecnológico y normativo. Las normas tienen como objetivo acreditar la garantía
de calidad de un producto o servicio. Normalizar un producto o un servicio significa regularizarlo a partir
de unas normas o especificaciones técnicas aprobadas por una institución reconocida en este campo: una
entidad normalizadora, ya sea de ámbito estatal, europeo o internacional. La certificación de una norma
otorga ventajas a la empresa, da garantias de calidad a los consumidores y facilita el control de los
productos en el mercado por parte de la administración.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) es una organización internacional dedicada a la
normalización y la encargada de crear las normas a escala internacional. A nivel europeo es el Centro
Europeo de Normalización (CEN) el encargado de impulsar las normas europeas EN. En el estado
español es AENOR quien está acreditada para conceder certificaciones, la cual , ha desarrollado los
criterios de las normas españolas UNE.
Las normas de calidad estan determinadas por la norma ISO 9000, que agrupa una serie de normas
específicas según la actividad y el sector productivo de la empresa. Por ejemplo, para las empresas de
servicios la norma que se aplica es la ISO 9004. La certificación de una norma es voluntaria para las
empresas pero es importante porque valida, ante de terceros, de la virtud de un proceso, producto o
servicio.
En el ámbito específico del medio ambiente hay las normas ISO de la serie14000 elaboradas por el
Comité ISO/TC 207. En concreto la ISO 14001 establece los requisitos ambientales para las empresas, la
ISO14010 los principios generales de guías para auditorias ambientales, etc. Dentro de las normas UNE
españolas existe la norma UNE 77/801/94 sobre requisitos ambientales y la norma UNE 77/802/94 sobre
requisitos generales de auditorias ambientales. Las empresas que dispongan de esta calificación tendrán el
reconocimiento de la ISO y podran registrarse en el Reglameto d’Ecogestión y Ecoauditoria Europea
(EMAS) (Reglamento CEE 1836 del Consejo de 29 de junio de 1993.
Las empresas pueden demostrar su calidad en el ámbito internacional solicitando una certificación de
Norma ISO mediante un organismo acreditado. En Cataluña, pueden conceder certificaciones el
Laboratorio General de Ensayos E investigaciones de la Generalitat de Cataluña y otras entidades.
AENOR es, sin embargo, el emisor de las normas UNE españolas y representa España en los forums
internacionales de normalización de las ISO.
* Elaborado por Montserrat Cunillera.
5
Comunicación ambiental
La comunicación ambiental significa desarrollar estrategias de comunicación responsables, que esten
concebidas de acuerdo con las necesidades del público objetivo, así como conseguir un desarrollo
sostenible. El objetivo de una política de comunicación ambiental es un equilibrio de intereses entre la
empresa y el medio que se ha de pactar con independencia de las posturas políticas o ideológicas de los
participantes. Esto exige un intercambio de información y un diálogo. La necesidad de este diálogo
queda patente en las diferentes encuestas realizada a los ciudadanos: el 70% de los europeos
responsabilizan la industria de los problemas ambientales a nivel planetario. Por esto, las empresas ya no
se pueden permitir ignorar los criterios y la necesidad de información dirigida a su público objetivo. De
otra forma, a medio plazo los productos podrían ser ignorados por la opinión pública.
Se pueden diferenciar cinco campos de actuación para la comunicación ambiental:
1.- Comunicación de mercado
La publicidad y las relaciones públicas han de destacar los aspectos ambientales del producto.
2.- Información y divulgación
Las explicaciones de producto y las instrucciones de uso han de comentar las consecuencias ambientales
negativas.
Los trabajadores deben de ser conscientes de los peligros de accidente laboral y ambientales de la
empresa.
3.- Influencia sobre el comportamiento
El comportamiento respetuoso con el medio puede ser influido en un sentido más amplio por todas las
indicaciones basadas en un trato más cuidadoso del medio.
4.- Comunicación de riesgo
La comunicación de riesgo significa que también se tiene un diálogo abierto sobre posibles riesgos de tipo
tecnológico con organizaciones ambientales, sindicatos y representantes sociales.
