Queríamos sentirnos más seguras

Diari
Dimarts, 28 de juliol de 2015
| TEMA DEL DIA
Las mujeres están igualando a los hombres en bodas
En España se han celebrado 31.610 matrimonios
■ En los primeros años, existía un dese-
■ En 10 años desde la entrada en vigor del
matrimonio igualitario en España se han
celebrado 31.610 enlaces entre personas
quilibrio en el número de enlaces homosexuales a favor de los hombres en la pro-
vincia. En 2012, ellas (39) superaron en
enlaces a ellos (24). En 2013 la brecha se
redujo: 31 enlaces entre ellos y 29 de ellas.
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del mismo sexo. Equivale al 1,72% de los
más de 1,8 millones de casamientos registrados en una década.
SOCIEDAD | PARA MUCHAS PAREJAS TARRACONENSES, CASARSE FUE EL PRIMER PASO PARA LUEGO PODER ADOPTAR
Amada Rodríguez (izquierda),
junto a Conxa Dobon (derecha) y
su hija Mila. Viven en Amposta.
ros matrimonios entre parejas
del mismo sexo en la provincia.
Se casaron en 2006, después de
una relación de 14 años. Fueron uno
de esos casos de pareja de larga
duración que permanecía sin un
vínculo legal concreto. «No nos
iba la vida en ello porque a nivel
legal no nos suponía un problema. No teníamos prisa por casarnos. Éramos una pareja estable,
firme y consolidada, pero después de aprobarse la ley nos planteamos adoptar. Entonces decidimos dar el paso, aunque no fuera una cosa que hubiésemos tenido
en mente», explica Amada.
Decidieron buscar «una cobertura legal completa» y formalizaron la unión poco después de
que lo permitiera la nueva legislación aprobada en la época de
Zapatero en el Gobierno de España. «Dijimos: nos casamos y ya
está. Luego nos hizo ilusión, fue
una cosa muy positiva. Más allá
de la gente que se case, del número, detrás se esconde un tema de
reivindicación de derechos».
FOTO: DT
Amada Rodríguez (51 años) y
Conxa Dobon (50) fueron precoces. Formaron uno de los prime-
■
Con Mila, felices en Amposta
Sólo un año más tarde culminaban los trámites para una adopción
nacional, y así la familia se am-
plió con la llegada de Mila, que
ahora tiene nueve años. Las tres
viven felices en Amposta. «Te da
mucha tranquilidad saber que somos una familia como cualquier
otra. Ha sido una cuestión de igualarte con el resto y, en último término, de dignidad», cuenta Amada, una activista por los derechos
de los gays y las lesbianas.
«Aún quedan cosas por hacer
y por conseguir, todavía hay batallas pendientes, pero la realidad
es que hemos avanzado mucho
en diez años. Antes ni se te pasaba por la cabeza estar en esta situación, saber que te casarías, que
tendrías hijos… eso era inimaginable. También ha sido clave la
visibilidad, salir a dar la cara, que
te vean», sostiene Rodríguez.
Amada y Conxa continuarán
luchando por la normalización y
por la pedagogía: «En el fondo,
más allá de casarse, se trata de
igualarnos, de tener todos los mismos derechos. Ha pasado el tiempo y se ha demostrado que no ocurría nada por legalizar este tipo
de matrimonios. Aquellos discursos apocalípticos que tuvimos
que escuchar en su momento, y
que siguen existiendo hoy en día,
no tienen razón de ser».
