sopa de letras - El Curicano Ramírez

SOPA DE LETRAS
De Miguel Ángel Ramírez
-¡Diez Ríos de Chile, -¡mmm!-, se ve Fácil.
-Tin-gui-ri-ri-ca; Ma-u-le, -¡eso es!, El Maule;
-Hacia abajo esta!; el A-con-ca-gua, ¡bien!.
-Por acá esta el río Lo-a, eso es LOA.
-Debe estar el rio de Valdivia tambien, -¡Ese donde se baña la luna!-, haber,
haber, Ca-lle-ca-lle, aquí está, van seis;
-¡Cla-r….Cla-ro,
-si también el rio Claro….. -Qué hermoso puente
ferroviario ese de Talca.
-Lamentablemente los fierros, de su hermosa estructura, no resistió el
remezón de febrero.
-Me pregunto porque la torre Eiffel, -¿no ha caído aun, si el ingeniero que lo
construyo es el mismo?, ¡tengo entendido!,
-Claro, es que allá no hay remezones como los de aquí, -¡los nuestros sí
que son remezones mi alma; los más fuertes de mundo; -¡campeones mundiales
en terremotos y tsunamis.
-¡Pobre gente la de Dichato, cuántos muertos por no avisar a tiempo!-; -¡ y
Ahora levantan casas en el mismo lugar..?; -¿quién lo entiende?.
-Bueno, campeonamos, también en tropezar con la misma piedra…….!, que
se le va hacer.
-Aquí en diagonal debe haber alguno, siempre hay una respuesta en
diagonal……!, -¡faltarían tres, solo tres…..
-¡El Mataquito, -¡debe estar por algún lado!-.
-Qué extraño,
colocarlo?.
un rio tan importante como el nuestro, -¿Como no
-El Mataquito, mi rio; ese que recoge las aguas del Teno, del Guaquillo y del
Lontué y llega al mismísimo Iloca, el mar dejo la Pelería en Iloca, habrán levantado
la escuela.
-Pobre Mataquito, como le tiran mierda en Licanten, con esas aguas
podridas de la planta forestal que mata todo a su paso;
-Si ya no hay ni pejerreyes como antes; -si antes era cosa que daba gusto
pescar con anzuelo o llenar una malla a la primera, con el agua hasta la cintura!.
-Bueno ese veneno mata hasta los renacuajos!. -Vaya porquería de forestal.
Tol-ten!, aquí está el Tolten, ya son ocho!; este queda pa`l sur; -ahí sí que
hay pescados, si uno los agarra con la mano dicen; - es que son aguas claritas las
del Tolten; -¡me gustaría conocerlo. -Pa´alla también están los mapuches,
luchando por sus tierras, -pelea perdida nomas; -el estado y el poderoso juntos
contra ellos, -na` que hacer oiga, na’ que hacer!.
Ma-i-po, ja, ja!, - El río Maipo, esta patas pa´rriba, cuando lo iba a pillar.
Bien, solo falta uno!….
-¡Pucha maquina, que manera de esconder el otro rio; -por una parte es
bueno hacer trabajar la sesera, así ejercito la memoria, -¡Como dice la doctora; me
ayuda a mantenerme activo, pensante!,-¡Ja Como si uno no pensara con tantas
desgracias, y la pensión miserable, después toda una vida. -Bueno es la suerte del
pobre, nomas.
El Lircay quizás ese……., no, eso no aparece, ¿no estará El Mapocho?,
ese aunque lleva pura caca, es mas nombrado y conocido; ¡como esta en
Santiago, digo yo!-. ¿Lo iré a ver navegable alguna vez?, como en Venecia,
jajajaja!. Que guevadas se les ocurren a los políticos.
-El Mataquito debería ser navegable como antes que lo atravesaba a nado
de orilla a orilla o en una cámara de camión inflada para impresionar a las
santiaguinas que venían a veranear; pero ahora no se puede; -¡está sucio y casi
seco! Y ya nadie viene a veranear, salen pa’ fuera, se van a las playas
tropicales… jajaja, y pensar que to veraneaba en mi rio Mataquito. -¡Forestales de
mierda!-.
-Cual podrá ser…?.
-¡Ha puede ser el de Conce; Como se llama ese que cruza la ciudad de
Concepción con el puente más largo de Chile, será ese, haber; B-i-o-b-i-o. -¡Aquí
esta!, ¡ja-ja-ja.!! . Por fin, cada vez más difíciles estas sopas de letras, pero no
contaban con la astucia de un viejo re-jubilado,!-jajaja!.