5.- Información en caso de averías y catástrofes
Debe darse a los trabajadores normas de comportamiento claras delante de las situaciones de avería, se
informará consecuentemente de manera objetiva y inmediata a la opinión pública.
Una política de comunicación ambiental desarrolla una identidad corporativa que está de acuerdo con los
principios ecológicos, y también tiene en cuenta los productos en esta priorización de objetivos. Por esto,
los instrumentos clásicos publicidad,( relaciones públicas, esponsorización y promoción de ventas de la
comunicación) se han de orientar hacia la estrategia ambiental de la empresa con el fin de consensuar los
mensajes. Una de las premisas más importantes para que se acepte la estrategia de comunicación es
determinar minuciosamente el público objetivo. Para conseguirlo es imprescindible observar
detalladamente el mercado y los posibles públicos objetivos parciales, como pueden ser los comercios,
asociaciones o administraciones. Precisamente, estas últimas son interlocutores importantes en el contexto
de una estrategia empresarial ambiental, ya que representan los intereses colectivos a favor de la
conservación del medio.
Insistimos una vez más que es especialmente importante incluir los trabajadores en la estrategia de
comunicación ambiental. Esto significa que el diálogo medioambiental ha de ser a dos bandas: al
exterior, donde hay que dirigirse mediante diferentes estrategias a los diversos públicos objetivos,
mientras que internamente uno se ha de ganar la confianza y la comprensión de los trabajadores mediante
medidas de comunicación y formación.
1.
Publicidad
Hace aún pocos años, el criterio de respetuosidad con el medio ambiente se utilizaba en contadas
ocasiones; hoy en día empieza a tener un papel preponderante. En 1993, el 95% de los publicistas
europeos opinaban que el medio ambiente ganaría en importancia y el 85% opinaban el mismo con el
tema de la naturaleza. Esto podría significar que próximamente las estrategias publicitarias estarian
dominadas por una orientación ambiental .
La falta de protección legal de los términos Eco, Bio o Natura hace que muchas empresas se sumen a la
moda ecológica sin actuar realmente de manera respetuosa con el medio. Durante los últimos años, tanto
la opinión pública como las empresas competidoras se han vuelto más críticas en estas cuestiones. Como
efecto inmediato se espera que la publicidad con mensajes ambientales solamente la pueda hacer una
empresa que valore las cuestiones del medio ambiente en su estrategia global.
El fundamento de cualquier concepto publicitario ambiental no puede obviar las finalidades del objetivo
publicitario, el público objetivo principal y el mensaje publicitario. Al contrario de otros conceptos
publicitarios, esta ha de ser sobretodo creíble. Sin embargo, a largo plazo el consumidor no únicamente se
sentirá satisfecho con el aspecto ambiental; las características cualitativas y los beneficios del producto
continuaran siendo mensajes relevantes.
2.- Relaciones Públicas
El objetivo de las relaciones públicas orientadas a tener en cuenta el medio ambiente es fomentar la
confianza y la capacidad de comprensión del público objetivo. Se basan en la empresa en términos
globales, es decir, consideran sus procesos ecologicamente importantes, y no se utilizan nunca como
compensación de medidas ambientales no ejecutadas. Solo cuando están integradas dentro de un concepto
ambiental global pueden ser creíbles, que es la premisa básica para las relaciones públicas efectivas. Una
estrategia de relaciones públicas orientada a tener en cuenta el medio ambiente no busca exclusivamente
cuidar la imagen de la empresa, sino que, y esto es lo más importante, de igual forma pretende
concienciar y modificar las conductas de la población hacia el medio.
La primera condición para unas relaciones públicas exitosas es la información regular y exhaustiva de la
opinión pública. Los nuevos adelantos tecnológicos y la adopción de medidas ambientales por parte de la
empresa se han de dar a conocer a través de notas y conferencias de prensa. Así, el dosier de prensa de la
empresa debería de ampliarse en sus informaciones básicas al aspecto de la conservación del medio
ambiente. Además, un trabajo de relaciones públicas orientado a tener en cuenta el medio ambiente es
imprescindible al referirnos a la comunicación de riesgo de la empresa.