‘Queríamos sentirnos más seguras’
Elena Bolaños (55) y Caterina
Martí (50) se conocieron en 2009
y se casaron en agosto de 2013, en
el registro civil de Reus. «Decidimos formalizar el matrimonio
por un lado para reivindicar este
derecho que habíamos conseguido, porque somos activistas, y por
otro para sentirnos seguras en
nuestra relación, de cara a los demás, para lograr una serie de derechos que no teníamos. Eso nos
hacía vivir una situación en cierto punto angustiosa. Además, simple y llanamente: queríamos casarnos. En un momento dado a lo
mejor piensas que la institución
del matrimonio está caduca pero luego ves que da una serie de
derechos importantes», admite
Elena. «Casarnos nos igualaba en
derechos pero también en libertades y en una seguridad incluso
psíquica. Nos daba visibilidad y
eso era importante», añade.
■
La homofobia latente
Elena y Caterina se unieron en
una segunda tanda de matrimonios. «En 2005 y 2006 se casaron
las parejas que ya llevaban una
relación muy larga, desde hacía mucho tiempo, que quizás tenían hijos adoptados y ninguna vinculación legal con esa criatura. La
ley solucionó ese vacío legal».
Elena detecta otra derivada provocada por el goteo de enlaces
Ramon Bertomeu (40 años) y Rafa Maireles (39), casados en 2009 en
Amposta, junto a su hija Rocío, adoptada el año pasado. FOTO: DT
‘Las bodas homosexuales
antes eran impensables’
■ Rafa Maireles (39 años) y Ra-
Elena Bolaños (55 años) y Caterina Martí (50) posan el día de su boda, en
agosto de 2013, después de cinco años de relación. FOTO: DT
Elena (55 años) y
Caterina (50) se
conocieron en
2009 y se casaron
en Reus en 2013
entre personas del mismo sexo:
«Fuimos más visibles y eso también despertó una homofobia que
estaba latente en según qué sectores. Se produjeron actitudes
claramente homofóbicas por esta repercusión que nos dio el matrimonio. Hubo un sector que
reaccionó a eso y se generó cierto rechazo. Contra eso no se puede hacer nada más que intentar
concienciar». Elena y Caterina, formada una nueva familia, viven
entre Reus y Tarragona, y gozan
de la liberalización lograda. «A
nivel personal lo más saludable sería asumir todo esto como una
riqueza de la sociedad, una manifestación de la diversidad familiar» , concluye Elena.
mon Bertomeu (40) se conocieron en 2004, un año antes de que
el matrimonio entre personas
del mismo sexo fuera legal. La idea
de casarse aún no les rondaba,
aunque quedara poco para que
el colectivo de gays y lesbianas
consiguiera todo un logro histórico. «Sólo unos pocos años antes el matrimonio era una cosa
impensable», cuenta Rafa.
Por entonces, a pesar de que
ya su unión era legal y factible,
decidieron aplazarla temporalmente. «Yo estaba estudiando en
Barcelona y creíamos que aún
no era el momento». Pero Rafa
acabó sus estudios en 2007 y,
tras los preparatorios, la pareja formalizó matrimonio el 23
de junio de 2009, en el Ayuntamiento de Amposta. «Fue un día
grande, con mucha emoción, y
muy importante por lo que suponía, que era equipararnos por
completo a una pareja homosexual en derechos, y dar el mismo
trato a todo tipo de matrimonios. Gracias a esa ley nos sentimos socialmente mucho más
integrados, más seguros». La
palabra clave: liberación.
Ni tan siquiera les desveló
los recursos del Partido Popu-
lar en contra para tumbar aquella legislación que había revolucionado el país. «Aquello no
tenía ningún sentido. No podía
ser que tiraran atrás una cosa
que ya ha había sido aprobada»,
afirma Rafa. Poco después de la
boda, Rafa y Ramon, que querían ser padres, iniciaron los trámites para lograr una adopción
nacional, un largo y enrevesado proceso que se prolongó durante cinco años. Rocío, una niña que ahora cumple 17 meses,
vino en septiembre del año pasado para completar el hogar.
La pareja se
conoció en 2004 y
se casó en 2009 en
el Ayuntamiento
de Amposta
Después de cinco
años de trámites,
en 2014 llegó la
pequeña Rocío para
completar el hogar