Sentado en un destartalado sillón de mimbre, en el corredor de su casa, con
sus anteojos a media nariz, El Chato, a llenado pausadamente su tercera revista
de sopa de letras del día, después de completar su labor matutina; barrer el patio;
alimentar su docena de perros de distintas razas y tamaños; esos que se
arremolinan, por engullir los restos de pan remojado y papas cocidas.
Ha desayunado junto a su mujer y se ha “metido al buche”(como
graciosamente comenta), su coctel de medicamentos; un sinnúmero de tabletas
que retira sagradamente en el hospital, cada mes, para tratar su presión arterial
crónica y aquellos dos Baypás realizados a los 70 años, cuando el corazón lo tuvo
en la cuerda floja. Desde entonces la vida le ha dado otra oportunidad y la a
aprovechado bien; dejo el trago; ese vicio que tantas marcas le dejo en el cuerpo y
que inicio a los treinta años, cuando comenzó a trabajar, en la bodega la viña
Santa Josefina. Sonríe, recordando su primera curadera, memorable; que duro
siete días y sin probar ni siquiera una gota de alcohol; todo debido al aroma
emanado de las cubas de madera que tubo por tarea, limpiar por dentro, en su
primera semana de trabajo. Sus compañeros burlándose del primerizo, en calidad
de bulto, y “doblado como churro”-, tenían que –“depositarlo”- en su casa cada día.
Fueron 35 años en aquella bodega y los mimos años saboreando los mejores caldos de la zona central y del país, según los entendidos. Sentía cierto
grado de orgullo por la reputación de aquellos mostos y no le importaba ser
“conejillos de india”-, probando cada brebaje; como orgullosamente le contaba a
sus amigos.
Hoy a sus 80 años, solo espera que el tiempo no pasa tan de prisa; y como
no hay forma de detenerlo, sufre con la esperanza de que lo espere un ratito.
Suspira profundo; se hecha en el respaldo del sillón, pierde la vista en la
calle tantas veces caminada. A esa hora, ya han comenzado a pasar los primeros
trabajadores de los campos cercanos y de los packing, algunos le saludan otras
pasan raudos en sus bicicletas destartaladas; es la hora de la once, de su nuevo
coctel de remedios y la última tarea del día; regar los arboles y oír el noticiero en
su radio favorita.
Lamentablemente, ya no le quedan sopas de letras. Pero no importa, de
seguro su hijo mayor, desde la capital le mandará algunos diarios viejos y algunos
puzles; aunque preferiría que viniera de vez en cuando para hablar de futbol, de
los árboles y de sus perros.
Así ve pasar los días (los últimos según comenta con buen humor), con la
quietud, de la tercera edad (como le llaman hoy a los viejos); sabe a ciencia cierta
que le queda poco tiempo, como si estuviera en la parte final del segundo tiempo
(en los descuentos), si la vida fuera un partido de futbol o como si fuera la bajada
de una gran cuesta; después de haberla subido con gozos y penurias. Por eso
quiere disfrutar de aquella –“Yapa de vida que le dio aquella operación a corazón
abierto”.
-¡Sopa de letras!
-¿Qué genio le habrá puesto ese nombre a estas cuestiones?, y quien iba a
pensar que terminaría resolviéndolas para evitar la tara de mis neuronas.
- Dice la doctora que debo caminar y ejercitar los otros músculos para no
tullirme y cuidar mi corazón re-acondicionado, -que guevadas no!.
-¡Sopa de letra; desde pequeño fui bueno para –“La sopa de letras"-, ¡Claro
que para la otra sopa de letras; esa del caldo calentito y sabroso que cocinaba mi
vieja.
-Recuerdo que me gustaba juntar las letras de mi nombre y colocarlas
ordenadamente sobre la línea verde del plato de porcelana; -claro que no era
tarea fácil reunirlas a todas y rara vez lograba juntar mi primer apellido….. Bueno
era sencillo, aquellas sopas, a pesar de llenar mis tripas anhelantes, eran
abundantes en agua y escasas en letras y el hambre, siempre se imponía a la
paciencia. Pero que eran sabrosas, eran sabrosas las sopas de letras de mi
madre; -mi vieja; mi viejita, cuantas veces dejo de comer por nosotros, hace
cuantos años que partiste?!,
-¿Te volveré a ver?.
Los ojos del Chato, se humedecieron, lentamente sacó su pañuelo y
simula limpiar sus lentes; no quiere que nadie lo vea llorisquear a estas alturas del
partido, como una magdalena, además no le hace bien a su corazón con cañerías
prestadas y a su diabetes ya declarada.
Luego se pone de pie dificultosamente y afirmando sus piernas temblorosas
camina lentamente hacia la puerta, mientras comenta en voz alta;
-¡Válgame Dios, -como las sopas de letras,
chancletudo jajajajja………..
aun te mantienen en pie viejo