Esta es la única forma de establecer una confianza que permita a la empresa, en caso de producirse un
incidente ambiental, tener posibilidades de comunicación. Aquel que intente hacerlo una vez sucedida la
emergencia, evidentemente se encontrará en una posición defensiva y reaccionará sin recursos, sin poder
esperar la comprensión deseada por parte de los consumidores.
Un informe ambiental anual permite a la empresa hacer un balance de las diversas medidas a favor del
medio existentes y introducidas y presentarlo a los trabajadores así como a la opinión pública. Las
revistas internas o para los clientes básicamente cumplen la misma función. Ahora bien, paralelo a este
trabajo no pueden olvidar de divulgar las nuevas tendencias ecológicas independientes de la empresa i
contribuir, por lo tanto, de esta manera a la sensibilización ambiental. Naturalmente, en una estrategia de
comunicación ambiental también se tiene en cuenta la población local y las posibles personas o colectivos
de riesgo. En estos casos es útil la organización de jornadas de información ambiental dentro de la
empresa o instaurar el servicio “telefono verde”, que informe sobre las medidas adoptadas y previstas en
el futuro para contribuir a la conservación del medio y al desarrollo sostenible.
Comunicación de riesgo
En el marco de una comunicación de riesgo la empresa intenta comentar los posibles peligros relacionados con su actividad y
establecer un diálogo con los grupos sociales afectados. El objetivo es encontrar un consenso lo más amplio posible sobre una
“decisión de riesgo participativa “. Las estrategias de comunicación en este sector han de estar preparadas para afrontar algunas
singularidades; por ejemplo, los riesgos técnicos, que para la opinión pública conllevan un componente de miedo o de aspectos
teóricos de conjura. Por lo tanto, una comunicación sobre riesgos exige que el departamento de relaciones públicas tenga mucha
intuición y delicadeza, así como un amplio conocimiento técnico. Para la preparación de un diálogo público es imprescindible un
inventario sistemático de todos los potenciales de riesgo, acompañado de la búsqueda sobre las posibles medidas de protección, así
como la selección de principios que permitan una valoración objetiva.
Esponsorización ambiental
“Esponsorizar significa planificar, organizar y controlar todas las actividades relacionadas con la disposición de medios financieros
o materiales o prestaciones por parte de la empresa a personas o organizaciones en el sector social, cultural o deportivos para
conseguir objetivos empresariales de marketing o comunicación”. Esta es una de las definiciones clásicas del término.
La esponsorización relaciona una prestación con una contraprestación y se ha de formalizar contractualmente.
La esponsorización es un elemento útil para el marketing y la comunicación empresarial y se fundamenta en un proceso de
planificación y decisión. De todas maneras, hay una gran diferencia entre la esponsorización cultural o deportiva y la que se lleva a
cabo en el sector ambiental.
Mientras que en las dos primeras formas la empresa participante no ha de mostrar ningún compromiso interno, en los proyectos de
esponsorización ambiental normalmente es imprescindible. Por esto, para emprender acciones de esponsorización ambiental se
presupone la existencia de una estrategia ambiental propia de la empresa. Solo en este caso las acciones públicas relacionadas con el
medio se convierten en un valor añadido para la identidad corporativa de la empresa.
Una comunicación ambiental global se da cuando la empresa persigue diversos objetivos significativos a
favor del medio iniciando procesos autodinámicos. Relacionado de forma directa , últimamente ha
empezado a tomar una posición como instrumento de la comunicación empresarial la esponsorización
ambiental.
Las posibilidades para proyectos de esponsorización relacionados con el medio son muy diversos. Van
desde premios anuales, que pueden ser otorgados en solitario o en colaboración con alguna organización
ambiental, pasando por la utilización de un logotipo para los productos respetuosos con el medio, hasta
donaciones económicas o soporte continuado a organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan a
favor de la conservación del medio natural. La esponsorización ambiental abre nuevos horizontes a las
empresas para dirigirse a su público objetivo y ganar identidad. De igual manera que puede incrementar la
aceptación en el mercado de los productos promocionados también cumple el objetivo empresarial de la
motivación de los trabajadores.
6
Política ambiental en la economía de mercado
El sistema económico de la Unión Europea (economía de mercado social) también se refleja en la
configuración de la política ambiental.
Su instrumental incluye, lógicamente, aspectos como puedan ser la planificación territorial, la adopción
de instrumentos económicos, así como medidas adicionales, especialmente las subvenciones.
Principios básicos para la legislación ambiental
Principio de prevención
En el futuro, la prevención será el ámbito de actuación más importante de la legislación ambiental. Los peligros para las personas y
el medio deben de ser evitados, y los riesgos inevitables hay que minimizarlos.
Principio de causalidad
¡Quien contamina paga! O lo que es lo mismo, quien causa un ataque al medio ambiente ha de procurar restablecerlo. Este último
punto puede llevarse a termino a través de una obligación planificada, de una intervención directa en el lugar de los hechos o a
través de una indemnización para suplir los gastos de restauración.
Principio de responsabilidad pública
Este principio se aplica cuando las causas de un ataque al medio ambiente no se pueden imputar a un conjunto de personas o
empresas o cuando por razones de política económica no se considera esta posibilidad. En este caso, los gastos los cubre la
administración.
Principio de cooperación
Como cooperación se entiende el principio que determina la organización de procesos de decisión dentro de una política ambiental.
El estado y la sociedad han de colaborar para poder ampliar sus conocimientos sobre los posibles ataques al medio ambiente y las
contramedidas adecuadas. Es imprescindible que los especialistas de los sectores científicos y económicos trabajen conjuntamente
en la solución de problemas ecológicos actuales.
1.- Política ambiental
Para poder desarrollar una política ambiental efectiva se necesitan unos principios básicos incluidos en la
legislación ambiental que permitirán conseguir el objetivo de la conservación del medio.
Ahora bien, estos instrumentos son limitados. En los últimos años se ha observado que resulta
imprescindible buscar alternativas que fomenten la iniciativa propia de los causantes de los perjuicios al
medio ambiente para reducirlos más allá de las exigencias legislativas y contribuir, de esta manera, al
desarrollo en esta materia.
Hasta no hace mucho exclusivamente se decretaban leyes para determinar los valores máximos de
contaminación permitidos, dicho de otra manera, medidas llamadas end of pipe. Actualmente, se tiende a
una nueva política ambiental que valora los procesos productivos desde “la cuna hasta la tumba”, la cual
cosa significa considerar todos los pasos implicados, desde la extracción de materias hasta la
reutilización, reciclaje o tratamiento de los productos después de utilizarlos. En todo este ciclo es
especialmente relevante la utilización sostenible de los recursos naturales. Un primer reflejo de esta nueva
política lo podemos encontrar en los reglamentos y las auditorias ambientales.
La mayor parte de las leyes relacionadas con cuestiones ambientales estan redactadas de tal manera que
son abiertas y dan la posibilidad de desarrollar reglamentos, cosa que ha sucedido en todos los casos. Los
reglamentos son una disposición de carácter general dictada por la administración pública con rango
inferior a la ley y en virtud de una competencia propia. Solamente los órganos con potestad reglamentaria
pueden dictarlos: el gobierno del estado, el gobierno de las comunidades autónomas. El papel de los
municipios y los organismos supramunicipales, en nuestro país están, desgraciadamente, muy limitados
en el campo legislativo. Sin embargo se aprecia un creciente interés por parte de los municipios en
legislar sobre el medio ambiente. Lamentablemente, la falta de coordinación entre los municipios puede
llevar a situaciones un poco caóticas desde la óptica de los ciudadanos en la medida en que se produzcan
contradicciones entre municipios cercanos. Aún y así, no podemos olvidar el importante papel que
pueden desarrollar en el futuro las ordenanzas municipales. Recordemos que la denominación legal de
una norma depende del órgano que los dicta.
Para coordinar todos estos tipos de normas hay dos principios básicos:
• El principio de jerarquización de las normas, por el cual unas normas tienen más valor que otras,
dependiendo del organismo que los dicta.
• El principio de competencia, según el cual cada institución se encarga de unas materias especificas.
2.-Las principales leyes ambientales
Hoy en día hay un gran nombre de leyes, reglamentos y normativas que tienen como objetivos, a parte de
las medidas represoras, como pueden ser las sanciones, establecer medidas de carácter preventivo
(licencias, homologaciones, etc), medidas estimuladoras (subvenciones, ayudas, desgravaciones fiscales),
medidas de disuasión (gravámenes económicos, etc), además de otras de complementarias de tipo técnico
como pueden ser la información y la educación. El derecho relacionado con el medio ambiente es muy
amplio y incluye campos que van más allá de los propósitos de este libro. Por esta razón, solo se
detallaran aquellas leyes que tengan alguna relación con el objetivo de este documento, que es dar un
instrumento básico a los empresarios y otros interesados implicados en la gestión empresarial respetuosa
con el medio.
No se ha de olvidar que toda ley, reglamento, decreto, convenio, directriz, normativa u ordenanza son
importantes para la gestión adecuada de una empresa. Una agravio ambiental que afecte un curso fluvial
no solo incide negativamente en las especies animales y vegetales de este ecosistema. El agua del rio
contaminada puede contaminar los suelos y los acuíferos subterráneos, las aguas litorales y la actividad
agraria. El medio ambiente es un sistema interrelacionado complejo y toda actuación que se haga
normalmente, tiene, desgraciadamente, muchos más efectos de los que a primera vista se pueden detectar.
Para que el medio continue siendo fuente de riqueza y inspiración para los humanos es necesario que se
conserve y que se haga un uso sostenible, ya que todos los seres vivos dependemos del mismo.
Aire
La contaminación atmosférica es una de las fuentes más importantes de impacto ambiental. Se manifiesta
de muchas maneras diferentes: la lluvia ácida, aumento de concentración de CO2 en la atmósfera,
contaminación por ozono (troposférico) en la tierra, reducción de la capa de ozono, etc. Las fuentes
actualmente más importantes de contaminación atmosférica son las industrias, los automóviles y las
centrales térmicas.
En cuanto a la regulación específica de contaminantes, hay una lista especial de niveles de emisión y
inmisión permitidos en el Real decreto 833/75, pero es anticuado siendo necesario consultar para cada
materia e industria las normativas concretas, especialmente las directivas comunitarias, que son las que
han ido actualizando los límites de contaminantes. Muchas veces, sin embargo, resulta mejor modificar
un proceso productivo o el tipo de combustible utilizado que poner medios de filtraje u otros aparatos
para reducir las emisiones contaminantes.
En Cataluña hay dos registros para conocer el estado de contaminación de la atm´ssfera; estos son los
mapas de vulnerabilidad y capacidad del territorio y las redes de vigilancia de la contaminación
atmosférica.
1. Mapas de vulnerabilidad y capacidad del territorio.
Han de recoger, entre otras informaciones, las características fisiográficas, climatológicas, ecológicas y
urbanísticas del ámbito territorial, el inventario de las emisiones y inmisiones de contaminantes de la
atmósfera, la diagnosis de la situación presente, el análisis prospectivo de la evolución de la calidad del
aire según las variaciones de las emisiones, las orientaciones para poder adoptar estrategias de protección
de la calidad del aire, etc.
El Departamento de Medio Ambiente tiene encomendadas las funciones de control y actualización
continuada de la información contenida en los mapas.
2. Redes de vigilancia y previsión de la contaminación atmosférica
Se trata de instalaciones equipadas con aparatos para detectar la presencia de contaminantes atmosféricos
y se encuentran repartidos por todo el territorio catalán. El objetivo de la red es medir la contaminación
atmosférica y poder preveer las actuaciones necesarias para solucionar los problemas que se puedan
generar. La red catalana está coordinada con la del Estado español, la cual cosa la convierte en un
importante elemento de información. Además, se establece un intercambio de datos con la Red europea
de información y observación del medio ambiente.
Actualmente, la mayoría de los sensores estan situados en zonas de especial afectación y el nombre total
es de 300 sensores manuales y aproximadamente 75 estaciones automatizadas, ubicadas en más de 110
municipios del país.
Aguas
El agua es un recurso natural escaso, indispensable para la vida y para el ejercicio de la mayoría de
actividades económicas; es irreemplazable, irregular en la manera de presentarse en el tiempo y el
espacio, fácilmente vulnerable y susceptible de usos sucesivos.
La ley de aguas establece la regulación del dominio público hidráulico, que está constituido de forma
genérica por:
•
•
•
Las aguas continentales, tanto las superficiales como las subterraneas renovables, con independencia
del tiempo de renovación.
Los lechos de lagos y lagunas, pantanos y los de los embalses superficiales en las riveras públicas.
Los acuéferos subterráneos.
Para el control y gestión de los recursos acuáticos de Cataluña hay diferentes administraciones
responsables:
-
la Dirección General de Obras Hidráulicas.
la Junta de aguas.
la Junta de Saneamiento.
La Dirección General de Obras Hidráulicas es el órgano de gestión que confiere unidad a la actuación de
la Administración hidráulica, mientras que la Junta de Saneamiento es la entidad administrativa
responsable del saneamiento de las aguas residuales. La Junta de Aguas ejerce la función de organismo de
cuenca, y le compete a la administración y control del dominio público y el aprovechamiento hidráulico.
Según la Ley de aguas del año1985 en su artículo 84, los objetivos de la protección del dominio público
hidráulico contra su deterioramiento son:
• Conseguir y mantener un nivel adecuado de la calidad de las aguas.
• Impedir la acumulación de compuestos tóxicos y peligrosos.
• Evitar cualquier otra actuación que pueda ser causa de degradación.
Por esto está prohibido con carácter general:
•
•
•
Efectuar vertidos directos o indirectos que contaminen las aguas.
Acumular residuos sólidos, ruinas o sustancias en lugares que constituyan o puedan constituir un
peligro de contaminación de las aguas o de degradación de su medio.
Efectuar cualquier otra actividad que pueda deteriorar el dominio público hidraulico.
Finalmente, cualquier actividad susceptible de provocar la contaminación o degradación del dominio
público hidráulico y, en particular, el vertido de aguas y de productos residuales que puedan contaminar
requieren una autorización administrativa. Respecto a los niveles de contaminación permitidos, se sigue la
normativa comunitaria, aunque las normas estatales podrian ser más estrictas.
Para coordinar todas las actuaciones de las administraciones en materia de saneamiento de las aguas
residuales el año 1981 se creó la Junta de Saneamiento.
El 1991 fue convertida en una empresa pública catalana adscrita al Departamento de Medio Ambiente,
que se nutre economicamente de tasas como el Incremento de Tarifa de Saneamiento (ITC) y del Canón
de Saneamiento.
El plan de saneamiento de Cataluña es el instrumento técnico y político que desarrolla un programa
integral de tratamiento de las aguas residuales de Cataluña. Hasta el año 1998 hay prevista una inversión
de 260.000 millones de pesetas que comportará la existencia de cerca de 300 depuradoras y un volumen
de agua tratada de más de 2 miliones de metros cúbicos de aguas residuales. Toda industria tiene la
obligación de declarar tanto su consumo como su carga contaminante en forma de aguas residuales. El
vertido no autorizado de sustancias contaminantes en el medio receptor se sanciona.
El Canon de Saneamiento
El canon de saneamiento plantea una salida al problema de la contaminación de las aguas, ya que hasta el momento de aplicarlo, la
administración se encontraba con problemas económicos para poder desarrollar la red de depuradoras que prevee el plan de
saneamiento. El canon de saneamiento grava cualquier utilización del agua, ya sea doméstica o industrial, dependiendo de la
cantidad empleada y de la carga contaminante final.
Se aplica tanto a aguas superficiales como subterráneas, y a largo plazo se espera que la carga que supone el pago del canon sea
superior a las inversiones que las industrias tengan que hacer para mejorar ambientalmente sus procesos productivos. Finalmente, el
lema será “quien contamina, paga”. Otra de las metas del canon es incrementar el ahorro de agua, en la medida que es más caro si el
consumo es también más elevado. En muchos sectores industriales se ha avanzado profusamente en este aspecto, apareciendo en el
mercado cantidad de máquinas para reducir el volumen de agua malbaratada en el hogar.
Residuos
En la actualidad, los residuos constituyen uno de los problemas ambientales más importantes, ya sea
porque los vertederos llegan a su capacidad límite o porque su gestión se esté planteando desde el punto
de vista de su eliminación (vertido, incineración). Se ha de fomentar especialmente su reutilización,
reciclaje o, lo que sería más deseable, optimizar los procesos productivos de manera que la eficiencia de
los recursos naturales sea máxima y se originen muchos menos residuos al final del proceso. Este último
planteamiento solo será posible en el momento que las empresas incorporen un modelo de gestión
respetuoso con el medio ambiente, que tenga por objetivo alcanzar un desarrollo sostenible.
Hay diversos tipos de residuos y según la Ley 6/93 se clasifican en:
• Residuos especiales: todo residuo comprendido en el ámbito de la directiva 91/689/CE del 12 de
diciembre.
• Residuos no especiales: todo residuo que no se clasifica como especial o inerte.
• Residuos inertes: todo residuo que, una vez depositado en un vertedero, no experimenta
transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas y que cumple los criterios de
lixiviación determinados por el reglamento.
El objeto de la Ley de residuos es la regulación de la gestión de los residuos en el ámbito territorial de
Cataluña y que comprende todos los residuos que se originan y se gestionan en la comunidad autonoma.
El programa de coordinación general ha de preveer un conjunto de acciones para:
•
•
•
•
•
•
Promover la minimización de los residuos y su peligrosidad.
Promover la recogida selectiva de los residuos.
Valorizar los residuos.
Utilizar los residuos como fuente de energía.
Disponer de los rechazos.
Regenerar los espacios degradados por descargas incontroladas
Las prioridades de la Ley son la reducción, reutilización y valorización.
La recogida selectiva, asimismo, solo es obligatoria para los ayuntamientos de municipios superiores a
5.000 habitantes y afecta exclusivamente la fracción orgánica, mientras que la recogida selectiva de
cartón, vidrio, plásticos, pilas, metales y otras materias y sustancias susceptibles de valoración es
voluntaria. Ahora bien los ayuntamientos con más de 5.000 habitantes de derecho tienen la obligación de
implantar un servicio de punto verde de reciclaje.
Cuanto los residuos especiales, el año 1994 se decretó el Programa de gestión de los residuos especiales,
que tiene por objetivo reducir de manera apreciable los residuos especiales generados en Cataluña.
Las medidas que prevee este programa son:
Crear el canon de residuos, destinado a gravar la generación de residuos.
Establecer el Catalogo de residuos, destinado a adjudicar a cada tipo de residuo la forma específica de
tratamiento con la finalidad de favorecer su valorización.
Emprender diferentes programas destinados a la minimización y valorización de los residuos, según los
sectores, ya sea reconduciendo determinadas prácticas de producción o bien, realizando modificaciones
en los mismos procesos. Hay que decir que aún hemos de superar muchos obstáculos para estar al nivel
de otros países europeos. Además aún falta adoptar muchas de las directivas europeas sobre residuos, que
por una razón u otra todavía no han entrado en vigor en Cataluña. Si el objetivo final de las empresas es
llegar a obtener una producción sostenible ambientalmente i cerrar el ciclo productivo, una de las metas a
las que se tendrá que llegar será la de evitar que hayan escapes en forma de residuos o que los que existan
puedan ser utilizados como subproductos en otros procesos productivos. Los empresarios también
deberán tener como objetivo diseñar de tal manera sus productos que al final de su vida útil se puedan
reutilizar o reciclar completamente, de manera que no se hayan de verter o incinerar elementos finales.
Impacto ambiental
La experiencia en la legislación ambiental demuestra que la conservación del medio solo resulta efectiva
cuando se desarrollan estrategias globales. Un instrumento para facilitar la creación de conceptos globales
es la evaluación de impacto ambiental. Esta surge de la Directiva Comunitaria 85/337, aprobada el
27/06/85, por la cual se vuelve obligatoria para determinadas actividades.
El Estado español la adoptó mediante el Real decreto legislativo 1302/56. El Gobierno catalán la asumió
en el decreto 114/88, de 7 de abril, y para el Estado español en el Real decreto 1311/88, de 30 de
septiembre.
El objetivo de las evaluaciones de impacto ambiental es comprobar los efectos sobre el medio de
actuaciones públicas o privadas antes de que estas se lleven a término y tomar las medidas correctoras que
lo minimizen o lo eviten.
La cuestión principal que plantea el estudio de impacto ambiental es: ¿cómo se ha de estructurar una
actuación para que pueda ser realizable teniendo en cuenta todos los aspectos ambientales?
Procedimiento de una evaluación de impacto ambiental
1.
•
•
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Análisis detallado del lugar donde se quiere ubicar la actividad y de su medio. Incluyendo como mínimo:
Descripción del medio físico: aspectos geológicos, hidrológicos, climatológicos, atmosféricos, edáficos, vegetación, paisaje y
otros aspectos necesarios para definir el medio físico.
Régimen urbanístico (usos del suelo, aprovechamientos, etc.) y jurídico (servitudes, municipios afectados, etc.) del lugar.
Descripción general del proyecto y exigencias previsibles respecto a la utilización de recursos naturales durante la
construcción y funcionamiento.
Efectos previsibles directos y indirectos sobre la población, gea, suelo, flora, fauna, aire, clima, paisaje, y patrimonio historicoartístico.
Medidas correctoras previstas para eliminar o compensar los efectos negativos al medio, Adicionalmente hay que hacer una
valoración económica y una programación temporal de las mismas.
Alternativas existentes y idoneidad de la escogida.
Resumen claro del estudio y conclusiones
Programa de vigilancia ambiental que garantice el cumplimiento de las indicaciones y medidas correctoras que haya en el
estudio.
Actividades clasificadas
Se podría considerar una de las normativas más antiguas y precursoras en algunos ámbitos de la
protección del medio y de la salud de las personas. La finalidad del primer decreto estatal era la de evitar
que las instalaciones o actividades privadas o públicas “alterasen las condiciones normales de salubridad
y higiene del medio ambiente y ocasionasen daños a la riqueza pública o privada o implicasen graves
riesgos para las personas y los bienes”.
Las actividades clasificadas son calificadas en cuatro tipos: molestas, insalubres, nocivas o peligrosas
según cual sea la causa del agravio ( ruido, gases, explosiones,...) o el bien protegido (salud humana o
recursos naturales). Así las actividades clasificadas serán molestas cuando produzcan incomodidades
producidas por el ruido, humos, gases, etc.; insalubres cuando perjudiquen la salud humana, nocivas
cuando afecten al medio ambiente en general, y peligrosas cuando se originen riesgos de explosión,
combustión, radiación u otras a personas o bienes.
Debido a la existencia de un amplio abanico de posibilidades, la normativa de actividades clasificadas se
aplica casi a todas las actividades económicas de la sociedad.
Las competencias corresponden:
A los ayuntamientos en la medida que otorgan la concesión de licencias, ejercen la vigilancia y imponen
sanciones. Se regula a través de las ordenanzas municipales que pueden determinar el emplazamiento y
los requisitos de las actividades clasificadas. Igualmente, les corresponde la vista i acta de comprobación
previa al inicio de la actividad .
A la Generalitat, a través de la Comisión Central de Industrias y Actividades Clasificadas (CCIAC) y de
sus delegaciones territoriales (CTIAC), para informar de la aprobación de las ordenanzas, realizar los
informes previos y vinculantes para el otorgamiento de las licencias, hacer la visita de acta y
comprobación, ejercer la vigilancia y aplicar determinadas sanciones.